YO: Estoy días estuve pensando mucho en la paternidad. ¿Cómo seré de padre? Creo que muchos nos hacemos alguna vez este tipo de preguntas, y en muchos casos, según nuestras propias historias, buscamos inconscientemente repetir lo que nuestros progenitores hicieron o hacer todo lo contrario a lo que han hecho con nosotros. En mi caso, mi padre estuvo ausente 27 años de mi vida, y pensé si yo proyectaré eso a un futuro hijo con tanto viaje y proyectos… Pero mi abuelo, que siempre estaba en casa, también parecía ausente, como si su presencia no marcara una diferencia. ¿Seré acaso algo semejante a mis hijos? ¿Una sombra del pasado? Y esto me lleva a preguntarme cómo me haré presente en su vida, cómo transmitiré lo que soy sin pasarle a él el peso de lo que soy.

SOY: Es algo imposible de controlar…

YO: ¿Hasta qué punto?

SOY: Lo que eres y has hecho vive en tus células, y es la información que pasarás a tu hijo. Lo que hagas no cambiará lo que vive en su interior.

YO: ¿Cómo mejorar, entonces?

SOY: Compartiendo lo que has aprendido de eso que lleva dentro. La experiencia, las historias, lo que has integrado, tus propias ilusiones, proyectos, siempre recordándole que él o ella es libre de crear su propio camino, y tú se lo cuentas para que sea consciente del camino previo que han tomado sus células.

YO: O sea que no es una cuestión de liberarlo afuera, para que empiece de 0, sino contarle todo sin el peso de que esa sea su verdad.

SOY: Así le entregas todo lo que tú has logrado, dándole la libertad de que lo haga a su manera, de que elija los pasos que desea seguir. Por lo general, los padres no cuentan sus experiencias a sus hijos con el fin de darles herramientas, sino que lo hacen por el simple hecho de continuidad, es decir, indicarles la vida, decirles qué está bien y qué está mal. En lugar de transmitir el “sophé” (sabiduría), transmiten el “logós” (conocimiento). La sabiduría es la comprensión de un texto, mientras que el logós son las palabras dentro del texto. Y, por lo general, las palabras sueltas no transmiten un conocimiento. Puedes leer el diccionario y sólo obtener conocimiento de términos, pero no encontrarás una sabiduría en las palabras. Los genes en biología y las tradiciones en una cultura, son como ese diccionario, lleno de códigos y palabras, pero que sin entendimiento, interpretación, sabiduría, no se pueden comprender.

YO: Oh, entiendo, entonces, lo que dices es que el problema está en repetir las cosas sin inteligencia, sino por tradición.

SOY: Cuando, aún habiendo tenido un resultado inesperado de una experiencia, la mantengo viva por simple tradición, estoy compartiendo conocimiento pero no sabiduría, pues no hay trascendencia en el ciclo.

YO: Como el ejemplo que suelo dar siempre de Navidad, de mucha gente que aún sin sabe lo que es Navidad, sigue celebrándola y enseñándola a los hijos sin el nuevo saber, pero manteniendo la tradición sólo porque es bonita.

SOY: Exacto. En lugar de buscar nuevas formas de celebración, se vuelve un karma repetitivo. A esto nos referimos con “armonía negativa”. Un armónico es la combinación de ciertos agentes que combinan entre sí y funcionan en esa lógica, pero tal vez esa lógica armónica en una canción de Heavy Metal no suena armónico para quien escucha música Clásica. Por ello, hay armonías que pueden ser basadas en violencia, en dolor, en traumas o mentiras que se sostienen y que parecen dulces y bonitas, como ciertas tradiciones, o bromas, las cuales no reconocemos como dañinas para la integridad del ser por nuestra costumbre al contemplarlas. Es como quien naturaliza la idea del crucifijo como acto de devoción o amor a Dios, y nunca lo ve como un símbolo de tortura, que es lo que realmente es.

