SOY: Has caminado por la Tierra, y cada uno de tus pasos te ha hablado de tu pasado, de tu origen, de tu camino. Cada pregunta que hacías te llevaba al inicio de tu historia, de tu cuerpo, a entender quién eres. Al mirar tus pies reconoces los pasos realizados, los caminos recorridos, y cuanto más te alejas, más te acercas al sitio de donde partiste. Como la historia de todo héroe, un día decidiste salir de tu hogar para emprender un viaje, una aventura en la cual, por indagar, te encontraste con nuevos paisajes, internos y externos. Donde, por enamorarte, te enfrentaste a bestias y monstruos para encontrar la libertad, y al hacerlo reconociste de lo que eras capaz, siendo reconocido por la gloria de tu andar. Y es así que, buscando armonía, regresas a casa, transformado tras el camino. Mas en una aventura nunca sabes a dónde te diriges, nunca sabes lo que te encontrarás, y el camino se va realizando al andar. Sólo hay una cosa por cierta: si no quieres perderte, deberás mirar al norte, y allí encontrarás la estrella que te guiará.

YO: Polaris…

SOY: El viaje de la vida es un giro constante, todo se mueve, todo se transforma. La Tierra no es sinónimo de estabilidad a pesar de su aparente paisaje inamovible. Aunque las montañas estén siempre allí, las mismas cambian, y si te alejas, dejarás de verlas. Perderás tu punto de referencia. Es fácil ubicarse cuando habitas siempre el mismo sitio. Sabes cómo guiarte por los árboles que siempre están allí, o alguna colina, montaña, casa, torre, río, mar… Tu mente diseña un mapa a su alrededor que no necesitará dibujar nunca más, pues le hará parte de sí. Pero cuando decidas moverte, salir a la aventura, viajar, expandirte, esos mapas dejarán de existir, y necesitarás mirar a los cielos. Las estrellas giran desde el punto de vista de la Tierra, pero siempre se mantienen, indicando, guiando a las personas en sus migraciones. Pueden identificar los destinos siguiendo sus suaves y lentos movimientos. Y en ellas observan lo que esperan encontrar. Los antiguos trazaron mapas en las estrellas mediante historias. Usando la imaginación, decoraron el cielo de figuras que ayudasen a los viajeros a seguir los pasos de los dioses. Las historias no eran reales, eran leyendas que habían escuchado de vivencias de los primeros humanos que caminaron sobre la Tierra, de sus hazañas.

YO: “Alínali, Ube, alínali yorathiyum apotahiram, aokladipapum moh, alínali merix morixium yu hetemibalna moh, keye hemselna moh”, decían los maestros antes de narrarnos una de sus historias mirando a las estrellas: “Cuéntame, Musa, cuéntame sobre las acalladas páginas de nuestro pasado, sobre los caminos que diseñaron nuestra historia, cuéntame sobre los hombres y mujeres que trazaron nuestro destino, aquellos que construyeron nuestro futuro”. Los maestros Emenien nos solían llevar hacia los jardines de los templos o a las colinas desérticas desde donde observábamos las estrellas. Diciendo estas palabras, empezaban a explicarnos sobre las historias de los primeros caminantes dibujadas en las esferas celestes. Ellos solían decirnos algo muy interesante. Decían que el pasado es en realidad nuestro futuro, pero aún no hemos podido reconocerlo. Y decían esto porque los cielos se mueven en círculos, y los mismos caminos ancestrales, se repiten una y otra vez. Así, uno podía predecir el futuro mirando el pasado… Al ver las estrellas, las mismas te guían al futuro, pero no son más que el brillo de nuestro pasado.

SOY: Una nueva e interesante paradoja. El pasado es el futuro, y el futuro es el pasado. Tal vez, cuando miras al cielo, ves luces que reconoces como estrellas, pero no siempre es así de simple. En realidad, nunca has visto una estrella real más que el Sol, pues todas las demás son solo reflejos del pasado.

YO: ¿Cómo es esto?

