YO: Desde la primera vez que fui a Rosario, y vi el Monumento a la Bandera, quedé maravillado. Cada vez que he vuelto y pongo un pie en el primer escalón, siento que he pasado a otro tiempo, a la antigüedad, a una especie de Roma, Grecia, Egipto o incluso Atlántida, a un Templo Sagrado que más que a la Bandera, es un templo al espíritu de una Nación. Frente al Río Paraná, al que llamo “el Nuevo Nilo”, el Monumento me hace sentir que es nuestra Gran Esfinge del Sur. Su forma es la de un barco, que lleva a los Libres del Mundo a un nuevo puerto, al nuevo mundo. El mismo, construido con piedra y mármol, abierto a los vientos de norte y sur, llevando a los pueblos por el gran río, cargando la historia en estatuas rodeadas de aguas por detrás, conteniendo en su centro la Llama Votiva, que mantiene encendido el espíritu y alma de aquellos que viven y mueren por la Nación. Los 4 elementos se hacen presentes allí de manera libre, y en su inscripción, el primer verso del Himno Nacional Argentino: “Oíd mortales, el Grito Sagrado: Libertad, Libertad, Libertad…”. Considero que este es el Primer y único templo que permanece vivo en todo el país. Rosario está al mismo nivel que El Cairo pero espejado: al inicio del Delta del Río, en la latitud 33, pero del Sur. En tal caso, mirando los mapas como un espejo, yo nací en esta vida en el mismo sitio donde morí en aquella hace 12000 años: en el valle fértil del actual El Fayum, antiguo lago Habbadaptra, espejo al más allá, Ojo de la Divinidad, que en aquel momento era mucho más grande, y del cual su espejo sudamericano es el territorio de las lagunas cuyo centro es mi ciudad, Venado Tuerto, el de un solo Ojo. Pero esta vez, ya no en el Meridiano 30, sino en el 60, un salto cuántico a otro nivel de consciencia. La Latitud y Longitud son las coordenadas de una misión, de un propósito de mi existencia, nacer en el brazo argentino de la Santa Fe, en el reflejo de mi antigua muerte entre los espejos de agua, pasando de un desierto de arenas a un desierto de cultivos, cerca de la Gran Esfinge del nuevo Nilo… Como he dicho, mi primer recuerdo fue verme a mí frente a la Gran Esfinge en Egipto, mirando su rostro, y recordándome nuestro lema ancestral “Emmesdah” (por la Memoria), diciéndome a mí misma como Shiw que debía volver, 12000 años después, y que al mirar nuevamente a los ojos del Gran Guardián, recordaría. Así como al mirar la Esfinge Egipcia recuerdo mi pasado, al mirar a los ojos a la Esfinge Argentina, recuerdo mi futuro. Yo mismo me envié a nacer a esa tierra, pero para entender mi propósito, debía volver a Egipto, y hacer que Egipto hable.

SOY: “Egipto hablará, dará la pauta”.

YO: Lo que hemos venido a hacer al nuevo mundo es continuar con lo que no hemos podido en el viejo mundo, pero esta vez de una forma totalmente diferente. Y la clave de todo ello está en la Política. Pero, la política es algo oscuro hoy en día, ya no es algo honrado como en la antigüedad. ¿Cómo sanar la visión de lo que la política y sus males nos implica hoy?

SOY: Es menester recordar el origen de las cosas para determinar su futuro, es fundamental entender que los sistemas son creados por humanos, y no son los sistemas quienes deben cambiar, pues, sino el ser humano como tal.

