YO: Confusión. Ayer me acosté a dormir envuelto en confusión, en dudas, en incertidumbre. De hecho, me costó dormirme, y estuve dando vueltas mucho a demasiadas cosas, tal vez sin sentido.

SOY: ¿Como qué cosas?

YO: Desde hace una semana me siento raro, no sé definirlo, como si no me sintiera parte de algo, como si las cosas se me estuvieran terminando, pero no porque acaba el ciclo de este año de alineaciones diarias, sino por otras cosas más profundas…

SOY: ¿Como cuáles?

YO: Es que no lo sé. Todo comenzó un día, hace ya una semana, en que me sentí un niño. De repente, haciendo una de las alineaciones, me vi como yo mismo a mis 8 o 9 años. La imagen fue extraña, porque no es que yo viera fuera esa imagen de mí, sino que literalmente yo, mi cuerpo y el punto de vista en que observaba alrededor, era de tener 8 o 9 años. Me vi como expectante, pero de una forma muy natural en un niño, como ese niño que se encuentra en la sala de espera de un doctor, o del psicólogo, con una especie de mirada fija, perdida, realizando inspecciones superficiales con sus ojos a las cosas que le rodean. Con ambas manos al borde de la silla, casi balanceando los pies al aire de haberlo podido hacer. En ese instante, sentí como un vacío, como si volviese a ese momento de sentirme un niño, pero solo, esperando algo…

SOY: ¿No sabes qué esperas?

YO: Todo estaba nublado, todo en una especie de blanco, sin nada, era raro…

SOY: Como en la Niebla.

YO: Sí. Y desde ese instante, la Niebla me rodea. Aún así sepa cómo sigue mi proyecto, y comprenda las cosas que vienen más adelante, me sentí como… En el purgatorio.

SOY: Tal vez, una despedida…

YO: ¿Despedida? 

SOY: El comienzo de una despedida. Y eso es lo que más duele. Saber que es el fin de algo.

YO: Pero, no me afecta que termine el camino diario…

SOY: Claro que eso no te afecta. Pero, debes ver más atrás, qué es lo que en verdad te afecta que termine… Algo que sientes que no puedes ni siquiera celebrar…

YO: Eso me hizo mal.

SOY: Cuéntame…

YO: Me di cuenta… Que pronto habrán pasado 360 días. Que pronto dejaré de tener 33 años, y habrá culminado uno de los años más importantes de mi vida. Me di cuenta de que hice todo lo que debía hacer este año, y me da la sensación de que a la vez no hice nada. Siento neblina… Como si, aún sabiendo que los árboles, el paisaje, el lago, el pueblo están allí, rodeándome, todo está cubierto por esta capa blanca, frívola. Y… Mi Sol en Leo quería hacerlo brillar, necesita que la niebla se esfume, que haya claridad, irradiación de la luz.

SOY: ¿De qué manera?

YO: Haciendo que mi cumpleaños marque la diferencia. Siempre necesité que mis cumpleaños sean especiales, que sucedan cosas que me hagan recordarlo. Lo siento por los que me consideren egoísta, pero como leonino, necesito que ese día quede registrado en mi ego. No me basta con una comida de amigos, para mí, el cumpleaños es una oda a la trascendencia, una celebración de haber completado otra vuelta alrededor del Sol, y hay que intencionar lo que vendrá, lo que construiremos en la siguiente vuelta. Por ello quería montarme un cumpleaños a lo grande, en Egipto. Pero esto quitó el foco de muchas otras cosas que tenemos que hacer, sostener. Mi entorno me hizo ver que mi “fiesta” quitaba de centro lo que realmente importaba, y mi cumpleaños, el final de este camino diario, pasó a un segundo plano. Y ese niño de 8 años, se vio sentado, mirando al vacío, como dolido, triste.

SOY: El ego dañado…

YO: Sí… Como si mi cumpleaños no importase. El tema no era hacer o no una fiesta, el tema es hacer algo que marque la diferencia. Y… Bueno…

SOY: ¿Por qué crees que tu ser necesita marcar la diferencia?

