SOY: ¿Te has preguntado por qué haces lo que haces?

YO: ¿Qué significa “Por qué”?

SOY: Ya sabes lo que significa “qué?”, es el objeto u objetivo de una acción, la partícula “kwo” del indoeuropeo que se refiere a algo inconcreto de lo que se busca su aspecto concreto. La pregunta se realiza para buscar las maneras de manifestar este “qué”, que podría traducirse como “cosa”. Cuando agregas el sustantivo de causa “por”, originado del latín “pro” (hacia delante), en español obtienes la idea que cuestiona la causa, motivo, origen de un hecho, de un objeto, una realidad. Por más que la idea de “pro” hable hacia delante, de futuro, en la pregunta se refiere al motivo por el cual este futuro se desarrolla. Es decir, tomando al concepto “qué” como un objeto atemporal, ancla de las razones de lo que es, haciendo que el futuro no sea estrictamente ligado a lo que vendrá, sino a las razones por las cuales ha surgido en ese futuro probable.

YO: Jamás habría pensado que explicar la pregunta “por qué?” fuera tan complicado.

SOY: A veces damos por hechas muchas palabras que repetimos sin consciencia alguna, y al llevarle consciencia, luz, claridad, descubrimos cosas muy profundas. En la lengua sajona, en inglés, el origen de esta pregunta surge del declinativo causal indoeuropeo, que es “-i”, por lo que “kwo”, se convierte en “kwi”, dando origen al conocido “why”.

YO: ¿Declinativo causal?

SOY: En las lenguas, la estructura idiomática es diferente, ya sea por construcción de sustantivos, adverbios, prefijos y sufijos, o por otro lado, mediante enclíticos y declinaciones que modifican a la palabra en sí. Como por ejemplo “manus” (mano) y “manibus” (con las manos). Debido a las declinaciones, las lenguas se diversificaron aún más, creando variedades que hoy parecen inconexas. El Declinativo causal, es el que indica la razón de las cosas, el por qué suceden, siendo el “qué” en este caso la causa que origina el hecho. Por ello te pregunto. ¿Sabes por qué haces lo que haces?

YO: Supongo que sí… Y para ello debo ir a los orígenes de las cosas. Buscar la raíz de los hechos. Me pregunto, entonces, ¿por qué? Y… Ahora que lo pienso, no encuentro respuesta. ¿Por qué hago lo que hago?

SOY: ¿Por qué crees que no encuentras la respuesta?

YO: Por que son muchas… Muchas razones, muchas causas.

SOY: Dímelas.

YO: Empezando desde hoy hacia atrás, si me pregunto ¿Por qué hoy actué como actué ante una situación ante la cual nunca habría respondido de esta manera?, encuentro la respuesta en “porque desde hace 8 meses que vengo preparándome en mi eje, y empecé a saber distinguir cuándo uno actúa por amor y unidad, y cuándo uno debe aprender a poner límites y cuidarse en esta realidad. Hoy tuve que poner límites en mi vida, y agradezco a quien me ha servido de reflejo por haberme mostrado que puedo hacerlo. En otro momento nunca lo habría podido hacer, y en mi vida, aprender a hacerlo me muestra que he estado trabajándome lo suficiente para saber decir “no” cuando antes me costaba mucho esta respuesta. Entonces, me pregunto ¿por qué me he preparado estos 8 meses?, y me respondo: porque siempre hablé del camino del YO SOY, pero nunca me había dignado a atravesarlo, eludiendo el trabajo interior en pro del exterior.

SOY: ¿Por qué eludías tu trabajo interior del Yo Soy?

YO: Porque siempre creí que mi misión era con el mundo, que lo que debía hacer era para el planeta.

SOY: ¿Por qué pensarías eso?

YO: Por mis recuerdos, desde los 12 años que mi vida se ha basado en lo que no he podido resolver en la época Atlante sobre la red planetaria, la conexión del mundo, hacer de este planeta un digno hogar de la humanidad.

SOY: ¿Por qué quieres construir un digno hogar?

YO: Tal vez porque mi familia siempre tuvo un trauma con no tener hogar. Como ya te dije, mi abuela murió dolida porque mi abuelo no le dejó casa, mi abuelo murió dolido porque su padre le negó la posesión de la casa, mi madre fue expulsada de su casa por su propia familia, y siempre hemos vivido de alquiler mudándonos al finalizar el contrato, cada dos años.

SOY: ¿Por qué la historia de tu familia se proyecta en la historia del mundo?

YO: Creo que es un código personal que he buscado para recordarme todo el tiempo la necesidad de reconstruir el hogar para la Familia que somos todos, y que, en cierta forma, todos necesitamos esa seguridad, pues todas las familias han sido exiliadas en algún momento habiendo perdido todo, dejándolo atrás, ante tantas guerras, hambrunas, migraciones, exilios.

SOY: ¿Por qué te consideras un exiliado si nunca lo has sido en esta vida?

