YO: Hoy estábamos visitando la isla de Elefantina en Asuán, caminando por las ruinas de la antigua capital del sur egipcio en los tiempos Ptolomeicos, y contemplábamos las ruinas del templo de Khnum, el dios carnero de la Creación. Al observar los cimientos, veía que eran capas sobre capas, y me recordaba a todos los sitios antiguos que he visitado. Al mirar alrededor, podía ver casas precarias de ladrillos de barro construidas sobre grandes rocas con jeroglíficos, y algunas incluso se encontraban cubiertas de capas de tierra y lodo petrificado. El guía dijo: “La isla fue reutilizada muchas veces en la historia, tras los terremotos que destruyeron el templo, llegaron las invasiones, luego los coptos, musulmanes, muchas grandes crecidas del Nilo, y lo único que fue quedando son los cimientos de cada época”. Cuando visitamos los sitios más antiguos, podemos ver que la mayoría se encuentran en capas, reutilizados, habiendo sido reconstruidos o cubiertos según el caso, ya sea por otras culturas, por la propia, o por la naturaleza.

SOY: A lo largo del tiempo, cada cultura se reconstruye, y utiliza los fundamentos de la anterior para construir su presente. Las primeras rocas que delimitaron un corral, pueden volverse parte de los cimientos de una casa. La casa puede convertirse en templo, y al derrumbarse, ser parte de un corral nuevamente.

YO: Como los templos Egipcios. Los templos que se visitan a lo largo del Nilo son conocidos por ser las maravillas de los jeroglíficos del antiguo Egipto, y sin embargo, no es así. Esos templos son de la época Griega o Romana, en que diversos reyes o regentes del territorio incorporado a los imperios grecolatinos, gobernaron sobre la provincia del Nilo. Sin embargo, en la época faraónica, los templos eran diferentes, y pocos quedaron en pie, tales como Karnak y Luxor, ciudad de faraones. Las mismas piedras que fueron usadas para generar el camino iniciático Atlante muchos miles de años atrás, fueron usadas por los faraones para sus templos, y reutilizados sus cimientos para los templos grecorromanos egipcios, que tras la caída de los imperios, se volvieron iglesias, abandonándose y recubriéndose de arena y barro, mientras que con la invasión de los musulmanes, fueron utilizados de cocinas y establos para los animales, razón por la que se llenaron de hollín, cubriendo los coloridos jeroglíficos de negro. Sobre algunos construyeron casas o mezquitas, iglesias y palacios. O simplemente la tierra les cubrió, convirtiéndose en terrenos de cultivo o secretos bajo las arenas. Se puede ver todos los usos que se le ha dado a los templos y ciudades a lo largo de los milenios en las ruinas arqueológicas, así como en la historia más reciente se puede ver en los muros escrituras en griego, en latín, en inglés, italiano y francés, pueblos que intentaron o lograron conquistar estas tierras. Y en la modernidad, cada edificación puede convertirse en las bases de otra. En Europa es muy común ver casas o castillos medievales convertidos a la modernidad, restaurados con la tecnología y estilos contemporáneos, y a su vez manteniendo las bases del pasado a flor de piel en sus muros. Recuerdo la primera vez que fui a Roma y observé el Coliseo desde adentro, y me llamó la atención que en lugar de ver la arena, como lo imaginaba de las películas, vi un entramado de pasillos, como un laberinto en su interior. Pregunté a la guía qué era eso, y me explicó que eso estaba debajo de la Arena donde pasaban todas las cosas. Allí los artistas, los gladiadores, los que entretienen, guardaban todas sus cosas, sus vestimentas, herramientas, armas, animales, y a ellos mismos. Era el “detrás de bambalinas” del teatro, pero bajo tierra. A su vez, esperaba encontrar gradas, donde imaginar a las personas sentadas como público, coreando los nombres de los gladiadores, y sin embargo, sólo podía ver arcos de ladrillos. “Son los cimientos que sostienen la estructura, como los huesos del edificio”, explicaba. Lo demás se había roto, caído, o reutilizado para construir otras cosas. “Lo que recubre cambia, pero los fundamentos son los mismos”.