YO: Supongo que es porque, siempre quise hacer cosas grandes, que destaquen, algo muy leonino y completamente criticable, pero considero que es parte de mi herramienta. No habría hecho nada de lo que hice de no ser por ello. Y, no es sólo una cuestión con el mundo, sino conmigo mismo, es como si, necesitase destacar…

SOY: ¿De dónde viene esto?

YO: No sé…

SOY: Te diré. No fuiste un niño buscado. Fuiste producto de un error adolescente. Tu madre tenía 17 años.

YO: Vaya palazo, ¿no?… Ouch…

SOY: Igual la cosa se pone bien. Por más que no hayas sido buscado, sí has sido aceptado. Tanto tu madre como tus abuelos no dudaron en decir que serías aceptado y amado. Tu abuelo fue superviviente a 3 abortos previos de tu bisabuela, provocados por pedido de tu bisabuelo. El rechazo fue trascendido por él en ese instante que te aceptó sin duda alguna. Tu tía abuela fue siempre rechazada por su padre y sus hermanos, y se le prohibió tener pareja, recibir amor. Muriendo sola por falta de aceptación, con cáncer de mama. Tu abuela se sintió traicionada y rechazada por el hombre de la familia, falleciendo con cáncer de útero. Tu tía lidió con el temor al rechazo durante toda su vida. Tu madre se enfrentó al rechazo y la no aceptación de su clan masculino y la negación de su clan femenino. Todos tenían conflictos entre todos, y eras el nexo de amor. Rodeado de 5 mujeres mayores muy presentes en el día a día, y la presencia fantasmal de sólo un hombre, te convirtieron en el Sol, centro de atención. Pero no sólo de la casa, sino del barrio. Fuiste el primero en nacer de los vecinos, el que más han protegido entre todos en el barrio. Eras el único aceptado en todas las casas por igual, pues tu presencia les traía paz cuando en sus casas había conflictos. Esto moldeó al leonino en ti, posicionándote en el centro de atención, en quien recibe el amor, la atención, los regalos. De ser un error, a ser el centro de todos.

YO: Error… Centro… Me resuenan estas dos palabras.

SOY: Claro… Fuiste un error convertido en el centro de la Familia. Tu Familia te constituyó como Salvador del mismo Error, entonces, cuando ves un error, intentas salvarlo, siendo el centro. Pero ahora mira bien. El error eres tú, y te has considerado un error en la vida. Te aterra volver a cometer errores. Entonces interpretas que la única forma de resolver un error, es convirtiéndote en el centro, en el foco de amor de muchos…

YO: Oh por Dios…

SOY: Por ello, cada vez que celebras tu cumpleaños, buscas llamar la atención del mundo, para ser el centro, y negar la verdad…

YO: Que fui un error adolescente…

SOY: Y allí es donde tu niño interior se encuentra desvalorizado, siente que es un niño que sólo puede cometer errores, que a sus 33 años siente que sus “padres” no le dan hacer lo que quiere, porque se equivoca. Pero esa no es la verdad, y lo sabes…

YO: Dios… Me coloqué en el centro de la Familia, sólo porque tenía miedo de ser el error de la misma…

SOY: Bienvenido al mes de Cáncer.

YO: Uf… Piel de gallina.

SOY: Cáncer significa Cangrejo (del latín Cancrum, y del indoeuropeo “kar”= duro). Representa a los grupos de individuos en las costas del mar, familias, clanes enormes, protegidas por sus caparazones, guardando lo blando y débil, sensible, en una coraza. El símbolo refleja la esencia de este signo que nos acompañará los próximos 30 días: sensible, débil, acuático, pero defensor del grupo, de la familia. La clave de este signo es lo sutil y profundo de los vínculos, el amor por aquellos más cercanos, siendo su atributo principal el “Yo Siento”. Y por ello, es que indagaremos en lo que sientes, cómo lo sientes, y por qué lo sientes. Este es el punto más difícil de la Humanidad.

YO: Venimos hablando mucho sobre la familia y el clan… De su historia y formación.

