YO: Con motivo de la Luna Nueva en Aries me dije “hoy tendré un comienzo diferente”. Me dije “manifiesto la intención de empezar una rutina para mi cuerpo, con ayuno, buena alimentación, ejercicio, despertando temprano, y haciendo todo lo que hacía al principio de este camino allá por Agosto y Septiembre de 2020, así como para mi alma y mente, continuando con clases de piano y pintando”. Así que puse el despertador a las 7:30 am, y me susurré al irme a dormir: “mañana será un nuevo comienzo”.

SOY: …Y?

YO: Desperté a las 10:36, agotado como si no hubiera dormido. Se ve que apagué el despertador, y desperté más tarde que cualquier otro día anterior. Tuve que correr a desayunar antes de las 11 que cierran el restaurante. Y en lugar de hacer lo que había pensado, tuve que quedarme porque estuvieron resolviéndome el problema de la cámara en mi computadora. Y en todo ese tiempo, sigo con sueño… Compré unos suplementos de magnesio y ginseng para poder tener más foco y energía, pero aún no han hecho efecto en mi cuerpo, sólo tengo más sueño… Tengo menos ganas de hacer cosas que cualquier otro día… Me dejé todo listo para pintar, y sólo hice rayas. Miré el piano, y ni le saqué el polvo. Pensé en el gimnasio… Pero preferí sentarme a ver cómo trabajaban en la cámara. O sea… Lo de “intencionar” no me estaría funcionando…

SOY: Bueno, es difícil poner la intención cuando te encuentras “en tensión”.

YO: Intención en Tensión… Qué paradójico.

SOY: Permíteme explicarte la diferencia entre ambas, y cómo se entrelazan para que tengas un día de mierda.

YO: Gracias por ser tan literal.

SOY: De nada. Intención, proviene de las palabras “in-” (dentro, en) y “tentus” (extender, estirar, como en la palabra tendón). Significa que la intención es estar en proceso de extensión, de proyectarse hacia un punto específico, un foco concreto, como una meta o “dar en la diana”. ¿Conoces a Diana?

YO: ¿La princesa Lady D?

SOY: Claramente hoy tienes sólo una neurona en funcionamiento.

YO: ¿Se nota?

SOY: Sí. Diana, es la diosa itálica de la naturaleza. Guardiana de los animales, del bosque, representante de la luz, de allí su nombre: “aquella que es del día” (dies, dia-na). Su atributo es llevar arco y flecha, y nunca falla en aquel objetivo al que apunta. Como el rayo del sol, sus flechas lo atraviesan todo y penetran en la oscuridad, eliminándola. Diana es una representación de la intención, quien extiende su dominio en cada rayo de luz, quien estira del arco para lanzar las flechas hacia sus objetivos. Pero para poder extender sus flechas por el territorio que custodia, debe saber utilizar su arco, y el mismo, sólo logrará llegar más lejos si la cuerda se encuentra en perfecta tensión. La palabra Tensión también viene de “tensus”, de estirar bien algo.

YO: ¿Y por qué una se escribe con “c” (o “t” en el caso de inglés), y la otra con “s”?

SOY: Porque Intención tiene una tercera partícula, sufijo “-tio” que significa “acción”. Intención, habla de “la acción de extenderse en algo concreto”, mientras que “tensión” habla solamente del concepto, del estado en que se encuentra algo. Ambos relacionados a estirarse o estirar algo. La diferencia con “tirar” algo, es que implica separación de un objeto y un sujeto, en cambio, la tensión habla de que uno mismo se está proyectando, estirándose, y por lo tanto, cuando hablamos de “intención”, sólo estamos hablando de cómo uno se proyecta delante, se estira.

YO: Entonces, ¿a qué nos referimos con intencionar algo?

SOY: No sé a qué os estáis refiriendo vosotros, pero te diré lo que yo sé de esta acción.

YO: Bueno, yo pienso que cuando alguien intenciona algo, es que pone toda su atención (justamente) en algo concreto que espera que suceda.

SOY: Por eso sale todo mal.

YO: Wow… ¿Cómo?