YO: Como colgar en casa un revolver con el que mataron a un familiar amado y honrar al arma más que al retrato sonriente del ser querido…

SOY: En la misma lógica, cuando se celebra la llegada de Papá Noel, no es otra cosa más que la celebración de la llegada de Odín, dios de los guerreros vikingos, al árbol Yggdrasil, dador del conocimiento rúnico. Bañarse antes de ir al templo, en muchas tradiciones, no es para presentarse puros ante Dios, sino porque para los antiguos, Dios era Agua, ya que en el desierto, sin agua, la gente moría, y ésta representaba la vida. Celebrar Pascua con huevos de chocolate no es más que una tradición que recuerda la hambruna de Europa donde sólo había huevos y conejos para comer durante las pestes. Así, muchas tradiciones se repiten sin consciencia de ellas mismas, como dulces memorias, cuando se basan en tragedias.

YO: Me recuerda a Disney. Walt Disney tomó todos los cuentos de tragedias europeas narradas por los Hermanos Grimm y otros contemporáneos, y los suavizó convirtiéndolos en bellos cuentos para niños a los que llenó de preconceptos del tiempo, como la debilidad de la mujer, la dependencia de un hombre con poder que la salve, la ausencia o crítica de ciertas etnias, la justificación de la violencia y cierta propaganda política…

SOY: Los cuentos que dulcemente contamos a los niños muchas veces, son en realidad la superficie de algo mucho más profundo de lo que no somos conscientes.

YO: Como la historia de Caperucita Roja siendo la historia de la primera menstruación y una violación. O la de Blancanieves siendo una alegoría a los 7 pecados capitales tras el pecado de Eva de morder la manzana…

SOY: En la mayoría de los casos continuamos sosteniendo un “logós” sin tomar consciencia del mismo. Y es así que las Ideas se convierten en Ideologías.

YO: ¿Qué es una ideología?

SOY: Es el conocimiento sobre una idea. Recuerda, que “idea” proviene del griego “eideía” que significa “forma”. Se relaciona al verbo “eido” que significa “ver”, por lo que uno es capaz de ver las formas del mundo. Logós, es la palabra, es el conocimiento sobre algo. Así, la Ideología es la cualidad de ver las formas de un conocimiento, o seguir las formas de una palabra o mensaje.

YO: Entonces no tiene que ver sólo con políticas… Sino con mucho más.

SOY: Así es. Podemos ir hasta los primeros tiempos de la humanidad, en que se construyen las palabras que definen las formas. Cuando un humano miraba una abeja, le relacionó al sonido creando la palabra “btzeh”, la cual a lo largo de miles de años iría evolucionando hasta crear modos como “abbzi”, “beez”, “abbyss”, “abis”, “apis” (abeja en latín), que nos dio “apicultura, apiario”. Las formas que vemos comienzan a tener nombre, y esos nombres engloban conceptos imaginarios, que llamaremos “ideas”, formas mentales. Por ejemplo, la palabra “abeja” puede trae a tu mente los colores amarillo y negro, la miel, la picadura, el sonido, el panal, el trabajo en equipo, las flores, primavera, desayuno, osos… Sólo una palabra que engloba una imagen acaba por convertirse en una red de imágenes llamada Idea, un mapa mental. En tanto dichos mapas se complejizan, las palabras lo hacen también, y las ideas pueden volverse cada vez más abstractas, como el hecho de pasar de describir a un oasis cercado como paraíso alrededor del cual construir un poblado o reino, a trasladar este concepto al cielo como destino de las almas, y alrededor de ello construir el reino de Dios.

YO: Claro… Hasta el día de hoy le llamamos Reino de Dios, de los ángeles, y seguimos utilizando términos forjados en tiempos en que las políticas humanas eran jerárquicas y no se podía ni visualizar la idea de una democracia directa o en redes…

SOY: Así es. Por lo que mantener la idea de que el Universo es el reino de un ser superior, no es más que una traducción conceptual de una idea antigua, es decir, de lo que los antiguos veían en el mundo de las formas. Así han nombrado a las cosas como el Reino de los Cielos, el Reino de los Hombres, el Reino Animal, el Reino Vegetal, el Reino Mineral, cuando el único que ha construido reinos es el humano.

