YO: Hoy comienza la semana física de Acuario, 10 días de manifestación. Pero… tomando a Acuario como el rey de los Cielos, de la expansión del Aire, ¿qué es lo que recorreremos como cuerpo?

SOY: Los Planetas. Los cuerpos más cercanos a nosotros, los que por su gravedad influyen directamente en nuestros cuerpos físicos. El Sistema Solar es como un cuerpo en sí mismo, y los planetas son sus órganos. Pero no podemos ordenar a los mismos acorde a nuestros cuerpos humanos, pues su estructura es diversa.

YO: ¿Qué es un planeta?

SOY: Planeta viene del verbo griego “planao”, que significa “vagabundear”, caminar sin destino fijo o concreto. A este verbo se le suma el sufijo “-tes” que significa “agente”, sujeto. Así, “Planétes” significa “errante, vagabundo”. Su nombre surge de la nominación griega de los objetos celestiales, que al heredar el análisis estelar de medio Oriente sobre las constelaciones, notaron que algunas estrellas no eran fijas y se movían entre las otras. Por ello les llamaron “Asteres Planetai”, es decir: Estrellas Errantes. Esto hizo que les interpretaran como los dioses que caminaban por los cielos, y por ello, comenzaron a nombrarlos con los nombres de sus dioses.

YO: Algo que hasta hoy mantenemos.

SOY: Sin embargo sólo podían ver algunos, y los más lejanos fueron identificados muchos siglos después, incluso milenios. Urano fue descubierto en el siglo XVIII, Neptuno en el XIX, y Plutón en 1930.

YO: ¿¿1930?? Hace nada, ¡muy reciente!

SOY: Así es. Y aunque ya no se considere Planeta, podríamos considerarlo como tal según la visión griega de ser un objeto celestial que se mueve. Los Errantes del Cielo surgieron de la explosión del Sol hace 4.600 millones de años. Durante el primer tiempo, las rocas se expandieron desintegrándose creando nubes de polvo y gases, llenas de partículas de diferentes minerales que colapsaban entre sí a gran velocidad sin nada que les detuviera. La acumulación de las partículas de hierro hizo que empezaran a fundirse entre sí generando imantación, y esto acabó por generar un propio campo magnético que atraía más y más partículas. Así fue que los gases y polvo formaron núcleos rocosos, que a mayor peso dejaron de expandirse hacia el espacio exterior y empezaron a ser atrapados en el campo gravitacional del Sol. Este peso generó una curvatura espiralada hacia el objeto de mayor gravedad, haciendo que los núcleos de hierro alinearan sus centros hacia la estrella, y empezaran a caer a ella en una danza circular y elíptica que tarda millones y billones de años. En su camino arrastran otras rocas, planetoides, y mucho más polvo, que va formando las capas más gruesas. Cuanto más cerca del sol, más objetos densos y rocosos, que dan lugar a planetas con muchos minerales.

YO: Mercurio, Venus, Tierra y Marte…

SOY: Pero más allá de la presión gravitacional del Sol, el gas se dispersa con mayor facilidad, formando enormes esferas gaseosas.

YO: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno…

SOY: El tamaño enorme de los planetas gaseosos no implica una superficie gigante donde caminar, sino que la mayor parte de lo que se ve hasta llegar a su núcleo son tormentas de gases tóxicos que no cesan nunca.

YO: No podríamos vivir en mundos así…

SOY: La presión gravitacional es demasiado fuerte. Nuestros cuerpos están diseñados para vivir en la Tierra, no en otros mundos, pues la presión sanguínea, nerviosa, que mantiene a nuestros órganos funcionando, circulando, respirando, se debe a la presión atmosférica.

YO: ¿Qué es esa presión?

SOY: Atmósfera viene del griego “Atmós” (vapor) y “Sphera” (Esfera), o sea, la esfera de vapor, de gases. La vida de la Tierra necesita una presión de entre 0,16 y 0,5 atmósferas para poder sobrevivir. Por debajo se produciría hipoxia, falta de oxígeno, mareo, desmayo, y por encima la presión generaría pérdida de conciencia y paro cardíaco. La presión atmosférica habla de la cantidad de peso que soporta tu cuerpo por encima, es decir, de lo que pesa el aire sobre tu cabeza.

YO: ¿Cuánto sería?

SOY: Unos 180 kilos de aire.

YO: ¿¡Qué!?

SOY: Sí, la presión que te sostiene sujeto al mundo es la presión del peso de los gases que te aplastan contra la superficie. Aunque este peso varía según la altitud o la latitud en que te encuentres. En general, los 50 kilómetros que tienes por encima hasta llegar al espacio exterior pesan sobre ti unos 17.500 kilos.

YO: No puedo comprenderlo… ¿Por qué no nos aplasta?

