YO: Un átomo, un planeta, una galaxia…

SOY: Todo es lo mismo. Todo es Uno. Es la Inspiración y la Exhalación Universal…

YO: El Microcosmos es la inspiración que se proyecta en la exhalación del Macrocosmos. Ham… Het… Hum…

SOY: La Novena Dimensión.

YO: ¿Cómo comprenderla? Sé que en la mitología khemul (del egipto atlante), la 9D era conocida como “La Respiración de Dios”. El Suspiro Divino que escribe todas las cosas.

SOY: “Holograma”. Como ya hemos dicho. Pero aquí, se hace lo único real y posible. Aquí el holograma encuentra su origen, su inicio y fin, su lógica y sentido, aquí es tangible. La Respiración divina se encuentra en el proceso de Inspiración (Ham), el de sostén (Het) y el de exhalación (Hum). La historia explica que todo el Universo es una constante respiración invisible que se contrae hacia el microcosmos, hacia la mismísima esencia de la consciencia, la mente, la imaginación; y allí contempla todas las cosas juntas, la maravilla que es capaz de lograr, en ese instante neutro, de inacción, sosteniendo todo; y entonces, reconociendo cada uno de sus extremos, se permite exhalar, librar la energía contenida, proyectándose hacia afuera, al Macrocosmos. Lo interno y lo Externo no son más que una proyección de la respiración de la mente.

YO: Respirar… Volver a aspirar… Aspiración… “Spiratio”: origen latino de “Espíritu”. Aquí es donde nace el concepto de Universo Espiritual, de Dios como el Gran Espíritu Cósmico… Es la gran Respiración, y todos aspiramos a ser Él, Ella… Eso.

SOY: A ser la Novena Dimensión. El Universo Holográfico. Para entenderlo, debes contemplar el origen de todos los toroides que componen la 8D, surgida de la 7D. Unidos, crean una esfera que, si bien no es perfecta, dibuja los confines de la curvatura de la constante del tiempo y el espacio. Es lo que da la idea de eternidad, no por su expansión a lo infinito del espacio, sino por la constante contracción y distensión de los toroides, que vuelven una y otra vez a manifestarse en todas direcciones, retroalimentándose. La luz emanada de la potencialidad de la 7D, perfumando de datos la esencia de la 8D, no son más que códigos en constante expansión y contracción para la 9D. Aquí es donde se comprende la concepción de Dios, pero no el que proviene de la noción humana de “Día”, sino el Dios que lo contiene todo: “Elohá Elohim”, el Gran Soy entre todos los que Son, Dios de Dioses. Para los primeros filósofos de la Tierra, Dios no era un Individuo, sino aquello que une a todos los individuos. Veían que los ciclos de la naturaleza poseían un pulso y ritmo constante, desde las estaciones, el ciclo del agua, el movimiento del sol y la luna, la respiración de un bebé, el crecimiento de una planta, la vida de una montaña, todo, en distintos niveles, parecía estar vivo, respirar. Por ello a Dios se le conocía como el Camino Eterno de la Gran Respiración: “Sau Isnah”.

YO: Recuerdo que esta es la manera en que nos saludábamos en Khem hace 12000 años: Sauisnah… Como un “buenos días” más complejo, en que queríamos decir: que el camino divino se exprese en ti, o algo así.

SOY: El Universo es sólo respiración, y a nivel holográfico, puedes comprender que cada forma que tocas es la contracción del tiempo y el espacio. Cada energía que sientes es la contemplación de la manifestación cósmica. Cada vibración que resuenas es la expansión de la esencia constante. Desde la Dimensión 9, todo es sutil, todo es imaginario, todo es…

YO: …Mente.

SOY: Así es. Aquí es donde surge la imaginación, el Mentalismo, la Correspondencia, la Vibración, el Ritmo, la Causa y Efecto, la Polaridad, la Generación, es decir, las 7 Leyes Universales. Aquí toman forma, toman sentido, en la existencia holográfica de una inspiración eterna que diseña en cada exhalación la belleza de lo que tus sentidos son capaces de percibir, y todas las maravillas que aún no son capaces de procesar.

YO: Es muy difícil comprender esta dimensión.