YO: Oh… Claro…

SOY: Esto hace que la observación de una forma pase a ser un logós, una palabra que resume conceptos y creencias.

YO: Por ello he oído que algunas filosofías llaman al lado oscuro del Universo como el “Logós”.

SOY: Esto es un error típico en los conceptos espirituales que sólo observan las cosas desde lo superficial y se quedan con lo que ven en lugar de con lo que es. Los conceptos del Conocimiento (Gnosis) se dividen en distintas entidades mentales llamadas “Logós”, que engloban conceptos abstractos de pensamientos, ideas, imaginarios, difíciles de describir como individuos o seres en sí mismos. Por ello puede llamarse “Logos Solar”, “Logos Crístico”, “Logos Diabólico”, “Logos Divino”, “Logos Sofista”. El Logos no es una entidad, sino un conjunto de conceptos nacido en la terminología filosófica y adoptado por el mundo espiritual para definir conceptos arcaicos de divinidad. De hecho, uno de los estandartes de la filosofía es el “paso del Mito al Logos”, donde la historia inventada es suplantada por un dato de conocimiento. Los grupos de estudio no religioso fueron considerados “Logias”, es decir, aquellos que se dedican al estudio de los conocimientos abstractos, convertidos en cultos y sectas herméticas por la presión de las religiones ante la prohibición de los estudios.

YO: Y eso les llevó a convertirse en casi enemigos públicos.

SOY: Otra de las tradiciones que hacen que las personas espirituales interpreten a las Logias como las malas de la historia, una tradición cultural que la Iglesia inculcó en todos para alejarnos de las mismas y sus estudios.

YO: ¿Estás diciendo que las Logias no son los malos de la película?

SOY: Las Logias no lo son, ahora bien, los individuos que las conforman son otro tema, pues no me haré responsable de quienes las conforman y cuáles son sus fines rebuscados como individuos. Lo que quiero que comprendas es que utilizan palabras para definir ideas que no son, y engloban a personas e historias en ideas erradas sólo por la tradición de repetirlas. Esto es lo que construye Ideologías, la herencia de palabras sin sentido que dan la impresión de englobar conceptos que en realidad no engloban. Como considerar que todos en la Iglesia son pederastas, o que todos en el Islam son terroristas, o que todos los Judíos son Sionistas, o que todos los Socialistas son Comunistas, o que todo Capitalista es Neoliberal. Las ideologías no permiten entender las frases pues se quedan con las palabras sueltas que las engloban, y las personas heredan los paquetes de datos sin tomar noción de lo que engloban.

YO: El otro día vi la entrevista a un político peruano que se consideraba de izquierdas, y ante las preguntas liberales que le hicieron respondió a todo con ideología de derechas, a lo que el periodista le dijo: “señor, todo lo que me respondió que hará es de estricta visión de derecha extrema… Y usted se presenta por la izquierda. ¿Es usted de derechas?” Y no respondió. Me hizo gracia.

SOY: Porque las ideologías no sirven en un mundo globalizado en redes. Las ideologías eran útiles en momentos de incomunicación, donde los países estaban en guerras y necesitaban unirse en grupos homogéneos para defender ciertos intereses. Pero desde que los individuos tienen palabra pública, la idea de seguir una corriente conjunta, es absurda.

YO: Sí, lo comprendo. Por ejemplo, mucha gente que se dice ser de izquierdas (liberales, flexibles, integrativos) tienen más carácter de derechas que los mismos de derechas (paternalistas, conservadores, dictatoriales). Hoy es imposible decir quiénes son de derechas o izquierdas en función de lo que una vez representaban, pues a lo largo de la historia las personas de Izquierdas extremas acabaron por convertirse en fascistas de derecha. Y además se mezcla con la economía, pensando que ser de izquierda es controlar las riquezas para repartir con igualdad, cuando ser de izquierda es dar oportunidades a todos por igual, que es muy diferente, ya que controlar es más de derechas, y a lo largo de la historia han sido los de derechas que dieron más libertades. Entonces, claramente ese sistema no funciona más.