SOY: Por tu presión interna. La evolución de la Tierra construyó cuerpos capacitados para sostener el peso atmosférico desde la presión interna. Si la presión interna no se regula, entonces empiezas a sentir el peso del Cielo sobre ti.

YO: Wow… Por eso empieza a doler la cabeza, a marearnos, e incluso nos puede llevar a que reviente el corazón y las partes sensibles del cuerpo interno.

SOY: Pues ahora imagínate yendo a un planeta con una presión diferente. Marte, por ejemplo, tiene una presión 168 veces más débil que la Tierra, con lo cual si un humano no usase traje bajo presión en Marte, simplemente se desvanecería y moriría, ya que la atmósfera sobre tu cabeza sólo sería de unos 65 kilos. A pesar de su tamaño, Júpiter tiene una presión similar a Marte, aunque su gravedad es mucho mayor, haciendo que alguien como tú, pesando 85 kg, en Júpiter pesaría unos 240 kg más o menos.

YO: Moriría aplastado…

SOY: Antes te desmayarías por la falta de presión, así que no lo notarías… Bueno, y los gases mortales, claro y sus vientos promedios de 400 kilómetros por hora. Como verás, vuestros cuerpos están hechos específicamente para este mundo, y la única forma de lograr vivir en otro planeta sería encontrando uno con la misma o similar gravedad, y con una atmósfera semejante a la Tierra, no sólo por respirar oxígeno, sino por la presión interna.

YO: Sencillamente para no explotar o terminar comprimido, digamos…

SOY: Sí. Ahora que sabes el peso que tiene el Cielo sobre ti, recordemos lo que significa este peso, y para ello, hablemos del mismísimo dios del Cielo.

YO: Urano. Lo que parece ser un mundo sutil de ideas, algo liviano, intangible, de repente cobró mucho más peso que nunca…

SOY: Pues el mundo de las ideas es lo que permite tu existencia interior. Ahora tal vez comprendas la importancia de la gravedad y de la atmósfera y el por qué cuidar tanto su composición. Pues el peso de lo que está sobre ti condiciona a tu mundo interior. Urano es el planeta de la Mente, pero no del pensamiento estratégico o consciente, sino del inconsciente y subconsciente, todo aquello que no ves, que te condiciona, que pone todo el peso sobre lo que eres: tus creencias, las creencias de los demás, la cultura, los patrones familiares y ancestrales, la religión, los pensamientos recurrentes y cíclicos, los laberintos mentales. Urano es el peso de las estrellas sobre tu cabeza, es la gravedad de cada errante sobre ti. Por esto este planeta es ligado a lo profundo de la mente espiritual, de la conexión con planos superiores, con la canalización, con la astrología, la interpretación de todo aquello que te condiciona desde lo invisible y sutil, que bien sabes ahora, tiene un peso determinante sobre ti. Que no lo veas o no lo sientas, no implica que no condicione tu existencia.

YO: ¿Sabes? Esta explicación me hizo entender con mayor claridad esa cuestión de plantearnos ¿cómo puede un planeta que está lejos afectarme a mí? Lo mismo que podía opinar sobre el Aire, la atmósfera, que en lugar de dispersarse, como parece hacerlo, se contrae presionándonos. Tal vez la gravedad de estos planetas ejercen el mismo peso, en distintas escalas.

SOY: La presión de los Cielos, la gravedad del Sol, de la Luna, de los otros planetas, afectan en función de su cercanía y peso sobre la Tierra. El Cielo es la principal fuerza. ¿Recuerdas con qué relacionaban los antiguos al cielo?

YO: La Vaca y el Toro.

SOY: Por más que la raíz sea extraña, el cielo es el punto más elevado, lo alto de una montaña, algo que llamaban Orós, origen de la palabra orografía (estudio de las montañas o el terreno). La fuerza de la montaña y el cielo incorporado a ella, se relacionan a un animal indoeuropeo ya extinguido, un Toro semejante a un Bisonte que los pueblos bárbaros llamaban “buey salvaje de montañas”, el “Uro”. En las lenguas semíticas, “uros” y “ur” conectan las raíces montaña con luz, aquello que está el lo alto. Teniendo en cuenta que la vaca y el toro eran el símbolo celestial, podemos interpretar que el Uro puede ser uno de los orígenes de la palabra “Celestial” (Urano). Sin embargo, también podría originarse de conceptos védicos como “Lluvia” (“värsa”, relacionado al dios hindú del mar Varuna), lo cual nos da la idea de que el Cielo, Urano, vivía sobre las nubes, y con sus aguas fecundó la vida en la Tierra. En la mitología griega, Urano era el padre de todos los dioses, y su hijo Cronos (el Tiempo), quiso tomar su lugar quitándole el poder, cortando sus testículos, que hizo que su semen cayera desde el cielo, entre las nubes, sobre las aguas del mundo, dando origen a Afrodita, diosa del Amor, la Belleza, que diseñó la vida.

