YO: Ayer mencionaste que el exceso de energía tampoco es bueno. Es decir, hablando de cómo utilizar la energía correctamente, mencionaste que es importante no dar de la propia energía para no vaciarse, cuando estamos al servicio, sino que debemos hacerlo tomando la energía del ambiente, los fotones, y desde allí entregar a los demás, pero que un exceso tampoco es bueno, porque podría dañarnos como la corriente a una batería de un teléfono que permanece enchufado todo el tiempo. Entonces, hay que descargar.

SOY: Así es. Un humano, como cualquier ser en la existencia, es una batería. Tiene polos positivos y negativos, cargados de energía potencial, que al moverse sobre su eje creando un campo magnético, genera energía cinética; que distribuye energía, datos, información, a todo un sistema. Si el sistema no está equilibrado, no es autosuficiente, y por lo tanto dependerá de formas de energía externa, tales como comida, sueño, risas, sol, minerales, agua… Como todo en el Universo, es una red de intercambio conectado por ondas de vibración, aquello con lo que resuenes será lo que cargue tu energía para seguir avanzando: hacer lo que nos gusta, estar con quienes nos hace bien, escuchar la música que nos deleita, comer algo que nos hace felices, etc. Y esto propicia que todo lo que existe se retroalimente energéticamente. Sin embargo, si comes demasiado, puedes engordar o tener problemas de salud; si bebes demasiado puedes ahogarte; si duermes demasiado pierdes vitalidad; si haces sólo lo que te gusta o aquello para lo que eres bueno, nunca evolucionarás ni aprenderás nada nuevo; si tomas mucho el sol, puedes quemarte y hacer daño a tu piel. El exceso de las cosas, es una sobrecarga de energía. No por ser bueno, su exceso será mejor. Por ello, cuando trabajamos con energía, siempre hay que saber entregar el exceso a la tierra por los pies descalzos, como cable a tierra, como un rayo que libera la acumulación energética desde la atmósfera (donde se genera una gran tensión electroestática) a la biósfera o litósfera. La descarga de energía es fundamental para el desarrollo, para la circulación de energía, como en un circuito constante, o como en un río. Si hay un exceso de agua, el río desbordará, inundándolo todo.

YO: O sea que no es bueno acumular cantidades. Acaba siendo contraproducente… Esto me lleva a preguntarme si se relaciona con alguna visión en relación al capitalismo en que vivimos hoy en día. Si el exceso es malo para la salud, ¿generar recursos es dañino para la sociedad?

SOY: Aquí debes diferenciar dos cosas fundamentales, que son la palabra Acumulación y la palabra Abundancia.

YO: Supongo, y me vibra, que son muy diferentes, aunque hablan de lo mismo.

SOY: Así es. Acumulación es el acto de disponer en forma de cúmulo (un montón, montaña, montículo). El concepto se refiere a poner todo en un mismo lugar, amontonarlo, reservarlo, sin movilidad. Cuando acumulas energía, alimento, emociones, bienes materiales, lo haces con el miedo a perderlo, a quedarte sin nada, y sucede por mecanismo de defensa y supervivencia. Por ello, acumular termina generando problemas en tu cuerpo, alma y espíritu. Acumular acción, es estancar potencial energético, que al no tener por dónde expresarse, se convierte en frustración, contrayendo el cuerpo, generando dolor, enfermedades, y obesidad. La misma sucede cuando a nivel del alma acumulas emociones, por miedo a soltar, a dejar ir los vínculos que crees que son buenos, o por miedo a romper las cosas como son, por comodidad. Así se estancan sentimientos que son la clave de la electricidad en tu cuerpo, y que por no circular, se convierten en estática (algo estable, quieto), lo cual producirá tormentas en tu interior, rayos que explotarán hacia sitios inesperados.

YO: Como cuando agredimos a alguien que no tiene nada que ver con la causa o razón de nuestro malestar.

SOY: Punto de descarga, exacto. Y esto nos lleva al plano mental, donde la acumulación de ideas y creencias vuelven una mente rancia, estricta, inflexible, llena de datos que no permiten evolución, pues nada nuevo puede entrar.

