SOY: Mírale fijo, y te devolverá la mirada. Obsérvale fijamente a sus ojos… ¿Qué ves?

YO: Veo mi propio reflejo… Expectante…

SOY: ¿A quién ves?

YO: A mí mismo…

SOY: Pero no eres tú, pues te observas afuera… Sigues siendo un reflejo de ti mismo…

YO: ¿Cómo hago para poder unirme y ser Unidad?

SOY: Debes atravesar el Ojo del Dragón.

YO: ¿Quién es el Dragón?

SOY: Acompáñame a conocerle, y podrás recordarte. Dime ¿Qué crees que es el dragón?

YO: Es una criatura mitológica, construida a partir de partes diferentes de animales sagrados. En Asia, el Dragón es un monstruo que según para qué cultura es benevolente, como para Japón, y para otros es temible, como para China. Su cuerpo fue formado a partir de todos los Tótems de poder: Serpiente, Tigre, Murciélago, Tortuga, Pavo Real, Vaca, Pez, Gato, Grulla, y tantos otros, que unieron sus atributos para conformar un ser sagrado, el idílico, el Dios de los tótems. Se suponía que a lo largo de la vida, los humanos debíamos incorporar atributos, cualidades, de estos tótems, animales de poder, símbolos que nos daban herramientas y estabilidad, capacidades especiales si lográbamos hacernos con la técnica, con la consciencia. Y el gran examen era enfrentar al Dragón, el examen final que nos hacía ver si estábamos listos para obtener el premio, el tesoro, lo que se encontraba detrás oculto bajo su protección. Y el mismo se volvió un símbolo interesante para hablar de cuidado, de proteger, siendo el emblema de sitios sagrados, como las esfinges, seres de sabiduría eterna que ponen a prueba a quienes se presentan ante ellos. Y la imagen de estas criaturas fue sumando atributos en tanto las culturas le fueron tomando como propia, pasando de Asia al Mediterráneo, y expandiéndose en la culturas europeas, donde los dragones pasaron a ser la criatura mitológica por excelencia.

SOY: Pero justamente el término Dragón no hace referencia a esta criatura mitológica.

YO: ¿No?

SOY: Dragón proviene de la conjugación de un verbo griego en aoristo (es un tipo de conjugación indoeuropea que convierte una acción en un tiempo, momento), el verbo es “mirar con atención”= derkomai, el cual en aoristo (indeterminado) se dice “drakein”, con lo cual, el adjetivo que define a aquella persona que mira fijamente, se dice “drakón”. El Drakón, posteriormente llamado Dragón, era básicamente el Guardián, el protector, custodio de algo, el que protege un sitio, mira fija, atenta y claramente para identificar todo lo que sucede. Es quien puede ver tan directamente que no sólo contempla las formas sino que mira a través de ti, a tu alma y espíritu. Así, este concepto, fue trasladado a la mitología plasmándose en todas aquellas personas o criaturas que cuidaban y vigilaban muy bien de algo o un lugar. Con la introducción de las criaturas legendarias que habitan en sitios sagrados donde se encuentran tesoros, comenzó a llamárseles “Dragones”, pasando así, estos monstruos, a ser reconocidos con tal nombre de guardianes.

YO: Wow, o sea que el Dragón es el que vigila desde una mirada fija.

SOY: Y por ello, los antiguos colocaron su nombre a la constelación que fijamente vigila a todas las demás = “Draco”. Su nombre latinizado aclama uno de los sitios más importantes de todo el cielo del Hemisferio Norte: el Norte Celestial o Polo Norte de la Eclíptica Boreal.

YO: ¿Qué significa esto?

SOY: ¿Recuerdas que las Estrellas Polares se definen en función de que el eje de la Tierra es arrastrado en un círculo de 26000 años?

YO: Sí…

SOY: Pues ese círculo en el cual la Tierra gira como péndulo, tiene un centro, y ese centro es el Corazón de Draco. Es decir, que Draco, su corazón, es el verdadero eje físico del Cielo, el que nunca cambia, aunque para nuestro punto de vista, la estrella Alfa Draconis indica uno de los sectores o estrellas polares, concretamente la que guió a los Egipcios hace 5000 años, el corazón de esta constelación entre Zeta y Delta Draconis es el verdadero eje del Círculo Polar de 26000 años.