YO: Hace 12000 años la política no era una elección, sino una obligación. Veníamos de la Era de Virgo, un tiempo de orden y estructuras de programación ancestral matriarcal, y pasamos a la Era de Leo, una época de autorreferencia y jerarquía del Ser. La búsqueda del sistema era ser más que Reyes y Reinas, era convertirse en Dioses y Diosas. Las Dasnái, o Familias Atlantes, eran las que mantenían ese orden virginiano en un sistema leonino. Hoy podríamos pensar que algo así era un sistema de control, y sin embargo, no lo era. Tal vez, por el simple hecho de que las personas que estaban en el poder, no tenían poder sobre los demás, sino sobre sí mismos. Las Familias éramos obligadas a pasar por una serie de pruebas que duraban años, una preparación exhaustiva de nuestra coherencia para poder gobernar nuestro interior antes de gobernar lo externo. El Camino Iniciático convertía a los líderes en iniciados espirituales que comprendían la naturaleza de las cosas divinas en cada átomo de la existencia, comprendiendo al pueblo como una extensión de sí mismos. El poder radicaba en el interior, no como hoy que radica en la capacidad de manipular. Esto generaba confianza, colaboración y sensación de unidad en los ciudadanos, hasta que todo cambió.

SOY: Por ello estás aquí, nuevamente, en el Nilo… Para recordar ese camino, para hacer que Egipto hable, que recuerde lo que debemos hacer hacia delante. Llevarlo al Nilo del Sur, el Paraná.

YO: Lo cual realmente me tomo como un reto personal. Argentina es uno de esos países que no comprendo, no entiendo del todo, y en los que sinceramente me incomoda estar. Por ello sé que es mi misión, pues es mi reto. Como ascendente en Libra, es un país con grandes conflictos de justicia, división, corrupción, confusión, conflictos de valores, y está claro que todos los países tienen esto en sus sistemas, pero por alguna razón, el que vive en Argentina puede notar que es mucho más cultural que político. Es el ser y no el político el que está corrompido. Es un reflejo del mundo. Así como en mi país la política es una mala palabra, en el mundo también lo es, y cada día más.

SOY: El concepto de Política surge en Grecia, en la edad antigua, descripta por los filósofos griegos quienes describían la organización helenística a través de sus ciudades estado. Para ello debemos entender la geografía, otra vez. Las civilizaciones más ancestrales nacieron a las orillas de los ríos Nilo, Tigris, Éufrates e Indo. Todos ellos en las zonas de Medio oriente, siendo que el Nilo comienza en África y termina en las costas del Sinaí Mediterráneo, el Tigris y Éufrates desde Turquía bañan el desierto arábigo hasta el Golfo Pérsico en el medio, culminando la región en Pakistán con el Indo que desciende desde Kachemira en el Karakorum. Esta región rodeada de desiertos en el sur y por mar salado, montañas y mar dulce (Mar Negro, Cáucaso y Mar Caspio) por el norte, construyó la base de toda sociedad humana ancestral, mucho antes de Egipto y Persia, desde la época Atlante. Recuerda, que los primeros grupos humanos eran manadas, y todo se ordenaba en clanes y familias. A mayor cantidad de individuos, mayor orden y unión necesitaban. La religión fue clave para unificar los individuos; y el chamán, sacerdote de la familia, se volvió en una especie de consejero. El mismo, aconsejaba sobre la siembra, la cosecha, las ceremonias, la administración, y con su sabiduría trataba de resolver conflictos. Así, fue considerado como guía. Pero muchas veces, el mismo sacerdote designaba al más fuerte y determinado de la familia para liderarlos. Así surge aquel que decide por el grupo, el que rige: el rey. La reina organiza la manada mientras el rey la guía, y el sacerdote aconseja. Esto crea la formación de un primer sistema social. En la expansión por Medio Oriente, las vastas extensiones de desierto, montañas y valles hacían que la organización se vuelva imperial, tratando de controlar lo que se viera en el horizonte, guiando a quienes viven bajo el mismo terreno. Sin embargo, en la expansión mediterránea, los pobladores se asentaron en islas, y sobre todo, aquellos que desde Anatolia pasaron a los Balcanes, se encontraron con un Mar Egeo salpicado de pequeñas islas. Cada una creando su propio reino, pues el horizonte era el mar. Cada isla tenía una sola ciudad, y algunos pobladores de campos alrededor. Cada ciudad tenía su propio rey, y cada tanto, los mismos se reunían a hablar entre sí sobre todo lo que sucedía en sus ciudades. Así surgió por primera vez lo que llamamos “Ciudades Estado” de los pueblos Helenísticos. Ciudad, en griego, se dice “Polis”, y el sufijo “ikós” significa “referido a, lo que tiene que ver con”. “Politikós” es aquello que se refiere a las ciudades. Los Políticos griegos eran los reyes representantes de los estados de las islas, y los filósofos eran sus sabios consejeros. Los filósofos eran los amantes de la sabiduría (philós = amor, sophé =saber), una nueva rama de sacerdocio al estilo griego. Su interpretación de la realidad diseñó el Nacimiento de la Cultura actual, que sería retomado varios siglos más tarde en el Renacimiento. Ellos establecieron distintas formas de “política”, y establecieron, como los antiguos egipcios, que había distintos tipos de manifestación de poder, y a eso le llamaron “kratos” (democracia = poder del pueblo, aristocracia = poder de los mejores, tecnocracia = poder del conocimiento, plutocracia = poder de los ricos, autocracia = poder de uno mismo, burocracia = poder de escritorio, timocracia = poder del que tiene valor u oro, mesocracia = poder del medio), y a sus principios organizacionales les llamaron “Arkhé” (Oligarquía = gobierno de unos pocos, Anarquía = sin gobierno, Autarquía = gobierno de uno solo, como la dictadura, Jerarquía = gobierno de lo sagrado,  Sinarquía = gobierno compartido,  Poliarquía = gobierno de muchos).

