YO: La primera ley del Universo es que todo es Mente. Es decir, que todo lo que existe es sólo una percepción mental. Pero, entonces, ¿qué es la mente?

SOY: Bueno, los humanos consideran que la mente es la capacidad de pensar, es el acto cognitivo, y lo separan del corazón como si fuese algo opuesto al mismo. Y esto crea una falsa imagen de lo que es la Mente. La mente contiene en sí el acto de pensar, de desarrollar una idea o establecer la práctica cognitiva, pero no se ajusta sólo a dichas cuestiones. La mente es amplia, y representa los pulsos de información, los cuales están en todo el cuerpo. Piensa biológicamente: ¿por qué late el corazón, por qué funcionan los riñones, porqué respiras, porqué se activan tus testículos?

YO: Por pulsos nerviosos… Por acción parasimpática del sistema nervioso.

SOY: El sistema nervioso central se fundamenta en el cerebro, sí, pero incorpora en sí el cerebelo, la médula, y todos los nervios del cuerpo que son extensas neuronas que se ramifican como las raíces de un árbol hacia cada rincón de tu cuerpo. Los pulsos eléctricos de tus nervios son información procesada por tus neuronas. El mayor porcentaje de actividad mental no es cognitiva, es sensorial, y está en todo tu cuerpo, no en tu cabeza. Tu corazón funciona por los pulsos eléctricos de la mente, de las neuronas. Las emociones que sientes provienen de las reacciones químicas que producen las glándulas que son gestionadas por la hipófisis, en el centro de tu cerebro. Así, todo lo que percibes en tu piel, el calor, el frío, todo lo que ves con tus ojos (ya sea los colores, la profundidad); el aire que respiras por tus pulmones, la digestión, los 5 sentidos por los que percibes la realidad que te rodea; todo ello es una mera percepción electromagnética del sistema nervioso. Así, es tu cerebro el que siente, el que actúa, el que piensa, el que ama, el que crea, proyecta y asimila. Pero más aún, son los datos que fluyen en las neuronas, pues las mismas son sólo herramientas que procesan datos, las neuronas son cables por los que pasa la electricidad, que contiene los datos, el internet. Esa información conecta todo, más allá de ti, de tu cuerpo, y el sistema nervioso es el encargado de procesarlo y almacenarlo, dándole el carácter de sentimiento, emoción, sensación, acción, mecanismo, pensamiento, o lo que sea necesario.

YO: Por lo tanto, todo lo que percibimos no está afuera, sino en la mente. ¿Pero, cómo se explica entonces que los demás puedan ver o sentir como yo, o incluso ver lo mismo que yo? Si es sólo una percepción de la mente, entonces todos deberíamos ver cosas diferentes.

SOY: ¿Y no es así?

YO: Bueno, obviamente que hay perspectivas y matices, no siempre vemos exactamente lo mismo, pero si yo señalo la mesa que tengo delante, un 99,9% de los humanos la verá y podrá describirme prácticamente lo mismo que yo veo, con matices, pero lo verán.

SOY: Y ¿por qué crees que eso pasa?

YO: Pues, porque tiene que haber algo en común, en la realidad, que constituya un hecho u objeto de tal manera que le podamos percibir igual.

SOY: Piensa un poco más grande… ¿Es la mesa el denominador común, o lo es la mente?

YO: …¿Cómo…?

SOY: ¿Conoces la planta del girasol?

YO: Sí, claro, es esa flor enorme que contiene cientos de semillas en el interior de la misma, y va rotando mirando al sol, siguiendo su curso por el cielo.

SOY: ¿Crees que siempre fue así de grande?

YO: Seguramente no, seguramente ha ido sufriendo modificaciones genéticas tras su uso en los últimos 4000 años.

SOY: Un girasol antes tenía no más de 4 semillas, y hoy puede producir cientos de semillas en una sola flor, es decir, que cientos de nuevos girasoles van a salir de ella. Y algunos pueden variar, tener incluso más semillas, más potencial, o crecer más alto, o tener alguna variación que altere el producto, para bien o para mal. Pero hay algo que no cambiará: todas girarán mirando al sol en su recorrido por el cielo.

YO: Quieres decir que, a pesar de las diferencias, todos vemos lo mismo.

