SOY: Vibra.

YO: Mmmmmmmmmmmmm…

SOY: Resuena.

YO: …MMMMMMMMMMMMM…

SOY: En el Principio, sólo existía el Mahas, el vacío durmiente. Sus sueños eran tres: Ham, la Inspiración, Het, la Contemplación, y Hum, la Exhalación. Su respiración se volvió música, y por su canto, Mahas, despertó.

YO: Mmmmmmmmmmmmm…

SOY: Al oír su música, nueve lágrimas de Luz derramó, sembrando las semillas de la existencia, resonando en la totalidad. A: la Unidad, Æ: la Dualidad, E: la Trinidad, I: los Fundamentos, Ï: los Elementos, Y: los Atributos, O: las Leyes, U: la Red, Ü: la Consciencia Divina.

YO: Mmmmmmmmmmmmm…

SOY: Sus lágrimas trazaron el camino de la creación a través del proceso divino: expresándose, experimentándose, integrándose y trascendiéndose, manifestando sus intenciones en los 4 aspectos: positivo y negativo, denso y sutil, que se unieron en el centro, como “aquí y ahora”. Y sus sonidos diseñaron los caminos de la experiencia cósmica, la música tangible, los cantos que construyeron la realidad.

YO: Mmmmmmmmmmmmmm…

SOY: Su vibración se transformó en frecuencias, que se expresaron en ritmos distintos, los que crearon armonía, y la misma dio lugar a la melodía. La sinfonía de la Fuente Universal, que encuentra la canción a través de entrelazar sus atributos, tejiendo una orquesta de miles y millones de músicos.

YO: Mmmmmmmmmmmmmm…

SOY: Los mismos suenan en el infinito, y en sus ecos resuenan encontrando armonía. Sus cantos, así, se entrelazan, creando la vida, que se manifiesta desde la vibración a la energía, y de allí a la materia. Nace, crece, se reproduce y muere, buscando en los ecos de la creación la perfecta armonía, su perfecto eco, la resonancia de su ser, perdida en el cosmos. Una y otra vez lo intentan encontrar, creando especies, culturas, civilizaciones, artes, hasta que descubren que el eco no proviene de fuera, sino de uno mismo, y que los caminos y sus lágrimas brotaron de sí mismos…

YO: Mmmmmmmmmmmmmm…

SOY: Es allí donde cada ser vivo y consciente reconoce que el camino del reencuentro con el sonido, con la resonancia de sí mismo, no se encuentra en el infinito del espacio, sino en la infinitud de sí mismo en su origen. Y regresa a la fuente, recordando el camino de retorno: en el final, sólo existe el Saham, la Plenitud Consciente, y sus cantos son 3: Ham, la inspiración, Het, la contemplación, y Hum, la Exhalación.

YO: Mmmmmmm… Es la historia que nos contaban en los templos de Khem hace 12000 años.

SOY: Todo comenzó con el Sonido. La Fuente se divide a sí misma por la intención, la vibración intensa que surge de la voluntad de vivir lo que yace en su ser interior, como la semilla que explota abriéndose en dos por sus cotiledones, dejando salir otras dos partes, su tallo y su raíz. Las 9 gotas de agua y luz que riegan esta Fuente, esta Semilla, abren su experiencia en estas 4 direcciones, arriba, abajo, izquierda y derecha. Todo ello, en forma de vibración, que como ondas, pulsan entre ellas, generando la sensación de sonidos, que suenan y como ecos se responden, resonando.

YO: La creación es una melodía… Eso nos enseñaban, es como un canto, y por ello, para volver al origen, para conectar con la Fuente, debíamos “resonar” con ella.

SOY: Meditar, sentir los sonidos que vibran dentro, y dejarles salir. Tu voz es el eco de los cantos del cosmos que se extienden en tu interior, y al liberarles en tu voz, responden resonantemente al potencial e intención de tu fuente interior. El camino de la creación y manifestación es el camino de las vibraciones que construyeron todo. Vibrar es moverse agitadamente, es permitirse fluir, trascender el estado estático. La vida es movimiento, la vida es una constante transformación, y por ello, la vibración resume a la vida misma. Cada partícula es la manifestación de ondas que vibran y colapsan entre ellas creando una canción. Un átomo es un músico que toca un instrumento específico, que al juntarse con otros forman la orquesta molecular, que da lugar a la sinfonía de la vida, tanto orgánica como inorgánica, ambas en constante movimiento, en distintos ritmos, armonías y melodías, distintas frecuencias. Los elementos químicos se ordenan por resonancia y sintonía energética, lo que se proyecta en evolución, adaptación, haciendo que los seres vivos se vean atraídos por vibraciones, por frecuencias de luz y sonido, a sus alimentos, grupos, parejas… Y cuando la mente se desarrolla, lo hace a su vez en resonancia a las culturas, los idiomas, las tradiciones, las religiones y filosofías. La resonancia, en todos los niveles, se vuelve clave del desarrollo de un ser.

