YO: Debajo de la piel, debajo de lo que lo que nos protege, se encuentra otra de las estructuras protectoras, ¿no? Los músculos.

SOY: Más allá de que los mismos posean una función protectora, su principal función es la movilidad. Los músculos son aquellos que permitirán el movimiento, la flexibilidad de todo el cuerpo, y es uno de los tejidos más importantes para preservar el resto de los sistemas, ya que son los encargados de mantener el organismo en una temperatura constante.

YO: Oh, no sabía eso. Lo que me fascinaría entender, es cómo hacen para moverse. Porque, tal vez movernos está tan naturalizado, que no tenemos idea de las cosas que deben suceder para que podamos mover un simple músculo.

SOY: Pues, podría decirse que este sistema es un complejo entramado interconectado al sistema nervioso, el cual envía y recibe señales de los músculos para moverse.

YO: ¿Cómo aparecen los músculos?

SOY: En el principio del desarrollo celular, las células solían vivir en ambientes líquidos, movilizadas por las aguas, por lo que el ambiente era el encargado de permitir sus movilizaciones en el entorno. Pero dependían exclusivamente de las corrientes para encontrar alimentos. Por ello, algunas células procariotas desarrollaron la habilidad de desplazamiento mediante una pequeña extensión que eran capaces de sacudir haciéndola girar en círculos, permitiéndoles desplazarse por el espacio.

YO: Oh, como un espermatozoide.

SOY: Así mismo. Sin embargo, las eucariotas encontraron una forma más compleja, que fue la articulación de grupos celulares, los cuales se especializaron en la movilización. De esta forma, tras millones de años de evolución, surgieron los miocitos, células musculares.

YO: ¿Cómo se comunicaban? Es decir, ¿cómo sabían que debían moverse?

SOY: Debido a descargas eléctricas.

YO: ¿Como si las electrocutasen…?

SOY: Bueno, lo suficiente como para hacerlas vibrar sin matarlas. Los pulsos eléctricos son pequeñas descargas provocadas en el sistema nervioso que trasladan información de un punto al otro a partir de los axones (extensiones de las células neuronales, que descargan en las terminales nerviosas una molécula neurotransmisora llamada acetilcolina, que transporta la energía hacia los receptores celulares). La misma descarga una corriente eléctrica a la membrana celular muscular produciendo una sinapsis (puente conector), que hace reaccionar a la membrana celular despolarizándola. Esto significa que una célula suele protegerse magnéticamente, por ejemplo, poniendo toda su carga positiva hacia afuera para repeler cualquier partícula que se acerque, y se abre a recibir si sus factores negativos se extienden hacia afuera, lo que les vuelve receptores. Así, la acetilcolina impulsa a hacer este giro de polaridad, para que la célula reciba esta descarga de energía, que será procesada por la mitocondria, produciendo la reacción química en el interior de esta célula, la cual tiene una particularidad: las mismas se distienden o contraen en función de dicha descarga.

YO: Sí, como un mínimo electroshock, que un cuerpo puede sentir cuando percibe corriente en que los músculos se tensan, pero en micronésimas de potencia.

SOY: La razón por la que esto sucede, es porque las fibras musculares, dichas células del filamento muscular, están compuestas de dos proteínas principales llamadas miosina y actina, entrelazadas como un tejido. La miosina es gruesa y oscura, mientras que la actina es clara y fina, y ambas reaccionan a este pulso eléctrico contrayéndose entre sí o distendiéndose, lo que produce la elasticidad muscular.

YO: Wow, me parece fascinante que lo que veamos como común al mover cualquier parte del cuerpo, provenga de mecanismos tan sencillos y minúsculos. O sea que un músculo está conformado por una sucesión de células largas compuestas de estas proteínas, que reaccionan a los pulsos eléctricos del sistema nervioso.

SOY: Las mismas reciben estas descargas por factores medioambientales. Los 5 sentidos reciben datos externos que van siendo asimilados por el cerebro, el cual lleva la descarga al músculo adecuado para que reaccione en función de la circunstancia.

YO: Es asombroso, porque todo pasa en milésimas de segundos… Además, en tanta cantidad de células. ¿Cuántos músculos hay en un humano?

SOY: Unos 650 músculos, los cuales se dividen en tres tipos: Liso, Cardíaco y Estríaco. Los músculos lisos son los que producen las contracciones de los órganos internos y que no podemos manejar a voluntad, pues forman parte normalmente del sistema nervioso parasimpático, que implica un funcionamiento constante del sistema de vísceras. El cardíaco es conocido como “miocardio”, y es un músculo involuntario que conforma al corazón, del cual tampoco tenemos control voluntario. De manera involuntaria, el corazón late entre 60 y 100 veces por minuto pulsando la sangre a través del sistema circulatorio. Los músculos más conocidos son aquellos que tenemos capacidad de controlar o ser al menos conscientes de su movimiento: los estríacos, también conocidos como esqueléticos, ya que se conectan al sistema óseo. Su función es la de mover la estructura del cuerpo y generar la acción mediante la contracción o distensión de las células musculares que provocan el elongamiento de los tendones que unen hueso con músculo, y así, como una suerte de resorte elástico la estructura es movida.

