YO: Tal vez no hay dualidad más dura y controversial que la que corresponde al Tercer Ojo. Desde tiempos inmemoriales, las historias surgidas de la noche y del día, y sus batallas por la supremacía, han dividido al mundo. Y aún así, en pro de la Luz, la mayoría cae en las herramientas de la Oscuridad. ¿Qué hace de esta polaridad la más difícil de integrar?

SOY: Todo empezó con aquellas bacterias de las que alguna vez hablamos. En el fondo del océano, los caldos volcánicos de minerales y alto calor permitieron el surgimiento de organismos vivos a partir de la combinación de estos elementos, generando una membrana de minerales para contener en su interior una gota de agua que les permitiese contener energía. Esto originó una célula, y las mismas comenzaron a complejizarse. Al llenar el fondo de los océanos, una enorme cantidad quedó sin alimento, y la única opción que encontraron fue ascender y buscar otro tipo de alimento. De los fondos oscuros abisales, emergieron hacia la superficie, en búsqueda de la luz. Se volvieron fotosensibles, y empezaron a hacer fotosíntesis, es decir, sintetizar la luz para volverla energía y alimento. Esto expandió a los organismos unicelulares a ser pluricelulares. La población de los océanos fue tanta, que muchos comenzaron a también a buscar salir a la superficie. Primero lo hicieron los vegetales, quienes buscando la luz del sol cambiaron la atmósfera de la Tierra llenándola de gases, absorbiendo el carbono de los volcanes y soltando oxígeno, creando la biosfera. Así fue que los animales comenzaron a consumir plantas, y luego a consumirse entre ellos. Durante billones de años, cada ser vivo organizó su vida en función de la aparición del sol y la llegada de la noche. La Luz implicaba alimento, seguridad, visibilidad. La noche implicaba peligro, ahorro de energía, sueño. Aprovechando esta circunstancia en que la mayoría se veía indefenso durante la noche, muchos animales se convirtieron en nocturnos, atacando y creando en el subconsciente colectivo la idea de seres malignos que surgían de la oscuridad. La gran batalla era consumir energía de luz, alimentarse de ella, y no importaba cómo. Todo valía. Cuando apareció el Homínido, toda esta información comenzó a racionalizarse. Pues uno de los atributos de los seres que daría origen al Humano, es la capacidad de compartir información mediante la cultura. La cultura se volvió la forma en que los humanos transmitieron la importancia de la luz llamándole “lo que es bueno”, y a la oscuridad “lo que es malo”. Las historias de seres demoníacos, angelicales, divinidades; todo lo que conformó la base de la mentalidad humana fue la transmisión de la información básica del día y la noche, solsticios y equinoccios, estaciones, siembra y cosecha. Así, la cultura organizó la religión como una forma de mantener y asegurarse la supervivencia, mediante la formación de la moral para distinguir a los seres de la luz y los de la oscuridad.

YO: Encuentro fascinante el hecho de comprender que lo que hoy tenemos como creencias hayan llegado a nosotros por la transmisión de conceptos básicos como es la comida y la seguridad…

SOY: Esa dualidad no sucede en planetas con más de un sol, o con mucha luz. Aquí es muy marcado por el hecho de que la mitad del planeta está de noche cuando la otra está de día.

YO: Entonces esta dualidad no es mala si está en nuestra naturaleza ancestral.

SOY: Claro que no es mala. Es útil. Aunque deja de serlo cuando, al buscar trascender el mundo físico y querer alcanzar el espiritual, nos hace proyectar nuestra biología en un nivel donde no existe dicha división. En tanto tengas un cuerpo, vivirás entre la luz y la oscuridad, pues tu glándula pineal controla tu sueño y vigilia, es dormir y el despertar, orgánicamente estás diseñado para dormirte durante la noche y protegerte en un lugar seguro, y despertar en el día para actuar. Por esto, la búsqueda de actuar en la Luz no proviene de un camino espiritual e incondicional, sino de una reacción biológica.

YO: ¿Y qué hay entonces de todos los seres que siento, o sentimos, que llamamos ángeles y demonios, todos los seres que reconocemos como la luz y la oscuridad?

SOY: La Tierra es un sistema único, pero a su vez fractal del Universo. Como es arriba es abajo. La Ley de Correspondencia muestra que todo lo que percibes en el exterior es una proyección del interior, pero a su vez, la formación del interior ha sido una reacción constante a los impulsos de lo externo. Ahora salgamos de la Tierra para ver el cosmos. En el principio sólo existía el Vacío. La Nada, similar a un agujero negro. Justamente, la máxima oscuridad. De igual manera que el fondo de los océanos, una enorme energía colapsó en este profundo Vacío, generando una vibración que se expandió en forma de Luz. La Luz fue energía, y cuando más vibró, más frecuencias y patrones surgieron. Colapsando nuevamente sobre sí, surgió el instante del Big Bang, la Gran Explosión que generó la materia. La luz viajó en todas direcciones, y ahora era emanada por soles que irradiaban hacia los 360 grados de una esfera. Cuando la luz se proyecta sobre un objeto físico, surgen las sombras. En todo este proceso haz de ver algo: La Oscuridad es la que permite ver la materia, es la que dio vida al universo, pues del Vacío y el Colapso de la Luz sobre sí misma, es que surgió la Existencia. La Luz es la energía que sostiene la vida y que la guía en los caminos de la existencia.

