SOY: ¿Cuál es tu pasión?

YO: Emm no lo sé… Tal vez, enseñar, educar…

SOY: Y por ello es lo que más te pesa.

YO: ¿En qué sentido?

SOY: Educar te fascina, podrías estar horas, y es justamente lo que más te agota, pues tomas tanta energía para hacerlo, que acabas agotado…

YO: Es verdad… No me tomo tiempo para descansar. Estos días me estuve levantando muy temprano para ir a las pirámides con la gente, luego explicar mil cosas, escribir el post de cada día, luego seguir con las conferencias, y más tarde con la alineación. Le dedico tanta energía que me agota, pero es algo que me apasiona, y aún así termino dolido, con peso, cansado, y todo quemado en la cara por el sol… Pero bueno, es lo que uno se lleva por hacer lo que le gusta.

SOY: Por ello es tu pasión. ¿Sabes qué es la pasión?

YO: No…

SOY: Sufrir.

YO: ¿¡Qué!?

SOY: Pasión, viene del latín Passio, que es la formación lingüística en sustantivo de “Patire” (sufrir), que significa Dolor.

YO: ¡Ah! Ahora entiendo lo que dicen “la Pasión de Cristo”. Siempre pensé que me parecía raro que describan como apasionante a una tortura. Solemos relacionar a la palabra Pasión con cosas románticas, o cosas que nos fascina hacer, sin embargo, por lo que dices, la pasión es algo muy negativo basando en dolor. ¿Por qué le hemos puesto un atributo tan diferente?

SOY: Es una enantiosemía. ¿Te acuerdas de los enantiómeros?

YO: Las moléculas que son idénticas pero espejadas y sus cualidades son completamente opuestas, haciendo beneficiosas a unas y dañinas a sus reflejos.

SOY: Pues la palabra Pasión es un enantiómero semántico: enantiosemía. La palabra surgió de la idea de sufrimiento, pero con el tiempo se convirtió en un sinónimo para describir lo que nos cuesta conseguir lo que queremos. “Sufrí para conseguirlo pero lo logré”, “esto me encanta pero me dolerá pagarlo”, “Quiero cambiar el mundo pero es una tarea muy difícil y agotadora”. Podría dar miles de ejemplos, pero los humanos en general suelen entender que para lograr algo hay que esforzarse, trabajar duro; y esa labor, desde los conceptos ancestrales, está relacionada a los dolores producidos por trabajar en el campo para conseguir comida. Es difícil obtener lo que quieres, y necesitas esforzarte para lograrlo. Nada llega simplemente porque sí, a no ser que hayas logrado comprender cómo funciona la cocreación y manifestación alquímica. Por ello, si hay algo que te gusta mucho, debes poner mucho esfuerzo para obtenerlo, conseguirlo, vivirlo; y por ello, este esfuerzo se entiende como dolor. Así, en la misma página, la palabra sufrir es sinónimo de conseguir algo mediante el esfuerzo. Así, Patire, con su dolor “Passio”, se vuelen Pasión. Lo que te fascina hacer, por lo que harías lo que fuere con tal de lograrlo.

YO: Entiendo… O sea que la pasión se encuentra en el esfuerzo… O mejor dicho, con esfuerzo consigo vivir mi pasión.

SOY: Lo que te apasiona te desgasta, consume tu vida, exige demasiada energía de tu parte, y hace que varias células mueran en ti. Yo no te recomiendo tener pasiones, sino “hacer cosas que amas”.

YO: Claro. ¿A qué se refieren cuando dicen “bajas pasiones”?

SOY: Hay distintos tipos de pasiones, es decir, de dolores en el cuerpo. Las bajas pasiones son las dolencias de la parte inferior del cuerpo físico, las relacionadas a las necesidades: dormir, comer y reproducirse, que podemos traducir como los motores de la vida, pero que a su vez nos llevan a ser dependientes de lo externo, desgastando nuestra energía personal en tratar de conseguirles. Las pasiones del corazón son los romances, la necesidad de sentirse amado, necesitado por el otro, lo cual activa el servicio, el ponerse a disposición del otro para así tener una recompensa emocional. Las altas pasiones serían las artes psíquicas, intelectuales, el arte, la interpretación, la filosofía, el servicio. Todo aquello que se basa en una necesidad, estará alimentado por la pasión, por el esfuerzo que has de hacer para lograr conseguir el objetivo. Pero también hay otro tipo de pasión, una que no tiene que ver con la realización de algo que deseas o necesitas.