YO: ¿Por qué se llama músculo?

SOY: La palabra viene del latín “muso” que significa ratón.

YO: ¿Ratón?

SOY: Sí, “músculo” se refiere a un pequeño ratoncillo (“ulo”= diminutivo). Esto se debe a que el movimiento del músculo de las piernas de arriba abajo daba la sensación de un ratón moviéndose en el interior, razón por la cual se llamó a este músculo como “muslo”. En griego la palabra músculo es “miós”, y de allí surgen palabras como miositos y miocardio. Posteriormente se extendió a todos los demás músculos. La acumulación de proteínas que reciben tensión eléctrica constantemente hace que la carne muscular sea una fuente alta de nutrientes y proteínas que guardan las reservas de calor energético del cuerpo llamadas “calorías”, las que se utilizan para el movimiento y para mantener todos los órganos en una temperatura adecuada.

YO: ¿Por qué los 37 grados son adecuados?

SOY: A más de 30 grados, la mayoría de virus y bacterias, microbios y parásitos suelen morir, por lo que mantener esta temperatura y presión internas permiten mantenernos a salvo de infecciones de agentes externos que suelen estar a temperatura ambiente. Así que los músculos se ocupan de esto.

YO: Interesante.

SOY: Por lo generan los músculos se organizan de a pares llamados agonistas (aquellos que se contraen para realizar una acción) y antagonistas (aquellos que se relajan para realizar la acción opuesta. Los tejidos musculares se componen de fibras compuestas por miofibrillas ordenadas en estriaciones, que están incorporadas dentro de una capa llamada sarcolema, que les contiene dentro de un conjunto de diversas estructuras similares llamadas fascículos, los cuales a su vez se ordenan en conjuntos. El endomisio es el interior del músculo, y en él se extienden los conductos circulatorios o vasos sanguíneos. Todo contenido por el epimisio, cuyos extremos se convierten en tendones. El consumo de fibras en la alimentación ayuda a sostener el tono muscular, que permite la estabilidad y flexibilidad, agilidad, de todo el organismo.

YO: Es como que, sin los músculos, no sólo no estaríamos protegidos, sino que no tendríamos movimiento ninguno…

SOY: Los músculos son el cuerpo visible de los sistemas universales, son las millones de células comunes del cosmos que realizan las funciones de transformación. En el universo hay muchas formas de vida, y la mayoría son útiles como reserva de energía para proteger al resto de los sistemas sensibles.

YO: ¿Cómo? Espera, no entendí esto…

SOY: La mayoría de los seres vivos, son funcionales a los sistemas primarios. Reservas de energía, de datos, que los sistemas principales utilizan para el desarrollo. Se protegen rodeándose de ellos, obteniendo energía de los mismos, y al mismo tiempo, estos músculos cósmicos viven de esta energía generada por los sistemas sensibles.

YO: ¿Cómo comprenderlo más lógicamente? Es decir… Como humano. 

SOY: Bueno, podríamos compararlo con un estadio de algún deporte. Imagina el fútbol. Los 22 jugadores funcionarán como sistemas nervioso y circulatorio, además de sistema endocrino. Los jugadores generarán las tensiones nerviosas y la circulación de las hormonas que generarán reacciones en la tribuna. La tribuna es como un conjunto de miocitos, ordenados en dos equipos: agonistas y antagonistas, que ejercerán fuerzas contrarias en función de las señales enviadas por el juego de los deportistas. Las olas de reacción eléctrica moverán a los miocitos en una dirección u otra, provocando un movimiento general que afectará a los jugadores en su rendimiento. En cierta forma, los jugadores provocan reacciones en la tribuna, el público, para recibir su fuerza impulsándoles a jugar con mayor intensidad. Miles de personas nutren la acción de 11 jugadores que representan a los sistemas centrales.

YO: Esto significa que hay un 95% más o menos, de seres en el universo que no toman decisiones propias, sino que generan energía y respuesta a los pulsos de otros seres que sí ponen su intención… Esto es como… Feo, o sea, me suena a que la mayoría de las personas son células utilizadas por unos pocos.

SOY: ¿A qué te suena?

YO: A manipulación, o sea, a lo que muchos humanos tratan de esquivar en la vida, que son sistemas de opresión, conspiraciones en las que la humanidad es controlada por unos pocos…

SOY: ¿Por qué te parece injusto?

YO: Porque es como si unos pocos vivieran de todos nosotros.

SOY: No entiendo cuál es el problema…

YO: Joder, o sea, unos ponen la fuerza, la acción, el trabajo, para que unos pocos se sostengan protegidos en el interior mientras los demás ponen el cuerpo.

SOY: ¿Cuál es el problema?

YO: Que me parece injusto.

SOY: ¿Cómo lo harías?

