YO: Si hay una estrella que ha marcado más mi vida al mirar el cielo, esa ha sido Sirio. Pero creo que fue así para todos en la Tierra. Cuando la miro, siento que miro mi casa, es el único sitio del cielo el cual, al contemplarlo, me siento en mi hogar… De allí es de donde vengo.

SOY: Sirio significa “brillante”, la estrella que quema. Pero ha tenido muchos nombres en la historia, pues es la estrella más brillante de todo el Cielo. A un poco más de 8 años luz del Sol, es de las estrellas más cercanas a nuestro sistema solar, y es enorme. Y por esto marcaba el inicio del año en muchas culturas tanto del norte como del sur del mundo.

YO: El Orto Helíaco de Sirio…

SOY: Orto significa amanecer, y Helíaco es lo relacionado al Sol. Durante 6 meses del año, Sirio desaparece de un hemisferio para verse en el otro, y los siguientes 6 meses vuelve a aparecer. El día que lo hace, apareciendo justo antes de la salida del Sol, era considerado el inicio del año nuevo. Dependiendo de la latitud en la que uno se encuentre, este inicio del año se dará en una fecha u otra: cuanto más cerca del ecuador, la estrella aparecerá a mediados de Julio; cerca de la latitud 20 norte, aparecerá hacia finales de Julio, mientras que en la latitud 30 norte se verá aparecer hacia principios de Agosto, territorio donde se encuentra Egipto, por lo cual Agosto era el primer mes de año, mientras que fines de Julio lo era para las culturas centroamericanas.

YO: Como los Mayas el 25 de Julio.

SOY: Sirio es la estrella más brillante del cielo pero a su vez la más representativa de la constelación de Canis Maior, el Gran Perro. Desde luego que la visión humana nada tiene que ver con lo que esta estrella representa.

YO: Nosotros solíamos llamarle en Khem popularmente como Daned, la Estrella Madre, aunque otros la conocíamos por “Inna”. Sirio, por más que parezca una estrella, en realidad es dos, una pequeña y otra grande, una llamada “In” y la otra “Na”. Al principio pensaba que la estrella para mí era muy importante porque recordaba que marcaba nuestros tiempos, la crecida del Nilo, porque era la Madre, Isis, en los cielos… Pero a su vez, era porque de allí no sólo provenían aquellos que nos enseñaron todo lo que sabíamos, sino que alguna vez yo mismo viví por allí. Sirio era mi hogar. Allí escuché hablar por primera vez de la Tierra, allí oí a los Trevets mencionar la siembra de mundos, allí sentí que debía ser parte de esto que hoy hago. Allí comenzó mi misión con este mundo en el que hoy habito. A veces miro la Estrella con nostalgia, y sin embargo, no es que extrañe vivir allí, sino que esa nostalgia es producida por recordar que fue allí donde reconocí mi propósito, que le dio sentido a mi existencia. Y hoy, este año, jamás hubiera pensado que lo viviría acorde a ella, pues el orto helíaco siriano de 2020 fue justo el día de mi cumpleaños, el 4 de Agosto, mi cumpleaños número 33. Sirio sigue marcando mi camino…

SOY: Pues te lleva a quien eres… A tu Ser.

