YO: ¡Música, maestro!

SOY: La más fundamental de las artes.

YO: ¿Por qué la música es tan importante para todos? ¿Qué la hace tan apreciada, valorada?

SOY: Podemos verlo desde muchos puntos de vista, así que, comencemos por el mismo sitio que hemos hablado sobre los colores: la Vibración, origen de todas las cosas.

YO: Claro… Si el Universo es vibración y toda energía surge de la vibración, desde luego que el Universo es Música.

SOY: Pero comprender la música como aquella que escuchas en una radio o en tu teléfono o un concierto, difiere bastante de lo que es la música universal, la cual está más relacionada a patrones matemáticos que sonoros.

YO: Oh no, matemáticas…

SOY: Lo siento, pero es así. Como alguna vez hemos dicho, la sagrada trinidad de la Música está compuesta por Ritmo, Armonía y Melodía. Entender los tres, es entender la lógica del universo.

YO: Define Ritmo.

SOY: Viene del griego “rein” que significa “fluir”. El Universo es un flujo constante, como un océano repleto de corrientes positivas y negativas que se suceden unas a otras de manera consecutiva, las cuales en su interacción cambian la manera de circulación, haciendo que sus ondas se modifiquen, creando diferentes niveles de resonancia, ondas de vibración, ordenadas en distintas frecuencias de tiempo, que en su repetición, adquieren la idea de ser “repeticiones de flujo”, lo que llamas “rhytmós”, es decir, ritmo.

YO: Como lo que hablamos ayer sobre la longitud de onda, en que el cuerpo de la onda completa es la vibración y el tiempo que tarda cada curvatura cóncava y convexa en repetirse es lo que se llama frecuencia. Entonces, a esas repeticiones se les dice ritmo.

SOY: Exacto. Ese ritmo fluye entre espacio y tiempo, en la constante Universal, y el mismo mantiene la coherencia entre las distintas velocidades y repeticiones, que conoces como Armonía.

YO: ¿Qué es la Armonía?

SOY: Proviene del griego “harmonía”, y significa “acuerdo, concordancia”; ya que su raíz, “harmós”, significa juntar, armar, conectar. La idea universal de la armonía, no se relaciona directamente a la música, sino al conglomerado de distintas frecuencias y vibraciones que se ordenan entre ellas sin colapsar, articulándose. Y esas partes que se unen son las que se conocen como Melodía.

YO: ¿La Melodía son las partes?

SOY: Proviene del indoeuropeo y griego “Melos” que significa “partes, unidades”. A nivel universal, cada aspecto, cada vibración que se une es una parte, una unidad de tiempo y espacio que conforman algo dando sentido. La melodía es lo que transmite el sentido de esa unidad armónica a lo largo del ritmo. A “melos” se le agregó la palabra indopeuropea “aw” (hablar, decir), la que derivó en el griego “aeidía”, significando: cantar. El sentido es hablar con partes del cuerpo, sonar en unidades.

YO: A ver si me quedó claro… Ritmo es el flujo constante en el cual se repiten patrones de vibración y frecuencia (espacio y tiempo respectivamente), en el cual cada una de esas repeticiones se combinan entre sí articulándose en coherencia y orden, es decir Armonía, para que luego las partes obtengan un significado lógico que pueda trasmitirse, mediante la Melodía.

SOY: Así es. En la música, la Melodía es el sentido abstracto, lo subjetivo, es el sentimiento, la información que nos llega y con la cual nos relacionamos humanamente, pues es la que podemos relacionar con historias, con emociones, con pensamientos e intenciones. Mientras que la Armonía y el Ritmo forman parte objetiva y estructural de la música, son los menos percibidos por el consciente que escucha, pero son la clave para que el cerebro ame la canción.

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque el cerebro está dedicado a administrar datos en forma de pulsos, y sólo comprende la belleza mediante dichos pulsos eléctricos. Así, el ritmo es la forma en que se registra la información en nuestra red neuronal, y la armonía es la que permite que dicha información se interprete como positiva para el desarrollo, ya que algo desarmónico podría interpretarse como una amenaza a la homeostasis (el equilibrio de los sistemas internos).

YO: O sea que el sujeto sólo puede disfrutar de la melodía en tanto el cerebro se sienta a gusto con la armonía y el ritmo.