YO: O sea que éstos son sistemas políticos, es decir, que describen las formas en que se llevan a cabo las relaciones de organización de un grupo. Es decir que el Reino, Imperio y Dictadura entran en la definición de Jerarquía (porque el poder es otorgado por lo sagrado, por Dios), Autarquía (porque lo concentra uno solo) y Plutocracia (porque suele ser el que más dinero o recursos tiene o genera).

SOY: Así es.

YO: ¿Y una República?

SOY: La misma puede darse desde la Oligarquía, la Democracia, la Poliarquía, la Burocracia, la Tecnocracia, pues la República es un concepto Romano surgido por el Senado. En la antigüedad, los reyes griegos decidieron crear un espacio donde los voceros de cada Polis pudieran sentarse a debatir las cosas importantes y llegar a acuerdos comunes. Los reyes no tenían tiempo para estas cosas, entonces crearon “El sitio donde se Habla” = Parlamento, del verbo “parlare” (hablar). Allí, se dirigían los Viejos, los ancianos sabios, que con su experiencia tomaban decisiones. Viejos, Ancianos, en latín se conoce como “Senex”, que dio origen al grupo de ancianos que se unen = “senatus” (Senado).

YO: Un grupo de viejos que se juntan a hablar, como ahora… Jeje…

SOY: Así nació. Estos ancianos debían ser de confianza del rey, y solían ser unos pocos terratenientes con dinero, es decir: oligarcas plutonianos. Sin embargo, los mismos tenían cada vez más poder, y se reunían en espacios públicos donde los ciudadanos podían sentarse a contemplar las charlas, lo que llamaban “Ágora”. Así, el pueblo dejó de tener contacto con el concepto de Rey o Emperador, y pasaron a sentirse más representados por los Senadores y Parlamentarios. Por ello, los mismos viejos decidieron encarnar el poder del pueblo, y apelaron a las “Res Pubblicas” (del latín: las cosas del pueblo), que originó la “República”. Así los senadores se hicieron con el poder. Sin dejar de ser un puñado de viejos con dinero. Continuaron representando al pueblo de una manera abiertamente feudal, en que los problemas eran escuchados en público para ser resueltos.

YO: ¿Democracia?

SOY: Claro que no. La Democracia funcionó pocos años en las islas griegas, y desde el crecimiento poblacional fue descartada y nunca más se habló de ellos hasta la Revolución Francesa.

