YO: “Yo quiero tener un millón de amigos, y así más fuerte poder cantar…” entonaba el cantante Roberto Carlos. Y cada vez que alguien dice “Géminis”, es la frase que se me viene a la cabeza.

SOY: Pues no cabe duda que esta constelación recuerda la dulzura de la fraternidad y la amistad, el amor por el compartir y descubrir al otro como parte de uno mismo. La Constelación fue llamada así por las dos grandes estrellas que se miran hermanadas en el cielo, llamadas Cástor y Pólux. Ambas representan las fuerzas del equilibrio, lo positivo y lo negativo, pero no en la balanza o la lucha, sino en la unidad más pura y amorosa. El mito cuenta que Zeus se enamoró de la mujer del Rey de Esparta, y se transformó en cisne para enamorarla. Esta mujer, Leda, habiendo tenido relaciones con Zeus en su forma de cisne, vuelve al castillo donde consuma con su marido esa misma noche. Debido a esto, Leda queda embarazada de ambos al mismo tiempo, pero lo extraño de la historia es que la mujer deposita dos huevos. De uno nace Pólux, el hijo de Zeus, y del otro nace Cástor, hijo del rey. El primero era inmortal y divino, mientras que el segundo era mortal y humano. Pero a pesar de sus diferencias indiscutibles, ambos se amaban profundamente, tanto que parecían ser uno. Eran Gemelos. La palabra “gemelo” viene del indoeuropeo “yem” que significa emparejar, poner en el mismo lugar, juntos. Así se da origen a “geminus”, es decir: engendrados o nacidos juntos, en pareja. Su formación nominal es “Gemini”, que da nombre a la constelación. La misma lleva el nombre de estos gemelos pues, según la historia griega, Cástor muere en una batalla, lo que destroza a Pólux, quien pide a su padre Zeus que termine con su vida, pues no tolerará vivir sin su hermano. Pide a Zeus que le deje a Cástor subir al Olimpo, o a él bajar al Averno. Pero Zeus los coloca a ambos en las estrellas, donde puedan compartir por siempre. Para la mitología egipcia, las figuras de Géminis son un hombre y una mujer, representando el día y la noche, la luz externa y la interna, tomados de las manos en muestra de hermandad. Para China, son las estrellas del Yin y el Yang, quienes mantienen el equilibrio de las cosas, como unidad.

YO: O sea que para todas las culturas han representado siempre esa fraternidad o equilibrio…

SOY: Y sobre todo por una característica en especial: es el tiempo del trueque.

YO: Intercambio…

SOY: Hemos hablado sobre el trueque en relación a Libra, que se encargaba de poner el valor a las cosas en función de su peso, y por lo tanto había equidad a la hora de intercambiar productos. Pues, Géminis es quien se encarga de llevar a cabo dicho intercambio final, es quien se comunica entre los diferentes agentes del comercio. El periodo de Géminis era un tiempo de necesidad, mientras desde Tauro comenzaba a labrarse el campo, era necesario obtener los recursos necesarios para la continuidad de la vida hasta que la producción fuera la adecuada. Por lo tanto, las familias y poblados se veían forzados a comunicarse entre ellos, a intercambiar productos y herramientas. Pero algo queda claro: el humano no interactúa como una máquina, sino que lo hace desde la emoción. Así, los puntos de encuentros se llamaban ferias, mercados, días de celebración, donde había juegos, personas nuevas, de distintas culturas, donde aprender muchas cosas y descubrir las últimas novedades. Muchos se reunían a beber, a celebrar, a interactuar, para realizar los mejores tratos en la compra o venta de semillas, productos, alimentos, herramientas. Así también como los niños encontraban espacios para jugar, descubrir, aprender nuevas cosas. Muchos hablaban lenguas diferentes, y era necesario aprender a comunicarse de diversas maneras para obtener el resultado esperado. Y muchos no se veían por largo tiempo debido a las distancias y el trabajo, por lo que esos momentos de intercambio eran fundamentales para la conversación, hablar de todo lo que había sucedido, encontrar viejos amigos, ponerse al día.

YO: Y en el cielo estaban Cástor y Pólux.