SOY: Así es. Básicamente, para el cerebro, igual que para el Universo, la música es matemática. Si yo digo: 2×2=5, hay una parte del cerebro que se sentirá incómoda, porque por más que lo haga adrede, el cerebro interpreta que hay un error según todos los datos previos acumulados. Lo mismo sucede cuando en un compás musical en que se dice: “un, dos, tres, cuatro!” y antes de terminar de decir el cuatro comienza el primer sonido, la numeración estaba marcando el ritmo, si un instrumento comenzase en el 3 o en el 5, la canción sonaría desarmónica, caótica. Por ello, los pulsos en el universo se ordenan de manera geométrica y matemática, lo cual desarrolla la llamada “métrica” y el “tempo”. Igual que en la arquitectura, la música necesita un plano sobre el cual desarrollar los pilares del sonido, ya sea en forma binaria no terciaria, estos pulsos de sonido y silencio en una constante repetitiva son fundamentos del sonido melódico como los cimientos para un hogar.

YO: Y lo que escuchamos es básicamente esa matemática.

SOY: El oído humano está capacitado para oír una frecuencia entre 20 y 20.000 hercios, es decir, la cantidad de veces que puede vibrar algo por segundo. Estos hercios son los que determinan las escalas sonoras en términos musicales, creando la estructura de repeticiones, dentro de las cuales la más utilizada es la escala diatónica, (diá-tonós= más allá de la extensión), que divide a las notas en dos grupos: mayores y menores, dentro de lo que llamamos “la Octava”. La medición de los hercios en esta escala se da por la multiplicación de dichos hercios o repeticiones por 2, es decir, que una nota vibrando en 110hz cumplirá su ciclo de escala en 220hs, y la siguiente igual será en 440hs, y así siguiendo a 880hz, y continúa.

YO: Es todo números, repeticiones, multiplicaciones…

SOY: Y son esas multiplicaciones las que generan la variación de lo que resuena, creando armónicos a lo largo de un ritmo, es la métrica la que permite que los objetos vibren en orden, lo cual para el cerebro es un placer.

YO: Entiendo…

SOY: Muchos animales hicieron uso de estas capacidades de vibración para poder atraerse. En la búsqueda constante de encontrar la otra parte, reproducirse, encontrar equilibrio, energía, algunos insectos y animales de todo tipo descubrieron que la mejor manera de atraerse y unirse en el espacio (en caso de no ser vistos por sus colores, o bien durante la noche), era escuchándose. Utilizar el sonido que podían emitir con sus gargantas, con sus bocas y picos, con sus patas y palmas, plumas o narices, desarrolló los aparatos fonadores, creando cajas de resonancia y cuerdas vocales, capaces de llamar la atención, protegerse, y atraer a los propios.

YO: Entonces los pájaros cantaron…

SOY: Y los humanos imitaron sus sonidos. Los humanos empezaron a emular a la naturaleza, imitando todos los ruidos, sonidos y cantos de otros animales y de los elementos, haciendo de ellos conceptos, y así palabras, verbos, y utilizando la vibración como método de transmisión de información. Los sonidos que en primer lugar eran gritos o gruñidos que llamaban la atención, se convirtieron en armónicos, en una especie de “hablar cantado”. Así, las canciones fueron la clave de la unidad, la ceremonia, la tradición.

YO: El sonido nos unió desde el principio de los tiempos…

SOY: Enriqueciendo al alma. Las palabras, los cantos emergían del pensamiento, que era llevado al corazón e impulsado por el aire de los pulmones, del pecho. La energía del pensamiento, el alma, era llamada por los griegos “ménos”, proveniente del indoeuropeo “mén” (pensar, saber). La palabra se deformó a “mön” en lenguas europeas, que describió el concepto de pensamiento del alma hablado como “mön-awa”, y de allí a “moúswa”. Éste, es el origen de la palabra “Musa”, significando “pensamiento elevado”. Las Musas eran las divinidades que inspiraban a los humanos, los espíritus que incentivaban a encontrar las artes, la gracia y belleza en la existencia, que les elevaba a otro estado de consciencia, despertando nuevas ideas, pensamientos.

YO: Las musas nos inspiran… No eran seres existentes en sí, sino ideas, espíritus que se manifestaban en nuestras capacidades internas.