YO: Que cada uno sea libre para poder hacer sus propias cosas…

SOY: Se llaman organismos unicelulares, han funcionado por millones de años, procariotas y eucariotas que no han llegado más lejos de ser un cultivo unicelular en los océanos y pantanos.

YO: ¿Quieres decir que no seríamos humanos sin este sistema de “opresión”?

SOY: Tu mentalidad humana, tu historia, ha hecho que interpretes a esto como un sistema de opresión, pero no lo es, es un sistema de orden. Si cada célula de tu cuerpo quisiera ser libre del cuerpo, dejarías de existir. No había propósito en ser humano… Ni en ser nada, realmente. ¿Entiendes? Los organismos unicelulares se agrupan en pluricelulares porque cada uno tiene un atributo pero carece de otro. La mayoría de las células poseen el atributo de la acción, pero no de la intención. Tienen fuerza, pero no saben para qué usarla. Entonces, una neurona le dice qué hacer y a dónde, y así miles de estas células encuentran un propósito. Sin esa neurona, las demás habrían muerto. Tu visión de libertad no proviene de lo horrible del sistema, sino de las enfermedades producidas en un organismo. La humanidad vive hoy un proceso semejante al síndrome de Tourette, en que el sistema nervioso está funcionando incorrectamente, llevando a los músculos a actuar de manera errática, agresiva, y descargando tensión y acciones sin sentido ni control alguno. Eso es lo que te hace ver que el sistema es malo, es que hay neuronas enfermas, no que el sistema sea malo.

YO: Oh… Entiendo.

SOY: Es como juzgar a todas las aguas porque haya habido un tsunami en Sumatra. ¿Entiendes? No tiene sentido. Son ciertas neuronas humanas las que están funcionando mal, y ello hace que veas a esto como sistema de opresión, sin libertad. En todas las dimensiones, en todos los sistemas, todos necesitamos de todos. La simbiosis es primordial. Las capacidades innatas de cada célula no sirven de nada sin la interacción de las otras, y conocer el potencial propio de cada una ayuda a reconocer el lugar que uno puede ocupar. No todas las células pueden ser jefes, no todas pueden ser empleados, no todos pueden ser maestras, o agricultores… La diversidad nos lleva a necesitarnos los unos a los otros para convertirnos en un Ser. Así, la mayoría de las células tienen capacidad de acción, mientras que unas pocas poseen el impulso, y otras pocas la intención, planificación, idea… Así es, pues, que lo que consideras un sistema opresivo en la visión revolucionaria humana, no es más que el sistema simbiótico más perfecto de acción universal.

YO: ¿Y por qué no funciona en nosotros?

SOY: Porque sois una especie en vías de evolución consciente. Estáis practicando cómo funciona esto a nivel mental. Estáis buscando el poder interior de cada célula, y consideráis que no haberlo encontrado, es debido a que alguien os lo ha quitado. Y no, simplemente es la capacidad de otros de gestionar ese poder que han tomado control debido a que vosotros no lo estáis utilizando.

YO: Entonces… Debemos retomar el poder…

SOY: Y para hacerlo debes conocerte. Y conocerte implica descubrir tu potencial, no creer que ser libre implica tener el potencial de otros. Esa es la incondicionalidad, la red, la interacción. La fuerza del conjunto surge al descubrir la potencialidad de cada uno compartida en el conjunto, recibiendo los impulsos nerviosos que activan la acción.

YO: La fuerza de los músculos es el conjunto de una especie, y el cerebro vive a través de nosotros, porque nos olvidamos de que nuestro poder no es tomar control del cerebro ni separarnos liberándonos de él, sino tomando las riendas de nuestra fuerza interior, sabiendo que es para el conjunto.

SOY: Todos somos Uno, la pregunta es en qué depositas tu fuerza para que ese conjunto se mueva. Sólo ya sabes lo que puedes ser…

YO: Una bacteria, una procariota… En el océano.

SOY: Pero en conjunto sabes que puedes ser mucho más.

YO: Tomo la fuerza y ejemplo de mis músculos, pues, sabiendo que la energía que protege al resto de los sistemas, son los miocitos; los humanos que ponen la fuerza para hacer posible la civilización.

SOY: Reconociendo que los sistemas internos son los ministerios y organismos que, de no estar enfermos, permiten la fortaleza de dichas acciones para el conjunto.

YO: Somos uno, sólo hay que reconocer cuál es el lugar de cada uno, y desde allí, podemos serlo todo.

SOY: Ponte firme, recupera la fuerza en ti.

YO: Yo Soy la Fuerza.

SOY: Y con ella, sé flexible. La clave de este sistema, no es el poder. Ya sabes cuál es.

YO: …El Movimiento.

SOY: ¡Entonces muévete! Ejercita el cuerpo, activa los músculos, enciende el calor y la fuerza en ti, y avanza en la vida. Y en cada acto, sabrás que estarás nutriendo a un ser mucho más grande que somos todos…

YO: Y que yo Soy.