YO: La pirámide hoy no podía estar más ruidosa. Llena de personas de algún país del este europeo, que no paraban de gritar en el interior. Mucho ruido. Mucha falta de respeto. Lo mismo ha sucedido en otros momentos, incluso con egipcios que van a pasar el día a las pirámides, y se meten saltando en el sarcófago, gritando, sin ningún tipo de respeto aunque sea por la historia. A pesar de ello, trato de sentarme en un rincón, y concentrarme en mí mismo, hasta que se van, pues nunca suelen estar más de 5 minutos. Antes entraba en mayor conflicto al ver estas situaciones, ahora ya no tanto, pero desde que entramos en la semana emocional de Aries es como si no pudiera sostener lo que surge dentro de mí.

SOY: ¿Qué surge?

YO: Una rabia que no reconozco en mí. Y no es que sea contra alguien específico, sino, tal vez, conmigo mismo, con cosas que yo mismo me generé. Cuando hoy me senté detrás del sarcófago, me hiciste la pregunta: “¿Cuál es tu conflicto?”, y me puse a pensar en ello. Traté de identificar de dónde venía. Pensé en lo que pasó ayer y anteayer. El camino me llevó a poner límites, a tener que decir no, basta, hasta aquí llegamos. Y siento que está perfecto. Pero ahora mi tarea es otra: ¿por qué me afecta? Porque desde luego que podemos poner límites, pero, cuando nos afectan las razones por las que ponemos límites, indica que claramente hay un reflejo.

SOY: ¿Pudiste verlo?

YO: Al principio divagué mucho. Fui demasiado literal.

SOY: ¿En qué sentido?

YO: Bueno, me puse a pensar que si ayer hablé de los que hacen ruido innecesario en el chat de YouTube durante mis explicaciones, tal vez el reflejo era porque yo estoy haciendo ruido en algún sentido en mi vida. Luego pensé que si juzgan mi ego, porque me puse firme, tal vez es porque estaba expresando demasiado mi ego. Pero esto me llevaba a un sinsentido, porque en tal caso, si tengo que evaluarme por lo que otros ven de mí, no acabaría nunca pues jamás estaría bien. Entonces di vuelta la lógica, y pensé qué me molesta a mí de los que comentan. ¿Es realmente lo que me molesta el hecho de que interrumpen? ¿O tal vez está más relacionado a mi ego?

SOY: ¿Cómo se relacionaría a tu ego?

YO: Bueno… Pensé que tal vez lo que me molesta en realidad es que estaban tomando demasiado protagonismo, y en lugar de estar poniendo atención en mí, en realidad todos ponían más atención a lo que pasaba en el chat. Pensé que, es probable, que mi ego se sentía ofendido porque mientras yo estoy haciendo el esfuerzo de explicar conceptos de manera libre, otros estaban acaparando la atención hablando de cualquier cosa como si fuera un bar.

SOY: Y tu ego se sintió dolido.

YO: Supongo. Es la conclusión a la que llegué. Pero luego vi algo más. Porque el siguiente paso a reconocer esto era pensar: ¿de qué se quiere defender el ego? ¿Por qué elegir justo esta situación y no otra? Y entonces me di cuenta.

SOY: ¿De Qué?

YO: De que, en mi afán de querer que todos seamos uno, cedí demasiadas veces mi lugar, mi poder personal, a otros, dejándome a mí de lado por respetar a los demás; y cada vez que hice eso, sufrí, caí, me perdí en el camino. Sin poder decir no, sin poner límites, me vi usado en muchas situaciones. Vi amigos utilizarme para sus cosas, vi parejas manipularme, compañeros de proyectos decepcionarme. Y, desde su punto de vista, no estaba mal lo que hacían, claro que no. Es decir, desde la consciencia comprendía que en realidad no me estaban usando, ni manipulando, ni decepcionándome, sino que estaban haciendo lo que creían era lo mejor desde sus puntos de vista. Y yo creí que darles el lugar era lo que me correspondía. Entonces, ponía al ego dañado como víctima, cuando en realidad yo les daba el poder, y sólo yo me había sentido traicionado por simplemente no respetarme a mí mismo. El que hoy no seamos amigos, o compañeros, o parejas, no es culpa de nadie, sino de una mala gestión del ego, uno sobreponiéndose a otro. Entonces me di cuenta, que en muchos casos, mi respuesta ante estas situaciones es por miedo a volver a caer, a que por decir “todos somos”, y por lo tanto todos tienen que hablar y decir, y hacer, yo vuelva a caer. Mi mente recuerda que cada vez que cedí el poder a otros, acabé en depresión, muy mal. Y me niego a que vuelva a suceder.

SOY: ¿Cómo piensas solucionar este problema?

YO: ¿Qué problema?

SOY: El que acabas de narrar. El que tu ego se sienta seguro ante lo que otros digan, o juzguen de ti.