YO: Como volverse testarudo.

SOY: Aha.

YO: Y… ¿qué es la Abundancia?

SOY: El sentido de esta palabra es algo muy bonito, relacionado con todo lo que hemos hablado. En el origen del Universo, todo se expande mediante ondas, como un océano que impulsa sus olas en todas direcciones, por toda la eternidad. A veces, las olas estáticas generan descargas eléctricas que producen corrientes positivas y negativas, manifestando oleaje, y de allí, energía cinética a partir de la potencial. Algo que llamas “mareas”. Producidas por el magnetismo y la gravedad. Cuanto más se mueven estas olas, más distorsión hay, pero a su vez, más opciones, variaciones de este océano, que en su descarga eléctrica genera vida: células, órganos, y toda la biósfera. Un traspaso constante de información en red, que desborda de potencial, y que se lanza a un eterno movimiento. De tal forma lo hace, que rebasa las capacidades del mismo universo, dando lugar a nuevas dimensiones, reinos y mundos, a una eterna ramificación. Cuando las olas de vibración superan los límites de sí mismo para expandirse a algo nuevo y trascendental, se le llama “Abundancia”. La palabra proviene del prefijo “ab” (fuera de, más allá del límite), y “unda”, que significa “onda”, como las olas del mar. A esto súmale la partícula “-ent-” que se refiere al sujeto o entidad, y el sufijo “-eía”, que denota cualidad.  Abundancia es la cualidad de un ser de pasar los límites de las olas. Hace referencia a la idea de un río que desborda, de un mar que traspasa las costas para ingresar a la tierra.

YO: Wow, nunca lo habría visto así a este concepto. Abundancia, para mí, es acumulación de bienes, como que hay mucho de algo, pero nunca lo pensé como olas que desbordan los límites.

SOY: La diferencia clara de Acumular y Abundar, es que este último traspasa límites, mientras que el primero pone límites. Vamos a diferenciar esto desde distintos niveles: Energético, Individual y Social.

YO: Vamos al energético…

SOY: La Acumulación energética es el estancamiento de potencial interior. Por miedo a la reacción del mundo exterior. Esto es lo que toda estructura desde el nivel atómico realiza, buscando estabilidad de intercambio energético, en que formando estructuras rígidas pretende acumular energía para no perder y desaparecer. La naturaleza sigue este sistema, mediante lo que llamamos “almacenamiento”. Muchas plantas, animales, insectos, hongos, dedican su día a día a la acumulación de alimentos y líquidos, buscando tener reservas para los tiempos de escasez. Es un mecanismo natural que los humanos repiten por no estar exentos de esta naturaleza. El humano, a su vez, generó las culturas y civilizaciones como forma de acumulación, de almacenamiento que asegurase su subsistencia.

YO: Y aquí supongo que llegamos al individuo…

SOY: Cada humano proviene de una tradición animal de un entorno hostil que le fuerza a la acumulación por supervivencia. Y a lo largo de la historia, por culpa de la esclavitud, el trabajo en los feudos, las guerras, la hambruna generada por las malas políticas, así como la violencia e inseguridad; todo esto termina generando una mente acumulativa. Esto provoca personalidades cerradas, reprimidas, avaras, rácanos, codiciosos, tacaños y mezquinos. Así, la lucha por obtener recursos se fundamenta en una lógica aplastante: “quien no tiene, muere, quien posee, vive”. La batalla por el tener se convierte en la salsa de la vida, y los individuos lucharán por obtener y acumular lo que puedan para lograr vivir.