YO: Venus para los romanos…

SOY: Así es. Siendo Cronos el dios romano Saturno. Quien ocupó su lugar delante de Urano, más cerca de la Tierra, junto a su hermano Zeus (Júpiter para los romanos).

YO: Entonces, Urano es el cielo, el Toro, que fertilizó la Tierra, Gea, y en esta historia, la “leche”, de la galaxia, sería el semen.

SOY: Y esa siembra son las semillas espirituales descendiendo al mundo, naciendo en la materia, encarnando.

YO: Las ideas manifestadas…

SOY: Urano es uno de esos planetas que, por encontrarse lejos, muy lejos, de la Tierra (casi 10 años físicos de distancia y a 3 horas a la velocidad de la luz, afecta los aspectos más sutiles de nuestra existencia. Cuanto más cerca, la gravedad magnética de los planetas en relación al sol mueven aspectos mucho más visibles que movilizan nuestra presión, actitud, estados anímicos, pero cuanto más lejos, afectan cada vez menos, siendo aspectos más sutiles, sensibles, espirituales, sobre los que es necesario profundizar mucho más para descubrir ya que no pueden verse a simple vista. Urano representará toda la mente espiritual oculta, todo aquello que guía tu vida en patrones y mandatos que desconoces, pero que a su vez, te da la capacidad de expandir tu mente a los cielos, ver el infinito, conectarte con tu propio espíritu y el de todo el Universo. Es el océano de la mente manifestado.

YO: Y todo su peso está en mi coronilla, en el chakra Corona.

SOY: Al menos así lo entenderás hoy para asimilarlo en tu consciencia. Es el peso de tu Consciencia. Urano te recuerda que debes expandirte al mundo de las ideas si no quieres que su peso aplaste tu existencia y condicione tu ser desde el silencio y lo invisible. Enfrenta tus pensamientos. Y hay algo más que debes saber de este planeta y su efecto en los humanos…

YO: ¿Qué?

SOY: Es el único planeta que gira invertido. Es decir, que gira de norte a sur mientras que sus polos se encuentran en la zona ecuatorial. Debido a una fuerte colisión, su eje se desplazó, haciendo que sus polos se mantengan fijos uno en la sombra y otro hacia el sol, mientras todo el mundo gira pasando por los climas cálidos y fríos, como si el ecuador de la Tierra estuviese de forma vertical.

YO: ¿Y esto en qué nos afecta?

SOY: Para ingresar al espíritu, necesitáis cambiar todos vuestros puntos de vista. La conexión nunca será directa, y deberá atravesar las crisis, la ruptura de patrones, deberéis atravesar un cambio de 180 grados en vuestras vidas para profundizar en la divinidad. A diferencia de otros sistemas estelares en que no hay planetas torcidos como éste, en que la espiritualidad no es tan “retorcida”.

YO: Wow, ahora entiendo mejor el por qué este planeta tiene tantos conflictos en relación a lo espiritual… No tenemos eje, es difícil, porque queremos que lo espiritual encaje en un molde terrestre, cuando nuestra conexión con la mente espiritual nos exige girar por completo nuestra mirada…

SOY: Así es. Hay que adaptarse, cambiar el punto de vista, por más bueno que parezca… La forma en que te conectarás será siempre inversa a la esperada.

YO: ¿Cómo hago pues para conectarme bien?

SOY: Te invito a hacerlo físicamente. Observa la imagen de Urano sobre tu corona, y masajea sobre tu cabeza con suaves golpecitos con las yemas de los dedos mientras piensas en aquello que buscas conseguir en tu vida. Analiza las formas en que lo has venido haciendo, e imagina de repente hacerlo de la forma totalmente opuesta.

YO: ¿Por ejemplo?

SOY: Lo que has hecho este año. Tu opción de conexión siempre es viajando, moviéndote de un lado a otro, y este año descubriste que el Yo Soy ha tenido más fuerza cuando te has quedado quieto y fijo en un mismo sitio… Pues si eres una persona que suele estar fija, activa a tu Urano planificando tu proyecto en viajes. Diseña tus objetivos y descubrimientos de la manera inversamente proporcional a las que estás acostumbrado, y podrás encontrar las respuestas de tu espíritu.

YO: Wow… Me pareció increíble, jeje me hizo sonreír.

SOY: Porque has torcido la cabeza como un búho, como un gato o perro que mira tratando de entender algo, y al hacerlo… Me has visto.

YO: Te veo…

SOY: Lo sé…

YO: Yo Sé…