SOY: Todo lo que tus ojos ven es percibido sólo por las células oculares fotosensibles, es decir, que lo que captas es la luz. Y la luz se mueve por el espacio a cierta velocidad. Las partículas u ondas fotónicas se mueven por el espacio exterior, por el vacío, a unos  299.792 kilómetros por segundo, aunque en un medio con gases como el aire en nuestro mundo, baja su velocidad a 299.708 kilómetros por segundo. Para que te des una idea, la vuelta al mundo alrededor del ecuador, es decir la circunferencia, tiene 40.091 kilómetros, es decir que la luz, en un segundo, puede dar 7 vueltas y media a la Tierra. Cuenta.

YO: Uno…

SOY: Ya está. Hasta que respondí, dio 8 vueltas hasta volver a ti. A esto se le llama la Velocidad de la Luz. Ten en cuenta ahora, que la luz que emite la combustión solar, tarda 8 minutos en llegar del Sol a la Tierra. Esto puede darte una idea de la enorme distancia que hay entre el Sol y la Tierra, encontrándose el uno del otro a 150 millones de kilómetros.

YO: Muy lejos…

SOY: Pero no tanto como la estrella más cercana: Alfa Centauri, en la constelación del Centauro, que tarda 4 años y 37 meses en llegar a la Tierra (41,3 billones de kilómetros).

YO: O sea que tardamos más de 4 años en ver su luz.

SOY: Y cuanto más lejos se encuentre, más tardarás en ver la Luz. Es importante que puedas reconocer las verdades del cielo, para comprender qué ves y qué es lo que te afecta. Tú vives en una Galaxia, un cúmulo de estrellas, que se extiende como un huracán, en forma de espiral plana, siendo centrifugada por un enorme agujero negro. Un agujero negro es la acumulación de tantas estrellas que genera una masa tan pesada en su gravedad que consume no sólo las partículas que componen la materia, sino incluso la luz, y por ello es imposible de ser vista, pues no hay luz que le refleje como para que llegue a nosotros, y es más oscuro que el espacio vacío. A su alrededor se expanden brazos galácticos impulsados por millones de estrellas. Ahora bien, recuerda el camino del Héroe saliendo de casa, de la Tierra. Lo primero que encontrará será la Luna, a 384,400 kilómetros, es decir, a un segundo de distancia de luz. Luego, el Sol, a 8 minutos. Atravesando los planetas del Sistema Solar, más allá de Plutón, se encuentra lo que llamas nube de Oort, culminando a unos 2 años luz. O sea que todo aquello que depende de la gravedad del Sol se encuentra a sólo 2 años luz de distancia en línea recta desde la Tierra, lo que en años humanos serían unos 40.000 años de historia.

YO: ¿¡Cuarenta Mil años humanos para recorrer 2 años luz y salir del sistema solar!?

SOY: Si te mueves a la velocidad de la más veloz nave humana actual, sí. Por ello, tardarías bastante en llegar a Alfa Centauri, unos 100,000 años humanos. Todo lo que suceda en esta estrella cercana, tardará casi 5 años en llegar a tus ojos. Ahora contempla más amplio, a todo el cielo nocturno, todas las constelaciones que te rodean y que ves brillar con mucha intensidad: Canis Mayor, Orión, Boyero, Vela, Lyra, Crux, Leo, Tauro, todas las que ves a simple vista, las estrellas que puedes contemplar a simple vista, todas, se encuentran en un pequeño sector de la galaxia llamada Brazo de Orión, cuyo límite se encuentra a 5000 años luz. Este es el vecindario en que vivimos. Pero a nuestro alrededor, se encuentran los Brazos Perseo y Sagitario, que cubren hasta 15000 años luz más, siendo las estrellas más lejanas, que decoran los fondos de las principales constelaciones. Y detrás del polvo estelar, a 25000 años luz, el centro de la Galaxia que llamas Vía Láctea. Pero más allá de ellas, es imposible ver nada, es decir, que el lado opuesto, la antípoda de nuestra galaxia es invisible a nuestros ojos.

