SOY: Nos queda un último sistema por recorrer, y probablemente, podría considerarse el más importante de todos.

YO: ¿Cuál?

SOY: El Sistema Nervioso.

YO: ¿Por qué es el más importante?

SOY: Cierra tus ojos… Inspira profundo… Lleva tus manos al pecho… Siente tu corazón latir… Imagina que tu latido se expande más allá de tu cuerpo… Invade tu ser, despertando una memoria, un recuerdo… Ese recuerdo es el más placentero que puedas recordar… ¿Lo sientes?

YO: Sí…

SOY: Nada de todo lo que has hecho ahora podrías haberlo hecho sin el sistema nervioso.

YO: Es decir… Que es este sistema el encargado de respirar, latir, mover, pensar, imaginar, sentir, recordar…

SOY: Y lo hace simplemente por una habilidad fundamental: las redes.

YO: Pero… ¿Las demás células no hacen lo mismo creando redes?

SOY: Hay una gran diferencia entre las células del sistema nervioso y las células generales del cuerpo. Las células nerviosas se llaman “neuronas” y, a diferencia de las demás, las neuronas no se dividen. Las neuronas sólo pueden crearse, y envejecen con la edad de una persona, pero no comparten material genético multiplicándose, sino que una vez creadas las mismas, ya no hay lugar para nuevas. Esto fuerza a las neuronas a buscar un desarrollo diferente a las células orgánicas normales. Mientras estas últimas utilizan la energía asimilada (ATP) para las funciones de reproducción celular, las neuronas comparten información a través de una red de intercambio de datos, mediante un mecanismo llamado “sinapsis” (del griego “syn”= con; “aptein”= tocar, conectar, unir; y “sis”= acción). La sinapsis es la acción de que dos cosas se toquen o unan. En el caso de la red sináptica neuronal, estas células han desarrollado la habilidad de ser únicas e irrepetibles, pero su capacidad infinita radica en su capacidad de compartir esa información con las demás.

YO: Pero, si sólo hay una cantidad específica, entonces ¿cuándo se forman?

SOY: Toda la vida. A partir de las primeras 7 semanas de embarazo, un feto comienza a producir hasta 250,000 neuronas por minuto, número que crecerá durante el resto del proceso de desarrollo fetal, e incluso durante los primeros meses de vida fuera del útero, pero a pesar de esto, la producción de neuronas empieza a ser decreciente tras la adolescencia, aunque nunca dejan de aparecer miles de nuevas neuronas, incluso llegando a los 80 o 90 años. La originalidad de estas neuronas, es que no morirán y se multiplicarán, sino que siempre serán las mismas, desde que eras un feto.

YO: Oh, entonces, ¡esto es lo que permite la memoria!

SOY: Exactamente, pues cada célula guarda los datos que ha asimilado, y siempre permanecerán en la red, aunque a mayor cantidad de neuronas, el dato original puede modificarse hasta casi ser irreconocible, y a veces, hasta olvidado.

YO: ¿Cómo se almacenan estos datos?

SOY: Los 5 sentidos son los encargados de recibir los datos del medio ambiente, ¿te acuerdas?

YO: Oh, sí… Vista, Gusto, Tacto, Olfato y Oído, que recibían la información externa mediante pulsos eléctricos…

SOY: Estos pulsos eléctricos son los que se registran en las neuronas. Las mismas se conectan a cada tejido del cuerpo para recibir las vibraciones que el mismo percibe mediante los sentidos, y esos pulsos o latidos de las ondas de vibración, según su longitud de onda, sea color, sonido, calor, partículas, aromas, se registran en las neuronas mediante pulsos eléctricos, como si las mismas fueran lectoras de código morse, o analistas de cómputo registrando cada pequeño pulso, compartiendo los datos en una cadena por bloques. Las neuronas comparten esta información mediante reacciones químicas y eléctricas en los extremos de sus cuerpos. El cuerpo neuronal se compone de una célula de contenido normal (no su núcleo, genes, organelos, mitocondria, citoplasma y demás estructuras), pero cuya cobertura se ve provista de ramificaciones llamadas dendritas. Mediante un axón (extremo grueso de la célula) surge la Vaina de Mielina, una especie de tronco largo recubierto de pequeñísimas células organizadas como los vagones de un tren, en cuyo extremo opuesto vuelven a ramificarse más dendritas.

YO: Es como un árbol con raíces, tronco y su copa con las ramas…

SOY: Así es. En las raíces y ramas de este árbol, los extremos de cada dendrita poseen botones sinápticos, por donde los pulsos eléctricos generan una reacción química que pasa la información de una neurona a la otra. Estos botones son como una suerte de articulaciones entre los huesos, donde en lugar de líquido sinovial, encuentras receptores químicos, encargados de recibir moléculas llamadas neurotransmisores, surgidas de unos sacos diminutos llamadas vesículas sinápticas, las cuales son llenadas de estos neurotransmisores a través de unos filamentos internos que cumplen una función semejante a la médula en el interior de los huesos.