YO: Sigurd… Hace 900 años en Noruega, mi nombre era Sigurd, y mi propia familia me echó de mi casa, de mi territorio, con sólo 20 años de edad, por no cumplir con el mandato de mi padre. Quedé vagando por distintas regiones y reinos, muriendo solo en Tierra Santa, abandonado por el mundo.

SOY: ¿Por qué permitiste que te abandonara el mundo?

YO: Porque yo mismo me abandoné. Creí que yo no valía nada, eso fue lo que me hicieron creer toda la vida.

SOY: ¿Por qué creías no valer nada?

YO: Porque no me sentía digno de pertenecer, pensaba diferente, era la oveja negra de la familia, y por ello en esta vida me quise poner sobre el hombro la responsabilidad de sanarla, de honrarla. Elegí no tener padre, para no volver a vivir el mismo mandato o exilio, pero aún así, perdí a parte de la familia en el intento de ser yo mismo.

SOY: ¿Por qué la perdiste?

YO: Por que me perdí a mí mismo. Porque solté el control de vivir por los demás, que era la clave de mi pensamiento, y empecé a vivir por mí mismo. Dejé atrás la idea de sostener a la familia en el momento en que conseguí sanar mi historia comprando una casa. En ese instante que manifesté lo propio, solté esa responsabilidad.

SOY: Entonces, ¿por qué sigues haciendo esto por la familia planetaria?

YO: Porque aún no suelto ciertas cosas. Aún siento que me debo a mi hermano gemelo de hace 900 años, quien dedicó su vida a la conquista de Escocia, y murió en el intento. Siento que aún necesito hacer las paces con él. De igual manera que siento la necesidad de hacer las paces con la historia de Shiw, de hace 12000 años. Me siento responsable de todo un pueblo.

SOY: ¿Por qué?

YO: Porque sentí que les abandoné, que aunque sabía lo que vendría (la caída de nuestra civilización), me fui sin tener idea de qué podía hacer por ellos.

SOY: ¿Por qué les abandonaste?

YO: Tenía miedo… No sabía qué hacer. Era una responsabilidad que no entendía cómo gestionar. Pero que ahora creo poder hacerlo.

SOY: ¿Por qué?

YO: Porque ahora tengo las respuestas, ahora entiendo el por qué.

SOY: ¿Cuál es el por qué?

YO: Porque Yo Soy. Todo lo que hago, no lo hago por el mundo, lo hago por mí. Cuando comenzó la pandemia y el camino del Yo Soy por la Tierra se tuvo que cancelar, entendí las razones del cambio. Este camino es de cada uno antes de ser colectivo. La causa de todo lo que vivimos es la elección personal, por lo tanto, no podía buscar las causas en vidas pasadas, ni en situaciones de la historia ajena, ni en otros, ni en la genética, ni en los mandatos espirituales. Todo estaba en mí. Yo Soy la causa, pues Yo Soy es el origen.

SOY: ¿Por qué haces lo que haces?

YO: Por que es mi voluntad. Soy yo quien decidió vivir esto, más allá de cualquier mandato de la historia, del cuerpo, del alma o de la mente, más allá de cualquier circunstancia, emoción, vínculo, creencia, expectativa o proyección, la única causa que veo, soy yo mismo.

SOY: Cuando comienzas a preguntar “por qué”, empiezas a disipar las dudas que carcomen tu mente hasta llegar a la respuesta más simple de todas, en el origen de toda existencia. Puedes estar eternamente preguntándote por qué, y cada vez que lo hagas, no te detengas en nimiedades, en perspectivas. Las causas pueden ser miles, pero todas las causas tienen una original. Todo lo que ves en el mundo, lo ves con tus ojos, lo contemplas con la chispa de tu visión interna, eres tú la única razón por la cual el mundo que ves existe. No hay culpable sin responsabilidades, más que aquellas que diseñas para ti. Cada paso que has tomado, es la causa de un efecto que vives. Pero sólo tú has tomado esa dirección, has elegido ese paso, has accionado tu andar desde la voluntad.

YO: Yo Soy la causa de toda acción, soy respuesta de toda pregunta.

SOY: La pregunta “¿por qué?” traza el mapa de tu mente, recordándote el camino transitado. Empieza a escribir todos los por qué que vengan a tu mente, y sin necesidad de apuntar la respuesta, escribe el árbol genealógico de tus causas. Estas preguntas serán respondidas mediante la contemplación de tu andar. ¿Por qué existes?

YO: Porque decidí salirme de mí para experimentar el universo.

SOY: ¿Por qué eres quien eres?

YO: Porque cada decisión que tomé me trajo hasta aquí.

SOY: ¿Por qué estás aquí?

YO: Porque es mi camino.

SOY: ¿Por qué es tu camino?

YO: Porque Yo Soy el Camino.

SOY: Porque yo soy el por qué.

YO: Porque yo soy la causa.