YO: Probablemente el aspecto álmico de la trinidad del Agua sea uno de los signos con más esterotipos de todos. Reconocidos oscurantistas, viviendo en las sombras, el rencor encarnado, las pasiones más rebuscadas, símbolos casi demoníacos para el resto de los signos, quienes reflejan todos nuestros miedos y se regocijan en ellos… Sus aguas son oscuras, lodosas, y repletas de criaturas que pueden devorarnos ante el menor descuido.

SOY: Y sin embargo son las únicas aguas donde el Loto es capaz de nacer, florecer, e irradiar el símbolo espiritual del chakra Corona. Así es como el chakra Sacro, con sus sombras y sus densidades, nutre a la más bella de las luces de la consciencia.

YO: Por esto se considera a los Escorpianos seres espirituales por naturaleza, pero, ¿por qué entonces tienen la característica de las sombras si justamente es lo que los seres que buscan iluminarse tratan de evitar?

SOY: Por que tú mismo lo has dicho: quien busca iluminarse no quiere enfrentarle. Quien se ilumina es quien le acepta en sí. Recuerda. Cáncer es el Amor Condicional, el que se limita, el que protege, el que se carga el peso, es el cuerpo sobre el cual la experiencia del Amor deposita todas sus emociones e intenciones. Cuando Cáncer busca liberarse a sí mismo de este condicionamiento, comienza a buscar la Incondicionalidad, busca dejar el peso de la vida para trascender espiritualmente, y eleva el concepto de familia y grupo a la familia espiritual y las filosofías o religiones. Así encuentra el Amor por algo mayor, por el servicio al Todo, a Dios, al Cosmos, a la Tierra, y considera a todos los humanos como su familia. Sigue sufriendo el pesar del humano, queriendo librarle de sus condiciones. Así, mientras Cáncer descubre que forma parte de una familia mucho más grande, Piscis trata de enseñarle que no condicione a los demás con sus ideales y expectativas, que no es necesario sufrir para estar al servicio, que uno se debe atrever a soñar. Así es como la humanidad basada en clanes y familias, busca trascender a lo Universal considerando que Piscis es ese idílico, utópico propósito de la iluminación mediante el Amor Incondicional, expandido. Y desde un rincón, en las sombras, sentado contemplando cómo sus dos aspectos espiritual y físico juegan a salvar a unos pocos o unos muchos con el amor, Escorpio sonríe con mirada superadora, disfrutando cada tropiezo de sus hermanos con tono de sarcasmo.

YO: ¿Por qué? Eso es lo que suele molestar a mucha gente espiritual…

SOY: Porque Piscis es un Sueño, y Cáncer es un Enamorado del Sueño. Viven de expectativas, mientras que Escorpio les muestra la cruda realidad. Escorpio les recuerda que no pueden vivir de un sueño, y que para llegar a la incondicionalidad, es necesario eliminar las Condiciones, y eso duele. Escorpio es quien pone el dedo en la llaga, quien aprieta la herida a aquel que niega recordar que la posee. Cáncer es quien se ha lastimado por su esfuerzo y mira a Piscis diciendo: “todo estará bien, no pasa nada”. Allí es cuando Escorpio aprieta la herida haciendo llorar a Cáncer, recordándole: “no llegarás muy lejos si no curas esta herida que niegas”. Escorpio muestra las sombras, y por ello es el mes que le sigue a Libra, pues es quien recuerda que no todo es bello, no todo está en balance, y que la única forma de encontrar equilibrio es si en lugar de cubrir todo lo que no nos gusta con espejitos de colores y guirnaldas, nos ponemos a revisar la basura que hemos escondido y nos hacemos responsables de ella. Escorpio recuerda, tiene memoria, es rencoroso, pues sabe que has acumulado muchas cosas a lo largo del año que es necesario limpiar antes de seguir.

YO: ¿Cómo se convierte a Escorpio en constelación?