YO: ¿Por qué? Hoy todos dicen que vivimos en Democracias.

SOY: Lamento decirlo, pero no. Nunca lo habéis hecho. La Democracia es un sistema formado en las islas griegas en el cual no hay representantes discursivos con visiones ideológicas, sino conflictos que deben ser resueltos por concurso.

YO: ¿Cómo funciona?

SOY: Tres o más ciudadanos se ofrecen para resolver problemas. Un Ágora abierta y pública corea los problemas que hay, y cada uno de los conocedores de soluciones proponen las mejores maneras de lograrlo como una especie de teatro público. El pueblo corea la mejor opción. Pero luego, comienza el concurso. Los nombres de aquellos que proponen son puestos en una urna, y quien salga por azar deberá llevar a cabo el proyecto con la asesoría de los otros como sus ministros. Así, el pueblo eligió el proyecto, pero no a la persona que lo hará, pues sólo el azar podía hacer. Esto hacía que el pueblo decidiera lo que necesitaba, pero que nadie pudiera venderse como la mejor opción, el sistema democrático no permitiría jamás que un individuo venda su imagen para lograr sus objetivos.

YO: En la democracia no existen partidos políticos.

SOY: Exactamente. No existen nombres, solo proyectos. Nadie vota personas, sólo soluciones. Y si la persona elegida por sorteo al azar no cumple con lo que el pueblo ha pedido en el plazo esperado, es inmediatamente revocada de su puesto y nunca más elegida para proponer soluciones.

YO: Wow… Claramente nunca hemos tenido democracia.

SOY: No, sólo habéis tenido Repúblicas Oligoplutonianas Autárquicas o Sinárquicas. Los conceptos de Partidos Políticos hacen referencia a “aquello que parte”, es decir, que define algo que inicia la voluntad de una parte de la sociedad, que representa un sector, pero que divide a la sociedad en ideologías. Y, como los mismos romanos, armaban “Campañas” en la batalla para ganar territorio, los actuales siguen luchando guerras territoriales de ideologías y poder externo, pues Campaña es el concepto de armar campamento en una guerra.

YO: Claro, por ejemplo, todos están de acuerdo con que la Educación es importante, pero en lugar de resolver la educación y sus problemas, se defiende en una lucha a la persona con una cierta ideología sobre la educación, y nunca se hace nada en la educación por perder tiempo en defender ideales o personajes. Algo que siempre he visto como ridículo es hablar de “ismos” (movimientos), sobre todo lo veo en Argentina, que enseguida tratan de poner “ismo” detrás del nombre del político para definir la corriente que defiende las ideas de la misma. Absurdo.

SOY: Eso es Autarquía Partidaria. El sistema no deja de ser feudal, y casi jerárquico, cuando se define la elección de una persona casi por la mano divina o espiritual. La jerarquía no es un sistema piramidal, es un sistema basado en la creencia de que quien es elegido es casi divino. La Democracia es un sistema basado en que es la mayoría del pueblo quien toma el control, directamente, en la elección de los proyectos, sin necesidad de un Senado ni Parlamento representativo.

YO: Por eso nunca ha funcionado… Porque los “Senex Plutus” (ancianos ricos) no querían perder el control y detuvieron la plaga de la democracia en las islas del Egeo lo antes posible…

SOY: Así es…

YO: ¿Y qué es la Ontocracia?

SOY: Es un sistema democrático basado en dos tecnologías fundamentales: la externa y la interna. Toma a la biología como ejemplo a seguir y el concepto de redes para resolver conflictos y financiar las soluciones, sin necesidad de bancos centrales, ni parlamentos, ni representación. Las soluciones llevadas a cabo son aquellas que mayor gente elige y financia. Pero hay un detalle, este sistema se basa en el Poder del Ser, es decir, en dar la total responsabilidad a un individuo íntegro, coherente.

YO: No funcionaría nunca… Jeje.