YO: ¿Cuál?

SOY: La que te hace sostener al otro, la pasión que te hace sentir lo que siente el otro, ayudándole a cumplir sus pasiones, a resolver sus pesares, a identificar sus esfuerzos y acompañarles para hacerles su camino más llevadero. Esa pasión es la que conoces como Compasión.

YO: ¿Sería una pasión conjunta?

SOY: La palabra griega para compasión es Syn Pathós, que dio origen a Simpatía, es decir, acompañar el dolor, la emoción, lo que siente el otro. Pero en Roma, tomaron la palabra griega y la latinizaron, convirtiéndola en “Campasión”, palabra que tomó un significado más profundo que su homónimo griego.

YO: Tener compasión, ¿no es apiadarse de los que sufren?

SOY: Es sentir lo que los otros sufren, y actuar en función de dicho sufrimiento para ayudarles a salir de él. La compasión es el atributo emocional por excelencia, que muestra la capacidad de un ser de ponerse en el sitio del otro.

YO: Pero… ¿no es lo mismo que empatía?

SOY: Oh no, pues la empatía sólo describe la sensibilidad de un ser ante lo que siente el otro, ponerse en su lugar sólo en relación a lo que siente, sin prever resoluciones. La Compasión, por otro lado, no descansa hasta buscar la resolución, ayudar a esta persona a salir de este estado, a transformarlo. Cuando ves un niño herido, cuando ves un animal abandonado o con hambre, un árbol talado, una persona dolida o sufrida; sentir compasión nos hace saber que estamos compartiendo el sufrimiento, el dolor, pero que pones la intención de salir adelante, a flote, buscando soluciones para resolver este momento de tension o dolor.

YO: O sea que sentir compasión me vuelve no sólo un ser empático y sensible, sino también un transformador de esa energía.

SOY: La palabra Pasión dio también origen a un adjetivo que conoces como “Pasivo”. Este término describe que el dolor te impide moverte, y como en la enfermedad, debes permanecer quieto para ser ayudado, recibir energía en lugar de darla y activarte. Se relaciona Pasivo al dolor, al permanecer en quietud. Pasivo es el aspecto negativo de la acción, por lo que la pasión es el movimiento en negativo de la energía, el que desciende la inspiración de lo divino hacia lo material, como por un embudo. Es una suerte de depresión energética, que atrae lo que te fascina a ti, pero el esfuerzo genera tal desgaste de energía que ves a la fuerza desaparecer por un drenaje energético. Pero allí, al fondo del abismo, se encuentra con la Compasión, con el mismo sentimiento multiplicado de parte de los otros, como un árbol que sostiene al otro con sus raíces. La Compasión entiende el problema, el sufrimiento, y lo trata de resolver, elevando su vibración.

YO: Creando un toroide emocional.

SOY: Exactamente. Un toroide de empatía, simpatía y compasión.

YO: El dolor siendo la clave emocional que despierta a resolver los conflictos, a evolucionar, a trascender lo que no podemos ver. Como un trauma que puede ser visto desde la visión física como un golpe o herida, tanto desde el nivel psicológico como una herida emocional. El dolor recuerda lo que debemos trabajar, lo que debemos asimilar, comprender, trascender, sanar, y sus resultados nos hacen crecer, expandirnos, ser mejores personas.

SOY: Por esto la Compasión es la clave de muchas culturas para mantener a la especie unida, sobreviviendo; pues la misma es la clave de comprender todo sistema emocional sin aferrarse a la emoción y hundirse en ella, sino sostenerse los unos a los otros para seguir avanzando, evolucionando. Como un bosque que abraza a los árboles sosteniendo a los más viejos.

YO: Cómo las personas que buscan maneras de ayudar a otras, creando instituciones, haciendo movilizaciones…

SOY: La Compasión es la actitud de toda emoción. Es la que nos motiva, nos moviliza a actuar en favor del gran ser que soy en conjunto con los demás. Es la emoción eterna, clave de la evolución del alma.

YO: Es la voluntad que me moviliza a transformar mis sombras en luz, eternamente…

SOY: Descubre la Compasión que vive en ti, y mediante su voluntad, podrás transformar al Mundo.