SOY: Claro, en esa frase hay dos errores. Atención viene de “ad-” y “tensus” más el sufijo “-tio”, o sea que es la acción de dirigirse hacia lo estirado, pero sin embargo, poner atención, en vuestras culturas es casi lo contrario, tomando el prefijo “a-” como detenerse, o negación (como en “ateo”). Es decir, que por más que su origen sea dirigirse hacia la tensión, lo que hacéis al atender algo es detenerse y escuchar, y ¿cómo llego a esta conclusión?, porque normalmente relacionan esta palabra al siguiente error de tu frase: esperar que algo suceda. La espera, viene de “esperanza” (sperare), siendo en inglés, “wait”, originado de “weg” (fuerte, duro, que está firme en un sitio). No puedes poner algo en tensión si esperas.

YO: Bueno, tenemos un concepto diferente de lo que es la tensión, jajaja porque yo me tensiono más cuando espero que en cualquier otro momento.

SOY: Te explico por qué. ¿Por qué se tensa una cuerda?

YO: Porque la estiro. Lo cual etimológicamente sería una redundancia con la palabra tensión.

SOY: O sea que la tensión se produce en la misma cuerda, no en la flecha.

YO: Aha… Te sigo.

SOY: Esperar que la flecha salga disparada hacia un objetivo sin poner la cuerda en tensión, jamás dará por resultado que des en el blanco. Tal vez caiga a tu lado. Ahora, quiero que saques la idea de arquería, y te conviertas a ti mismo en la cuerda. Si no estás en tensión, ¿a dónde pretendes disparar tu energía? Cada humano es como una cuerda, constituido por cuerdas…

YO: Teoría de cuerdas… Donde todo es un continuo enroscado de cuerdas que vibran como un piano o guitarra, y sus vibraciones manifiestan las partículas.

SOY: Exactamente. La vibración surge de estas cuerdas que lo conectan todo, y tu existencia se debe a la tensión de dichas cuerdas. Intenta tocar una guitarra o un piano que no tenga sus cuerdas ajustadas y en tensión.

YO: Sonará mal, inarmónico.

SOY: Por ello, para que una melodía suene bonito, se necesita un rato de afinación, y esa afinación se da por distención y contracción de las cuerdas. Por ponerlas en Tensión, Tensionar, es decir, “Intencionarlas”. La idea de poner la Intención, es entrar en el proceso de reafinación de la energía, de la resonancia, ajustar las cuerdas sueltas. Durante ese proceso de tensionar las cuerdas, no hay música, y los sonidos son erráticos, igual que los que oyes en una orquesta antes de comenzar su función. Como la vibración genera energía, el proceso de tensionado provoca pulsos energéticos que llamas emociones, que hacen una descarga errática de hormonas en el cuerpo, produciendo un instante de desajuste y desarmonía. Así, en tanto pones la intención, te vuelves un músico reajustando las cuerdas de tu ser, y ello te pone en tensión.

YO: Pero vemos a la tensión como algo negativo…

SOY: Cualquiera que escuche cómo suena una guitarra, piano o violín en el proceso de tensión de sus cuerdas y ajuste de las mismas pensará que es algo horrible. “¿Quién está matando al gato?” podría ser una descripción gráfica de este momento. Ahora, sabiendo que todo es vibración, entenderás que los momentos de tensión, de reajuste, son tensos, duelen, son erráticos, donde poder errar, sonar mal, tener energías negativas, sonidos disonantes. Pero tras la tensión, encuentras la fuerza necesaria.

YO: ¿Para qué?

SOY: Para proyectarte. Vamos por las partes del proceso. En primer lugar, pones “atención” en el blanco, en el objetivo al que deseas llegar. Luego, buscas “distender” el cuerpo, con movimientos flexibles, círculos con la cabeza, los hombros, los tobillos, para “liberar tensión” acumulada. Luego, tomas el arco y la flecha de Diana, poniendo la luz, es decir la conciencia, en el objetivo, y comienzas a tensionar la cuerda, pero para saber dónde debes ir, contienes al arco y la flecha como partes de ti, es decir, aplicas “contención”, lo que significa compartir la tensión. La misma no puede estar sólo aplicada en la mano, sino que debe estar distribuida por todo el cuerpo. El cuerpo se vuelve una extensión del arco y el arco una extensión del cuerpo, así la flecha no sale de la tensión del arco, sino de ti. La flecha, pues, es una “extensión” de ti mismo, es decir, una tensión que se libera a partir de ti.