YO: Solemos decir siempre: con esto resueno, o con esto no resueno. ¿Qué implica esto?

SOY: Como dijimos, todas las cosas vibran, y por lo tanto, en tanto su vibración genere mayor tensión, emitirá un sonido. El Universo tiende al orden de las cosas a través de un sistema ramificado que parece caótico. Esto hace que los ruidos, los sonidos, se agrupen en función de sus frecuencias y ritmos, los cuales se agrupan por ecos, es decir, lo que vuelve a sonar otra vez: resonar (“re”= otra vez, “sonus”= ruido). A mayor escala, esto implica que todos los cuerpos y energías buscan su propio orden interior en función de si lo que les rodea les refleja esa verdad o realidad interior, como un reflejo en un espejo que devuelve la imagen por la frecuencia y refracción de los fotones sobre la superficie espejada. Así, un ser resonará con lo que vibra dentro, para encontrar esa armonía.

YO: O sea que uno no resuena con lo que es verdad, sino con aquello que es eco de la verdad que lleva dentro… Por lo que no podemos determinar lo que es verdad o no mediante la resonancia, sino que sólo podemos determinar nuestra propia verdad mediante ella…

SOY: Así es. No existe una verdad, la misma se determina por la resonancia entre objetos o sujetos, que siempre será diferente, por lo que la verdad es subjetiva, según el observador.

YO: ¿Cómo determino qué es verdad?

SOY: ¿Para qué quieres saber cuál es la verdad?

YO: Bueno, pues… Supongo que todos estamos en la búsqueda de la verdad, ¿no?

SOY: Así es.

YO: ¿Entonces, cómo puedo determinar qué es verdad?

SOY: Será verdad aquello con lo que resuenes.

YO: Sí, pero, a ver… Por ejemplo, todos sabemos que la Tierra es esféricamente ovoide, pero hay gente que se niega a creerlo por más que hay miles de pruebas desde hace miles de años. O sea, es una verdad absoluta…

SOY: No lo es para quien no ve la Tierra desde afuera. De la misma manera que para todos los humanos, saber que estás compuesto por partículas subatómicas siempre será una ilusión. Los cálculos y las pruebas pueden explicártelo, pero no puedes experimentarlo, por lo que sólo te queda confiar. La misma ciencia a veces decide no confiar en partes de sí misma, como las batallas entre la física clásica y la cuántica. O las luchas entre la medicina y la psicología, o la psicología y las terapias holísticas, la espiritualidad filosófica contra la fe. Más allá de las pruebas externas que puedas conseguir, sólo hay un factor que determina la verdad en un ser humano.

YO: ¿Cuál?

SOY: La resonancia. La tranquilidad que sientes cuando dices: esto es lo que me suena a verdad. Nunca puedes tener absoluta certeza de una realidad, pues como hemos dicho muchas veces, nada existe realmente, por más que mires a tu mano, sabrás que no es más que una red de datos a nivel cuántico que tu cerebro percibe como mano. Pero la mano es tu verdad. ¿No?

YO: Sí…

SOY: El único conflicto yace cuando las verdades se superponen y dañan las verdades de los otros, imponiéndose. Por ello, la clave de vivir en la verdad, no es comprobarla, sino saber escuchar las otras sin cerrarse a la propia. Por ello, hoy, el día del chakra tercer ojo, no hablamos de ojos, sino de oídos. Escuchar es el mecanismo que nos permite identificar por sonido lo que resuena, es decir, la verdad que yace en mí y que descubro por lo que viene a mí. Esto ordena la consciencia, pues ayuda a despertar el potencial de cada uno al incorporar nueva información resonante.

YO: O sea que buscar la verdad básicamente es buscar la armonía en mi vida.

SOY: Pues en el universo nada es absoluto, todo es relativo.

YO: Por esto en la antigüedad nos enseñaban sobre los sonidos de la creación… Para saber escuchar, para saber resonar, atraer a nosotros lo que necesitamos para construir nuestra propia verdad.

SOY: La seguridad y comodidad de encontrar lo que me complementa. Saber usar las palabras correctas, abren realidades correctas. “Por favor”, “Gracias”, abren un mundo de posibilidades, cuando los insultos pueden cerrarte muchas puertas. Saber utilizar los sonidos, es clave en la Ley de Atracción, para que aquello que resuena conmigo, me encuentre.

YO: ¿Cómo utilizar los sonidos correctos para resonar correctamente?

