YO: Toda la noche estuve conectado a algo que me hizo sentir tan cansado como cómodo. El ser que se presentó, me hizo sentir la presión oscura de todo el mundo, y encontrar una paz tan increíble que sólo pude dejarme relajar, dormir, todo mi cuerpo se fundió en las profundidades. Su oscuridad era tan lumínica, que mi ser no lograba interpretar si su presencia nos estaba llevando a la muerte o a la paz. Y en cierta forma, pude sentir que era ambas en un solo sentir. Mi mente esperaba algo denso, tal vez sombrío, pero a donde nos llevó no había otra cosa más que luz. Una luz bajo presión, una luz profunda, diferente a aquella a la que estamos acostumbrados. Solemos ver la luz como proveniente del cielo, del sol, y por lo tanto, su brillo se relaciona a lo sutil e invisible del aire, levitando; a la alta vibración, considerando que su opuesto es oscuro, doloroso, denso. Pero sin embargo, seguía viendo luz, sólo que era diferente, las sombras brillaban de una forma diferente, era como ver la luz en las sombras, el balance y la plenitud bajo la mayor de las presiones. Esa sensación permanece en mí, mis células le reconocen aún…

SOY: Porque el concepto físico de ir a lo profundo no es lo mismo que el concepto desde el punto de percepción mental. Para la mente, el concepto de Profundidad no está relacionado con ir abajo, con ir a lo oscuro, con enterrarse en un pozo a kilómetros bajo la tierra, sino que ir a lo profundo implica encontrar la unidad de todas las cosas. La sutileza que soléis relacionar con la luz, está ligada a la expansión, a la amplitud, pero la misma no deja de ser la que crea separación, distintas opciones y propósitos. Para que la mente sienta lo real, el centro, la misma debe ir hacia dentro, debe volver a unir todas las cosas. Y todo lo que se expande brilla en distintos colores, que cuando se unen generan sólo un color. Si se trata de materia, juntos crearán el negro, si se trata de luz, juntos crearán el blanco. Así, si te concentras en la visión lumínica del espíritu, verás todos los colores volverse uno, la luz pura, y la presión de toda la energía, en lugar de llevarte a las sombras, te otorgarán mayor claridad. Este es el origen del concepto de la Iluminación.

YO: Es decir que la búsqueda de la Iluminación no está en ascender hacia los cielos, hacia la luz, pues la luz no está sólo allí arriba…

SOY: La idea que tienes de iluminación está condicionada a tu visión de humanidad, con los pies en el suelo y la cabeza en el cielo, viendo al sol que brilla allí arriba, hace que consideres que para brillar como él, debes subir al plano celestial, es decir, a lo celeste, color que surge de la luz reflejándose en el oxígeno, nitrógeno y argón de la atmósfera.

YO: Es casi matar la magia de lo espiritual.

SOY: Podría ser… Sin embargo creo que es abrir los ojos para ser correctamente espiritual. “Espíritu” viene de la palabra latina “Spirare” que significa “respirar”, y claramente el oxígeno, argón y el nitrógeno son lo que respiras. En cierta forma la única forma de volverte un ser espiritualmente celestial es respirar los gases de la atmósfera con plena consciencia de estar aquí y ahora en cada inspiración y exhalación. De esta manera, la Iluminación es un concepto social y cultural de posición de la luz en el espacio.

YO: ¿Cuál es la verdadera Iluminación?

SOY: Ir a lo profundo de la Luz, a su capacidad de manifestar. Para los espíritus es volverse un ser vivo hecho de carbono y otros minerales. Para los seres vivos es volverse metales preciosos como el oro, platino y el diamante, también carbono pero bajo mayor presión.

YO: A mayor presión, la luz descubre más en lo que puede convertirse…

SOY: Es así que un ser no se ilumina cuando se libera de su potencial creador, sino cuando logra irradiar desde su centro… Bajo todas las presiones…

YO: Por esto decidimos nacer… ¿Es por esto también que los seres que buscan la iluminación pasan por calvarios y martirios?

SOY: Calvario viene del latín y significa Calavera, el concepto significa ir profundo en un proceso, tanto que llegas hasta los huesos, los fundamentos que sostienen tu cuerpo. “Mártir” viene del griego y significa “testigo”, que a su vez en latín significa “dar la cara por algo”. Podríamos decir que el hecho de que un mártir viva un calvario, significa tomar la responsabilidad de ir hacia lo más profundo para encontrar la verdad.

