SOY: Todo aquello que te ha hecho daño, todo aquello que te ha herido, traumatizado en tu vida, es aquello que tu consciencia reconoce como lo “malo”. Como te dije, malo, en griego, se dice “Kakós”, origen de la palabra caca. La materia fecal de la vida es aquello que dejamos para el final, lo que consideramos el despojo emocional o social, escondido al fondo del tarro. Por ello, fecal viene del latín “faex, fecis”, que es el residuo que se acumula en el fondo del vino. Lo que nuestra mente suele hacer con lo considerado bueno y malo en nuestra vida, es discernir, seleccionar, dividir, y normalmente sacar afuera lo que no sirve, y este es el origen de “excretar”, es decir “ex-” (sacar afuera), “ceret” (discernir). El discernimiento es una forma humana en la que lográis separar lo que sirve de lo que no sirve. Pero lo habéis moralizado al punto de separarlo por completo. Como dijimos, todo lo excretado del cuerpo es un producto no asimilado por el cuerpo. Imagina ahora la maldad del mundo. No aparece simplemente porque hay maldad en él, en su naturaleza. La misma surge porque esas personas no han sido asimiladas, no han entregado lo mejor de sí cuando era debido, y se han cerrado y traumatizado por la presión del entorno que les convirtió en “excremento”. Es decir, hizo que el resto de la sociedad en su discernimiento los catalogue como “caca”.

YO: Es decir que esas personas necesitan ser reintegradas a la sociedad, a través del perdón…

SOY: Sí, pero para ello deben volverse útiles. El perdón no es olvidar, es entender, perfeccionar, liberar del juicio educando en algo nuevo y trascendental. De igual manera que un trauma, debemos entender la lógica, el origen, el por qué, y ello nos llevará a entender lo que hemos logrado gracias a él. Como dijimos ayer: “la herida de la primera caída en bicicleta te recuerda que hoy sabes andar en bicicleta”. Hoy es sólo un recordatorio de lo que has logrado, de la prueba y error. En la vida nada está dividido, lo malo está allí como fertilizante de lo bueno. La mayoría de las veces no nos damos cuenta que tenemos que cambiar hasta que no sucede una crisis, un hecho negativo, algo malo e incluso horrible. Es sólo ante esa situación que se han dado los avances de la historia, en la reacción del ser que al ver lo malo se da cuenta de que si no hubiera pasado nadie lo habría sabido, lo cual le lleva a la acción transformadora.

YO: Pero, en tal caso, ¿es realmente necesario que pasen cosas malas?

SOY: Lo es si vives desde el subconsciente y el inconsciente. El inconsciente ve el fuego y lo toca. Hasta que no se quema no reconoce lo que el fuego puede hacer. El Consciente observa y analiza el fuego, y acerca un palito o papel para ver la reacción sin necesidad de quemarse, y descubre su poder de igual manera. ¿Acaso los humanos hacen cárceles para el fuego por haber quemado un bosque o una casa?

YO: No…

SOY: Porque el fuego no es consciente de lo que hace. Igual que las personas que hacen el mal. Alguien que hace el mal, no es consciente, es inconsciente, porque no entiende su verdadero poder y lo usa según sus necesidades. Pero si a esa persona, igual que al fuego, se le controla, en el sentido de educarle a utilizar su fuego interior, en darle un propósito, en ponerle un foco en lugar de encerrarle con castigo, el mismo no explotará, sino que calentará comida, forjará herramientas, y muchas otras cosas.

YO: Hay que reeducar… Es decir, sacar lo mejor de cada humano, convertirles en abono, no en excremento.

SOY: Y la única forma es mediante el Perdón. Soltar el preconcepto, reconocer el abono y fertilizante en aquellas personas o situaciones que hacen daño. Suelen decir que el mal es premeditado y que alguien que hace daño es consciente de ello, sin comprender el verdadero peso de la palabra consciente. Conciencia viene del latín “cum” y “scientia”, que significan “con” y “conocimiento”.  En este caso, “Conciencia” (en forma de sustantivo) significa “tener conocimiento del entorno”. Pero cuando decimos “Consciencia” (con “s” en medio), nos referimos a tener conocimiento de uno mismo más allá del entorno, es decir, tener sabiduría. Una persona, pues, puede ser consciente de su entorno o Consciente de sí mismo en dicho entorno. Son los Pilares del Ser. Conocimiento y Sabiduría.

YO: O sea que una persona que hace el mal, es quien desconoce la verdad de su entorno y de sí misma, actuando por reacción emocional.

SOY: Nadie que sea consciente haría daño a la vida de otro ser vivo. Sino que se volvería útil a la vida en general.

YO: Podría decirse entonces que debemos ayudar a las personas a cambiar para ser conscientes de esto.