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque el polvo estelar y la densidad del caos que hay en el centro galáctico impiden que lo veas. Imagina que la Galaxia es la Península Ibérica, y el agujero negro es Plaza Mayor. Toda la ciudad de Madrid será el centro de la Vía Láctea, a sólo 2000 años luz del agujero. Las sierras del Sistema Central serían el Brazo Galáctico Norma, el Sistema Ibérico hacia Aragón sería el brazo de Centauro, y hacia el sur, El brazo de Sagitario representando los límites del Sistema Bético, colocando al gigante Brazo externo de Perseo en los Pirineos y el Cantábrico, lo cual ubicaría al pequeño Brazo de Orión en las serranías del Prelitoral en Cataluña. Así puedes comprender los límites de nuestra galaxia con un mapa que conoces: la Montaña de Montserrat sería Sirio, mientras que el cúmulo de Orión sería la ciudad de Barcelona, colocando al Sol en el Castillo del pueblo en que viviste, El Papiol, haciendo que la Tierra esté en la Plaza La Florida.

YO: Wow…

SOY: Ahora sabes dónde te encuentras. Si Iberia tiene unos 1000 km de largo, la Vía Láctea posee unos 100.000 años luz, mientras que de ancho posee sólo unos 1000. Todas las constelaciones Tropicales que llamas signos Zodiacales (de zoo= animal en griego, ya que todas tienen formas de criaturas), se extienden a lo largo de la visión terrestre según su posición, mientras que todas las constelaciones galácticas siguen la línea del ancho de la Vía Láctea.

YO: ¿Entonces qué sería una constelación?

SOY: Es una idea imaginativa humana desde el punto de vista de la Tierra, conectando puntos brillantes en el cielo, que en realidad no están cerca uno de otros. La distancia entre las estrellas son muy distintas, e incluso algunas en realidad son galaxias, como Andrómeda, a 2,5 millones de años luz de la Vía Láctea, tan lejos que parece una estrella más en la constelación de su propio nombre, cuando otras de sus componentes están cerca de la Tierra.

YO: Siguiendo la idea del mapa es como ubicarme en la zona mediterránea de los Pirineos, en Cabo de Rosas, teniendo en el otro extremo hacia el Golfo de Vizcaya las Peñas de Aya en Euskadi, y aún así llamarlo a todo “Pirineos”. Pirineos sería la Constelación, aunque la distancia entre un monte y otro sea de más de 400 km.

SOY: Así es. Y es por esto que todo lo que ves en el cielo es en realidad el Pasado de cada estrella, llegando a tus ojos tras miles o millones de años de recorrer el espacio sideral. A veces, incluso puede haber estrellas muertas en el cielo, que aún ves y verás por miles de años más hasta que llegue la luz de su explosión años después que el vacío que ha dejado.

YO: Es impresionante lo grande que es todo.

SOY: Has recorrido pues, la historia de la Tierra los últimos 2 meses, y en los próximos dos recorreremos la historia del Cosmos, por ello era importante ubicarte. Y la forma de hacerlo, era encontrando un eje en este inmenso camino donde puedes perderte, en este viaje hacia tu futuro mirando hacia el pasado.

YO: Polaris.

SOY: La estrella del norte se llama así sólo por una razón, porque en los últimos 1000 años ha sido la estrella que guiaba a los marineros y viajantes referenciándose hacia el Polo Norte.

YO: ¿Sólo mil años?

SOY: Exacto. ¿Recuerdas el movimiento de la Tierra?

YO: ¿Cuál de todos?

SOY: La Precesión de los Equinoccios.

YO: Ah, sí. En tanto la Tierra gira hacia el Este y completa su vuelta completa en 24hs sobre su propio eje por la gravedad de su núcleo de hierro, la Precesión de los Equinoccios se da al revés girando hacia el Oeste por la atracción de la gravedad Solar en cada vuelta alrededor de su órbita de 365 días, lo que hace que el eje de la Tierra se desplace 1 grado cada 72 años, dando una vuelta completa en unos 26000 años.

