YO: De todas las preguntas, creo que cada explicación nos ha remitido a algo fundamental, y es que siempre la respuesta yace en uno mismo, en la mente que elige, en la percepción de las cosas… Entonces, todo lo que sucede es por uno mismo, por mí, por mis pensamientos, aún así siga siendo difícil de separar la idea de yo como personalidad, y yo como ser.

SOY: Es fundamental remarcar y recordar una y otra vez la diferencia de ambos tipos de Yo. El Ego es la existencia de la esencia.

YO: ¿Cómo sería eso?

SOY: Como hemos dicho, el atributo del Ser es la Esencia, la cualidad del verbo “ser y estar”. Esencia= Ess (ser) ent (sujeto) ia (cualidad). Cuando alguien se sale de la cualidad de ser, se externaliza de su centro a la periferia, sale de su estado natural, es decir: “existe”, de “ex”=fuera, “stare”= estar, ser. El Yo (proveniente de las leguas indoeuropeas “ego”, deformándose a “eo”, “eu”, “io”, “ia”, “ih”, “i”, o también “ao”, “aha”, “ás”, “és”, “am”), es la expresión, es decir, el sujeto que se libera de la presión interna, para liberarse hacia las posibilidades de la existencia, moverse por la periferia del ser, y así encontrar opciones de sí mismo. La función principal del Ego, del Yo, es buscar opciones, es convertirse en otras cosas que no son el Ser, para nutrir al ser de experiencias.

YO: Es el que vive la existencia mientras el Ser, la Esencia, contempla.

SOY: Por esto mismo, el Ego es útil a la creación, pues es quien existe, quien se mueve de sí mismo para encontrar infinitas posibilidades, nutriéndose de vivencias y aventuras que conformarán las herramientas para crear, recrear y expandirse.

YO: ¿Y cuál es la otra versión del Ego?

SOY: La que no recuerda que ha salido de si misma, la que se olvidó porqué salió, el que olvidó la razón de su existencia, y por lo tanto se convirtió en centro de sí mismo, constituyendo a las herramientas y vivencias como su única verdad, perdiendo la conexión con la esencia, y tratando de armar su propia realidad a partir de creerse el centro de todas las cosas. Uno es el Ego que sale de la esencia para nutrirla de experiencias, el otro es el mismo ego que salió pero que olvidó por qué lo hizo, y no sabe regresar al centro. Los humanos estáis acostumbrados al ego perdido, aquel que se juzga; que consideran un impedimento para encontrar la esencia y la verdad. El ego, como sinónimo de personalidad, impide ver con claridad las respuestas divinas, y las decora de preconceptos mentales (creencias), emocionales (traumas) y físicos (costumbres). Pero toda esa decoración, son herramientas útiles para la idea original del Ego, que se lanzó a buscarles para evolucionar.

YO: El problema del ego ha sido la búsqueda de la herramienta como fin y no como un medio.

SOY: Por ello, debes volver a hacerte todas las preguntas, pero con un propósito específico: Tú mismo.

YO: ¿Qué soy?

SOY: Un conjunto de partículas emergidas de las ondas que se mueven por las constantes de tiempo espacio, y que se han manifestado en tercera dimensión en forma de redes constituidas por un intercambio inteligente de datos, propios de la mente universal.

YO: ¿Por qué soy?

SOY: Porque la esencia es, pero no puede haber sido e intencionar ser otra cosa. La única forma en que la esencia puede manifestarse es saliéndose de sí misma, y tú eres esa única salida que ha encontrado para comprenderse y manifestarse, tú eres la existencia misma.

YO: ¿Para qué soy?

SOY: Para poder descubrir cada una de las potencialidades de la existencia, para poder sentir cada idea volverse realidad, para sentir cada energía volverse emoción y sentimiento, para gozar de cada manifestación en el placer de experimentarle. Para nutrir al universo de sabiduría, y para hacerte capaz de convertirte en un nuevo universo.

YO: ¿Cuál soy?

SOY: El que tú elijas ser. Y has elegido en función de tus cualidades, de tus vibraciones, resonancias. La elección de lo que eres, se produce por lo que vibras, por lo que te conviertes en aquello que vibra en tu ser. Tú eliges cuál de todas las opciones eres en función de sintonizar la vibración del ser que conformas. Esto es, transformando tu mundo interior, cambiando actitudes, espacios, relaciones, ambientes, rutinas, alimentación, intenciones, proyectos, caminos… Tú siempre has decidido cuál de todas tus cualidades eres, sólo debes permitirte aceptar las cualidades que hay en ti.

YO: ¿Quién soy?