YO: Bueno… No lo considero un problema realmente, sino más bien algo que debería comprender mejor. Exteriorizarlo para racionalizarlo.

SOY: Por ello es un problema.

YO: ¿Qué significa?

SOY: Problema viene del griego “pro” (delante) y “balein” (lanzar). Lanzar algo hacia delante, con fuerza. La palabra problema, en vuestro concepto actual, está relacionada a algo que impide avanzar libremente, y que es necesario Resolver; del latín “re” (volver, otra vez) y “solvere” (soltar). Es decir, que la resolución de un problema radica en soltar lo que se ha lanzado para no ser arrastrado por ello. El concepto puede entenderse como haber lanzado algo al azar, sin coherencia ni propósito. Los problemas, pues, son aquellas cosas que lanzas a la vida y que luego debes aprender a soltar.

YO: O sea, que podríamos decir que en mi caso, mi problema es el hecho de haber entregado mi poder, mi eje, a otros en pro de no ser egoísta; lo cual al ser lanzado al mundo, acabó por ser mi problema, justamente. Y la solución es soltar la idea de entregar mi poder para no ser egoísta, y centrarme en mí mismo.

SOY: Las cosas que lanzamos al mundo sin medir sus efectos, se convierten en nuestros problemas. Podríamos entenderlo como lanzar un cuchillo por los aires, y salir caminando sin consciencia de dónde caerá. Como disparar con un arma con los ojos vendados sin medir consecuencias. La palabra griega “balein”, raíz de la palabra problema, dio origen a nombres como “bala” y “balística”, algo lanzado con tanta fuerza, que genera consecuencias irreparables.

YO: ¿Cómo soluciono los problemas?

SOY: Oh, ellos vendrán a ti, así que lo único que debes hacer es prepararte para recibirlos. Pues todo problema es la consecuencia de tus acciones inconscientes.

YO: Entonces me pregunto… Todos los actos que realizamos diariamente son inconscientes, con lo cual siempre generaremos problemas.

SOY: Así es.

YO: ¡JHA! entonces?

SOY: ¿Qué?

YO: ¿¡Cómo los resuelvo!?

SOY: ¿Qué esperas que te dé la solución a cómo no generar problemas?

YO: Aha! exactamente.

SOY: Ah, es imposible eso.

YO: Prfff! Pero… ¿Por qué?

SOY: ¿Cómo pretendes evolucionar sin problemas? Crees que habrías llegado a ser quien eres sin problemas? Si todo hubiera ido bien, estarías aquí? ¿No crees que estarías aún viviendo en Venado Tuerto, Argentina, viviendo con tu madre, con tu primera pareja, y haciendo lo mismo cada día? O más aún, viviendo una vida normal con los mismos amigos de la escuela, con la misma familia de siempre, en los mismos sitios de siempre… ¿Te das cuenta que es gracias a los problemas que has conocido otro país, que has conocido nuevos amigos, que has descubierto tus potenciales, que has transformado tu vida y la de otros, que has descubierto nuevos territorios, que has recordado y aprendido nuevas informaciones? ¿Te das cuenta que fueron los problemas los que te permitieron ser quien eres hoy?

YO: Entiendo… Sí. Son los que me lanzaron hacia delante…

SOY: Entonces, ¿aún temes a enfrentar tus problemas sabiendo que puede ser mejor? Mejores cosas te esperan en el futuro, detrás de mayores problemas.

YO: Hoy en la pirámide me mostraste 3 líneas como los ejes de las 6 caras de un Cubo. Una larga vertical marcando lo alto, otra a lo largo por el medio marcando lo ancho, y otra cruzando hacia atrás marcando lo profundo. ¿A qué te referías con eso?

SOY: Tiene que ver con los tipos de problemas que enfrentarás en tu vida. Un Cubo posee 6 caras, con lo cual podríamos decir que hay 3 pares de cuadrados que se enfrentan siendo opuestos. Como decir Alto, Ancho y Profundo con sus opuestos Pasado, Presente y Futuro. Espacio y Tiempo. Estas líneas tangentes tienen polos positivos y negativos que han sido lanzados hacia extremos opuestos. Los mismos, a pesar de haber sido expulsados desde el centro hacia la periferia, tenderán a volver hacia sí, hacia en núcleo, generando esa sensación de la fuerza de gravedad, contrayendo todas las cosas. La expansión de estas fuerzas polares se conoce como “problema”, y el retorno de estas fuerzas al origen generando presión en el centro (opuestos se atraen), es lo que llamas “conflicto” (golpe conjunto= con-flictus). El conflicto se genera cuando las fuerzas opuestas que han sido alejadas y convertidas en un problema, son enfrentadas entre sí colisionando en el centro. La línea de Profundidad es el tipo de problema-conflicto más conocido por el mundo humano, que es el generado entre adversarios, aquellos que se encuentran enfrentados, en la vereda de enfrente, detrás de la línea, que se ven delante en la batalla o detrás en la traición, relacionado además con el cuerpo físico. La línea horizontal que muestra lo ancho, se traza en la dirección de los brazos, de derecha a izquierda, y habla de la línea problema-conflicto con aquellos que son pares, los amigos, parejas, familia, aquellos que más cercanos se nos hacen, y con quienes entrar en esta dinámica duele más profundamente, por estar relacionado al plano emocional. La última línea, relacionada al plano espiritual o mental, es la vertical que atraviesa lo alto de tu ser, el eje, y que habla de la línea problema-conflicto con uno mismo, en el interior. Las tres líneas estarán generando problemas en tu vida constantemente, creando conflictos para producir la energía necesaria para salir adelante.