SOY: No sólo las personas, sino también las situaciones. Cuando caíste y te heriste aprendiendo a andar en bicicleta, nadie fue el culpable, simplemente pasó. Sin embargo ese simple hecho puede considerarse un trauma, uno que te ha dado las herramientas para saber andar en bicicleta. Cuando alguien te pegó y dolió mucho, se considera un trauma. Uno del cual tú, en consciencia de dicho conocimiento, debes discernir de qué manera lo asimilarás: accionando desde el perdón para detener el ciclo repetitivo, o reaccionando desde la venganza, manteniendo así el ciclo rotando. El cambio puede darse de dos formas aquí: podemos forzar al otro a cambiar desde nuestra visión inmutable, o cambiar nosotros mismos para provocar el cambio en el otro. En el primer caso, lo más probable es que generes una reacción rápida y negativa, pero en el otro generarás un proceso un poco más largo pero efectivo y determinante.

YO: Es decir que yo debo sostener los dos pilares, no imponerlos en el otro.

SOY: Todo cambio es externo, y toda transformación es interna. Los cambios generan crisis, traumas, reacciones. Las transformaciones son elecciones propias y autogestionadas mediante la toma de acción. La primera es útil en los periodos de Inconsciencia, la segunda es útil en los periodos de Consciencia. Normalmente, las vidas humanas se mueven en entornos de inconsciencia dominados por la familia, el grupo, la cultura, la sociedad, la especie. Hay muchos condicionamientos que no les dejan pensar con claridad desde su “yo soy”. La proyección constante en el “somos” les hace ser llevados por una corriente marina, de un lado a otro, sin poder controlar su propio andar. No tenéis poder de vuestros propios pilares.

YO: ¿Cómo hago para empezar a tomar firmeza en mis propios pilares de la consciencia?

SOY: Primero reconoce todos los cambios que te han llevado forzosamente a la transformación. Enuméralos. Dime, ¿cuáles fueron los cambios en tu vida que te impulsaron a una crisis de cambio inevitable?

YO: Hice mi lista. El primer gran cambio que hizo que todo mi mundo se viera forzado a cambiar fue a mis 12 años, cuando empecé a recordar. Todo en mí cambió a la fuerza, por algo que no pude controlar. Luego fue la mudanza a España a mis 14 años, algo que cambió mi vida por completo y que no dependía de mí. A mis 20 o 21 años, fue el dejar la Universidad, algo a lo que me negué durante mucho tiempo y me vi forzado a dejar. El siguiente gran cambio inevitable fue hacer el Encuentro 11:11, ya que me vi prácticamente obligado a realizarlo así como el Camino Harwitum, que vino posteriormente debido a este encuentro. El siguiente cambio fuerte y doloroso fue el final del Camino del Dragón, un año doloroso en mi vida que se me escapó de las manos. El siguiente cambio inesperado fue enamorarme de Wiktor, que me llevó al vacío como nunca antes lo había experimentado. A ello le siguió la repentina pérdida de parte de mi familia y de amigos, algo que no vi venir. Y lo último, la Cuarentena, que modificó todo el Camino YOSOY tan sólo 3 meses antes de comenzar. Uf… Anotarlo todo en un sólo párrafo es tanto angustiante como liberador.

SOY: Sobre todo Liberador… ¿No?

YO: Sí… Porque ahora que lo miro hacia atrás, descubro que cada uno de esos cambios me trajo mayor estabilidad, más firmeza, más conciencia del mundo, más consciencia sobre mí mismo.

SOY: Y nada de lo que hiciste, lo habrías hecho de no ser por estos cambios. Ahora… ¿Por qué crees que los viviste?

YO: Porque en la mayoría de ellos, fui inconsciente. Es decir, lo que hizo que los viviera como cambios y no como transformaciones fue mi resistencia a ellos, mi inconsciencia sobre lo que significaban.

SOY: No te culpes por no saber, pues la vida existe para aprender. La Consciencia no eliminará la incertidumbre, la angustia o las crisis. Lo que hará la consciencia es darle un propósito, una lógica, te ayudará a atravesarla hasta que encuentres la respuesta. La inconsciencia te hundirá más en el sufrimiento innecesario por no ver que todo siempre tiene una lógica y un por qué. Y ese porqué no está planificado de antes, está en la comprensión de lo aprendido. Al mirar hacia atrás, verás lo logrado, y todos los traumas y crisis, los grandes cambios que te han forzado a cambiar en la vida, son los cimientos de tus Pilares hoy. ¿Dónde te encuentras parado, de pie, hoy? La respuesta a esta pregunta sólo puede responderse analizando lo que nos trajo hasta aquí. Así que, haceros la pregunta: “¿Cuáles fueron los grandes cambios externos que te han forzado a llegar a donde estás hoy?”.

YO: Me pongo de pie, firme en mi conciencia sobre lo sucedido, para asimilar la consciencia de lo que hoy soy gracias a ello.

SOY: Honra tu camino. Cuando comprendes los grandes cambios, harás de lo malo que te ha pasado, un abono para tus futuras transformaciones.

YO: Yo Soy un Pilar de Cambio de Conciencia, Yo Soy un Pilar de Transformación Consciente.