YO: Y así se forma nuestra sociedad…

SOY: Basada en la suma de individuos que, buscando sobrevivir, se han vuelto codiciosos, de tener información, sentimientos y bienes. Para lograr obtener algo, es necesario emprender, lo que nos lleva a la creación de la “empresa” o “emprendimiento”. En la lucha de obtener, los sujetos llamados empresarios, suplantaron a aquellos que lo tenían todo: feudales y reyes. De repente, ciudadanos con capacidades extraordinarias superaron a los mismísimos todopoderosos de la Tierra, creando la civilización del “capital”, donde Tener es símbolo de Éxito, pues has logrado salir de la escasez para ingresar en la opulencia. Y los opulentos se vuelven los nuevos reyes y feudales, mientras que los que menos tienen les toman como tal, ídolos, u opresores. La lucha por tener llevó a ideologías de igualdad, que en lugar de dar al pueblo, acabó por dejándolos sin nada, pues un sistema de trabajadores que entregan todo a un tercero (Estado) para que el mismo lo reparta equitativamente, jamás funcionó, ni funcionará.

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque desde la base hay un error muy grave: dar tu poder a un tercero que dice saber mucho mejor lo que tú necesitas. Es contraproducente a la evolución, y se llama paternalismo o maternalismo estatal. Es la desconfianza en los individuos, tomándolos de niños, pero niños a los que no se les educa a ser adultos, para que sigan siendo siempre inocentes infantes cuidados por sus padres. Así los “padres” pueden administrar, quienes acumulan las riquezas y las distribuyen según sus creencias y consideraciones. Por ello, es necesario recurrir a la abundancia.

YO: ¿Cómo se aplica la abundancia?

SOY: Debes reconocer esa abundancia en los planos energéticos, individuales y sociales. Desde lo energético, puedes recordar la imagen del universo. Ondas de vibración que rebasan sus propios límites, y se transforman eternamente en diferentes cosas, no acumulan, sino que siguen dando a nuevas realidades. Pero lo que se entrega es el exceso, pues uno sólo puede dar cuando ha recibido lo suficiente. Un río vacío no puede ser abundante. Así, el exceso de energía en los átomos genera calor, electricidad, generando reacciones químicas que generan vida y evolución.

YO: La vida es como la abundancia de la energía atómica, pues.

SOY: Exacto. La energía es el resultado de la abundancia de vibración; los átomos son el resultado de la abundancia de energía; la materia es el resultado de la abundancia de átomos; la vida es el resultado de la abundancia de materia; y la evolución es el resultado de la abundancia de vida. El Universo está diseñado para ser abundante, y por ello, más allá de que el sistema busque el almacenamiento y la conservación de la energía, el mecanismo de conservación nunca termina siendo por acumulación, sino por transformación. Así, lo que las plantas acumulan se convierte en oxígeno entregado a la biósfera, a los animales. Los animales acumulan alimento en sus vientres o madrigueras, pero los leones nunca consumirán toda una manada de búfalos, ni las hormigas consumirán todo un bosque. Siempre tomarán lo justo que necesitan para saciarse. Los humanos, realizaron lo mismo cuando se volvieron sedentarios: no comían todas las cosechas, debían dejar para la siguiente, para intercambiar con otros por productos diferentes. Compartir se volvió la forma abundante de subsistencia. Así, los individuos comenzaron a crear vínculos, a ayudarse los unos a los otros, a generar formas de intercambio emocional; relaciones, vínculos, amores, familia, cultura, tradición. Y todo ello, dio lugar a grupos más grandes que formaron sociedades, intercambio de valores, moralidades, historias, bienes y administración, símbolo de confianza entre individuos que buscan el “statu quo”, el equilibrio entre las partes; pues se interpreta que si se produce en exceso, la comunidad debe verse beneficiada. La idea de abundancia, pues, atraviesa toda la existencia como una forma de recordarnos que somos capaces de generar y transformarnos ilimitadamente.

YO: ¿Cómo ser abundante?

SOY: La abundancia no llegará a ti por necesidad, sino todo lo contrario. Un río es agua, y crece por el agua. Un río sólo recibe agua por su capacidad de abrirse a canalizar ese agua. Una persona es como un caudal de un río: si el mismo está lleno de cosas, de creencias, emociones, patrones, acumulando bienes en forma de rocas, el agua nunca pasará por este caudal, y buscará otro. Para que el agua “abunde”, el caudal del río debe estar limpio, abierto, con claridad y sin muchas cosas que impidan su circulación. No acumular bienes, ni emociones, ni ideas.

