YO: Y, hablando de construir o destruir, ¿qué pasa si decido no hacer nada? Es decir, esa filosofía budista de no intervenir, de permanecer en silencio, en forma pasiva… ¿Estaría rompiendo con esta dualidad creadora?

SOY: Muchos caminos nos pueden llevar a comprender esta dicotomía productiva. Vamos a tratar de comprender el concepto de lo que significa posicionarse en una actitud activa o en una actitud pasiva. Activo viene de acción, de entrar en actividad, y por lo tanto realizar un acto que moviliza una energía, lo cual, esta acción produce una reacción que modifica el entorno, ya que las fuerzas involucradas buscarán encontrar nuevamente la estabilidad reordenándose de una forma distinta. Aquí podemos comprender lo que significa realizar una “Activación”, es decir, poner las fuerzas necesarias para lograr un resultado externo.

YO: O sea que cuando yo digo “Activaciones”, estoy refiriéndome a que lo que estamos por hacer se relaciona con poner energía de nuestra parte, de manifestar una actitud que genere por voluntad un cambio en el entorno o lo que estamos haciendo concretamente.

SOY: Así es. Una Activación es el acto de disponer de una acción para producir una reacción. Lo contrario a la visión pasiva. Esta palabra surge del supino de “pati” (passum), que significa “que sufre o soporta” (patire = sufrir). El punto de vista pasivo es de aquel que recibe el peso de la reacción, el cual no hizo nada para recibir ni generar fuerza, y sin embargo, el movimiento del otro le fuerza a transformarse.

YO: O sea que pasivo no es aquel que no hace, o toma una posición pasiva ante una circunstancia, sino que es aquel que sufre las consecuencias de la misma sin haber tomado ninguna actitud al respecto.

SOY: Así es. Veámoslo desde un punto de vista más positivista y espiritual. El aspecto Pasivo de una acción es lo que llamarías “Meditación”.

YO: ¿Por qué? En la meditación no se sufre…

SOY: No desde el concepto que posees del sufrimiento, pero sí uno se convierte en “passum”. Humanamente interpretas el sufrir como dolor, pena, angustia, sin embargo, conceptualmente, el sufrimiento es poner el peso sobre uno mismo. En la meditación, lo que sucede es que la acción no se dispone hacia afuera, sino hacia el medio, con lo cual, las fuerzas externas se vuelven hacia uno, y en la meditación, uno encuentra las respuestas a los pesos y conflictos externos. 

YO: Visto así, la acción pasiva de la meditación no es nada mala. 

SOY: No, pero el problema es que no todos meditan, sino que se “preocupan”. Existe otra dicotomía que llamamos “ocuparse” y “preocuparse”. El que se ocupa entra en actividad, es el que se lanza a tomar las riendas de la situación, mientras que quien se preocupa, está tomando las riendas antes de que algo suceda, en lo invisible e impráctico. Por lo general, tirar de las riendas de temas que aún no son reales, lleva al sufrimiento. Allí está la idea de pasivo, pues uno está recibiendo el peso de algo inexistente sobre lo que no se puede actuar. 

YO: Sí… Yo suelo preocuparme mucho… Hasta que medito. Pero entonces, ¿qué sería no actuar?

SOY: Neutralidad. Mientras que pasivo y activo hablan del negativo y positivo, el neutro es lo que considerarías “inacción”. La inacción es simplemente la negación de la acción, la inexistencia de la misma, y por lo tanto, habla de permanecer estático, pues acción es movimiento, ya que la misma implica energía. La Neutralidad es el concepto de no actuar ni en lo activo ni recibir en lo pasivo, sino mantenerse al margen como observador.

YO: ¿Es posible esto?

SOY: Difícil, pero no imposible. Las prácticas de algunas culturas asiáticas en relación a la neutralidad, hacen que entiendan que todo efecto de cambio es meramente un producto entre fuerzas que ellos no pueden controlar, y por lo tanto, prefieren permanecer al margen de toda reacción, ni en contra ni a favor.

YO: Pero eso no evoluciona… O sea… ¿Cómo avanzan así?

SOY: ¿Por qué necesitas avanzar?

YO: Bueno… Estamos en un camino de crecimiento y expansión.

SOY: Depende para quién. Que tú seas consciente de un camino evolutivo no te hace digno de tener la absoluta verdad. Hay personas que no han nacido para realizar tu camino. ¿Lo aceptas?

YO: Sí… Lo entiendo, pero me cuesta asimilarlo, que pueda ser visto con normalidad el hecho de no tomar partido de las cosas.

