YO: Y hablando de satélites que dan vida… También encontramos los satélites que dan muerte. ¿Por qué Plutón ha dejado de llamarse planeta e incluso se le considera más un satélite que un mundo en sí?

SOY: Primero veamos lo que significa un satélite. La palabra Satélite proviene del etrusco y ha sido tomada por el latín, pronunciando “Satelles, satellitis” al referirse a los cortesanos o guardias de un rey o príncipe. Este era el nombre con el que se conocía a los escoltas de alguien importante, que acompañaban todo el tiempo a esta persona principal en la corte real. Esto se llevó a la descripción estelar, cuando se tomaba a los mundos como dioses. Así pues, las rocas que les acompañan y rodean todo el tiempo, fueron considerados sus guardianes o escoltas, es decir: “satellites”.

YO: Ah, ahora lo entiendo mejor, porque nosotros solemos decir satélites sólo a las máquinas hechas por el humano que vuelan alrededor del planeta, pero no solemos reconocer que la Luna es un satélite, y lo que los demás planetas poseen, es satélites, no Lunas.

SOY: Como bien dijimos ayer, nuestro satélite terrestre se llama Luna. Marte posee dos satélites: Fobos y Deimos. Júpiter posee unos 79 satélites de los cuales los más importantes son Europa, Io, Ganímedes y Calisto. Aunque Saturno supera a todos, con un total de 82 satélites de promedio, los más importantes y llamativos son Titán, Encélado, Mimas, Tetis, Dione, Jápeto y Rea.

YO: ¿¿82??

SOY: Bueno… Es un planeta muy grande. Sin contar las millones de rocas que forman sus famosos anillos. Más allá, Urano tiene unos 27; siendo Umbriel, Titania, Oberón, Ariel y Miranda los más importantes. Neptuno posee 14, de los cuales Tritón y Talasa son los que resaltan. Y Plutón, al final de todo, tiene 5, aunque 4 de ellos son sólo rocas, y uno es especialmente llamativo.

YO: Caronte.

SOY: Caronte es unas 3 veces más pequeño que Plutón, pero aún así, es el satélite más grande en relación al planeta al cual circula. Bueno… Si es que podemos llamarles planeta y satélite.

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque Plutón posee una órbita bastante extraña y peculiar. Para que un planeta sea considerado como tal, debe poseer una órbita fija alrededor de la estrella que circunda, y éste no es el caso de Plutón. Su órbita elíptica es tan alargada que se cruza con la órbita de Neptuno, siendo en ciertos periodos del año el octavo planeta del sistema solar y a veces el noveno, dando el puesto a Neptuno de último planeta del sistema solar (el noveno), y volviendo el resto del año a su puesto número 8. Neptuno no se mueve de su órbita, pero Plutón sí. Y no solo eso, sino que además, el mismo posee una órbita corta sobre un punto invisible, como si el mismo fuese satélite de un eje inexistente.

YO: ¿Cómo puede ser esto posible?

SOY: Lo es debido a la fuerza de Caronte. Este satélite está a sólo  19.640 kilómetros de Plutón. Para entender esto imagina que la Luna fuese unas 4 veces más grande y se encontrase unas 19 veces más cerca, pudiendo verla del tamaño de una pelota de tenis en el cielo.

YO: Bastante grande, realmente…

SOY: La fuerza de la gravedad de la Luna empujaría a la Tierra con tanta potencia que la sacaría de su órbita, y le arrastraría con ella, en una especie de danza en que ambos astros se moverían con un eje invisible entre ellos. Así es como Caronte y Plutón danzan. Por esto mismo, tras el descubrimiento de Plutón en 1930, el mismo fue llamado Planeta, pero unas décadas más tarde, debido a estas irregularidades, se le consideró Planetoide, el mayor de un grupo de astros sueltos en los confines del sistema solar llamados “plutoides” en su honor. Igual que Urano, este planetoide gira con un eje torcido a unos 120 grados aproximadamente, comparado con la Tierra que lo hace a sólo 23 grados, esto posiciona al norte de Plutón en la zona ecuatorial, realizando un giro completo en un poco más de 6 días terrestres.

YO: Debe ser el planeta más frío del sistema solar.

SOY: Bueno… Su lejanía del Sol hace que la luz le afecte poco, unos 230 grados Celsius bajo cero de promedio. La luz tarda unas 5 horas y media en llegar a Plutón desde el Sol, y un humano tardaría un poco más de 9 años. Aunque no podríamos hacer nada allí, pues no sólo es un mundo congelado, sino que además demasiado pequeño.

YO: ¿Cuán pequeño?

SOY: Bastante, más que la Luna. Si extiendes un planisferio de Plutón sobre la Tierra, el mismo alcanzaría a cubrir sólo el territorio de los Estados Unidos, y Caronte, se extendería a lo largo del territorio de Alaska.

YO: Entonces prácticamente no pueden afectar en nosotros…

SOY: Bueno, su efecto es bastante sutil, pero aún así, impactante. Plutón se llama así en honor al dios romano del inframundo, cuyo equivalente griego es Hades. Guardián de los Infiernos, es también el custodio de todos los minerales que se esconden debajo de la Tierra, lo cual le convierte en el ser más rico del Panteón Divino, de allí su nombre, Plutón, que en griego (ploutós) significa “riqueza, abundancia”.

YO: Por ello al gobierno de los ricos se le llama Plutocracia, ¿no?