SOY: Llegó mediados de Otoño en el hemisferio norte, tiempo de realizar los productos, las reservas para el invierno, de manufacturar los productos que ayudarán a subsistir el frío. Y con ello llega el tiempo de la limpieza de los campos. Las maderas, los rastrojos, las hojas caídas de los árboles, cubren gran parte del terreno. Todo muere en este mes, todo cae. Su objetivo es la renovación, el resurgimiento, pero aún así, no puede verse el objetivo o propósito, sino lo que sucede. Los árboles dejan caer sus hojas y cubren el suelo. Los insectos, alimañas, viven debajo de ellas. Lo cubren todo. Comienza a partirse la leña para tener madera para la hoguera dentro de casa, la chimenea. Pero hay que tener cuidado al cogerlas…

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque en la humedad de la madera, bajo las hojas y las cortezas, se esconden los escorpiones, que pueden llevar a la muerte a quien reciba su pinchazo. Escorpio viene del Indoeuropeo “sker”, que significa cortar. Hace referencia al filo de un cuchillo, o a las armas antiguas utilizadas para lanzar flechas y rocas contra muros, cortando, rompiendo para atravesar. La forma del arácnido es la que le dio su actual nombre. En la mitología griega, se cuenta que el escorpión fue puesto en el Cielo por Zeus, quien le separó lo más lejos que pudo del gigante Orión, a quien este animal mató por mandato de Hera. A pesar de que ambos murieron, el Dios Padre les colocó alejados en la bóveda celeste para que el escorpión no pueda hacerle daño. En realidad, el opuesto exacto de Escorpio es Tauro, con lo cual puedes comprender que la tarea del escorpión es incomodar al paso firme del toro, quien puede ser envenenado por este animal en los campos, sacándolo de su zona de comodidad.

YO: Por ello este signo tiene la imagen negativa, oscura, de estar esperando bajo las hojas, oculto en la sombra, con sonrisa diabólica, mirando a los demás signos cometer errores buscando la luz.

SOY: Escorpio es el aspecto más profundo del alma, donde se guardan todas las cosas que no se quieren ver. Para poder trascender, liberarse de las condiciones y patrones de la materia, este arquetipo nos recuerda que es fundamental verse dentro, a uno mismo, recordar todos los traumas, todos los males, nuestra propia basura y la que hemos aceptado de los otros. Es quien nos ayuda a ver nuestras sombras, y reconocer que somos nosotros mismos quienes las hemos proyectado. Escorpio es el mejor camino hacia el espíritu, pues éste busca llevar claridad a las sombras, busca trascenderse, conocerse. El espíritu no busca la luz, pues ya es la luz. Así, el espíritu busca experimentarse, y la única forma en que puede hacerlo es naciendo. Por esto, Escorpio es el espíritu sexual, el que desciende a las bajas pasiones, el que le muestra a la luz el camino hacia la materia, el que le recuerda que allí, en el barro y lodo se encuentran los nutrientes para echar raíces y elevarse alto. Florecerá y dará frutos no por su capacidad de buscar la luz, sino de penetrar en las grietas de los suelos alimentándose de los nutrientes del fango. Las hojas que caen y parecen morir en esta lenta muerte de los árboles, se vuelven la riqueza más potente del suelo para florecer en un nuevo ciclo. Quien ve tristeza y muerte en el Otoño, desconoce que las flores de la Primavera y los frutos del Verano sólo existen por aquello que ha muerto y nutrido las raíces de las plantas. Quien niega por miedo a la serpiente y el escorpión, desconoce que la medicina surge de sus venenos. El árbol que ha muerto da fuego y calor para los duros inviernos. El animal faenado alimenta a la familia entera. Dormir es lo que te la fuerza para despertar. Sólo las sombras te permiten reconocer la luz.

YO: El único camino a la luz es la oscuridad… No tomada como el mal, sino como nutrientes, como la experiencia, como aquello que nos hace fuertes. Escorpio es la medicina del alma, aquella que si no queremos ver, reconocer, si negamos, se convierte en nuestro peor veneno.

