YO: Balanza… Equilibrio… Armonía.

SOY: Estética… Visualización… Contemplación… Justicia.

YO: Ying Yang… Derecha e Izquierda… Ojos… Oídos… Manos…

SOY: Es tiempo de encontrar la coherencia. Mira al Cielo y encuentra la constelación de Libra, el Alma de la Trinidad del Aire. Libra se expresa en tus ojos, buscando equilibrio en la mirada, uniendo dos polaridades para encontrar un centro, enfocar, y así poder ver. Libra es el balance entre la mirada interior y la mirada exterior, es quien se ocupa de llevar coherencia al mundo externo, proyectando la belleza de lo que siente en lo que ve, decorando con su alma la gracia de la vida y la existencia. El mundo externo nutre de éxtasis al mundo interior, llenándolo de colores por sus ojos, de sonidos por sus oídos, de aromas por sus orificios nasales, sensaciones por sus manos, y gustos por los lados de su lengua. La belleza del mundo exterior alimenta la consciencia libriana. Y su alma le embellece en la poesía de ver que su mundo interno puede sembrar arte en lo externo. Que los colores pueden hacer cuadros, que los aromas pueden hacer perfumes, que los sonidos pueden crear música, el tacto puede crear tejidos, y el gusto puede crear recetas. Y para encontrar el arte de la vida, Libra busca la armonía de lo interno y lo externo, la simetría, la perfección, lo que da placer a los sentidos. Así, su aguda mirada le permite ver toda distorsión, desbalance, imperfección, lo que no es recto o armónico, y por ello reconoce inmediatamente lo que no es justo. Así, su sentido de la estética, de la belleza, de la armonía, le vuelve una constante justiciera, que eleva lo mundano al ideal, convirtiéndose en quien juzga.

YO: “La Justicia es Ciega”… Dicen.

SOY: Pues no, la Justicia es una artista. Quien la ha hecho ciega es la corrupción humana, quien así como cree que la justicia es justa por no ver a quien juzga ni separar entre pobres, ricos o poderosos, en realidad se ha vuelto alguien que no puede ver dónde están las imperfecciones ni injusticias de ningún tipo.

YO: Se entiende… Sí. Así mismo lo creo.

SOY: Quien reconoce la belleza del universo, no puede ver con ojos nublados, no puede ser corrompido en sus ideales, pensamientos, sentimientos y amores. Quien ve con los ojos de Libra, no puede engañar ni ser engañado, por nadie ni por uno mismo. Quien reconoce que el cosmos es perfecto, es una obra de arte del mejor de los artistas, la Mente Soñadora, y se atreve a ser parte de ella, entonces no encontrará forma de corromper, y será justo.

YO: ¿Y qué pasa si no seguimos el equilibrio de Libra?

SOY: Libra perderá el balance. Y se corromperá. Y no podrá distinguir entre lo que ve y lo que siente, y caerá en la eterna dicotomía de la duda y la lucha interna, viviendo una vida de ilusión, en que prefiere decorar las mentiras que descubrir las verdades, pues le aterrará su propia incapacidad de ver la belleza, y de artista pasará a mentiroso, vendehumo; un ser que por engañarse a sí mismo engaña a los demás sumergiéndose en la más profunda de las dudas.

YO: ¿Cómo se hace para no caer en esa ilusión?

SOY: Debes ser justo, recto, y vivir en el equilibrio de ambos ojos, focalizar. Encontrar la perfecta armonía entre tu ojo derecho e izquierdo, ir al interior de ambos y encontrar el tercero, el que te aporta serenidad, armonía. El que te permite ver la imagen global, el todo, más allá, el que te muestra en lo externo lo que eres dentro… Atrévete a ver.

YO: Hoy fui al Ojo del Dragón, en Montserrat. Lo atravesé. Estaba expectante, pensando que algún maestro, o algo importante sucedería, pero no, sólo me vi a mí mismo. Yo de un lado, y mi reflejo del otro. Como de un ojo al otro, de un lado y del otro, me veía a mí, en mi espejo, observándome. Veía mis sombras del otro lado, y las luces que creía tener. Vi mi luz y mi oscuridad. Y les canté una nana. Al ver que nadie aparecía, ningún maestro, entendí que ahora yo debía cumplir ese rol, ser mi propio maestro, el que puede identificar mis puntos débiles, mis flaquezas, incoherencias, asperezas, y enseñármelas a mí mismo.

SOY: Y caminaste hacia ti.

YO: Sí, ante un viento apabullante, me puse delante de mí, y me observé. Vi al dragón a sus ojos, mis emociones, mis dolores, expectativas, creencias, sensaciones e injusticias. Y me abracé. Me di cuenta que no vale la pena luchar, que enfrentarse no es ponerse frente con frente ante el contrincante, como los machos hacen cuando luchan por hembras o por territorio chocando sus cornamentas. Enfrentar es atreverse a dar un abrazo, para convertir a dos en uno. Ser el centro de la balanza.