YO: Fue por aquella misma época que recibimos a sus representantes. Los Sirianos, los “Inna”. Todo comenzó por el sueño de un niño, un mensaje del futuro. Su madre, consternada por lo que el niño le contó, trató de llegar a mí para compartir su mensaje, ya que yo estaba en el sueño del niño. Había comenzado mi regencia en Ruhnilah, capital de Khem hace unos 12000 años. Su sueño hablaba sobre lo que sucedería en los siguientes miles de años, y su visión me horrorizó. Por ello, decidimos llamar a un Concilio, donde las 12 Familias se reunirían. Pero también serían llamados nuestros ancestros estelares. Fue la segunda vez que les vi en mi vida, y tal vez, la penúltima. Esperamos a que sea el momento en que retornarían, ya que los mismos tardaban un ciclo de ciertos años en acercarse a nosotros. Les recibimos en el Río, con las barcas listas para llevarlos frente al Guardián del Tiempo, la Esfinge, y frente a ella nos reunimos todos para hacer las ofrendas, los votos de palabra. Así nos reunimos en el Gran Salón, convocando a la reunión que llamábamos “Harinfolink”, del Sol, la Luna y la Estrella. Los Inna se cubrían su rostro, y nos advertían no mirar directamente a sus ojos, pues los suyos veían todos los tiempos, y nosotros no estábamos listos para contemplarlo. Pero yo lo hice… Recuerdo levantar mi mirada en el momento en que uno de ellos habló, y entonces lo vi, lo “Recordé”.

SOY: Ese fue el momento clave que ha marcado tu actual vida…

YO: Lo sé… Esa es la razón por la cual recordé lo que viví en sus mundos, y recuerdo lo hecho y pactado en aquella vida… Ellos dijeron: el tiempo es como un espejo, por ello la pregunta que siempre os debéis hacer es “¿cuándo?”. Ellos fundaron todo lo que somos, la civilización humana en su auge, ellos dieron los planos a los arquitectos para construir las pirámides, ellos eran quienes hablaban a través del tiempo con su simple mirada. Sirio era mucho más que la estrella más brillante, era la madre de todo lo que somos, era la madre del Cielo que fecundó la vida en la Tierra. Nos dio un propósito, nos enseñó sobre el Universo. Y a mí, me hizo recordar…

SOY: Te mostró que recordar no es tener memoria, sino conectar las partes de ti dispersas por el cosmos…

YO: ¿Cómo entenderlo?

SOY: Los grandes científicos, artistas, filósofos, músicos, escritores, productores, no tienen ideas, son la idea, pero para convertirse en la idea deben expandirse más allá de lo que son, de lo que saben. Abrir la Caja…

YO: Pensar fuera de la Caja… Abrir el Protiktah a todas las dimensiones…

SOY: Lo hemos explicado, que cada partícula es en realidad la proyección vibratoria de otra partícula, y por lo tanto, todas son reflejos entre sí, que se agrupan por sintonías. Esta imagen te ayuda a entender que las partículas son una sola, esparcida por el cosmos en millones, y que en la vibración correcta, se alinearán con las demás sin importar la distancia. Su vibración es como una nota, y en conjunto crean una melodía, es tu música, y a ella le llamas memoria.

YO: Por esto muchas veces necesitamos la música, sonidos, cantos, mantras, para despertar esta información de nuestro interior…

SOY: La vibración despierta la energía, la emoción, donde se registra todo, y la misma se vuelve acción en el cuerpo. El recuerdo no es volver atrás, es vibrar de tal forma que conectas todas las partículas de ti mismo proyectadas en distintos tiempos y espacios, y tu cuerpo les siente como presente mediante los sentidos, desde adentro hacia afuera.

YO: Eso es lo que se siente al canalizar… Recordarse a uno mismo en distintas dimensiones… Cuando me expando, dejo de ser yo para ser muchos, para ser todos los que soy.

SOY: Y sabes bien que has caminado cada mundo consciente, y que estás en este por tu propia decisión, y sabes bien que desde Sirio es desde donde sientes la Gran Responsabilidad, y ellos te la recordaron 12000 años atrás…

YO: Es el gran peso que llevo…

SOY: Dime, ¿cuál es?