YO: Entonces estás diciendo que para que pueda manifestar una intención, primero debo pasar por un proceso de tensión.

SOY: Así es.

YO: Y estoy ahora mismo pasando por ese estado de tensión…

SOY: Sí. hay diferentes niveles. El cuerpo se prepara para lo nuevo, distendiendo y tensionando una y otra vez, como un músculo que hace ejercicio y luego debe descansar para hacer el verdadero trabajo. Los momentos de tensión que vives en tu vida, luego deben reposarse para volver a encender un nuevo ejercicio. Tú no has dejado tiempo entre una tensión y otra. Lo que has hecho en los últimos 15 días de Marzo, fue un proceso constante de tensión, los cuales terminaron recién el 6 de Abril. Y ya pusiste una intención de empezar algo sin de tiempo de distenderte, y por ello, has tenido un calambre generalizado en el ser.

YO: De repente entiendo por qué me siento siempre así, como con una resaca después de que venga gente o amigos, en que me siento inútil, agotado y deprimido, enfadado… Es la tensión a la que me someto para un nuevo comienzo, una tensión psicológica que lleva a mi estado emocional a sentirse en tensión.

SOY: Ahora sabes bien que cuando pones una Intención en algo, no estás depositando la esperanza de que pase, sino que te estás proyectando hacia ese algo, y aquí quiero sumar algo más. Extenderte, estirarte hacia un objetivo, hace que lo que eres, y el estado en que te encuentras, se proyecte hacia el objetivo. Pues tú eres quien pone la intención, tú eres quien se proyecta hacia delante. Y si proyectas tu estado de desequilibrio, de tensión, entonces sólo vivirás un día de tensión y desequilibrio.

YO: O sea que cuando intenciono algo pero desde una energía negativa sin haber trabajado primero sobre ese estado, lo que haya intencionado se manifestará en el sentido y resonancia en que yo me encuentro.

SOY: Y he aquí el por qué de tu día de mierda.

YO: Wow… Lo peor que pude haber hecho es poner la intención de comenzar un lunes, día de la Luna, con Luna Nueva en Aries, cuando este día más que comenzar, era para intencionar…

SOY: Y esto implica que debes descansar. Reposar las cuerdas, reestablecerlas. Intenciona respetar los tiempos de tu cuerpo y tu alma, respeta lo que sientes, sabiendo que es parte del proceso. La tensión es necesaria para manifestar tus intenciones. Es la clave de lograrlo. Y esto significa hacer caso a la comprensión que engloba el proceso, algo que se llama “intensión”.

YO: ¿Con “S”? ¿Existe eso?

SOY: Intención con “c” habla de la voluntad de conseguir un objetivo, cumplir un propósito. Mientras que Intensión habla de lo que significa ese propósito y todo el proceso, describe el significado de una palabra o concepto. La intensión es la comprensión de las cosas, es decir, hasta dónde se extienden, o donde abarca un concepto. Por ello, antes de Intencionar algo nuevo, es necesario que intensiones lo que eres.

YO: Al intensionar lo que soy, comprendo lo que me compone, el estado en que mis cuerdas se encuentran, el estado vibracional, emocional en que me encuentro, para saber que desde allí, desde esta tensión es que podré Intencionar hacia delante, hacia mis objetivos, y si no tomo noción de la intensión de mi ser, jamás podré realmente intencionar algo nuevo.

SOY: ¿Lo entiendes ahora? Así que, la tensión es clave para describir en qué estado vibracional, emocional te encuentras, para manifestar lo que eres hacia lo que deseas ser. Y cuando te descubras, deberás someterte a un periodo de tensión inevitable en que te sentirás mal, hasta que logres afinar tu instrumento.

YO: “Volver a tocar el piano”, algo que me dije hoy.

SOY: Primero aprende a reconocer el estado de tus cuerdas. ¿Eres cuerdo?

YO: Estoy tratando de ser cuerdo…

SOY: Cuando encuentres la cordura, sonará tu canción. Disfruta de la tensión. Y así, darás en el blanco.