SOY: Así es. Plutón, es el más rico de los ricos, custodio del mundo mineral, rey de los infiernos, símbolo de la Muerte, donde todos los cadáveres van a parar al morir: bajo la tierra. En la tradición griega, se creía que cuando una persona moría, debía cruzar el río Aquerón, y así llegar al mundo de los muertos. Pero para lograrlo, debían ser trasladados a la otra orilla por Caronte (Kharón), el barquero de Hades, quien pedía una moneda para hacer el servicio. Por esto, griegos y romanos colocaban una moneda bajo la lengua del difunto, para que tuvieran cómo pagarle. Si no tenían monedas, Caronte los retendría un siglo antes de pasarlos gratuitamente.

YO: Trágico… Entonces, Hades y Kharón o Plutón y Caronte, siempre han ido juntos, y representan a los guardianes del inframundo, custodios de los Muertos.

SOY: Y es aquí donde este planeta (o planetoides binarios) influyen en nuestro subconsciente. En la Muerte. Como hemos dicho con anterioridad, a mayor distancia del Sol, más sutil es lo que afecta la presencia de un mundo en nuestras vidas. Y debido a la ubicación de Plutón en el umbral del sistema solar, el mismo representa el final, que a veces se cruza con el subconsciente del alma, el ensueño eterno de Neptuno. Ese final es la crisis, el cambio repentino, el quiebre, el final de algo que nos mantiene unidos a la vida, a la luz del Sol. Es así que Plutón y Caronte dan la bienvenida a la Muerte como proceso de expansión al espacio sideral, fuera del apego de la gravedad solar, hacia el mismo universo.

YO: ¿Representa, pues, la muerte física?

SOY: No, representa la muerte sutil, la fuerza de las sombras más internas que pulsan a la gran transformación, a la manera en que vives los cambios. La presencia de Plutón anuncia la manera en que vivirás los cambios en tu vida, el desapego, la muerte y la resurrección. No hay forma de escaparse de su fuerza innegable, pues toda vida va hacia el cambio, todo organismo tiende a morir. Plutón te recuerda que los cambios son inevitables, y que son necesarios. Pues no hay concepción sin orgasmo. No hay vida sin nacimiento, no hay crecimiento sin esfuerzo, no hay aprendizaje sin error, no hay evolución sin crisis, no hay muerte sin vida. Plutón es la presencia que muestra la belleza en la sombra, en lo oculto. Es imposible verle en el cielo como a los demás, Plutón es invisible a nuestros ojos terrestres, está oculto en la oscuridad, y no puedes prevenirte de cuándo hará su aparición en tu vida. Es lo inesperado, por ello es el rey de las crisis, de la enfermedad en el sentido de detenerse, de revisar lo realizado para empezar de nuevo.

YO: Plutón me lleva a la revisión de mis sombras… Para poder crear. ¿Esto es por lo que hablamos de este mundo en el chakra Sacro? 

SOY: Pues el Sacro es donde la dualidad de este sistema binario de planetoides hablan de polaridad, de equilibrio en la creación, manifestación. El chakra Sacro contiene los órganos plutonianos y escorpianos, donde todo lo que se vio con la luz pasa a la más profunda de las sombras, donde la esencia es absorbida. Allí se esconden las más bajas energías, es el inframundo del cuerpo físico, es la muerte de lo que ingresó en ti, es el centro que hace que unos pasen al cielo (al organismo mediante el torrente sanguíneo) o al infierno (a ser comprimido como materia fecal en el intestino grueso). Y es la misma energía de disolución y muerte que se traduce como transformación, pues es quien obtiene algo con una forma, para disolverlo y generar una nueva, con una nueva utilidad y propósito, haciéndole pasar la crisis que le convierte en algo superador y trascendental. Es así que este chakra, a su vez, se relaciona con la creación, pues la vida renace de las sombras. Lo que muere nutre la vida, trasciende en ella, creando un nuevo ser en el útero o en cada célula que se nutre de tu cuerpo.

YO: La vida nace de la muerte…

SOY: Es la Reencarnación. Tú mismo has muerto y nacido muchas veces, y lo sabes, lo recuerdas. Es la energía de Plutón la que te recuerda que es posible volver después de su juicio, que es su presencia la que te impulsa a transformarte en algo nuevo.

YO: Todos negamos a Plutón, incluso hoy decimos que ya no es un planeta, que ya no tiene importancia, como si catalogarlo de una u otra forma no tuviera la presencia que tiene de igual modo…

SOY: Sea un planeta o satélite, sea un sistema binario o una simple roca perdida orbitando de manera irregular alrededor del Sol, su posición es el límite, recordándonos que todo lo que comienza termina, y que todo lo que termina es la semilla de un nuevo comienzo.

YO: Por lo tanto, me recuerda que si lo que busco es transformarme realmente, debo permitirme morir. Sólo así podré renacer.

SOY: Pero el apego al Sol, a la Luz, nos mantiene ligados a lo que nos hace bien, lo que nos hace ser lo que somos hoy, aferrados a esta existencia, sintiendo que los límites son protección, haciendo de una prisión un hogar. Y sin embargo, apegados, atados, seguimos pidiendo a gritos un cambio, el cual sólo lo puede dar la fuerza de Plutón, quien no avisará al llegar, y destruirá lo que eres para permitirte ser de verdad.

YO: Para renovarse es necesario soltar lo viejo. Para renacer, es necesario dejarse morir… Y si lo hago, del otro lado encontraré las riquezas que se escondían debajo de mis sombras…

SOY: ¿Estás listo para morir?

YO: Sí, estoy listo para nacer.