SOY: Por ello este mes pondremos la intención de ir más allá de la historia, del cómo se formó la familia, para entender qué se siente en ella. Pero no sólo vamos a atravesar la familia humana, sino las familias que nos constituyen más allá de esta. La primera familia sagrada, la de la Mente: el Subconsciente, el Inconsciente y el Consciente.

YO: Y las cosas que estaban ocultas en ellos. Como lo que me acabas de decir… Esto claramente estaba escondido en mi subconsciente…

SOY: Y sólo hemos comenzado a mover la Niebla.

YO: Miedo me da…

SOY: La Niebla cubre todo lo que yace en tu mundo. La Niebla es el símbolo por excelencia del Subconsciente. Rodea todo lo real, cubriéndolo en un mundo místico, y cuando pides que salga el sol, lo único que sucede es que todo lo que estaba oculto comienza a mostrarse. Empiezas a “darte cuenta” de las cosas que había en tu mundo. La Niebla no es más que ínfimas gotas de agua surgidas por la condensación de vapor en un espacio frío, donde las bajas temperaturas del ambiente agrupan las partículas del vapor de agua emergente del suelo, a mayor temperatura, el cual al expandirse compensando el nivel de temperatura ambiental, libera la humedad del suelo hacia el aire. La condensación es tan ínfima, que hace que las moléculas de agua no logren unirse forman gotas, y debido a su poco peso, el aire frío es capaz de sostenerlas. Por ello, estas diminutas gotas de agua vaporizada permanecen aparentemente levitando, aunque en realidad se encuentran suspendidas por las moléculas del aire.

YO: Una nube.

SOY: De allí viene la palabra niebla, de “neubh”, nube en indoeuropeo (diferente del inglés donde “cloud” viene de “clud”= colina, por la forma de ciertas nubes a las montañas). “Fog” en inglés proviene de “peow” que es “soplar”, siendo “mist” originado de “meigh”= derramar líquido. La Niebla es la nube que, en lugar de nacer por la condensación atmosférica, surge de la evaporación del suelo. Por ello, las nubes en los cielos decoran o cubren el sol, lo superior, lo divino, pero la niebla cubre lo mundano, lo cercano.

YO: O sea que simbólicamente, uno se encuentra en las nubes cuando no tiene los pies en la tierra, o se encuentra nublado cuando no encuentra inspiración o conexión, no puede ver con claridad el cielo. Pero estar en las tinieblas, o en la neblina, como esa famosa frase: “perdido como tuco en la neblina” (tuco, siendo un insecto parecido a la luciérnaga), se refiere a no tener punto de referencia en la realidad, no poder ver lo que está frente a nosotros…

SOY: Estar confundido. La Confusión nace de la idea de un conjunto de fusiones, es decir, cuando muchas cosas se fusionan, se mezclan, unen, y no pueden distinguirse ya una de otra. La confusión es un estadio normal de toda persona que toma diversos conceptos al mismo tiempo, que trata de entender las cosas sin un proceso de asimilación de cada aspecto de las mismas. Cuando avanzas sin cuidado de tus pasos sin saber a dónde vas, o al menos cuál es la voluntad que te moviliza. La Niebla es la imagen propicia para definir el estado de Confusión, de aquél que no puede comprender la lógica de su mundo.

YO: ¿Cómo salir de la confusión?

SOY: La Niebla es agua en proceso de levitación. No puedes atravesar la niebla, debes convertirte en ella, conectarte con los movimientos mínimos del aire, y percibir las corrientes. Debes saber sentir la confusión como la fusión de todas las cosas. Cuando no puedes ver nada con claridad afuera, debes cerrar los ojos y sentir lo que está dentro. Permitir que el entorno despierte en ti la capacidad de sentir. Si estás confundido, eso significa que muchas cosas están tratando de fundirse en ti. Sólo podrás comprenderlas si las sientes, no si tratas de ver con lógica tu entorno.

YO: Entonces… Aprovecho este momento en blanco para pensar…

SOY: No! …Para sentir…

YO: Ok…

SOY: Cierra los ojos. Observa la niebla que envuelve todo a tu alrededor. Respira profundo el aire fresco. Y observa a la nada misma, hasta que aparezcan las primeras figuras en el espacio que te rodea.

YO: …Ya puedo verla.