YO: Cuando supe que el virus estaba consumiendo mundos, tomé la decisión de que debía hacer algo por ello. Unas pocas vidas más tarde, nací en uno de los sistemas de Orión, y desde allí coordiné un sector de la Siembra de Mundos, junto a tantos miles que hicieron lo mismo desde diversos mundos hacia otros tantos planetas. Siembra de almas de nuestros sistemas hacia los de este lado, como la Tierra. Y hoy, cuando miro a muchas personas a mi alrededor, siento una gran responsabilidad, que a veces roza la culpa… ¿Fui yo quien les convenció de nacer aquí? ¿Es por mi culpa que están atrapados en este mundo? Todo lo que veía sistémico en Sirio, aquí se convierte en emoción pura, como si un anciano se convirtiese en un niño… Volver a comenzar, con un conocimiento inmenso en el interior, pero con las hormonas de quien está creciendo. Y sentí que tal vez… Era culpa mía, y por ello, al ver a los ojos del Siriano, al recordar mi parte en ello, me dije que no podía irme de aquí sin ayudar a aquellos que una vez ayudaron a los sistemas…

SOY: Y que aún están en proceso de hacerlo…

YO: Sí, lo sé… ¿Y por cuánto más?

SOY: Nadie fue obligado a venir aquí, todos han sido responsables de sus elecciones.

YO: Pero para un gran grupo de almas, fui yo uno de los que señaló este mundo y dijo la palabra “allí”. Y todos siguieron mi dedo hasta aquí. A veces me siento responsable más allá de que haya sido su elección. Y por más que una y otra vez me lo recuerden, siento un gran dolor en el alma que me cuesta liberar… Y ayer lo reviví, recordando las conversaciones que he tenido una y otra vez con seres de distintos mundos.

SOY: Cuéntame…

YO: En Sirio, en el mundo que recuerdo como Gludok, se solían hacer ese tipo de reuniones en que se debatía sobre el orden y armonía de la Galaxia. Cuando era niño en esta vida, recuerdo a un representante de una de las razas decir que el proyecto Anglusaha (Tierra), estaba emergiendo como era esperado, y que estaban considerando abrir las puertas de comunicación directa. A lo que otro respondió inmediatamente que jamás permitirían que un humano pisase el salón de la Confederación. Sus palabras fueron “Una simple risa de un humano podría matarnos a todos”. Hablaban del humano como un virus, una bacteria que era mejor contener. Eso me asustó. La cantidad de energía que genera un humano puede desarmonizar mundos enteros basados en patrones sutiles. Serían un virus en el sistema. Para otros, los humanos eran una natural fuente de energía, así como otros mundos, que se aprovechaban de planetas en desarrollo hasta que los mismos aprendieran a gestionar su propia potencia. Muchas veces presencié esto, debates sobre el estado evolutivo de la Tierra. Si estaban listos para saber ciertas cosas o no, gestionar otras o no. Y un día decidí ser humano yo mismo, como muchos otros igual que yo. Empecé a enamorarme de este mundo, y mi energía se ligó a él. A Ella. Pero las reuniones siguieron, y por más que cada vez más parecían alejarse, disiparse entre el tiempo y el espacio, seguían resonando en mí, ya no como de mundos alienígenas, sino de hermandades de luz, seres sutiles… Las partículas eran cada vez más sutiles y dispersas. Como cuando uno pierde la señal de onda de una radio. Interferencias. Pero ahora, conectándome cada día más, la señal vuelve. Y despierta mi memoria. Y los que una vez fui, y aquellos que soy en otros mundos, empiezan a resonar dentro de mí, como en cada vez más personas.

SOY: Como pasó ayer…

YO: Creo que tuvo que ver con que comenzó un nuevo año desde el Yo Soy, y lo que me dijeron fue: “no te relajes, aún queda mucho por hacer”. Esta es la mitad más dura. Muchos decían que había cosas que no debía compartir, que los humanos seguimos siendo niños, nos ven incapaces de gestionar muchas cosas, y es verdad, somos así. Decían que hay muchos que están haciendo lo mismo que yo, pero que al igual que yo, les es imposible encontrar el balance justo. Aún quedan dos ciclos de 26000 años más para que los humanos realmente logren llegar a un nivel adecuado. Para nosotros parece mucho, pero visto desde el tiempo galáctico no es nada. En edades de sistemas solares, el nuestro tiene 18 años, creo que eso nos hace un sistema en el cual recién ahora comenzamos a emanciparnos, a ver qué queremos ser de grandes, qué vamos a comenzar a estudiar o trabajar. Coincido con ellos, al menos con muchos de ellos. Hablaban de que aún quedan muchos duros procesos de transición, y que seguimos aferrándonos a mensajes esperanzadores porque vivimos de la fe y no de los hechos, esperamos salvación y no nos responsabilizamos de los actos. Y me lo tomé muy a personal…

SOY: Lo es.