SOY: Coherencia, en primer lugar, nuestra tan amada y repetida coherencia. A lo largo del Nilo, el camino iniciático preparaba el Cuerpo, el Alma y el Espíritu para que se consideraran una trinidad en unidad, formando un ser íntegro, que permitía que la mente diseñara una idea que fuera energizada por la emoción pura del alma y plasmada por la manifestación activa del cuerpo. Si el cuerpo se niega a manifestar una emoción o idea, porque desconoce su funcionamiento y se bloquea por miedo o frustración, desaparece la coherencia, y en lugar de emitir el sonido correcto para recibir la resonancia adecuada, en su lugar emitirá disonancia, y se distorsionará. Una vez que los 3 cuerpos estaban en sintonía, es decir, que el ritmo del cuerpo, la armonía del alma y la melodía del espíritu sonaban como una bella canción, era momento de ponerle letra a esta obra de arte, y la letra de esta canción implicaba a todos los sonidos de la tecnología atlante. Lo que hoy llamas mantras, era un idioma completo, que describía la forma en que la fuente se volvía real. Hacer magia con las palabras: hechizo.

YO: Explícamelo. Es decir… La historia del Mahas, pero, desarrollada.

SOY: Veamos. Mahas es el primero de los 12 nombres del Universo en la mitología Khemul, del Nilo. Su nombre está compuesto por las 3 primeras letras que constituyen el espíritu, alma y cuerpo del Divino: M-H-S. Sus sueños hacen referencia a los 3 suspiros (sonidos de H respirada), inspirar, sostener y exhalar, representando a los 3 niveles de la Mente Universal. La respiración debía convertirse en una forma esencial de meditación, en que al reconocer cada uno de los 3 pasos, uno se vuelve consciente de los ritmos y de la armonía que posee para generar melodía y así manifestar.

YO: Respiración como clave.

SOY: Luego, sus lágrimas, son las gotas de agua y luz (vibración y energía) que riegan la existencia, que representan a las 9 vocales atlantes, repartidas en grupos trinos. La H que representa al espíritu inspirador, contiene a las vocales A, Æ, E.

YO: ¿Qué significan?

SOY: A, es el sonido que representa la eternidad, los ciclos. Æ, representa la visión profunda, la proyección y la consciencia. E, representa la verdad, el aprendizaje, la intención.

YO: ¿La siguiente trinidad cuál es?

SOY: La H que encarna al alma contemplativa, contiene las vocales I, Ï, Y. La primera representa al corazón, el equilibrio de las cosas. La segunda es el reconocimiento, el ser y sus atributos. Y la tercera, representa la gestación, creación de realidades.

YO: Y el tercer grupo…

SOY: Es la H que engloba al cuerpo exhalado, la manifestación misma, incorporando las letras O, U, Ü. El sonido O representa al fruto, el objeto, lo material. La U encarna el camino, la historia, el avance. Y la Ü implica la crianza, el nacimiento, las raíces de la vida.

YO: Cada una representa un chakra, que es lo que estamos utilizando día a día en este camino: A, Æ, E, I, Ï, Y, O, U, Ü y H (x3), representando Corona, Tercer Ojo, Laríngeo, Corazón, Plexo, Sacro, Raíz, Rodillas, Tobillos y Toroide en los 3 niveles.

SOY: Así es.

YO: Y, ¿los procesos de los que hablaste? Expresión, Experimentación, Integración y Trascendencia de cada una?

SOY: Es lo que da las consonantes. Un total de 36 Consonantes divididas en 9 grupos de 4. Esto significa que cada vocal tendrá un camino que recorrer en la existencia, y los mismos se manifiestan en estos sonidos.

YO: Para la A…

SOY: Su expresión es la M, representando la puerta, el inicio, atravesar al otro lado. La experimentación es la N, la entrega, el dar, ofrecerse. La Integración es la NH, el recibir, abrirse a tomar algo nuevo del mundo. Su trascendencia es la Ñ, el ímpetu, expandirse, la orden de avance.

YO: Para la Æ…

SOY: Su expresión es la Y, que da las dimensiones, los conceptos, las ideas. Su experimentación es la LL, los niveles de consciencia dentro de esas dimensiones. Su integración es la L, representando la palabra, el verbo creador, la vibración. Y su trascendencia es LH, el amor, el elixir, nutriente materno.

YO: Para la E…

SOY: Su expresión es la G, siendo el ojo, el agua, el reflejo, la observación. Su experimentación es la W, el origen, la fuente, poder interior. Su integración es la X, representando la reconexión, la ascensión o descenso entre los planos. La trascendencia la encarna RH, el sueño divino, la imaginación, la expresividad libre de la mente.