SOY: ¿Qué es?

YO: El niño de 8 años… Yo mismo… Pero, diferente. Yo suelo ser un niño alegre, solía ser un niño que jugaba en la vida, sin preocupaciones… No entiendo por qué me veo así…

SOY: Mira mejor, tal vez, estás mirando en la dirección incorrecta.

YO: …Es decir, tal vez no sea mi pasado, sino… Mi futuro…

SOY: Hay un niño que está acercándose a tu vida, para que le des una bienvenida, en tanto tu propio niño se despide como le creías.

YO: Oh por Dios… Tiene que ver con… ¿Mi hijo?

SOY: Tu abuelo fue rechazado por su padre, casi al punto de ser abortado. Tu padre te rechazó, negando tu existencia. Te creíste un error de la vida. Pero tu abuelo aceptó tu existencia y se responsabilizó. Tu madre, tu abuela, todos te aceptaron. Y muchos años después, tu padre lo hizo también. Hoy, tú intentas hacer algo diferente a todos los demás, intentas que no sea un error, que sea plenamente planificado. Ya sabes todo, qué hacer, cómo hacer, dónde, por qué, cuándo, quiénes… Intentas trascender tu propio error, corrigiéndolo en la vida de tu hijo, haciendo que no sea algo inesperado, sino totalmente concertado y planificado.

YO: ¿Está mal eso?

SOY: Nada está mal o bien. Sólo te explico tus programas y sus ecos. Lo que tú haces al planificar el nacimiento de un hijo, puede ser karma para otro, pero es dharma para tu árbol genealógico. Sólo hay alguien que no termina de aceptarlo.

YO: ¿Quién?

SOY: Tú, a los 8 años. Ese niño que deja de ser el centro de atención. Falta poco para que comiences a trasladar ese brillo propio hacia otro, afuera, y eso implica sacarle el lugar a ese niño que siempre fue el centro de atención. Está dolido, le duele no tener su última fiesta de cumpleaños en la edad iluminada de los 33. Pero, si te das cuenta, sí que la tendrás, una hermosa celebración que en lugar de convertirse en un martirio, se convertirá en una trascendencia que te llevará a la transmutación.

YO: Dejar de ser el hijo, para ser el padre…

SOY: Así es. Normalmente, en la mayoría de las vidas, nadie tiene tiempo para prepararse, la mayoría de las veces, es una sorpresa, y el conflicto de hijo-padre, hija-madre, hijo-madre, hija-padre, no logra resolverse con armonía. Tienes hoy la oportunidad de hacerlo en consciencia. Y para ello, debes enfrentar el Subconsciente.

YO: Ver en la Niebla…

SOY: Muchas cosas están ocultas allí. El cáncer se ha llevado la vida de aquellas dos mujeres referentes en tu vida, tu tía Olga y tu abuela René, ambas con cánceres relacionados a la madre. Temes trasladar este peso a una madre, a la tuya propia, y a la de tus hijos. Temes que el cáncer se apodere del futuro maternal, pues has visto las mamas y los úteros consumirse por errores de los hombres. ¿Acaso crees que tú les has abandonado también? Recuerda… Tu tía Olga murió cuando no estabas, cuando te mudaste a otra casa detrás de las vías del tren. No estuviste en el momento en que se fue. Piénsalo, tu abuela René, trascendió en el momento en que tú te fuiste para realizar una misión.

YO: …Las abandoné…

SOY: ¿Las abandonaste? ¿Y a tu madre? Este año estuvo al borde de la muerte por el Covid19, reviviendo el eco de la muerte de su padre a los 52 años, y no estuviste allí para ella. La abandonaste.

YO: ¿La abandoné? … Cometí errores… Porque soy un error…

SOY: No puedes evitar lo que eres. Cometes errores en el Clan, porque eres un error.

YO: …Me estás destruyendo…

SOY: Lo sé. Sólo así podrás reconstruirte. Vives en una niebla que no te deja ver lo esencial. Si naciste de un error, ¿ello en qué te convierte?

YO: No sé… Ya no sé nada…

SOY: Bien. Te convierte en un ente del error, es decir, en un errante.