YO: Pero esto parece contrario a lo que se ve en los empresarios, que se hacen multimillonarios y tienen cada vez más cosas.

SOY: Un empresario es diferente a un rey. El rey acumula poder, y se pudre en su trono, pues la única forma de acumular poder es demostrando poder, y la forma de lograrlo, es mediante el control, demostrando quién manda, o por el lado contrario, convirtiéndose en un parásito para la sociedad. Un empresario tiene por naturaleza el emprendimiento, y se vuelve millonario no por acumulación, sino por abundancia, por generar recursos o bienes que muchos adquieren, compran, reciben a partir de su productividad. Una persona que produce para una familia de 5 integrantes, necesitará generar recursos y administrar sus bienes para sostener a los 5. Una persona que genera recursos para millones de personas, necesitará administrar sus bienes en función de sostener a esos millones. No es acumulativo, es equivalente.

YO: Ah, entiendo.

SOY: Quienes no comprenden esto, no comprenden la ley de energía: la suma de potencia y cinética que llamas fuerza de trabajo. No se puede obtener energía sin trabajo, pues es contraproducente a la ley de conservación de energía, y por ello, dar sin recibir, acaba convirtiéndose en un problema en todos los niveles, es decir, es dañino para la abundancia. Un ser abundante debe entregar y estar abierto a recibir, y aquello que recibe, debe ser energía para entregar más en un nivel superador. ¿Sabes cuál es el gran conflicto de la abundancia humana?

YO: ¿Cuál?

SOY: La Educación. Es que jamás se os ha enseñado a ser abundantes, sino competitivos. Por un lado, el sistema Económico Capitalista pretende la libertad de comercio y capital para fomentar la competencia y así generar riqueza. Por el otro, la Política Proteccionista de los Estados buscan lo contrario, que es el control de los mercados para regular el bienestar de los que menos tienen y la equidad de sus ciudadanos en todos los niveles. La Educación promovida por el mundo privado empresarial impulsa a la competencia de los individuos, y la Educación promovida por el mundo de los estados, impulsa la igualdad entre los ciudadanos. Pero ninguno impulsa la verdadera Educación.

YO: ¿Cómo sería?

SOY: Enseñar a un ser a ser abundante, creando sus propios proyectos, compartiéndolos con los otros e incentivando a los demás a hacer sus propios proyectos, para que la cadena siga.

YO: ¿Por qué no lo hacen?

SOY: Porque siguen basándose en la ley de supervivencia de la materia, y no de conservación de energía. Según la supervivencia material, se considera que hay que luchar por obtener recursos, o que hay que ayudar al otro que no los tiene, dándoselos. Según la conservación de la energía, hay que dar al otro las herramientas para que genere su propia potencialidad, entrando en movimiento activo, no en recepción pasiva.

YO: Incentivar a que cada uno despierte su potencial…

SOY: Y esto no le conviene a muchos, pues hacerlo implicaría perder el control. Pues un ser que es abundante en su mente, su emoción y su cuerpo, no necesita de ningún estado ni competencia.

YO: Oh… Claro…

SOY: La abundancia no es un atributo de ganancia de bienes externos, sino de proyección y expansión de potenciales internos, puestos al servicio de los demás, al intercambio de potenciales.

YO: Ser abundante es permitirme abrir a nuevas oportunidades y a no tener restricciones a la hora de expresar mis potenciales, compartiéndolos con los demás.

SOY: Así recibirás todo lo que necesitas.

YO: Yo me considero abundante. Con total certeza.

SOY: Entonces, con tu ejemplo muestra a los demás cómo descubrir su abundancia.

YO: La clave es no acumular, sino compartir.

SOY: El mantra de este mes es Yo Tengo, ¿por qué crees?

YO: Porque todo lo que necesito no está afuera, está en mí. Yo Tengo todo lo que necesito, sólo debo expandirlo.

SOY: Abre tu corazón, y permite que tu río de potencial muestre la abundancia que tienes.