YO: Espera, acabo de ver esta imagen como una máquina. Esto es como un dispositivo generador de energía vital. Como una suerte de motor, en que se usa la fuerza de tracción y pulsión, siendo que cuando más se expande, mayor fuerza generará al contraerse, y en el choque, se produce la energía que enciende la máquina.

SOY: Los problemas crean conflictos, los conflictos despiertan energía, y la energía alimenta al cuerpo, alma y espíritu para moverse hacia delante, soltando su estado anterior, provocando la resolución del problema.

YO: La piedra fundamental que origina todo problema, pues, es la permanencia, la estaticidad o inmovilidad de la vida.

SOY: La creencia de que estar siempre igual y bien es el estado esperado. Y la razón por la cual esto no funciona, es porque el estado de estabilidad y armonía es diferente para cada individuo. Así, jamás podrás ponerte de acuerdo con nadie en nada para encontrar estabilidad como tú la desearías.

YO: Es agotador… Eterno… Imposible de resolver.

SOY: Oh, sí, todo problema tiene la misma solución.

YO: ¿Cuál?

SOY: Un nuevo problema. ¿Sabes cuál es tu problema con el problema?

YO: ¿Cuál?

SOY: El peso cultural que habéis puesto sobre él. Desde que entráis al colegio, se os enseña a resolver problemas, solucionar problemas, matemáticos, químicos, éticos, históricos, lingüísticos. Se os hace exámenes para resolver problemas, y en función de cómo le resolváis, sois aprobados o no. Esto produce una sensación de estrés constante en el cuerpo, alma y mente, que buscan ser aceptados, aprobados por los demás, en función de resolver problemas o no. Habéis puesto un peso ético y cultural, religioso, al error, que en latín llamáis pecado. Y quien erra, quien tiene un problema, debe resolverlo cuanto antes para estar bien. Como si no tener problemas fuese la clave de la vida. Pero si te fijas, aquellos que han hecho avanzar a la humanidad, son quienes han generado problemas, quienes se preguntan cosas, quienes crean más problemas que resolver. Si buscas evolucionar, deberás crear pensamientos e ideas que provoquen problemas, conflictos, es la ley de selección natural.

YO: “No puedes caerle bien a Dios y al Diablo”. Escuché decir alguna vez. Y otros me dicen que es necesario tomar partido en las cosas, que a veces es o blanco o negro, y yo soy demasiado Gris.

SOY: Ese es el conflicto que generas en el mundo. La búsqueda de la neutralidad, hace que surjan muchos problemas en tu vida, todos para probar tu neutralidad. Ahora, la pregunta es si vas a gastar tu energía en tratar de que los otros no se sientan ofendidos, o en tratar de que los otros encuentren la solución a los problemas que planteas.

YO: No importa lo que haga, siempre generará problemas… Eso es. Es como estar en un laberinto sin salida.

SOY: Porque has venido aquí al servicio de la Evolución de la Consciencia, no de la Inmovilidad conceptual del bienestar Inconsciente. Así que deja de tener pena de ti mismo, y sé responsable de las decisiones que tomes. El camino espiritual no es caerle bien a todo el mundo, es ser uno mismo. La energía de Aries debe recordártelo, a todos. Y hacerlo no implica posicionarse en un bando u otro, ser firme no implica tomar un bando en la batalla, ser firme es que no te afecten ambos bandos, y que puedas decir lo que has venido a decir.

YO: Esto debo integrarlo de Aries…

SOY: Habrá tiempo para integrar. Mientras tanto, es tiempo de prepararse para la lucha.

YO: ¿Me enseñarás a luchar? Jeje…

SOY: Sí. A luchar con el mundo, y a luchar contigo mismo.

YO: Me preparo entonces…

SOY: Sí, pues necesitarás mucha voluntad para lograr vencer esta batalla. Y para hacerlo deberás trascender el concepto de problema, pues no es aquello que te impide avanzar…

YO: Sino aquello que me lanza hacia delante.