YO: Wow… Y todo tan pequeñito… Tan microscópico y veloz…

SOY: Concretamente, cada señal emitida por neuronas desde cualquier parte del cuerpo a cualquier otra parte del cuerpo, viaja a una velocidad promedio de 360 km por hora generando al menos 50 impulsos por segundo.

YO: No me lo esperaba… Casi como un avión en pleno despegue multiplicado por millones en cada dirección y a cada segundo…

SOY: Así es… Datos, información, pulsos, intercambio de neurotransmisores en todo tu cuerpo a cada instante. Pero sobre todo en el órgano central compuesto por neuronas, el único órgano incapaz de sentir dolor, sólo de imaginarlo.

YO: ¿Qué? ¿¡Cuál!?

SOY: El Cerebro. El mismo está compuesto por neuronas y es la estructura principal del sistema nervioso. Debido a que el mismo se constituye por neuronas que almacenan datos, no posee células capaces de percibir los pulsos de los 5 sentidos, sino sólo de procesarlos. Por ello no posee células capaces de asimilar el dolor ni el placer. El cerebro no sufre, pero puede hacerte sufrir, pues todo lo que interpretas como pulsos de dolor y placer son interpretados por el cerebro. El sistema nervioso está dividido en dos partes fundamentales: el Central y el Periférico. El Central está conformado por el Encéfalo, protegido por el cráneo en la cabeza, el cual se divide en 5 partes: Cerebro, Cerebelo, Mesencéfalo, Puente de Varolio y Bulbo Raquídeo; y en su otro extremo se encuentra la Médula Espinal, protegida por la columna vertebral en la espalda. El Periférico está conformado por todos los nervios nacidos de la médula espinal dirigidos a los órganos y músculos, y además todas las neuronas que se conectan a cada parte del cuerpo, incluso las células. El pulso eléctrico que se mueve como rayos por el cuerpo es posible gracias a la polarización de las membranas del axón en las neuronas que, como si se tratase de una ola, cambian de positivo a negativo y de nuevo a positivo, constantemente, generando así el impulso de energía y por lo tanto de datos. Estos impulsos son conformados como reacciones químicas, que dan lugar a los neurotransmisores, con nombres que seguramente habrás escuchado alguna vez: serotonina, acetilcolina, dopamina, noradrenalina y endorfina, entre otros.

YO: Sí, los he escuchado comúnmente.

SOY: Cada uno con una función concreta relacionada a la felicidad, a la tranquilidad, a la ira, a la acción, pulsos generales que administran datos en su incesante combinación.

YO: Es como leer la función o realidad química de nuestro pensamiento… O sea, entender que lo que somos, lo que sentimos, la vida misma, no es más que una simple reacción química y eléctrica de moléculas específicas…

SOY: Exacto. Y esta información transmitida, suele darse de dos maneras: mediante el llamado Sistema Nervioso Somático y el Sistema Nervioso Autónomo.

YO: ¿Cuáles son sus diferencias?

SOY: El Somático es aquel que es más fácil de comprender, pues es en el cual las neuronas se encargan de transmitir las señales voluntarias, aquellas que implican un movimiento de tu propio deseo, como lo que estás haciendo ahora al tocar las teclas para escribir este texto.

YO: Claro… Es aquel del cual somos plenamente conscientes, y que movemos a nuestra merced.

SOY: Mientras que el sistema Autónomo es el encargado de todo lo visceral o vegetativo, lo cual funciona sin consciencia, más allá de nuestra voluntad con el fin de mantener al organismo vivo, y se subdivide en dos clasificaciones: Parasimpático y Simpático. A lo largo de los nervios medulares, el extremo superior y el extremo inferior de la médula se encargan de las señales parasimpáticas, mientras que las centrales de la médula se encargan de las simpáticas.

YO: ¿Cómo entender sus diferencias?

SOY: En general, el parasimpático se encarga de relajar el funcionamiento del cuerpo, mientras que el simpático se encarga de activar al mismo. Podríamos decir que el parasimpático distiende y dilata, mientras que el simpático contrae y presiona. Así, el primero nos prepara para situaciones como secretar los líquidos digestivos y urinarios, dilatar esfínteres, dilatación de vasos sanguíneos, promueve la excitación, regula la visión, inhibe la huida disminuyendo la frecuencia de palpitaciones cardíacas. Por otro lado, el Simpático tiene como objetivo activar el cuerpo para la huida, lo que estimula al corazón a latir más rápido, acelera la respiración, estimula las suprarrenales, inhibe la relajación, aumenta la firmeza de los esfínteres y, en machos, produce el orgasmo sexual durante la eyaculación.

YO: Ah, entiendo… Todos los órganos del cuerpo están condicionados por estos pulsos eléctricos que hacen reaccionar cada órgano y glándula.