SOY: Esa es la clave de hoy.

YO: ¿Cuál?

SOY: Los Fundamentos. Esta palabra proviene del latín “fundus”, que significa “hondo, base, raíz, parte inferior, profundo”. La palabra “-mento” se refiere al medio instrumental por el cual se realiza algo. Así el fundamento es lo que se pone debajo y sostiene el resto de las cosas. Como dijiste, los huesos son los fundamentos del cuerpo físico humano, así como el cartílago para los peces y algunos invertebrados. Los huesos tienen su base en fosfato de calcio, y acumulan el mismo calcio para su uso en el cuerpo cuando es necesario. Son la estructura que sustenta el resto de los sistemas del cuerpo físico, cartílagos, músculos, nervios, venas, órganos; todo depende de la fortaleza de los huesos para mantenerlo unido y en orden, pero también parten de la flexibilidad, ya que sin las articulaciones la fuerza no podría distribuirse y el cuerpo colapsaría.  Pero a su vez, los huesos tiene una función mucho más importante para la vida: son los que permiten la existencia de la médula ósea.

YO: ¿No es la que produce la sangre?

SOY: La Médula ósea, llamada ósea por ser del hueso, es un conjunto de células madre en forma de tejido que originan las hematopoyéticas, las células que crean glóbulos rojos, unos 500 mil millones por día.

YO: Wow… Muchísimos. Es como 62 veces la población total de humanos de la actualidad por día.

SOY: Todos expandiéndose por tu interior, en tanto otros miles e millones mueren cada día. El sistema circulatorio y linfático de la mano del sistema inmune, dependen del sistema óseo.

YO: El sistema más rígido es la clave del sistema más fluido… “Paradójico”.

SOY: Sin huesos, sin estructura, sin fundamento, no tendrías médula ósea, y por lo tanto no tendrías sangre, y sin sangre, no tienes vida. Para poder fluir, circular, vivir, necesitas firmes cimientos. Cimiento nace del concepto de “piedra difícil de cortar”, proveniente de “caedimentum”, en latín, originado de la palabra caedere (cortar). El mismo es parecido a la palabra “sedimentum” que significa “lo que está sentado en la base”. Ambos, definen minerales, materiales que se ubican en la parte de abajo, sosteniendo lo que fluye en la superficie, ya sea río, mar, plantas, animales, poblaciones… Pero referido a “cimiento”, encontramos una clave interesante: lo que nos lleva a fluir es aquello que nos mantiene estáticos.

YO: ¿Cómo sería eso?

SOY: Vamos a la descripción del Universo, y luego iremos a ejemplos fáciles. Recuerdas que hemos hablado de que todo el cosmos es en realidad un sólo punto fijo, estático, y que de sí, todo vibra proyectándose, lo que da sensación de polaridad, y ésta genera movimiento. Toda existencia cósmica, universal, no es más que un movimiento constante nacido de un punto fijo. Ahora analicémoslo desde el punto de vista del tiempo. Un reloj: el mismo surge de la idea de mostrar la sombra de un pilar proyectada por el sol sobre una superficie semicircular, que permite medir las horas con marcas sobre los bordes y así identificar los momentos. El pilar es algo fijo en el tiempo espacio, pero debido a que todo a su alrededor se mueve, permite que veas el paso del tiempo. Más tarde, se comprendió que la misma medición podía hacerse durante la noche, haciendo del semicírculo, un círculo, en que las agujas atadas a un centro fijo, se desplazan mostrando el flujo del tiempo de manera conceptual. No podrías identificar el paso del tiempo sin un punto de referencia físico, ya sea un reloj, un árbol, un pilar, o tú mismo. Lo mismo sucede con el espacio. Puedes comprender el movimiento de las cosas gracias a la estrella Polar, que estando fija, te permite reconocer las direcciones del espacio, de igual manera que la Tierra gira sobre su propio eje, su propio centro, al cual todas las cosas son atraídas.