SOY: Durante ese tiempo, todos recordaban la importancia de ser hermanos, de no luchar. Era un tiempo delicado, pues se estaban agotando los recursos del invierno, y era necesario empezar a sembrar y a cultivar de nuevo, de criar animales otra vez. No podían estar peleando, luchando; era importante ser hermanos, encontrar paz entre los unos y los otros.

YO: Esto describe la personalidad de las estrellas…

SOY: Nuevamente, lo que sucede en la Tierra, decora la energía de las estrellas. Las historias de Géminis son las que ayudan a que todos sepan que este es el momento de hablar, conversar, de crear amigos, donde incluso aquellos que puedo considerar enemigos, deben convertirse en parte de este intercambio. Géminis es un tiempo de hermandad, de fragilidad, y por ello era necesario que todos conozcan la importancia de llevarse bien durante el paso de estas estrellas si lo que se buscaba era subsistir. 

YO: Las necesidades de los pueblos forjaron la idea subconsciente de que Géminis es el cuerpo estelar que condiciona nuestras relaciones y comunicaciones… La palabra…

SOY: Y por ello es el aspecto Físico, del Cuerpo, de la Trinidad del Aire. Acuario siendo la Mente expansiva del Espíritu, Libra siendo la Armonía Creativa del Alma, hacen de Géminis el Manifestante Comunicativo del Cuerpo. Es la Garganta de este ser que somos. La mejor herramienta geminiana es la dicción, la comunicación, la palabra como principal herramienta, la comunicación como medio fundamental de existencia. La palabra es la creadora del Universo, y sólo se puede crear si la polaridad se reconoce como uno, si todo está en interconexión. Sin géminis que pronuncie la palabra que une a ambos extremos de los polos, Libra seguiría dudando de cuál de ellos debe decir la primera palabra para que sea lo más correcto, y sin Géminis y su comunicación, Acuario jamás podría decir lo que piensa, plasmar su infinito mundo. La comunicación entre los agentes manifiesta la idea de las redes de Acuario, y permite el avance de la búsqueda armónica de Libra.

YO: Géminis indaga, pregunta, trata de escuchar, aconsejar, y filosofa en una psicología abierta capaz de moverse de un lado al otro sin problemas.

SOY: Esto manifiesta el símbolo que conoces como Yin-Yang.

YO: Un círculo formado por una gota negra que contiene un punto blanco, y otra gota blanca que contiene un punto negro.

SOY: Representa la circulación constante, la interacción de ambas fuerzas. Lo blanco es la divinidad expansiva y lo negro es la manifestación limitante. El símbolo reconoce, pues, que todo es un fractal de divinidad que se manifiesta, de una expansión generadora de límites, y nos recuerda que en toda limitación manifestada existe la posibilidad de liberarse y ser divino, mientras que en toda expansión divina existe una suerte de limitación.

YO: Siempre oí que yin-yang es el “bien y el mal”.

SOY: Pues no. Esa es una visión dualista que considera que existe algo que es bueno y algo que es malo, cuando en el universo no se concibe así, sino que se concibe como un patrón de armonía dentro del cual existe la posibilidad de lo manifestado y lo no manifestado. La visión resumida, simplista, es decir que “en todo lo bueno hay algo malo y en todo lo malo hay algo bueno”, sin embargo no sales de una visión moralista de juicio, que Géminis no emplea. Géminis no reconoce si es bueno o malo, Géminis sólo intercambia…

YO: Y allí a veces es donde comienzan los conflictos de Géminis.

SOY: Exactamente, pues en muchos casos, cuando géminis se sale de la armonía, trata de quedar bien con “Dios y con el Diablo”.

YO: Oí muchas veces esa frase. Pero en mi punto de vista, si Dios y el Diablo, como conceptos, surgen de una misma Unidad, entonces, ¿cuál es el problema de llevarse bien con ambos?

SOY: No es un problema, hasta que se convierte en incoherencia. Es decir, cuando a ese “Dios” le digo: “voy a limpiar la casa”, y al mismo momento al “Diablo” le digo: “tranquilo, que voy a ensuciar la casa”. Una cosa es tener buena relación con ambas visiones, otra cosa es perder la esencia propia por querer ser aceptado por ambas visiones externas. Géminis, en su afán de comunicación e intercambio fraternal, termina generando discordias, conflictos, confusiones, pues en lugar de encontrar una postura propia, un eje interno, se balancea de un extremo al otro dándole a cada uno lo que quiere ver, oír, sentir.