YO: Tal como en la imagen que elegí para hoy, lo que nosotros vemos como diabólico o tenebroso no es más que la proyección de la Luz sobre las Formas.

SOY: Ángeles, Demonios y tantas otras entidades, son como los organismos pluricelulares del cosmos. Ambos buscan usar la energía en su propio beneficio, igual que los seres vivos de la Tierra. Los oscuros, demonios, el Diablo, no son más que los diseñadores de realidades, arquitectos de la vida que distorsionan la luz para que podamos existir. Lo oscuros son como las abejas que toman el polen y néctar de la flor de la luz, de las almas, para crear panales y miel. Y si las molestas en su trabajo, no dudarán en picarte. A veces los oscuros desean vivir sus propias creaciones, buscando energía en cuerpos humanos o en la naturaleza, igual que los insectos y las bacterias o virus. Los demonios son los mecanismos de desarrollo y evolución. Los seres de luz son las plantas, las flores, el producto directo de la luz que entregan medicina y alimento incondicionalmente. Ni las plantas ni los insectos son malos en la naturaleza, de hecho, sin uno u otro el mundo se destruiría.

YO: ¿Entonces me dices que aquellos a quienes nosotros hemos puesto en guerra, nunca han estado en batalla?

SOY: Algunas ha habido, como en el reino de los insectos; hay muchas luchas, y muchos devoran las flores. Pero no deja de ser algo natural. Los humanos pusieron cultura a lo que no la tenía. Los seres de la luz y de la oscuridad han trabajado juntos desde el inicio de los tiempos de la misma forma que las plantas usan los insectos para la polinización.

YO: O sea que la luz usa a la oscuridad para expandir su territorio.

SOY: Así es. Y a mayor cantidad de plantas, mayor cantidad de insectos. Equilibrio. Son creadores de mundos, diseñadores de vida.

YO: ¿Y por qué a veces nos atacan? Yo he vivido exorcismos, y he sentido la lucha entre seres de luz y de oscuridad.

SOY: Claro, como te dije, en la naturaleza hay una incesante lucha por consumir energía, y los humanos son una fuente muy grande, emocional.

YO: ¿Y cómo hacemos para que esto deje de pasar?

SOY: No puedes eliminar a las abejas porque sabes que pueden picarte. Debes aprender a convivir con ellas. Plantar más plantas, más flores, entregarles en néctar, hacerles ofrendas.

YO: Me recuerda esto a lo que hacen en la isla de Bali, Indonesia. La primera vez que fui vi que ponían ofrendas de flores y frutas en las puertas de templos y las habitaciones. Pregunté para quién era, y me dijeron que era para los demonios y la oscuridad. En ese momento me sorprendí, y me explicaron: si les honras por su tarea en el mundo, les haces ofrendas de alimentos, se sentirán queridos y no harán travesuras. Me pareció lo más amoroso que había escuchado.

SOY: Porque como hablamos… La oscuridad y la luz coexisten en simbiosis. Cuando buscas entrar al mundo de la Consciencia, ves que todo es Uno, y desaparece el mundo de la Inconsciencia radicado en las corrientes positivas y negativas. Para la Consciencia no hay lucha entre ambas, sino que son útiles: yin-yang.

YO: Entrar en el mundo espiritual de la Consciencia, pues, es entender la naturaleza de todas las entidades de luz y oscuridad, reconociendo que es la luz quien proyecta las formas oscuras que vemos. Entiendo que la Luz, al expandirse en la materia, deja ver las irregularidades y distorsiones de la misma, mostrando todos los aspectos que deben ser integrados.

SOY: Vuelve a mirar la imagen, y observa cómo la luz es un círculo perfecto, una esfera lumínica, que sobre la materia deja ver todos los escalones de la evolución en una tenebrosa imagen demoníaca. Normalmente, en los tiempos de Sabiduría y Escuelas Iniciáticas, los conocimientos más esenciales de la luz eran disfrazados de seres que daban miedo: araña, serpiente, escorpión, cocodrilos, el Diablo, y tantos otros, pues de esta manera los sabios se aseguraban que sólo llegasen a la sabiduría aquellos que habían trascendido el miedo y la supervivencia del mundo de las formas. Quien podía ver a través de los ojos de la serpiente, quien atravesaba al Diablo con seguridad, vería detrás la luz. Los escalones de la evolución se disfrazaban de oscuridad para comprender que la misma sólo era un mecanismo de desarrollo de la luz. Abejas y Flores.

YO: Entonces, Yo Soy Luz y Oscuridad, ambas viven en mí, y honrando ambas partes es que puedo trascender a las plena Consciencia.

SOY: Busca el equilibrio entre tus luces y sombras, dibújalas, manifiéstalas, y serás libre, pues te convertirás en Creador de Realidades.

YO: Yo soy Luz y Oscuridad en Equilibrio. Yo Soy Creador.

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