SOY: Por lo tanto, el eje norte de la Tierra apuntará a estrellas diferentes cada 1000 a 2000 años, haciendo que la estrella fija en el Polo Norte sea diferente para cada Era Terrestre. En la Era de Piscis, no había ninguna estrella específica en el Polo, pero la más cercana era la gran estrella brillante de la constelación del Perro, llamada Cola de Perro (Kynosoura), y que en Europa nombraron Cola de la Osa en la constelación Osa Menor (Ursa Minor). Debido a su cercanía a la zona Boreal, que ayudaba a guiarse en un cielo movilizado, los viajeros y aventureros que veían pasar las orbes de este a oeste, encontraron en esta una forma de encontrar siempre el norte, y saber a dónde se dirigían. Por ello la bautizaron “Polaris”, la estrella del Polo. Sin embargo, la misma dejará de serlo en 1000 años más.

YO: Pero mientras tanto, es la que nos marcará el eje de nuestro mundo.

SOY: Y lo ha hecho precisamente desde la Caída de Roma aunque desde antes se la utilizara de igual modo. Así como hemos visto en la Tierra al Polo como Eje único que equilibra mediante la danza de la Tierra, el círculo Polar que hoy comanda Polaris es el Eje de las Estrellas, y por ello os guía al futuro.

YO: ¿Cuál es el Futuro?

SOY: Polaris fue la estrella polar de la Tierra hace 25800 años, y volverá a serlo en el futuro. Hace casi 26000 años, la Humanidad se encontraba en su inicio de formación cultural, en el surgimiento de los primeros humanos conscientes de su futuro, mirando a las estrellas en lugar de la Tierra. Hace 26000 años, los primeros humanos levantaron sus ojos hacia el Cielo y vieron su futuro, vieron Polaris y supieron cuál era su norte, su norte era la infinita capacidad de crear, manifestar, de desarrollarse.

YO: Y hoy volvemos a estar allí, desde hace 1000 años, es decir, cuando la humanidad empezó nuevamente a constituir sus artes y ciencias para dar el mayor salto de los últimos 20 mil años.

SOY: Para la historia no es importante el momento de estadio, sino el momento del salto. Esto quiere decir, que para la historia, para el universo, no es importante el tener la tecnología o la consciencia, sino el momento en que la descubres y reconoces lo que puedes hacer con ella. Ese periodo sucedió durante Polaris, y vuelve a suceder en Polaris. Por ello, guiándonos por su eje, podremos ver lo que nos espera, y para saberlo, preguntaremos a quienes nos observan.

YO: ¿Nos observan?

SOY: ¿Acaso crees que sólo vosotros veis las luces llegar a vuestros ojos desde los cielos? Muchos otros lo han hecho antes, y han visto la Tierra, pero han descubierto algo diferente. En tanto vosotros buscáis el futuro avanzando hacia delante guiados por Polaris, ellos encontraron otro camino más rápido: caminar hacia atrás avanzando hacia el pasado, guiados por las estrellas del sur. Y es así como llegaron a vosotros, hace 26000 años.

YO: ¿…Los… Extraterrestres?

SOY: Ellos son vuestro pasado, pero viven en el futuro.

YO: ¿Cómo…?

SOY: Ellos nos lo explicarán… Aún hay muchos días, y el tiempo es relativo. Ubícate en la Galaxia primero, enciende Polaris sobre ti, y en lugar de mirar las estrellas, deja que ellas observen tu luz, así, el pasado te mostrará tu futuro.

YO: Y recordaré lo que me creó…

SOY: El verbo es la palabra consciente del futuro que ha diseñado el pasado para que puedas vivir el presente. Y en este Nodo de tiempo y espacio, podrás conectar la Red de Todos los Mundos y Estrellas. Gira sobre ti abriendo el portal de Polaris, y el futuro vivirá en ti.

YO: Yo Soy el Futuro.