YO: Entiendo, la referencia de todas las cosas que se mueven en la existencia sólo pueden darse por un punto fijo. El Universo es sólo un punto fijo proyectado en lo externo generando la sensación de Orden que llamamos Cosmos.

SOY: Así es… Y como el Universo es mente, es conceptual, ese punto fijo es el Yo Soy. De esta forma, igual que en el mundo proyectado a lo externo y manifestado en la materia, se necesita de estructuras para que pueda surgir el flujo de la vida, sucederá lo mismo en los conceptos de la mente, donde el punto de referencia es uno mismo…

YO: …La autorreferencia…

SOY: …Y es así como puedes evolucionar, teniendo un punto de referencia interno, una brújula que indica fijo el punto de centro y dirección, y que te permite regresar siempre a tu norte personal aunque decidas navegar o caminar por sitios recónditos del mundo.

YO: Esos son los fundamentos de una persona.

SOY: Los conceptos más profundos que hacen a la base de un ser. ¿Qué es una persona?

YO: Una máscara, del griego “prosopón”, usada en los teatros griegos para que el actor y actriz pudieran hacerse oír al público mostrando la emoción del momento.

SOY: Es decir, que la persona, el individuo, no son reales. Son sólo una máscara de algo real que está abajo. Igual que observabas en el Coliseo, lo que el público veía en la Arena de batalla, no era lo real, eso era el teatro montado para el espectáculo, lo real estaba bajo la Arena, detrás de escena, lo que nadie veía. Cada semana, había un espectáculo diferente y único, pero por debajo, todo seguía igual. Los edificios, la arquitectura, el paso del tiempo y la reconstrucción y reutilización de los mismos por diversas culturas, filosofías, religiones, actividades, es similar, si no igual, a cómo funcionan las personas. Para el universo no existen individuos, sino aspectos de un mismo ser que, como las células madres en la médula ósea, se multiplican creando miles y millones. Así, cada clan, cada etnia, cada grupo o especie, ha construido los cimientos, basándose en los fundamentos de la consciencia colectiva, construyendo caminos que todos han de transitar; y los individuos son esas diversidades, formas distintas de lograr lo mismo. Así, por ejemplo, los fundamentos de tu vida se han basado en la visión italiana y vasca, y generación tras generación, tus ancestros, tus abuelos, padres y ahora tú, han ido sumando algo nuevo, algo especial, una nueva capa, decoración, ladrillos, pinturas, a esta edificación, pero los cimientos siguen siendo los mismos. Tal vez, cubiertos por lodo, arena, pasto, tal vez ignorados y aún por descubrir, tal vez abiertos al aire libre, como heridas que no sé reparar, como un museo abierto o una construcción sin terminar por falta de arquitecto. Cada vez que alguien nuevo venga a habitar la casa, realizará un cambio en ella, pero los fundamentos seguirán allí.

YO: La pregunta es quién puso los fundamentos, y si son buenos o no.

SOY: Allí radica la cuestión, sí. Pero para conocer la respuesta, hay que reconocer los cimientos, buscarlos, saber cuáles son los fundamentos fijos de la familia, de la cultura, del clan, los propios. Lo que tú buscas en tu vida, suele ser el norte marcado por los más antiguos ancestros que empezaron la búsqueda. ¿Por qué crees que tantos humanos comparten los mismos intereses?