YO: Para la I…

SOY: Su expresión es la H aspirada, símbolo de vida, historia, tiempo. Su experimentación es la PH, la intención, la chispa divina que enciente el potencial. Su integración es la F, el flujo, fluir, el río que encausa la vida. Su trascendencia es la V, representando el ir más allá, la muerte, cambiar de plano u horizonte por completo, como el río que se vuelve mar.

YO: Para la Ï…

SOY: Su expresión es la BH, sonido que habla del bagaje, la herencia, los éxitos incorporados. La experimentación es la B, la casa, el hogar, los bienes materiales y la riqueza. La integración es PB, el alimento, la comida que da seguridad en esa casa. La trascendencia es la P, que representa la fuerza, el poder, la voluntad de acción.

YO: Para la Y…

SOY: Su expresión es la R, el pensamiento, razonar, planificar, proyectar. La experimentación es la RR, significando construcción, coraza, muros, protección, seguridad. La integración es TZ, la energía, lo eléctrico, la vitalidad. La trascendencia es Z, que es la vibración, la resonancia en sí misma.

YO: Para la O…

SOY: Su expresión es la S, el camino, la red, los senderos. La experimentación es el sonido SS, los conflictos, obstáculos, los retos y objetivos. Su integración es la SH, siendo la evolución, la transformación de las cosas. Y su trascendencia es la CH, el cambio, la crisis.

YO: Para la U…

SOY: Su expresión es la TH, el cielo, lo etérico. La experimentación es la T, la realidad, lo material, el horizonte, la tierra. Su integración es la D, la familia, el grupo, la compañía. Y la trascendencia es DH, significando el ser, la esencia.

YO: Para la Ü…

SOY: Su expresión es la KH, el arquitecto, el que diseña y planifica. Su experimentación es la K, las herramientas, los objetos y materiales necesarios que se necesitan para hacer algo. Su integración es la KK, el puente entre el espíritu y la materia, vínculo entre las cosas. Y su trascendencia es Q, el anclaje, la raíz, el estar presente en lo más profundo.

YO: Es el camino de la creación… 

SOY: Es la historia Atlante de la existencia. Leyendo todas estas letras en orden desde la A a la Q obtendrás el camino del espíritu hacia la materia: “YOSOY la eterna matriz que emerge de la fuente y retorna a ella en constante expansión. Tomando conciencia de mis ideas, elevo la frecuencia de mi amor. Pronuncio la verdad que se contempla en cada origen y trascendencia de lo cocreado. En la búsqueda del equilibrio, mi tiempo inicia el flujo de la transformación, y me hago sabio al descender a la experiencia que otorga gloria por la voluntad generada en mi pensamiento, centro de la fuerza vibracional que intenciona la realización del tejido que une mi completa evolución llevándola hacia el vacío, clave de la trascendencia que me conecta a la esencia de mi ser, creando estructuras nuevas en cada ciclo, construyendo puentes desde lo sutil a lo más profundo de mi existencia.” Y leyéndolo desde la Q a la A, obtendrás el camino desde la materia hacia el origen otra vez: “La realidad de mi ser vuelve a la entidad celestial, renaciendo en lo profundo de la materia para encontrar mi espíritu creador, el camino que me lleva a saltar al abismo del cambio para integrar los senderos, frutos en acción de energías surgidas de la fuerza del pensamiento creador, voluntad que alimenta la experiencia que genera mi ser, transformando mis pasos en fuego de vida fuera del tiempo, encontrando el equilibrio en el sueño espiralado retornando al origen donde veo mi verdad y me nutro de la frecuencia en todos los niveles y dimensiones donde mi intuición me guía. me expando para recibir y entregarme al máximo portal del espíritu que Yo Soy.

YO: Hermoso camino…

SOY: Los sonidos son la tecnología atlante que permiten ordenar la realidad por resonancia. Aprende a escuchar los sonidos que vibran dentro y fuera de ti, y así descubrirás qué verdades se ocultan en tu interior.

YO: Y con estos sonidos, podré crear mantras para manifestar las intenciones que deseo, así como cada día estamos utilizando uno de estos sonidos para las alineaciones, combinando una consonante con una vocal.

SOY: Exactamente. Así, comienzas a aprender a utilizar las palabras, más allá de su significado etimológico, su peso resonante.

YO: La resonancia es la clave de la existencia y la manifestación de las ideas en realidades… Es la clave de descubrir la verdad interior…

SOY: Reconoce en qué resuenas, y emite nuevas resonancias, intenciones, cántalas al agua, y riega tus semillas con estos cantos. Pronto, podrás ver tu resonancia manifestada.

YO: Y de mí se originarán nuevos niveles de consciencia…

SOY: Pues Yo Soy Origen de todas las Dimensiones.

YO: Resonemos juntos.