YO: Sí, lo sé… Considero que hago lo que puedo en todos mis sentidos, al menos en la parte que me toca. Yo no vine a salvar a nadie, vine a tratar de educar, compartir, y a veces siento que no es suficiente… Tal vez es por aquella culpa, pero lo que ellos decían era sobre el cómo nos tomamos las cosas. Me dijeron que a partir de esta Luna Nueva, el 11 de Febrero, comenzaría la preparación para la Gran Prueba de Red. Cada día 22 de cada mes desde Febrero hasta Agosto 2021 deberíamos poner la intención de activar un Atributo específico (Sonido, Luz, Forma, Amor, Sabiduría y Voluntad) cerrando en la unidad del Ser el 22 de Agosto en la Luna Azul. Me recuerda a las reuniones de Sirio, las juntas, los concilios, donde debatíamos sobre el plan, los pasos a seguir. Ayer me recordó a esto, pero la seriedad y presión de algunas especies hacen que no pueda sostener la sensación de culpa y responsabilidad en mi emoción.

SOY: Eres libre…

YO: Sí… Pero hasta dónde?

SOY: Escúchame bien… Eres libre.

YO: …

SOY: Eres Libre…

YO: …

SOY: El peso que sientes lo has elegido tú, nadie lo ha colocado sobre ti. El peso que cada uno de nosotros carga es la responsabilidad elegida. La carga que arrastramos es el peso de nuestra elección. No debes nada a nadie, nadie depende de ti. Eres Libre. Aquella persona que siente peso por su familia, en realidad es libre. Aquel que siente responsabilidad por su trabajo, es libre. Aquella persona que se culpa por los errores cometidos, es libre. Aquellos que viven por el karma, son libres. Quien se ve cumpliendo una misión es libre. Quien cuida a un hijo sintiendo que es lo más importante, es libre… ¿Entiendes? Eres libre siempre. Lo único que te pesa es tu elección sobre las cosas. Haces lo que puedes no porque es lo que está a tu alcance, sino porque “puedes”. Eres libre de decidir no hacerlo, como fuiste libre cuando elegiste hacerlo. Pero el peso no cae sobre ti, pues todo lo que existe es un recuerdo, una red, y al compartir lo que sabes, repartes este peso, distribuyes la presión. Ya no estás solo, ni aquí ni allí, estás recordando…

YO: Pero lo que dicen ellos… Ayer unos me decían que no debía compartir cosas que aún no se sabían gestionar. Otros debatían que tal vez era momento de lanzar todo para hacernos responsables. ¿Qué lugar ocupamos en este debate?

SOY: Esta es la Guerra a trascender… La Guerra de vuestra Creación. ¿Estás listo para enfrentarte a ella y recordar la libertad?

YO: Tal vez sí, tal vez necesito soltar la presión de Sirio, la presión que constituye lo que soy hoy, lo que somos, lo que nos hizo construir esta humanidad, y para ello debo ir directo al conflicto que lo inició…

SOY: La libertad sólo se logra al encontrar Orden en este caos que habéis creado mediante el olvido. El olvido es perder el eje, olvidarse de ser guiado por las estrellas, resbalar en el suelo firme, perder la coherencia del centro. Orden es lo que Sirio os ha entregado desde el primer momento, Orden es lo que necesitáis recuperar. Y el primer desorden se originó en la Guerra entre el Yo y el Soy.

YO: La Guerra de Orión…

SOY: Es momento de volver al origen y recordar por qué estáis aquí…