YO: Wow…

SOY: Ese es el Camino del Dragón. El que comienza en el exacto Polo Norte enroscando a la Tierra en su cuerpo y cola finalizando en el Polo Sur…

YO: Es el camino que debo tomar a fin de este año 2021… De Polo Norte a Polo Sur, es la Kundalini, y ahora entiendo por qué le llamaba Camino del Dragón!

SOY: El Dragón es un símbolo que une todos los potenciales, es decir, los chakras, los centros de poder, las fuentes de energía que nutres con la consciencia de la mente espiritual, con la inconsciencia de la emoción del alma, y la subconsciencia de la acción del cuerpo. Cada chakra o rueda energética completa el circuito del Dragón, uniendo los atributos emocionales de tu ser para activar su real potencial. Pero el Dragón tiene una clara misión: proteger, guardar, vigilar los tesoros que viven en ti, y les protegerá con todas las armas que posea.

YO: O sea que uno mismo se ataca, la propia energía se defiende a sí misma de nuestra incapacidad de gestionar.

SOY: El propio ser tiene un mecanismo de defensa, que en el Cuerpo llamas Sistema Inmune, en el Alma llamas Trauma y en la Mente llamas Creencia. Los tres están allí con el único objetivo de cuidar tu tesoro, los frutos del conocimiento… Los que crecen en el Árbol de la Vida…

YO: Mis frutos son los chakras, energías que crecen en el árbol de mi genética… Y el Dragón, la Kundalini, les protege de mi incoherencia… Claro… Es la penúltima prueba del héroe, de Hércules: robar las Manzanas del Jardín de las Hespérides, y para ello, debe matar al Dragón que les custodia.

SOY: El Manzano de manzanas de oro, hace referencia al conocimiento o sabiduría iluminada, de luz hecha materia, fruto. La serpiente emplumada, es decir, aquel ser que surge de la tierra pero vuela por los aires, describe al ser que reconoce su historia subconsciente y utiliza la energía del inconsciente para volar veloz y libre en la consciencia. Es decir, que utiliza las semillas de la manzana. El concepto “robar” las manzanas no está bien descrito en ese mito. En realidad robar implica “recolectar”, y no hay que matar al dragón, hay que saber atravesarle, calmarlo para que esté dormido en armonía y despierte sólo ante el mando de la consciencia. El Dragón es la energía vital, que si no es bien administrada, destruye todo a su paso. El dragón se defiende constantemente, y por ello, cuando un ser se encuentra cerca de conseguir una de esas manzanas de consciencia y llevar luz a su árbol, el dragón activa su mecanismo de defensa para protegerse mediante actitudes, emociones, ideas, reaccionando en función de sus traumas y creencias. El dragón es benévolo protegiendo la esencia de lo que somos, pero es temible defendiendo nuestro interior, incluso de nosotros mismos.

YO: De nuestra propia estupidez.

SOY: Un movimiento incorrecto, y el dragón sacará todo lo que esté en su mano para destruirte, impidiendo que dañes tu propia esencia. Como las gárgolas en una catedral, su aspecto demoníaco no tiene otro propósito más que defenderte de ti mismo.

YO: Wow… Lo entiendo… Y por eso solemos temerle, solemos ponerle la imagen de aquello que hay que vencer… Sant Jordi (San Jorge, Saint George) y el Dragón…

SOY: El Caballero que debe enfrentarse a todas sus emociones, a todo lo que desconoce de sí mismo, y que tiene que poseer la fuerza de voluntad de enfrentar sus propios monstruos. Pues la Tierra gira buscando un Norte, un propósito, mirando alrededor, como esquivando la verdad única. Sólo puedes encontrar la Gema Preciosa, la Perla, el Diamante, el Rubí… Si te atreves a mirar fijo a los ojos del Dragón y atravesarle.

