YO: Sé que las preguntas más existenciales del despertar espiritual son ¿qué?, ¿quién?, ¿Por qué? y ¿Para qué?, pero tal vez para un ascendente en Capricornio desde sus 28 años de edad, las preguntas más importantes son las que nacen a partir del chakra Sacro, empezando por la más desesperante de todas: “¿Cómo?”.

SOY: El Sacro es el centro creativo, y por lo tanto, el que diseña las realidades, la mismísima creación. Su pregunta, es la que nos lleva a buscar las maneras de realizarlo, de manifestar algo. “El Modo”. En indoeuropeo, esta pregunta surge de la formación “Modo o medio de realizar algo”, que dirías “kwo-medi”, “Kwo” siendo el objeto, ese algo, y “Med” siendo el medio, la forma, el modo. En latín esta pregunta derivó en “Quo modo” (de qué modo), que en español se tradujo abreviando ambas palabras a “¿Cómo?”. En inglés sucedió lo mismo, en que Kwo se tradujo a “Hwo”, agregándole la partícula de motivo “(w)-i” (que vimos en la pregunta “why”), dando así “hwo-wi”, que dio origen a “How?”. Ambas lenguas tienen el mismo origen: forma en que se desarrolla un objeto. El modo. La palabra “med” que da origen a la idea de modo de hacer algo, es la palabra para “medir”, es decir, que habla de tomar medidas, ver los tamaños de algo, tanto a nivel objetivo como subjetivo, físico o conceptual.

YO: O sea que el cómo define las medidas de un objeto, y por lo tanto, los pasos en la definición de su forma.

SOY: Una mesa será definida por la medida de sus 4 lados, de la altura de la tabla de madera, el ancho y el largo de la misma. Las medidas con sus límites son los que definen a una mesa diferenciándola de un árbol o de un bosque. El modo en que está cortada, unida, ensamblada, pintada, construida, da sentido a lo que es. El “cómo” diferencia un humano de un diamante, por el simple hecho del ordenamiento de los átomos de carbono. Sin la definición del “cómo”, todo lo que existe serían simplemente átomos de manera desordenada, sin medida.

YO: Así es que el cómo define lo que somos…

SOY: Por el simple hecho de la palabra “definición”. La misma proviene del latín “dé-” (hacia, através) y “fini” (final, fin, término). La definición es llevar algo hacia una limitación, a un fin, a delimitar un objeto para poder así definirlo, y de esta manera, el objeto se determina.

YO: Delimita (dé-limit= hacia el límite, al borde de algo), para Definir (dé-finit= darle un fin, propósito, objetivo) y así Determinar (dé-termini= poner una frontera, un hito que marque el final de algo).

SOY: Las olas de un mar no poseen forma de limitarse ni enumerarse, pues son constantes y se transforman incesantemente. De la misma manera, las ondas de vibración en el universo se sumergen o emergen de las dimensiones, siendo imposibles de determinar, hasta que las mismas se separan entre sí, creando partículas, o generando membranas que dan lugar a células. En estos dos niveles, las ondas empiezan a ser mensurables, y a dar un límite a lo ilimitado, un fin a lo infinito, un término a lo indeterminado. Para el Universo, esto significa orden, significa capacidad de creación, es la habilidad de tomar la infinita luz blanca y extraer de ella todos los colores.

YO: Pero hasta ahora me estás describiendo más las medidas de las cosas que las maneras en que se hacen las cosas.

SOY: De igual modo que el ¿Quién? define lo subjetivo y el ¿Qué? lo objetivo, o de igual manera que las preguntas ¿por qué? y ¿para qué? pueden hacerse desde lo condicional o lo incondicional, y la pregunta ¿cuál? se puede realizar desde la elección o desde la evolución de las cualidades, la pregunta ¿Cómo? puede hacerse desde la medición de una realidad, o desde la manera en que se vive esa realidad.

YO: ¿Cuál es la del ego y cuál la de la esencia?

SOY: El Ego fue diseñado para unificar aspectos, para ser la gravedad del sueño, manifestación finita de lo infinito. El ego es la medida del Ser, el Ego es la delimitación, definición y determinación de una Esencia, de un Ser infinito. Por esto mismo, el Ego no entiende de eternidad, sino de muerte. Así, el ego se preguntará cómo hace las cosas, la manera en que debe realizar su vida, sus proyectos, sus intenciones. El ego buscará las miles de formas de subsistir, analizando todas las probabilidades para obtener un resultado determinado.

YO: Y la esencia, entonces, ¿lo hará midiendo las realidades?

SOY: La esencia es infinita, eterna, ilimitada, y por lo tanto, necesita comprender la existencia mediante los patrones que le constituyen. La esencia armará las ideas, uniendo partículas, creando límites para entender lo que vive en sí, aunque nunca le vivirá directamente. La esencia es el arquitecto, el matemático, el director de obra, quien lleva la escuadra y el compás, y mediante una regla, reglamenta la existencia.

YO: La palabra regla, regir, como equivalente de la ley, ¿tiene su origen en la herramienta que llamamos regla para medir el tamaño de las cosas?