SOY: Exactamente. Hoy es imposible definir a las personas por ideologías de derecha o izquierda, o centro. Por sus religiones, filosofías o culturas, e incluso sus grupos étnicos. Hoy se polariza con conceptos absurdos, hasta ponernos en contra a mujeres y hombres. Y uno de los grandes errores que se cometen en políticas ideológicas de igualdad es valorar más la cantidad de mujeres y hombres que las capacidades que poseen para resolver. Los países que mejor funcionan en el mundo son dirigidos por mujeres, pero no hubo ninguna ley que les igualara a los hombres por pena, sino que lo hicieron por su valor humano, por sus capacidades íntegras, y porque el pueblo se dio cuenta de las capacidades de un ser más allá de un género. Hoy la discusión es ideológica, y por ello no funciona, no es una cuestión de género, sino de capacidades. No se gana la lucha de género con ideologías igualitarias, sino con la educación humana, valorando a cada ser humano por igual, no por sus genitales.

YO: Bastante directo… Sí, entiendo esto. Lo comparto. Son temas delicados.

SOY: Por eso hay que hablarlos. Si buscamos crear una sociedad consciente, no podemos permitir que nuevas ideologías continúen destruyendo la mente racional y emocional. ¿Qué te dijeron los maestros de los Andes hace años?

YO: “Pasar de la Ideología a la Biología”. Es el motivo principal de la Ontocracia.

SOY: Las ideologías se quedan con los mapas mentales de cosas que ni siquiera nos pertenecen, como revolucionarios comunistas en el siglo XXI, cuando para comprender esta lucha había que vivir en la Rusia post zarista de principios del XX. Jóvenes que defienden nombres de personas que no conocieron en contextos históricos que desconocen, y que manifiestan su amor por políticas sociales que fracasaron por su corrupción e incapacidad hace décadas. Las ideologías crean mapas tradicionales repetitivos, como un vicio, una adicción incontrolable, que en lugar de hacernos ver las formas, nos ciega ante las realidades. Formar parte de una ideología debilita el juicio del ser, del individuo, y hace que pierda su eje en pro de la marea. Una mera palabra puede mover a un colectivo de personas levantando banderas de ideas que no comprenden del todo.

YO: ¿Y la biología? También es difícil comprenderla?

SOY: Pero no vive de expectativas y sueños, la biología funciona, tras millones de años, sigue dando resultados positivos. La biología es el ejemplo de un sistema orgánico sin jerarquía que se regula a sí mismo sin mandatos, sino en la interacción de en una red de redes que mantiene la homeostasis constantemente, la vida. Y sí, siempre hay conflictos que resolver, el cuerpo lo sabe, y no se cierra a esos conflictos, pues son la base de su mejora, no enemigos, sino herramientas de evolución. Las ideologías son funcionales a periodos de la biología, pero la misma evoluciona transformando los conceptos ideológicos, y quien les busca mantener, puede extinguirse.

YO: Claro… Entonces, deberíamos trascender las ideas que tenemos de las cosas, ir más allá de nuestras ideologías, lo cual es muy difícil para muchos que se han acostumbrado y las han vuelto parte de su esencia.

SOY: La deconstrucción de la mente, desaprender lo aprendido es uno de los grandes retos de la vida.

YO: ¿Cómo se deconstruye una idea?

SOY: Conociéndola. Investigando sobre ella, sabiendo cada una de sus aristas. Muchas veces formamos parte de una ideología sólo por desconocer gran parte de ella. Indaga en lo que crees, busca en qué se fundamenta, de dónde viene.

YO: Lo que me ha pasado este año es que he ido tan a fondo en lo que creía, que muchas de las cosas que sostenía en mí desaparecieron, es decir, trascendieron a otro nivel donde comprendo mejor por qué uso ciertas palabras, o pienso ciertas cosas… La verdad es que me siento mucho más libre de ideologías, más abierto a las posibilidades infinitas.

SOY: Conocer lo que crees conocer otorga sabiduría, y ella trae libertad. Libérate del “Logos”, y conviértete en Todo. Trasciende las formas de lo que ves, la Idea, y vive la vida.

YO: Aquí y Ahora.