YO: Un errante… ¿El que deambula, camina por espacios indefinidos…?

SOY: ¿Cómo dices “errante” en griego?

YO: …Planeta… (planetés)

SOY: ¿Te suena la frase “Yo Soy la Tierra”?

YO: Es… Muy rebuscado, pero, sí, lo entiendo. Es lo que siempre digo… Yo Soy la Tierra.

SOY: Es rebuscado para el Consciente, lógico para el Subconsciente. Lo que has hecho a lo largo de la vida, gracias a tu ego, fue convertir el error que te considerabas en un don que cambió la vida de muchos. Ahora debes reconocer que cambiarás la tuya, para crear nueva vida, y ello, será tu siguiente verdadero proyecto. Tu niño interior sabe que debe convertirse en padre. Abandonar, ten en cuenta esa palabra en tu vida. Siempre has sentido que te abandonan. Lo hizo tu padre, luego familiares que murieron en el momento menos oportuno, lo hizo parte de la familia al irse por otro lado. Abandono es el término “à bandon”, que significa “dejar algo en poder de otro”, de la palabra “bhan”, que significa palabra, hablar. Con el don de la palabra has sabido poner excusa a tu entrega de poder a otros. El abandono puede ser visto como la irresponsabilidad sobre el otro, o como el desapego por la entrega de poder personal.

YO: ¿Cómo?

SOY: En un clan familiar, el abandono es visto desde la perspectiva de Cáncer, es decir, de pertenencia. Si alguien entrega el poder al otro, la posta, y se va, se considera abandono. Conceptualmente y fuera de un clan, el abandono es simplemente pasar la posta para que el otro se haga cargo de su realidad. Al ver que en tu clan los unos se han abandonado a los otros, sigues el juego del abandono como mecanismo conjunto, y te sientes culpable. Puedes trascenderlo si reconoces que el concepto real de abandono es lo que haces al hablar y enseñar sobre el Yo Soy: entregarle el poder al otro.

YO: Entiendo. Aunque admito que son temas difíciles de resolver.

SOY: Porque aún caminas por la niebla. Pero, no te ofusques por estar allí, toma todo lo que necesites de esta sensación. Debes permitirte sumergirte en estas emociones, sin cuestionarlas. Sólo reconoce que la Niebla no es tu enemiga, te recuerda que está protegiéndote de lo que te niegas a ver, de lo que te confunde.

YO: Me permito, pues, caminar por la niebla, encontrando las imágenes ocultas en ella. Me permito ingresar a este espacio de confusión y melancolía, donde me reencuentro con todos aquellas duras realidades de mi subconsciente. Y, sí, entiendo muy bien ahora lo que dices. Puedo ver con mejores ojos mi sentir. Mi dolor del abandono y ser abandonado o negado, el concepto de ser un error y cómo me llevó a reconocerme como el mismísimo planeta, y el hecho de mi niño interior dolido por saber que dejará de ser el centro de atención.

SOY: Este niño no tiene por qué morir, ni tener más miedo a perder a nadie bajo la energía del Cáncer. Es momento de abrazarle y honrarle, porque siempre estará, aunque la vida no sea una fiesta, nunca olvidarás ese niño, solo lo transmutarás a algo superador. Ahora puedes verle a los ojos, y decirle que haya o no fiesta de cumpleaños, recibirá uno de los mayores regalos de su vida.

YO: Gracias… Gracias por estas palabras, las amargas y las dulces. Aunque mi emoción está revuelta, mi consciencia se siente en paz…

SOY: Camina en la niebla, y disfruta del paseo hacia ti mismo. Recuerda que en el subconsciente no sólo radica tu familia humana, sino la Familia Cósmica, y a lo largo de esta semana, todos los que eres y forman parte de ti en cada dimensión, en cada mundo, te estaremos acompañando.

YO: Agradezco a mi Familia Cósmica por su apoyo en los próximos días.

SOY: Te acompañaremos a través de la Niebla, hasta que puedas ver nuestros rostros, y el vapor de agua se convierta en gotas que se deslicen por tus mejillas, aclarando tu visión dentro de este Sueño Divino.