SOY: Porque no existe nada que como humano puedas experimentar en propia piel. Pero tal vez, sí puedas entenderlo con la simple imagen del Cine.

YO: El Cine… Como… ¿Ir al cine?

SOY: Cine viene de la palabra griega “Kiné”, que significa “movimiento”. El cine es el Séptimo Arte, tras la Arquitectura, la Escultura, la Pintura, la Música, la Danza y la Literatura, encuentras el Cine. Éste hace referencia al Teatro pero capturado en la edición de una posproducción que se registra sobre una película de celuloide sintético.

YO: ¿Cómo?

SOY: Las cámaras lograron grabar imágenes registrando la luz reflejada de los objetos en movimiento gracias a las partículas fotónicas. Mediante la unificación de capas fotosensibles a distintas gamas de los rayos de luz, es decir de diferentes colores, se logra atrapar la luz registrándola sobre estas capas de celulosa de acetato, cubiertas por una piel muy fina (llamada en latín: pellicula). Captando por fracciones estas imágenes en un rollo que gira ante el teatro realizado, focalizado en las lentes de una cámara que justamente focalizan la luz hacia el punto específico sobre la película de celuloide, se puede registrar la idea de movimiento (que da lugar al inglés “movie”: película). Una vez registrada, es momento de proyectarla. Aquello que la luz, en su irradiación, registró en una película en movimiento circular, es proyectado en un cine colocando una potente luz detrás de la celulosa en movimiento, que hace que sobre una tela en la pared, puedas ver aquel registro de luz moviéndose. Y el Teatro se vuelve intangible, un arte holográfico, que aún sabiendo que contemplas fotones sobre una tela en una pared, despiertan ideas, emociones, voluntades en los espectadores. ¿Te atreves a analizar esto como si fueran las dimensiones?

YO: Veamos… Supongo, pues, que los Actores y Actrices son un individuo que juega a ser muchos, otras personalidades; lo cual me recuerda a la Sexta Dimensión. Todos siguen un Guion, que es la Quinta Dimensión, y una historia teatral no tiene orden temporal, puede jugarse con los tiempos, ir del futuro al pasado, con lo cual la historia está en Cuatro Dimensiones. La escenografía está en Tercera Dimensión, igual que quienes interpretan los papeles. La idea general es la estructura o intención teatral, que es la Segunda Dimensión. La historia posee un inicio, nudo y desenlace, principio y final, lo cual la convierte en Primera Dimensión. Ahora, volviendo a la Sexta, puedo entender que la razón por la cual veo a los actores y actrices es gracias a los fotones, los colores, la luz que se refleja sobre ellos y en distintas frecuencias me permite observarlo; es decir, la Séptima Dimensión. La película celuloide que rota sin cesar registrando cada dato de la Luz en las finas capas fotosensibles, es la Octava Dimensión captando cada información de lo que sucede, registrándolo todo. Y la misma potente luz de la 7D es la que, a través del movimiento toroidal de la 8D proyecta los hologramas lumínicos que me permiten ver las otras dimensiones en una pantalla; y esa proyección, es la 9D.

SOY: Perfecto.

YO: Entendido.

SOY: Es la forma más humana en la que puedes ver el funcionamiento de la 9D. Ahora bien, el mismo es un circuito cerrado, es decir, que la misma proyección que ves en la tela sobre la pared, es la que provoca suspiros en los espectadores e inspira a algunos a volverse directores o intérpretes de nuevas películas cinematográficas. Esto les impulsa a crear nuevas ideas, nuevas figuras, guiones, actuaciones, historias, y registros que inspiren a otros a contar su propia historia, a vivir su propia producción.

YO: O sea que desde la 9D encontramos la inspiración para producir, crear, manifestar nuestras historias… Es como si en algún punto, inspirados por las historias de otros en el Universo, nos lanzamos a crear las propias, y ahora nos encontramos actuando en nuestra propia película, que no es más que otra proyección en la mente Cósmica.

SOY: La 9D es la Historia más inspiradora de todas… Así que, si quieres conectarte a esta dimensión, ya sabes qué tienes que hacer…

YO: …Inspira…

SOY: …Contempla…

YO: Exhala…