SOY: Cuando en griego te refieres a aquellas cosas relacionadas con algo, agregas el sufijo “-iké” o “-ikós”, por lo que en Grecia se acuñó la idea de “Aquellas almas y espíritus que se relacionan a los pensamientos que inspiran nuestras mentes”, traducido como “Musiké”, origen de la palabra Música.

YO: Oh, o sea que música en sí misma no se relaciona a lo sonoro, sino a todo lo que nos inspira!

SOY: La Música es la puerta a todas las ideas, pensamientos, emociones, necesidades, creencias, es el vocabulario del espíritu hablando con el alma y comunicándole al cuerpo. El desarrollo de la música desde los tiempos originales se relacionaba con todos los ámbitos de la vida, no sólo a lo artístico, sino a la supervivencia, a la construcción, a la estrategia, a la siembra y cultivo, a las ceremonias, a la política. Todo era un canto.

YO: Me recuerda a los originarios de Australia que hablan con el universo mediante canciones.

SOY: Sí, y como todos los originarios lo hicieron. En el paleolítico, imitando a la naturaleza, utilizando objetos del entorno para hacer percusión, que les llevó en el neolítico a construir los primeros instrumentos. En ambos periodos, la música estaba directamente relacionada a la vida y la acción, y por ello, generar cantos y música invitaba a la vida. Caracolas, tambores, cuerdas, fueron desarrolladas hacia finales de este periodo. Hasta este entonces, la escala era en ritmo de quintas, repeticiones de 5 notas, en tanto entrados al tiempo de Egipto y Mesopotamia, comenzó a utilizarse la escala de 7 notas, con instrumentos más complejos, que dieron lugar al desarrollo griego de la cítara, la lira, la flauta, el címbalo, el cistro… Formas similares acompañaron a lo largo de Asia, mientras que en las Américas continuarían con las flautas y tambores. En el Mediterráneo, las expansiones de imperios y mezclas de culturas construyeron nuevos estilos, desarrollando la música religiosa, la música sacra, e instrumentos como el órgano, la guitarra, y posteriormente el piano. De igual manera que en los periodos del arte pictórico, la música fue acompañando el desarrollo interior humano, alcanzando un punto excepcional con la Música Clásica, la cual tuvo su nacimiento en el periodo Barroco, y su mayor desarrollo hacia el siglo XVIII. Adentrados en nuestros tiempos, la música se popularizó en el romanticismo y luego en la contemporánea, que trajo músicas más populares y mecánicas. industriales. El vanguardismo, el simplismo, la electrónica, y las decenas de estilos que emergieron en la globalización, fueron moldeando los pueblos. La música despertaba ideas, revoluciones, filosofías, cambios drásticos, guerras, amores, pasiones, pues la música es la inspiración del Universo hecha melodía. Es el objeto cósmico hecho sujeto universal.

YO: Es decir, que somos música… Si somos el espíritu viviendo su propia creación, somos compositores cantando su música, en una enorme sinfónica en la orquesta de la creación.

SOY: Por ello, debes atreverte a descubrir tu música. La música que escuchas, los sonidos que llegan a ti, los que surgen de ti, los que puedes crear con tu cuerpo o con instrumentos, son un vehículo del estado de tu vibración, de tu flujo de energía, de entender cómo las partes se combinan en tu interior. Debes escuchar atentamente la música que te gusta más allá de la melodía para entender lo que tu cerebro busca en ellas, el orden que le propician, de acuerdo a las emociones que le despiertan. Las notas de la música son tus chakras, los sonidos que emiten son tus emociones, y las canciones son tu rico mundo interno. Así que, te pongo un reto.

YO: ¿Cuál?

SOY: En el momento que te sientas listo, crea tu canción, tu propia canción. Si fueras una canción, ¿cómo sonarías?

YO: Oh… Me gusta…

SOY: Suena en tu interior, narra tu historia y tus emociones, tus pensamientos y voluntades, amores y dolores, tus batallas y tus victorias, tu paz y tu angustia, alegría y tristeza, relaciones y soledad. Cuenta tu historia en forma de música, tararea, escribe, hazla sonar, libera la fuerza de tu alma cantando al mundo quién eres.

YO: Soy la inspiración espiritual viviendo la melodía de la vida.

SOY: Canta, y hazle saber al Universo que existes. Soy Ritmo.

YO: Soy Armonía.

SOY: Soy Melodía.

YO: Yo Soy la Música…