SOY: Así es. Regla viene de “regere” (trazar una línea), y con el sufijo “ula”, marca el instrumento para trazar dicha línea. “Régula”, pues, es el origen de ambas palabras: el instrumento y el gobernante, la herramienta y la ley. Ambos, trazan líneas, un sendero, un camino recto (rectus= participio de regere), por el cual no confundirse. Este camino delimita, marca un objetivo, y por ello, se le ha nombrado “ley” o “reglamentación”. El constructor, el que tiene la idea del plano general, diseñará la existencia, la vida, con una regla de patrones, conectando nodos mediante líneas, vértices mediante aristas, que le permitan trazar las figuras, que en un objeto constituyen la forma, y en un sujeto constituyen el modo.

YO: O sea que el Ser, la Esencia es el diseñador de la creación delimitando las formas de la misma, en tanto el Ego es quien vive y experimenta la creación, buscando los modos de trascender las formas.

SOY: Así es. Por ello el ego se pregunta: “¿cómo lo hago?”, y el ser se pregunta: “¿cómo es?”.

YO: Wow, acabo de entender algo muy importante en mi vida.

SOY: ¿Qué has entendido?

YO: Que toda mi vida me he preguntado cómo hacer las cosas. De qué manera debo hacer esto o lo otro. Desde que tenía 12 años me preguntaba “¿cómo haré para comunicar todo esto a la gente?”, “¿cómo haré para cumplir mi misión?”. Siempre me pregunté: “¿cómo es mejor hacer este proyecto? ¿Cómo hago para lograr cumplir mis objetivos? ¿Cómo debo hacer este camino? ¿Cómo hago para conectarme mejor? ¿Cómo puedo oír a mi yo superior? ¿Cómo sé cuál es mi propósito? ¿Cómo sé si estoy en el camino correcto? ¿Cómo llego a mi destino? ¿Cómo trasciendo mis limitaciones? ¿Cómo me libero de mis patrones?… Tantos ¿cómo? Pero todos tratando de terminar algo, de escapar, de trascender, de avanzar, librarme de algo… Corriendo de la verdadera pregunta…

SOY: Dime, ¿cuál es la verdadera pregunta?

YO: “¿Cómo es?”. ¿Cómo es mi propósito? ¿Cómo es mi camino? ¿Cómo es mi misión? ¿Cómo son mis patrones? ¿Cómo es mi comunicación con los demás? ¿Cómo es mi destino? ¿Cómo son mis limitaciones? ¿Cómo es mi conexión? ¿Cómo es mi Yo Superior? El foco en el futuro, en desesperarse en el cómo terminar o hacer algo, radica en la voluntad del Ego de sobrevivir.

SOY: Pero cuando en lugar de preguntarte a futuro, te preguntas en presente, empiezas a conocer las formas y así entiendes los patrones.

YO: Entiendo ahora, que mi futuro está diseñado en función de lo que soy, por lo que el único manual para saber lo que debo y cómo debo hacerlo, es cuando conozco cada rincón de lo que soy hoy. Para saber los pasos a seguir en un laberinto, debo conocer el mapa de dicho laberinto.

SOY: Cuando descubres que tu vida es un triángulo equilátero, ya sabes que la forma te llevará a tener que doblar 3 veces en un ángulo de 60 grados cada vez, y los 3 caminos que habrás de tomar dependerán de tu velocidad o tus habilidades en cuán rápido o ágil logres hacer los giros al llegar a cada destino, cada vértice. El cómo no está definido por las herramientas del futuro, sino por lo que eres en el presente.

YO: Por ello el proyecto Yo Soy está funcionando tan bien, pues lo estoy haciendo de la manera en que yo soy, no en la manera que espero ser. Porque estoy comunicando de la manera que soy, de la manera que me gusta, porque vivo de la manera que me gusta, hablando con quienes me siento bien, haciendo lo que me sienta bien. Escribir en prosa y diálogo, enseñar en una escuela online, conectar con las pirámides, sentir al mundo, recibir visitas de otros países, hablar sin ocultar nada de mí… Antes tenía miedo, estaba preocupado por la forma en que debía hacer esto. ¿Cómo? Me preguntaba constantemente… Hace muchos meses que no me pregunto esta pregunta, desde que… Yo soy. En Junio y Julio de 2020 tuve mi última crisis del ¿cómo?, cuando debido a la cuarentena planetaria no pude viajar a ninguno de los sitios previstos. La manera en que debía hacer el camino era muy complicada, y cada día me preguntaba ¿cómo lo haré? ¿Cómo podré hacer el camino Yo Soy?

SOY: Y entonces te lo dije. Mi pregunta fue: “¿Cómo eres?”.

YO: Y mi respuesta fue: “Como yo soy”.

SOY: Entonces ya sabes cómo es tu camino. Pues la vida que diseñamos para nosotros, transcurre en función de cómo somos. Observa cómo eres, y sabrás cómo cumplir tu misión. Y si lo que eres no es suficiente para ti, jamás preguntes “¿cómo hago para cambiar?”, sino que pregúntate:..

YO: “¿Cómo soy en Verdad?”.

SOY: ¿Quomodo es? (latín= ¿Cómo eres?)

YO: Ego sum (latín= yo soy).