SOY: Eres el sujeto que observa la creación, quien determine la manifestación de cada partícula, eres quien da sentido a la existencia, quien decide el futuro en función de su presente, quien sana su pasado en función de su actitud. Eres quien toma la decisión de vivir desde la inconsciencia o desde la consciencia, eres quien se ha lanzado a la aventura de vivir, eres el sujeto de cada objeto, eres quien da sentido al verbo en acción.

YO: ¿Cómo soy?

SOY: Todas las herramientas que has reunido en tu historia, la genética, las emociones, los traumas, las vivencias, la memoria celular, las creencias, ideas, preconceptos, los sentimientos, las actitudes y aptitudes; todo ello ha definido la personalidad, la cual no define quién eres, sino cómo eres. Todo lo que hoy consideras que constituye tu ser, no lo hace, sino que le moldea para un momento concreto en un espacio específico. La manera como eres hoy, es lo que necesitas para lo que eres hoy. No juzgues cómo eres, sino que aprende a utilizarlo en pro de tu existencia y manifestación. Todos son como deben ser, en función de qué, por qué, para qué, cuál y quién.

YO: ¿Cuánto soy?

SOY: Eres cuanto el universo necesita. Eres cuanto basta para que la existencia sea posible. Tu ínfima existencia marca la diferencia, pues la más pequeña de las partículas de tu cuerpo ocupa un espacio sagrado en la totalidad. El espacio y tiempo que ocupan tus proyecciones, el peso de tu gravedad, es el valor que cuantifica la consciencia. Eres cuanto la mente del universo necesita para conocerse. Eres todo y eres nada, y por lo tanto, vales todo y vales nada. Así, cada una de tus respiraciones cuentan en la expansión cósmica.

YO: ¿Cuándo soy?

SOY: En cada instante. Pues el tiempo no es más que la relatividad de tu existencia entre el todo y la nada. Eres infinito. Eres en el pasado, en el presente y en el futuro, pues tu esencia abarca todas las probabilidades de la existencia; y tu Ego, girando alrededor de la Esencia como la Luna de la Tierra, como la Tierra del Sol, se ha fragmentado hacia el infinito para poder vivir cada instante, y mirar cada tiempo a los ojos. Por ello tus células viven cada día el pasado como si fuese hoy, y tu mente interpreta los proyectos en cada instante imaginándolos como si estuviesen ya ante ti. Eres tus ancestros, y el potencial de tus futuros, y así vives eternamente, pues tus átomos nunca desaparecen, sino que se transforman, y lo harás eternamente.

YO: ¿Dónde soy?

SOY: En cada partícula del cosmos, en cada onda, pues cada ínfima parte de ti es la manifestación de una proyección de las infinitas posibilidades de una sola partícula que ni siquiera es partícula, sino una onda que ha decidido comportarse como tal; y una onda es como una ola en el mar, emergiendo y sumergiéndose una y otra vez en la infinitud del océano. El sitio en que crees que estás, no existe, pues todo sitio es el mismo, extendido por el tiempo a lo largo del espacio. Eres Aquí, pues es lo único que existe, y sin importar dónde vayas, siempre estarás donde debes estar.

YO: ¿Soy Yo?

SOY: Eres Tú… Yo Soy.

YO: ¿Por qué yo? Siempre me pregunté esto… ¿Por qué soy yo? ¿Soy yo acaso quien debe estar haciendo esto? ¿No hay nadie mejor para hacer lo que estoy haciendo? ¿Por qué a mí? Esa pregunta que nos solemos hacer. De los miles de millones de humanos que existen, ¿por qué yo? ¿Realmente soy yo?

SOY: ¿Por qué la Tierra de entre trillones de planetas? ¿Por qué el Sol entre billones de estrellas? ¿Por qué la Vía Láctea entre millones de galaxias? La respuesta es simple: Porque así es.

YO: ¿Así es?

SOY: Así, es un adverbio de modo, respuesta a la pregunta “¿cómo?”. “Así es”, define las formas de aquello que es afirmado, que está firme, en eje, en su centro. Implica, pues, que las razones por las cuales es una u otra persona quien vive lo que vive, no son determinantes por una mente superior que señala con un dedo a las personas, almas, o espíritus, sino que es el propio estado vibracional, histórico, de bagaje genético y experiencial que ha modificado tus formas para ser resonante con lo que haces, dices, sientes. Y lo que eres es la Verdad. Lo que la mente universal cree de ti, es lo que crea en ti. Y tú eres el único ser capaz de aceptar esa verdad, pues la constituyes en tus formas. Cuando te preguntes ¿Soy Yo? ¿Por qué yo? La respuesta siempre será:

YO: Así es.

SOY: Y falta un punto final a tu afirmación. “Amén”, del hebrero “amn”: así es, es verdad. Inspira, y dilo sin dudas.

YO: En nombre del Yo Soy… Amén.