SOY: El agua puede darte la vida en un sorbo o ahogarte en una crecida. El humano viene del barro, pero si no sabes caminar en él puedes hundirte y jamás poder salir. Escorpio te recuerda que tú eres el generador de tus propias trampas. Que la negación de tus pasiones, de tus propias energías vitales, de tus propias sombras, no hace más que enterrarte más profundo en el ensueño, por más cerca que te creas de la luz. No será más que una ilusión que acabará por convertirse en una pesadilla.

YO: Es fundamental enfrentar a las sombras para poder ser libres.

SOY: Allí radica la clave de este arquetipo, como herramienta para ingresar a esta Era de Acuario. Un tiempo de dispersión, de redes, de individualismo, de transformación e innovación constante, debe tener en cuenta que para que sus novedades no se conviertan en meras decoraciones librianas repetitivas haciéndonos caer en las dudas o en la comodidad taurina de llegar siempre en lo mismo, será necesario salir de la comodidad, para enfrentar las sombras.

YO: La noche oscura del Alma.

SOY: Todo aquel que esté buscando la luz, deberá atravesar la noche, pues el amanecer sólo encuentra su contraste en las sombras, y las estrellas sólo pueden verse en el oscuro espacio. Es clave destapar lo oculto para crear lo nuevo.

YO: De lo contrario sólo cambiaremos lo superficial. Como cuando hablamos de los sistemas sociales, sólo cambiamos formas, pero no la esencia, por ello cometemos los mismos errores.

SOY: Y no sólo en lo social, sino en lo familiar y personal también. ¿Cuántas veces habrán querido cambiar de ropa, de actitudes, de trabajo, de pareja, de familia, de país? ¿Y cuántas veces habrán visto que por más cambios que hayáis realizado en vuestras vidas, las mismas vuelven a repetirse? Mismo conflicto en distinto color.

YO: Lo sé… Me ha pasado, mucho, jeje. Pero los procesos se vuelven mucho más cortos cuando me atrevo a ver mi sombra, mis propios males…

SOY: Escorpio no dudará en pincharte allí donde duele si te atreves a hacer un mal movimiento. Todos llevamos a escorpio dentro, es un arquetipo, que algunos tienen muy despierto, y otros esconden adormecido. Pues se os ha enseñado a ocultar las sombras, lo que no es aceptado cultural o políticamente. En la necesidad de ser correctos, habéis ahogado vuestros deseos convirtiéndolos en tumores, habéis aprisionado vuestras sombras deteniéndolas y convirtiéndolas en enfermedades. Y cuando los síntomas empiezan a aflorar, culpáis a lo externo, culpáis a Escorpio por mostraros el problema…

YO: Cuando debemos honrar a esa sombra que nos recuerda lo que nos hemos hecho a nosotros mismos.

SOY: La trinidad del Agua recuerda que hay un Cuerpo limitado que ha diseñado un hogar para sus patrones, que hay un Espíritu libre capaz de estar al servicio de lo divino y mágico, de vivir el sueño de posibilidades, pero ambos se unen en el aspecto del Alma profunda, que os recordará siempre que el servicio espiritual es sólo aplicable en tanto el hogar tenga la voluntad de transformarse sanando su propio pasado, sus sombras…

YO: Las sombras son mis nutrientes…

SOY: Sacro. Allí donde se absorben los nutrientes en el intestino, donde se desecha la mierda, la basura, lo inservible, dejando sólo lo esencial que nutre al cuerpo; es el mismo centro que genera la energía para la creación.

YO: Emoción…

SOY: Allí surge la emoción, fuente de movimiento, de vida y transformación, de las aguas sucias y profundas. Allí están ocultos los nutrientes, dando vida a aquello que has querido ocultar o de lo que te has querido deshacer. La emoción no es tu enemiga, las pasiones no son tu perdición. Son la fuente y motor de tu energía. Sólo debes aprender a consumirlas correctamente, y las sombras te enseñarán cómo. Así, cuando debas transformarte en esta era Acuariana, podrás ser libre de las ataduras de tus bajas pasiones, y les usarás como base para la nueva siembra.

YO: Yo Soy alimento emocional…

SOY: Aliméntate de las emociones que ocultas, y de tus más densos lodos florecerán los más bellos lotos.