YO: Es la famosa bipolaridad Geminiana.

SOY: La desesperación por hacer que todos se lleven bien, que no haya un conflicto, que todas las cosas se entiendan perfectamente, que nadie se ofenda, acaba, justamente, por generar lo contrario. La sociedad humana, compuesta por seres sin eje propio, ha subsistido mediante el entregar el poder a los demás, aparentar lo que no son, pues para pertenecer a un grupo se debe dejar de ser algo para convertirse en ese grupo. Así se crean dos caras, una mirando dentro y la otra mirando fuera. La primera oculta, escondida tratando de sobrevivir en las sombras, en la negación, y la otra tratando de adaptarse y ser aceptada por los demás. 

YO: Eso describe nuestra humanidad de apariencias, de conflictos, de ser lo que los otros quieren que seamos… Perder nuestra esencia por el bien del grupo. 

SOY: Es importante reconocer que Géminis nos enseña a hablar, a comunicar, a dar la palabra, a interactuar entre las diferentes partes y manifestar mediante la voz lo que yace en las percepciones librianas y las ideas acuarianas. Los equipos se forman gracias a las artes de géminis de hacer que todos se sientan partes iguales de un grupo. Pero para lograrlo, el ser géminis debe ponerse una máscara para cada individuo con el que interactúa, volviéndose tantas opciones de sí mismo que se olvida de quién realmente es. 

YO: Eso es lo que le pasa a una civilización como la actual basada en las telecomunicaciones, en la globalización, época en la que hemos comenzado a interactuar como nunca antes hemos hecho. 

SOY: Hoy están bajo el mando de Mercurio, regente de Géminis, sois una civilización Geminiana de apariencias, en su aspecto más negativo, en mostrar lo que los otro quieren ver, decorados todos con injusticia Libriana e indiferencia Acuariana. Estáis fuera del eje, y eso os lleva a convertir a los signos de aire en un huracán inestable.

YO: ¿Cómo le estabilizo?

SOY: Prueba decir tu verdad. Prueba decir: yo opino. Esta es mi visión. No des un consejo, hazlo. Mi tarea para vosotros hoy en relación al Géminis que vive en vosotros es que penséis aquellas cosas en las que deberíais opinar y jamás omitís palabra alguna. Toma ese concepto o idea, persona o circunstancia de la que siempre quisiste opinar pero nunca lo has hecho, y apúntalo, para luego recitarlo, leerlo en voz alta, e incluso anímate a decirlo a quien corresponde. Y por otro lado, aquellos que suelen decirlo todo, no callarse nada, que hablan de más, les invito a dejar de dar consejos y opiniones. Piensen por un momento antes de decir lo que opinan, lo que consideran sería mejor, y en lugar de decirlo, hacedlo, vosotros mismos, sin esperar que otro lo diga o haga. No siempre es necesario comunicar todo lo que hacemos para mostrarnos y ser aceptados. Te invito a que la próxima vez que hagas algo remarcable e increíble, no lo cuentes, y te lo quedes para ti, pues es para ti, no para otros.

YO: Difícil teniendo Instagram… 

SOY: Instagram es el tesoro y perdición de un espíritu Geminiano. Deja la verborragia, y habla lo necesario. No te consideres indispensable para que haya comunicación entre los demás, a veces el silencio es la mejor de las palabras. A veces una palabra es la liberación de tanto silencio. Mírate al espejo, y di todo lo que no te has dicho. Es tiempo de recordar que tú eres dos, tu gemelo vive dentro, mírale y ámale, tu sombra y tu luz, son los únicos que deben encontrar comunicación, para que dejes de luchar con el mundo, para que dejes de querer caerle bien al mundo.

YO: Yo Soy mi propio Gemelo. Y cuando lo entienda, podré realmente tener un millón de amigos…

SOY: Y en lugar de llenarte, te nutrirán. Yo Soy Alimento de Verdad.