YO: Por ello he venido aquí. Estoy en un Castillo, desde donde puedo ver al Dragón en la montaña de Montserrat, sabiendo que en los próximos días estaré durmiendo en la localidad llamada Rubí…

SOY: Todo está alineado, pues.

YO: Wow… Sin palabras. ¿Cómo debo enfrentarle?

SOY: Atraviesa su ojo, el día de la Luna Nueva. Pasa de una dimensión a la otra, y vuelve a comenzar… Un Nuevo Tiempo.

YO: El Ojo del Dragón. Allí donde me encuentro a mí mismo… Donde me uno a mi reflejo.

SOY: Donde Yo y Soy se reencuentran. Sólo déjame encontrarte al ver que has venido a mi encuentro.

YO: Muevo una ficha para que puedas mover la tuya…

SOY: Cada espina del dragón es una emoción, y ahora que le entiendes desde la mente, es tiempo de recorrerlas en tu alma. La energía de tu cuerpo sólo te ha estado protegiendo de tu propia ignorancia… Cuando le reconoces, no hay más que mirar fijo al Dragón y convertirte en él.

YO: Tomar responsabilidad de mi propio ser, ya no necesitaré que me cuiden, me cuidaré a mí mismo.

SOY: Sólo si te atreves a mirarle. La Kundalini del Mundo no podrá encenderse si tú no te enciendes antes. Debes atravesar tu propio Camino del Dragón para poder atravesar el de toda la Humanidad.  Recuerda, que esta vez no debes robar las manzanas, sino que la única forma en que te convertirás en el héroe es si te conviertes tú mismo en tu propio guardián, en el mismísimo Dragón, y devuelves las manzanas que has robado nuevamente al árbol de la vida.

YO: ¿Cómo hago eso?

SOY: Toma conciencia de cada idea, emoción y actitud que has decidido hacer propia en tu vida, y reconoce desde qué necesidad les has hecho parte de ti cuando en realidad no te pertenecen.

YO: Como creer que mi propósito personal era enamorarme, cuando eso es algo que intento revertir de mi familia, de mi abuela… Y lo he hecho propio, siguiendo los mismos patrones… Debo identificar las cosas que creo, porque las estoy creando.

SOY: Todo ello son los frutos de tu Árbol que has tomado, y que tu dragón reconoce que no te pertenecen, sino que son de muchos más, y están allí para la humanidad. Cada manzana es un don, un regalo que constituye a la personalidad, y que hacen de ti quien eres, pero también te aprisionan en lo que esperas ser.

YO: Es difícil realizar esta tarea…

SOY: Pero no imposible.

YO: ¿Y luego qué hago?

SOY: Devuelve con amor estas manzanas, este conocimiento a todo tu árbol, mirando a los ojos al Dragón, sin miedo a perder ni ganar, honrando lo que eres.

YO: Es lo mismo que haré en el Camino desde Agosto a Diciembre 2021, devolver al sendero del Dragón lo que le hemos quitado, lo que le hemos robado, volver a sembrar el Jardín de las Hespérides.

SOY: Y lo que debes hacer en tu propio ser. Así que, por un instante deja de moverte y observa al verdadero eje del norte. Siente el Latido del Corazón del Dragón, y enciende el Rubí que yace dentro de ti.

YO: Como dijo el maestro draconiano en el templo de Sobek, en Kom Ombo: “Humanos, sois una gema preciosa envuelta en mierda”…

SOY: “…Y sólo las sombras podrán enseñaros cómo ver lo que se esconde debajo de ésta”.

YO: Enfrentar los monstruos, criaturas que yo mismo he creado, y allí encontraré mi gema preciosa, la esencia de mi Yo Soy…

SOY: Abre tu corazón para que las sombras te muestren la belleza que has recubierto en basura, permíteles que te cuenten de qué aspectos de ti mismo te están protegiendo.

YO: Y así me haré uno con mis sombras y mis luces… Podré ver el centro, y atravesar los ojos de mi ser de derecha e izquierda, y los ojos de la Tierra, de norte a sur. Sólo así, en el latido de mi corazón, podré convertirme en el latido del Suyo.

SOY: Bienvenido al Camino del Dragón.