SOY: La Libra es el instrumento romano utilizado para pesar, ya que una libra equivalía a 12 onzas, poco más de 327 gramos. Una libra equivalía a un peso de intercambio, utilizado para evaluar los minerales y alimentos. En la mitología fue utilizada desde los tiempos ancestrales como una forma de pesar la mente y la emoción, de igual manera que en el Libro de los Muertos de Egipto se narra cómo a cada muerte se le somete a un juicio en que el alma debe poner en una Libra el peso de su Mente y de su Emoción de cada lado de la balanza. Si la Emoción pesa más que la Mente, significando la verdad espiritual, entonces uno debía regresar al mundo de los vivos, devorado por el dios cocodrilo Sobek. Mito que narra cómo la razón de regresar kármicamente al mundo se debe al peso emocional de apego a las cosas de la vida. La constelación Libra le debe su nombre al hecho de que es el grupo de estrellas que se encuentra a mitad de camino entre los días más calientes del verano y los más fríos del invierno. Así como los días más largos y los días más cortos del año, lo que lleva a reconocer el punto de inflexión y balance máximo entre la Luz y la Oscuridad.

YO: Para los antiguos ambos aspectos eran honorables…

SOY: Pues los dos surgen del uno, y su división tiene una clara razón de ser: permitir la creación. Sin desequilibrio no hay búsqueda de armonía, y la misma sólo se encuentra en la simetría que es posible por la diversificación, distorsión y multiplicación de patrones caóticos. Por esto mismo el Dragón que enfrentas de ti mismo es el caos que permite tu existencia, y el dragón que consideras que eres es aquel que lleva orden a ese cosmos interno. Ambos encuentran el sentido de la armonía si se complementan, y no si se someten. Por ello debes abrazar al dragón que hay en ti, mirándole fijamente a los ojos.

YO:  Me convertí en sus ojos, y fui uno solo. Y cuando le vi, ambos se unieron en mí, y reconocí que no estaba allí para recibir ningún mensaje, sino para renovar mi voto, para recordarme que debo ser justo conmigo mismo. Entonces canté mis votos, me recordé por qué estoy en este camino, pues Yo Soy el Camino. Me recordé por qué sigo a la luz, pues Yo Soy la Luz. Me recordé que mi incesante búsqueda de la Verdad es debido a que Yo Soy la Verdad buscándome a mí mismo. Y que mi necesidad de enamorarme no es más que el eterno palpitar que me recuerda que Yo Soy el Amor.

SOY: ¿Sabes? Tú, como muchos, habéis venido a traer un nuevo sentido de Justicia al Mundo, pues vuestros actos habrán de construir los ciudadanos del futuro, sistemas de Acuario; y lo lograréis cuando hayáis encontrado el equilibrio de vuestro propio ser. Estáis practicando lo que significa la justicia real, para luego proyectar su belleza al mundo. Pues no es justo quien juzga mirando con sus ojos, sino quien observa juicioso con su corazón.

YO: Estamos muy acostumbrados al juicio, a que nos juzguen y a juzgar, y es verdad, no lo hacemos por creer que las cosas sean o no correctas, sino que las juzgamos en función de cuán bonitas nos parecen, cuán bellas se presentan ante nuestros sentidos, y juzgamos más por lo que percibimos que por lo que es, decorando el mundo de nuestras perspectivas en lugar de contemplarle. Como quien en lugar de ver crecer un árbol, prefiere podarlo y darle forma considerándole más bonita que la que realmente posee por esencia.

SOY: Quien poda un árbol para decorar su jardín, es la misma persona que poda una mente para decorar su sociedad. Los humanos habéis cortado y moldeado mentes desde hace milenios, limitándoles en su crecimiento, embelleciéndolas a su juicio, cargándolas de decoraciones navideñas llamadas creencias, culturas, tradiciones. Estáis viviendo un cuento de hadas en medio de una guerra, pues sólo decoráis la mierda con purpurina.

YO: Vaya imagen me has dado ahora… Pero acertada.

SOY: A ver cuándo os dignaréis a crear abono y sembrar una huerta.

YO: Por esto la justicia de nuestro mundo es caótica e injusta, pues decoramos de creencias moldeando mentes, haciéndonos cada vez menos inteligentes, pues nos enseñan cómo decorar las verdades, tapando lo que no queremos ver.

SOY: La tarea de Libra será mostrar la belleza del mundo y su armonía, pero mientras no tengáis el valor de dejar de juzgar lo que veis para empezar a juzgar cómo lo veis, seguiréis viviendo en la duda y la mentira que os lleva al desequilibrio.

YO: ¿Cómo podemos hacer?

SOY: Te invito a hacer un ejercicio. Piensa en las mayores injusticias que puedas imaginar, y trata de buscar una solución al problema sin emitir ningún juicio ni castigo sobre ninguno de los agentes. Piensa en corrupción política, en genocidio, en pederastia, en dictadura, en maltratos, lo que sea, y describe de qué manera llevarías armonía sin juzgar ni castigar, sin eliminar, sino llevando resultados positivos para todos los agentes.

YO: Tanto para el “malo” como para el “bueno”.

SOY: Así es. Pero lo peor, eh? Lo peor que se te ocurra. Sólo cuando encuentres armonía en el desarrollo de tu artística solución, en que ninguna de las partes salga perjudicada ni juzgada, allí habrás encontrado la verdad de Libra.

YO: Parece difícil.

SOY: Si fuera fácil, la humanidad no estaría como está. Y lo está porque no se atreve a buscar la armonía; pues es más fácil juzgar y castigar que descubrir la unidad y belleza en todas las cosas. Búscala… Y cuando le hayas encontrado, tal vez, el mundo comenzará a ser maravilloso otra vez.

YO: Abro mis ojos, no para ver lo que está afuera, sino para alimentar mi intelecto de la belleza que sólo mi interior puede interpretar…

SOY: Abres tus ojos para poder ver con la balanza de tu corazón.

YO: Yo Soy Equilibrio.