YO: Porque teníamos ancestros comunes… Hoy somos 8 mil millones de humanos,  cuando hace 12000 años éramos alrededor de 1 millón. O sea que de una cantidad muy pequeña de ancestros surgieron muchísimos individuos, y si los fundamentos se cimentaron hace 12000 años, eso implica que, si la mitad eran mujeres, al menos 16000 humanos compartimos un mismo ancestro común, y si la mayoría vivía en comunidades, los mismos conflictos y necesidades se compartían, siendo que si cada tribu tenía un promedio de 50 personas, tal vez los conflictos y habilidades fundamentales sean compartidos en grupos de 160 millones de humanos. Es… increíble, exponencial, y a la vez simplifica, ayuda a comprender cómo tantos humanos comparten los mismos orígenes y destinos de vida, tanta gente trabajando los mismos traumas y propósitos…

SOY: De igual manera que una casa o templo es reconstruida y redecorada por miles de años por cada nuevo inquilino, y sus hijos la agrandan, la decoran, se rompe, se cubre, la vuelven a utilizar, modernizar, y así sucesivamente, vuestros cuerpos son iguales, vuestra genética es evolutiva y cambiante, pero anclada en un punto fijo original sobre el cual todo gira a su alrededor…

YO: El fundamento. “Sobre esta piedra construiré mi templo”. La piedra fundamental, la piedra angular, el primer ladrillo, la primera idea, la primera creación, la primera creencia…

SOY: El origen ha marcado tu destino, como en un eje, en un polo, la aparición de un sur genera inmediatamente un norte. Tu norte fluye en el eje de tu sur, y el sur se mueve en el eje de tu norte. El destino sólo cobra sentido gracias al origen. El fin se comprende sólo por un inicio. Los fundamentos, los cimientos, las estructuras, son claves para tu evolución, para tu movimiento. La razón por la cual les interpretas como impedimento es debido a que no tienes en claro tu norte, y consideras que no puedes avanzar por el peso de tu pasado. En realidad, no es así. Es conociendo y reconociendo mediante honrar al pasado que desarrollas tu futuro. 

YO: Sí, lo he experimentado en propia piel, pues todo lo que logro es por mi referencia de hace 12000 años, y lo que he hecho en esta vida se lo debo a reconocer la historia de mis ancestros cercanos.

SOY: La intención primordial da sentido a tu existencia. La sangre que fluye en ti se produce en las rocas que construyeron el primer hogar que tu clan ha vivido.

YO: ¿Y qué pasa si el fundamento es doloroso?

SOY: Nadie construyó por primera vez un hogar pensando en matar o controlar. Todos los hogares comenzaron con la intención de cuidar, de pertenecer. Es posteriormente que en los contextos se reconstruye para dominar… Atraviesa todos los arreglos y decoraciones, reconstrucciones, y busca en las raíces los fundamentos. Allí radica la Fundación de tu vida y existencia.

YO: ¿Puedo fundar algo nuevo?

SOY: Eso es una Fundación, la acción de poner una nueva base. Puedes generarlo, pero sólo cuando has reconocido el hogar que habitas es que podrás construir tu propio hogar.

YO: Hoy es Luna Llena en Leo, y siento que esto es clave hoy, pues reconozco que mis fundamentos de vida surgen en la Era de Leo, hace 12000 años, aquí, en Egipto, en Khem, y que para construir esta nueva casa en Acuario, de libertad, innovación, expansión, es necesario reconocer mis fundamentos de estructura, de piramidalidad, de ley.

SOY: Es el fundamento de Leo, con sus atributos y defectos, sus anhelos y potenciales, que te mostrarán la clave de danzar libre en los cielos de Acuario. Reconoce los fundamentos de tu ser, recuerda a Shiw, y siendo ella, podrás descubrir lo que es ser tú hoy, ser Matías.

YO: El pasado vive en mí, en mis huesos, y son ellos, su estructura, quienes crean la sangre que fluye en mí, que da vida a mi ser actual, y yo soy la máscara en esta escena de la gran obra, y debo hacer de mi papel un buen personaje para todos aquellos que conforman el cuerpo que soy… Y liberarlos en el arte de ser.

SOY: Enfréntate a tus rígidas estructuras antiguas, pero en lugar de romperlas para construir algo nuevo y sutil, reconstrúyelas, utilízalas para sostener el Cielo en la Tierra.