SOY: Cada pulso eléctrico activa las glándulas endocrinas para secretar hormonas, o presiona las células del corazón a latir, o para hacer la digestión, para recordar, para moverte a voluntad… Es un entramado de redes infinitas, donde reconocerás algo muy importante.

YO: ¿Qué?

SOY: Que todo es Mente. El mismo cuerpo biológico con el que coexistes es una proyección directa y natural del Universo y su cosmos en redes. La Mente del universo que impulsa la información cósmica, vive en ti. Por ello, cada sensación, es una idea, es simplemente una reacción a un pulso…

YO: Ahora que lo vemos así, la pregunta existencial es: ¿dónde está el espíritu? Es decir, al ver esta semana que el cuerpo es el conjunto de organismos que formaron uno superador, y al comprender que cada emoción del alma, la energía del ser que viaja por el tiempo naciendo en distintas vidas, no es más que una reacción hormonal, es decir, que sólo podemos sentir el alma siendo humanos gracias a las reacciones químicas de nuestros cuerpos; y que el espíritu, la mente divina, la imaginación, la idea del ser, no son más que una interacción eléctrica y química de moléculas neurotransmisoras, ¿dónde deja a esa esencia del ser?

SOY: ¿No logras verlo aún?

YO: ¿Ver qué?

SOY: Dime, ¿cuál es tu necesidad de pensar que incluso viendo la maravilla de la existencia que te conforma, tiene que haber algo más que pueda permitirte ser lo que eres? ¿No te basta con ver la maravilla manifestación de tu cuerpo? ¿Es acaso, tal vez, una incesante negación de lo que eres, esperando un paraíso? ¿Es, a lo mejor, la mágica idea de que Dios, el Espíritu, debe ser algo trascendental a la prisión de un cuerpo? ¿No logras ver la divinidad en lo que eres porque niegas tu poder interior? ¿No lo ves aún? Que la esencia no vive externa a lo que eres, sino que vive en la capacidad de conexión entre las partes que componen lo que eres?

YO: Perdón… ¿Cómo?

SOY: El Universo no sabe lo que es el Cosmos hasta que no realiza sinapsis, hasta que no sabe quién es reconociendo al Uno sólo por su capacidad de percibir el Dos. No puede comprenderse la unidad sin la polaridad. Dios nace a partir de la interacción, el ser, la esencia, no existe por sí misma. Para que haya un verbo se necesita un sujeto que le realice, para que haya un Soy, necesitas de un Yo. Es sólo en la interacción del Yo y el Soy que surge el YO SOY. Es la Red lo que permite la existencia, lo que habilita la idea de la esencia. Es la red la que diseña todas las posibilidades como el Encéfalo que no puede sentir, pero se crea a sí mismo en redes diversas capaces de interpretar lo que es el dolor y el placer. Sentir. El sistema nervioso es lo más cercano que posees a comprender lo que significa la esencia, no por sus neuronas ni su cerebro, sino por su función de conector. Ser canales, puentes eternos.

YO: Oh, lo comprendo… El cuerpo es una extensión más del cuerpo universal, que busca el cosmos en sí mediante la armonía de sus partes, y es en esta interacción que “Es”. El cuerpo es perfección, es la clave más cercana a ver y sentir la maravilla de lo divino.

SOY: Pues el espíritu son las ondas y vibraciones que componen los pulsos que hacen que exista una molécula neurotransmisora, las cual tendrá como objetivo registrar esa onda espiritual, haciendo reaccionar los rayos de energía nerviosa que movilice al ser, despertando lo que llamas el Alma, la cual da coherencia a las acciones que realizará el organismo celular llamado Cuerpo. ¿Lo ves?

YO: Lo veo… “Conócete a ti mismo”…

SOY: Y conocerás el Universo. Vé hacia dentro…

YO: Y comprenderás el afuera… Y en tanto medite en mi interior.

SOY: Podrás activar tu exterior. Sólo basta unir ambos extremos…

YO: Hacer sinapsis…

SOY: La sinapsis entre Yo y Soy.

YO: Que crean la Esencia de la Mente Divina…

SOY: Aquí y Ahora, Tiempo y Espacio, Arriba y Abajo, Dentro y Fuera, Izquierda y Derecha, Blanco y Negro, Etérico y Físico, Cielo y Tierra…

YO: Yo Soy el canal que une a todos los extremos, la sinapsis que lleva al Universo hacia el Cosmos, a los caminos de la realidad a encontrar el orden…

SOY: …Despertando la consciencia plena de que ya eres lo divino. Sólo obsérvate, acéptalo, y disfruta de vivirlo.

YO: Yo Tengo la Conexión en mí… Yo Tengo la Fuente en mí, Yo tengo el Hogar en mí, Yo tengo el Templo en mí.

SOY: Yo Soy el Canal Eterno.

YO: Yo Soy.