SOY: Una plantación de girasoles puede poseer miles y miles de plantas, cada una con su flor, repleta de nuevas potenciales plantas que generen miles y millones de nuevas flores en nuevos cultivos, y aún así, se siembren donde se siembren en el mundo, todas mirarán al Sol, sabrán en su interior que deben crecer, cómo crecer, y cómo seguir la luz. Eso es la mente colectiva. Los humanos os creéis cada uno único y separado del otro, pero la verdad es que todos, absolutamente todos venís de unas poquísimas semillas. Tal vez 2, tal vez 4, tal vez 8, pero muy pocas. Y los casi 8 mil millones que sois hoy, en algún momento, fueron sólo 3 hermanos y hermanas que tuvieron hijos, y crearon familias, tribus, sociedades, civilizaciones, imperios, naciones, repúblicas; y hoy os da la sensación de ser tan diferentes el uno del otro que os creéis separados. Pero, no. Sois un girasol, en medio de una plantación de 8 mil millones. Todos mirando el mismo Sol. La mente es una realidad extraña y caprichosa, constituida por pulsos electromagnéticos que unieron en primer instancia a los protones con los electrones, y albergaron algunos en su interior a los neutrones. Estas cargas positivas, negativas y neutras establecieron un patrón de comunicación que registra datos, creando un código a seguir, de interpretación del medio. Así, los átomos, las moléculas, los cromosomas, las células, los órganos, los cuerpos, todos no son más que interpretación sobre interpretación de los pulsos electromagnéticos y ondas de resonancia, que dan lugar a lo que llamas 5 Sentidos: tacto, vista, olfato, oído y gusto. Todos surgidos por la necesidad de sobrevivir. Y también los sentidos más sutiles, los que ayudan a percibir dichas ondas, donde se mueven los datos y memorias, donde radica la interconectividad entre todo. Tu cuerpo es sólo un resultado biológico nacido de la necesidad de interpretar esos pulsos, eres un procesador de lo único existente: la mente. Por ello, tenéis la apariencia de separación, pero todos sois lo mismo. Un mismo cuerpo.

YO: Por lo tanto no puedo hablar de mente individual. ¿Verdad?

SOY: ¿Acaso te preguntas por el famoso Libre Albedrío?

YO: Sí… ¿Existe?

SOY: Oh, claro que no. El libre albedrío es una creación folklórica y romántica del sentido de la libertad de acción. Pero, seamos claros: no puedes escapar de tus patrones biológicos y herencias familiares de la misma forma en que no puedes saltar por la ventana y salir volando como un pájaro. Toda tu construcción emocional, de pensamiento, filosófica; todo está condicionado por estos pulsos que llegan a tu espectro microscópico. No puedes decidir nada libremente, pues eres sólo una gota en el océano.

YO: Entonces… No entiendo… ¿Qué hago? ¿Para qué hacer lo que uno hace?

SOY: Ah… Buena pregunta. Mira, el Universo contiene todo en sí, de igual manera que la Mente contiene todo lo que percibes en sí. Por lo tanto, la ecuación es fácil: Mente = Universo. Dicho esto, podemos entender que el Universo se mueve por dos fuerzas: la Positiva y la Negativa, que en la Mente es igual a Lógica e Ilógica. El Universo se ordena en aspectos Trinos: Ancho, Alto y Profundo para el espacio, y Pasado, Presente y Futuro para la visión del Tiempo. En la Mente, a esto le llamamos Subconsciente, Inconsciente y Consciente. Si el Universo es como la Mente, y todo está en él, y tú eres una simple gota en su interior, entonces, podemos interpretar que Universo-Mental= Océano. El Océano es el Subconsciente, donde radica todo, sin juicio. El agua, los animales y plantas; todo vive allí, lo abarca todo, rodea los continentes, contiene la vida. En su interior, existen las corrientes oceánicas, una cálida y otra fría, que mueven las aguas creando tormentas, generando energía, viento, humedad; ayudando en las migraciones. A estas corrientes que nos arrastran, les llamamos Inconsciente, la fuerza que nos impulsa a través del incontrolable Subconsciente oceánico. Y en su interior existe un mínimo organismo unicelular, que logró encerrar una gota de agua en una membrana salada de minerales, almacenando información, llevada por las corrientes. Ese organismo o gota celular, es el Consciente. ¿Pequeño, verdad?

YO: Demasiado…

SOY: Ah, pero, poderoso. Pues solito puede tomar el calor del sol, calentarse, e iniciar una reacción en cadena que cambia la polaridad de los demás hasta generar calor, y cambiar la corriente oceánica. Puede a su vez unirse por resonancia a otros como él, crear un organismo complejo, evolucionar, buscar utilizar la fuerza del inconsciente a su merced, y… Nadar.

YO: ¿Nadar?