YO: Y lanzarse a vivir eso implica mucha voluntad… Es decir, lanzarse a las sombras del sufrimiento, de la confusión, todo para probar que puede ir más allá…

SOY: Lo que el humano percibe como sufrimiento, el mártir lo percibe como “sentido”. Es decir, un humano busca sobrevivir considerando que lo único que tiene es su cuerpo y las cosas que su cuerpo puede acumular. Tratando de superar los conflictos, en la mayoría de los casos mediante la negación, por esa necesidad de encontrar una felicidad momentánea relacionada a la comodidad física y emocional. Así, un humano común tomará los sentidos como una herramienta de identificar dicho placer o incomodidad, para deshacerse de esta última cuanto antes. Por otro lado, cuando un individuo se vuelve consciente de que la muerte no existe, y se dirige a lo profundo de su verdad, no teme enfrentarse a nada, pues entiende que la presión y el sufrimiento no son más que la acumulación de la luz, que son la unificación de todos los caminos, y que para sentirlos a todos, debe expandir al límite su capacidad de sentir. Llevar a sus 5 sentidos al máximo pasa de ser incómodo a placentero, dando vuelta el sistema, y encontrando el orgasmo en el sufrir, encontrando la luz en medio de las sombras.

YO: Es difícil imaginarlo… Pero entiendo a lo que te refieres. Es como esa sensación que a veces muchos tenemos, por ejemplo un chiste tan pero tan malo que nos da demasiada risa. O una canción tan pero tan horrible que no podemos dejar de tararearla. Como si el cerebro colapsara entrando en una especie de ruptura de sistema, encontrando una grieta por la cual ver la opción inversa. Como cuando Francisco de Asís veía luz en los enfermos, en la basura, en las cosas que otros consideraban sucias, él veía amor y luz.

SOY: Allí es cuando uno comienza a encontrar el sendero de la Iluminación. Por ello, la única vía hacia la verdadera iluminación es atravesar e integrar todas las Sombras. Por ello debes aprender a ingresar en la oscuridad y la presión, por ello debes convertir a tu sufrimiento y miseria en tus mayores aliados. Y así, con los ojos cerrados, sin temor a nada, podrás guiarte en las sombras flameante como un ave fénix.

YO: ¿Eso… Es Fe?

SOY: Oh no… Eso es Intuición.

YO: ¿Qué es la intuición?

 SOY: Viene del latín “In” y “tueri”, que significan “interior” y “contemplación, mirada, observación”, respectivamente. La intuición es la capacidad de poder ver con claridad con los ojos cerrados, tener una aguda visión en las sombras, percibir más allá de lo que uno cree. La Intuición es la madre de la Fe, que encuentra su origen en el latín “fides”, que significa confianza, fiarse de algo o alguien. La misma implica que una vez que he tenido claridad interna en lo que he visto a través de mis sombras, reconozco que no tengo otra opción más que confiar en mi intuición. La intuición no es hija de la Fe, pues la fe implica confianza ciega y sin cuestionamiento en algo. Pero para llegar a ello, debes haber tenido que experimentar primero lo que se siente confiar en ese agente externo. Y lo único que te hace confiar en algo es la sensación interna que otorga claridad en la visión de las cosas, es decir, en tu intuición. La intuición no es lo que el humano considera, no implica sentir que algo debe ser hecho, con cierto desconocimiento sobre el factor, sino por el contrario, la intuición demuestra una profunda claridad en las causas y los efectos de algo, con total plenitud. Ello otorga la confianza, la fe.

YO: Dicen que la Intuición es mucho más femenina que masculina… ¿Por qué?

SOY: El aspecto masculino de la existencia es positivo, significa que se proyecta hacia afuera, con lo cual busca soluciones en lo externo, en un punto, objetivo, de manera más práctica y concreta en los fractales y patrones de las realidades. El aspecto femenino es negativo, es decir interno, que se proyecta hacia el interior del ser, conectándose con el pulso que conecta la Matriz, la red, donde todo se percibe sin dirección, sino desde la percepción y las sensaciones. Por esto mismo el diseño femenino de la realidad, la mujer, ha desarrollado más habilidades en la afinación de los 5 sentidos, lo cual le permite estar atenta a muchas cosas al mismo tiempo mientras el hombre sólo se focaliza en un sólo punto concreto. Así, como una araña, no importa qué parte del tejido se mueva, ella le sentirá. La intuición es tener la capacidad de sentir en todas las direcciones, percibir con claridad más aspectos, interconectados. Por ello, la intuición se halla en la presión del centro, donde todas las fuerzas se unen en uno. Y como la araña, para sentirle, necesita paciencia.