SOY: La coherencia es una búsqueda constante, igual que el equilibrio. Ningún sistema es perfecto, y cuando reconoces esto, eres libre de buscar soluciones infinitamente. La coherencia te hace responsable de que los resultados son directamente proporcionales a tu actitud ante el grupo. El mismo sistema te impulsa a ser coherente entre lo que piensas, sientes y haces, sin depender de lo que otros crean. Hoy la tecnología es usada en esto para medir encuestas, cambiar métodos de publicidad y empresas… Pero aún no es aplicado a la política…

YO: Por que perderían poder.

SOY: ¿Y qué es el poder externo sino el miedo a reconocer que no posees poder interno? Una persona que busca controlar a otras, es una persona sin poder interior, pobre de alma, perdida en su falta de filosofía, hambrienta en la escasez de recursos personales.

YO: Por eso en la Atlántida preparaban tanto nuestro mundo interior para gobernar… Por eso Egipto nos alineaba para ser gobernantes y ciudadanos, para ser espíritus conscientes en la materia y civilización…

SOY: Por ello es Egipto quien debe dar la pauta, es el Nilo quien dirá cómo, quien recordará el regreso de los elegidos para gobernar el mundo, sólo aquellos que encuentran el poder en su ser… En el Yo Soy.

YO: ¿Qué es lo que la política debería ser en el futuro?

SOY: La política debe olvidarse de las polis, ahora somos una red. La política se corrompe pues sus territorios se han expandido a aspectos que ya no pueden controlar. La política representa todo lo malo de una sociedad pues es el reflejo de una consciencia popular. No es la política quien debe ser transformada, es el pueblo que da sentido a la misma. Los políticos son humanos, la única respuesta a la política del futuro es el Humanismo. Un político en el futuro debe ser considerado un Humanista, aquel que da opciones y herramientas a humanos, que brinda libertad de elegir soluciones, no personas. La política representa la visión, la mirada hacia el futuro y la lectura del pasado, es la guía y reflejo de la Correspondencia de un pueblo.

YO: “Cada pueblo tiene el Gobierno que se merece”.

SOY: ¿Sabes qué es un Gobierno?

YO: No… Realmente no…

SOY: Viene de la palabra griega “Kybernaein”, y significa “dirigir un navío”. Pilotar un Barco.

YO: El Monumento a la Bandera… El barco…

SOY: Quien sabe navegar por las aguas del mar del subconsciente, por el río de la vida, cargando la responsabilidad de las estructuras internas, impulsado por los vientos y las voces del mundo, encendiendo el fuego de su corazón, es capaz de gobernarse a sí mismo al puerto de la Consciencia, el Nuevo Faro ante las arenas argentadas.

YO: Gobiérnate a ti mismo… Y gobernarás el mundo…

SOY: Súbete al barco, pues, y mira al horizonte de tu interior. Reconoce al humanista en ti, y recuerda que la política es sólo la brújula del navío, un indicador de la consciencia de un pueblo. Si liberas la mente del pueblo, si liberas el alma de un pueblo, y liberas su cuerpo de la opresión de su entorno para romper las cadenas de su propio interior, oirás el grito sagrado de un pueblo consciente que construirá una política consciente en un mundo que despierta su consciencia.

YO: Pasar de la Ideología a la Biología… Liberarnos de los preconceptos políticos, comprender que la corrupción es la distorsión de nuestra propia cultura e irresponsabilidad, de nuestra incapacidad de dirigir nuestras vidas, de navegar el mar del subconsciente y de dejarnos llevar por las corrientes del inconsciente. No debemos luchar contra la corrupción política en más campañas partidarias de ideologías que nos movilizan en nombres de personajes teatrales, debemos construir seres que se autogobiernen, y que en redes construyan la consciencia humana desde el sistema biológico y espiritual.

SOY: Reconoce. Cierra tus ojos… Inspira… Sostén… Exhala… Abre tus ojos… Mira al horizonte. ¿Estás listo para navegar?