SOY: Tener la apariencia de libertad, el famoso libre albedrío, es tomar consciencia de ti mismo, descubrir el potencial de tu gota de agua, crear herramientas necesarias para despertar la fuerza interior, y en lugar de dejarte llevar por la corriente, utilizarla a tu beneficio. Ahora podrás moverte por el Océano, en la dirección que sientas. Pero seguirás en el océano, siendo krill, pez o ballena.

YO: ¿Y qué pasa con el que evolucionó saliendo a las costas, convirtiéndose en reptil, en mamífero, caminando por los continentes, incluso los desiertos?

SOY: Ah, muy bien… Ellos han logrado algo impresionante: Se convirtieron en el océano, pues le llevan dentro. En sus aguas interiores, radica la memoria de todo el océano. No son libres del mismo, se convirtieron en él, trascendiendo a un nuevo océano mental: la Atmósfera.

YO: Ahora dependo de otro tipo de océano…

SOY: Exacto… Hasta que logres salir de la atmósfera y navegar por el espacio. Y entonces el Espacio será tu nuevo océano, hasta que salgas a la superficie del Tiempo. Y un día querrás salir del océano del tiempo, para entrar a uno nuevo, en otra dimensión. Y luego, a otro Universo… Y un día cerrarás tus ojos, y verás que la Imaginación era el único océano infinito capaz de albergar todos los demás… Y para ese entonces, sabrás que todo lo que siempre existió, era la Mente.

YO: …Y saber esto, ¿de qué me sirve?

SOY: Tú has hecho la pregunta… Dime tú, ¿para qué crees que te sirve…? Tal vez debes ahora reformularlo.

YO: Si todo lo que existe es parte de la mente que conformamos entre todos, entonces (y no importa cuán conscientes seamos de nuestro entorno), siempre buscaremos trascenderlo y encontraremos otro, tal vez lo que estamos haciendo mal es tratar de escapar del océano. Básicamente lo que estamos haciendo ahora mismo es como ir de vacaciones a la playa y tenerle miedo al mar.

SOY: Exactamente. Debes trascender el miedo a lo eterno de este circuito, e ir por encima de todo ello, reconocer que todo es Imaginación, el océano de la gran mente imaginativa que crea con sus pensamientos, con sus pulsos. Pero tú puedes modificar todo ese pensamiento, pues eres una célula, una gota que se volvió consciente. Pero aún cree que para ser consciente hay que dejar la inconsciencia o erradicarla de la ecuación. Es como si el cuerpo dijese: “Ahora que conozco al espíritu ya no necesito el alma como puente”. Ridículo. El Subconsciente y el Inconsciente son los medios y herramientas del Consciente. La gota no puede eliminar la corriente ni el océano. Puede evaporarse, sí, volar e ir a una nube, y luego ser nieve, y hielo, arroyo, río, lago y humedal, pero inevitablemente volverá un día al mar, y será nuevamente el océano. No puedes escapar del circuito, porque no existe nada más que el circuito. Los que se sienten atrapados en él, son los que se concentran tan sólo en el hecho de que son arrastrados por la corriente. Aquellos que no pueden controlar sus vidas, que no saben utilizar el medio que han creado, que no se permiten imaginar, y sólo se ven condicionados por la imaginación de los otros.

YO: Entonces, si el camino soy yo, si yo soy mi propia historia, mi propio destino, soy mi propio propósito, mi propio amor; si soy mi propia creencia, mi propia proyección y verdad, significa que todo lo que soy, es sólo una idea condicionada por una mente, y que si me vuelvo el aspecto consciente de esa mente, puedo utilizar el ciclo mismo para crear uno diferente.

SOY: El libre albedrío radica sólo en la consciencia de que estoy condicionado por todo, a tal punto de que yo mismo soy mi propia condición, pues al creerme atrapado creo la trampa, y al creerme libre creo la búsqueda de la libertad constante. La clave de la Mente es: no creas en nada. Simplemente sé la Mente. Imagina un sinfín de infinitas posibilidades, sin juicios, y atrévete a ser tú mismo todo ello.

YO: “Bienvenido a la vida… Créelo todo, mas no creas nada”, eso fue lo que me dijo un ángel en el momento en que estaba por encarnar en esta vida, recuerdo su dulce rostro sonriendo y pronunciando esas palabras. Ahora lo entiendo…

SOY: Sólo han tenido que pasar 33 años y una semana de trabajo interior junto a mí. Jejeje…

YO: La clave está en la imaginación. La Imaginación nos hará libres, porque allí lo somos todo. Las limitaciones no son una cárcel, son herramientas de la imaginación.

SOY: Y es así como te expandes, es así como te liberas, es así cuando te das cuenta que…

YO: …Yo Soy la Mente…