YO: La paciencia es una gran clave para la intuición.

SOY: El cuerpo femenino está preparado biológicamente para la paciencia, pues un orgasmo femenino es más prolongado y expandido, no focalizado en una zona concreta. Luego del sexo, vienen 9 meses de gestación y cambios lentos, luego meses en que el bebé dependerá de su cuerpo en calor y nutrición. Su cuerpo sentirá la unidad en el crecimiento del bebé por años. El hombre, macho, se desprende fácilmente pues su orgasmo es veloz, su rol en el espectro biológico de la gestación es fugaz y dura pocos minutos. Por ello, el diseño masculino es consciente y veloz, y el femenino es lento y subconsciente. Lo cual permite que la mujer sea más capaz de sumergirse, de sostener el sufrimiento por mayor tiempo, de controlar muchas más emociones que el hombre, de hacer alquimia con su cuerpo, de ir a las profundidades de su alma, y esta es la razón por la cual las mujeres suelen despertar espiritualmente más rápido que los hombres, y en mayor cantidad, pues la sensibilidad interna les facilita moverse en la presión y las sombras. Paciencia es el atributo del cuerpo femenino, pues este término surge del latín “Patire”, que significa “sufrir”. La paciencia es el atributo del que sufre, de “sub-ferre”, por debajo del hierro, es decir, que soporta un gran peso.

YO: Entonces, Intuición es la capacidad de ver con claridad en la sombras, pero para lograr ver bien, debo atreverme a sumergirme en ellas y soportar su peso, es decir, ser paciente. La paciencia es algo casi imposible en una civilización global como la actual en que todo lo queremos ya, rápido.

SOY: Ese es el verdadero patriarcado conceptual, la necesidad de que todo sea ahora mismo, ya, como un orgasmo masculino, falocéntrico. Para llegar a lo profundo del ser, es menester la Paciencia, sentir la presión, contemplar. Sólo podrás encontrar la Intuición en el gozo y expansión de los 5 sentidos mediante el calvario martirizante del orgásmico sufrimiento de la paciencia.

YO: ¿Es por esto que vivimos en un mundo con tanto sufrimiento?

SOY: El sufrimiento es una opción en la vida, no hace falta ponerse por debajo de nadie para encontrar el centro. Puedes convertir la Paciencia en un arte de contemplación, en que lo que se consideraba sufrir y adolecer desde la inconsciencia, se convierta ahora en contemplación y crecimiento desde la consciencia, en el viaje a lo profundo del centro de tu ser. Inspira… Sostén… Exhala… Sólo tú puedes ponerte el peso necesario del mundo que estás dispuesto a sostener para encontrar tus capacidades. Todo humano despierta sus capacidades bajo presión. Y cuando rompes todo lo que creías ser, encuentras la luz en las sombras, la Intuición.

YO: Intuir, pues, se vuelve el arte de focalizar la luz en las sombras, de encontrar lo que estaba escondido en la presión de mi propio ser. Deseo despertar mi intuición, tener la capacidad de percibir con mis sentidos la luz que yace dentro de mí, la claridad de mi espíritu en el centro…

SOY: Pues aprende de la Paciencia. La vida sólo encuentra la luz en la presión del nacimiento tras la presión de la gestación. Convierte el Sufrimiento en tu viaje hacia el Interior. Libérate de los preconceptos culturales que posees de este viaje a lo profundo, reconoce todas las cosas que te han hecho sufrir, todas las personas que te han llevado a vivir la máxima presión de tu vida, y reconoce el brillo que han logrado sacar de ti.

YO: Es verdad, todos aquellos que me han hecho sufrir, no han logrado otra cosa que despertar el brillo con que irradio hoy.

SOY: Así, pues, acepta su presión… Conviértete en un diamante, y en el brillo de sus vetas cristalizadas verás reflejada la claridad de tu alma y espíritu, y descubrirás en las sombras la intuición que te dejará ver más allá de todos los tiempos y los espacios. Cierra tus ojos y sueña, allí podrás realmente Ver.

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