SOY: Tomar partido nos coloca en una posición dual, polar, de lucha, de creación y destrucción. La visión de muchas culturas, sobre todo las occidentales europeizadas, han llevado al mundo la connotación del esfuerzo, trabajo, mérito, como fuentes de acción real, tangible, práctica, pero no para todos tiene por qué ser igual. Que a ti te funcione una forma, no significa que otros no puedan haber encontrado una manera diferente. Siempre y cuando la una no interfiera en la libertad y derechos de la otra, para el universo no existe un problema.

YO: ¿O sea que alguien tranquilamente podría marcar la diferencia siendo neutral?

SOY: Para ser neutral tienes que encontrar el equilibrio entre poner fuerza o estar en la fuerza.

YO: ¿Qué sería eso?

SOY: La dicotomía de la acción: Hacer o Estar. La palabra “hacer” proviene de la misma etimología que “to do”, en inglés. Aunque suenen diferentes, son del mismo árbol, del indoeuropeo “dhe”, que significa “poner”. Poner energía, poner fuerza, ponerse en acción, poner voluntad. El concepto “hacer” nos trae la base de toda acción, que es poner y disponer. Como seres existentes, todos hacemos cosas, es algo inevitable, nuestro simple respirar es una acción, implica hacer algo. “Dhe”, manifiesta la intención de hacer, la cual incorpora la voluntad y la consciencia en la ecuación. Poner foco de atención en algo donde depositar las energías para generar un movimiento.

YO: Y por otro lado… Estar, o dejarse estar.

SOY: Estar, relacionado a estar quieto o estar en un lugar, es un verbo que proviene de “Sta” que significa “ponerse de pie”, algo que en inglés dio “stand”, “stare”, “state”, “stay”. En español, los modos “estabilidad”, “estado”, “estable”, “estático”, describen esta palabra, siendo lo contrario a ponerse en acción, sino a permanecer quieto. La estabilidad es algo que el universo busca incesantemente en su caos expansivo y entrópico. Por lo que, aún así siendo el opuesto, es su complementario perfecto. Ponerse de Pie o Ponerse en Acción, son las dos caras del movimiento universal.

YO: Entonces, es necesario hacer y estar… A la vez.

SOY: Estar es lo que te lleva al ser, a encontrarte, a posicionarte y ubicarte en el tiempo y espacio, a encontrar un eje. La estabilidad es requerida para poder diseñar la persona que eres. Y sólo desde allí, desde su punto de vista, es que podrás actuar, hacer, disponer del punto de apoyo desde el cual puedes hacer, poner intenciones y energía, voluntad. El problema radica cuando hay más aspectos estables que aquellos que se encuentran haciendo, o más aspectos haciendo de los que se encuentran estables.

YO: Me recuerda a esas imágenes de trabajadores en que uno sólo hace todo y los demás miran.

SOY: De esta misma forma puedes entender tu mundo interior. Nunca avanzarás si una sola de tus fuerzas pone toda la energía mientras tus otros aspectos miran, pero tampoco llegarás a nada si muchos trabajan pero sólo uno los ancla y dice qué hacer. La neutralidad radica en la capacidad de hacer que haya la suficiente estabilidad como para no ser afectado por los movimientos externos, y lo suficientemente activo como para que puedas flexibilizarte y tomar decisiones.

YO: A veces, hacer me parece muy complicado en un mundo que nos mantiene en la pasividad. Es agotador en muchos casos estar haciendo cosas para las cuales los estados y sistemas no hacen más que retenernos para no crecer…

SOY: Estos mecanismos de control externo convierten a los individuos en pasivos sociales, para que los mismos puedan seguir nutriendo al sistema sin que el mismo pierda la seguridad en sí mismo y su utilidad. Un ser establemente activo no será blanco fácil de represiones. Pues nada le afectará. Estar, implica ser capaz de mantenerse en el eje a pesar de las cosas que puedan suceder alrededor. Allí encuentras la lógica de aquellas culturas neutrales que incentivan a la neutralidad como camino a la iluminación.

YO: Claro… No es no hacer nada, sino que no me afecte lo que suceda…

SOY: Exactamente, y eso es Estar, estar en uno mismo, quedarse dentro, estar en eje, de pie, firme. Allí radica la fuerza real de la acción, pues estando, nada puede moverte de ti. Y así, cuando hagas algo, nada te frustrará ni destruirá. En la meditación, recibes todas las presiones dándoles sentido en el centro… Donde la suma de todas las fuerzas son igual a cero.

YO: Entiendo… Tiene lógica. Así pues, la tarea fundamental de este concepto es que podamos hacer las cosas que debemos hacer sin que nos afecten para nada sus resultados, sin preocupación ni expectativa, sino hacer todo desde la estabilidad del propio ser, como un árbol quieto y firme en medio de una tormenta.

SOY: A veces, la simple presencia, mueve mucho más que mil actos reactivos.

YO: Por ello, me dispongo a estar en mí.

SOY: Y así moverás montañas.