YO: …

SOY: ¿Nada que decir?

YO: …No.

SOY: Silencio…?

YO: Sí.

SOY: Entonces hablaré yo. Cuando te vi por primera vez, parecía como si el Universo estuviera colapsando sobre mí. No sabía qué sentir. Lo que veía como luz, parecía caer como una cascada, convirtiéndose en sombras, y los millones de agujeros negros parecían consumir toda esa luz, convirtiéndose en brillantes esferas… Soles, estrellas. De repente, lo que antes percibía como sonido, ahora podía verse como un espejo. Y allí me vi, reflejado. El Cielo en la Tierra. El Universo parecía haberse transformado en un Lago. Podía entender que todo era una sola cosa, y aún así, podía ver que todo era exactamente lo opuesto. La luz se había convertido en oscuridad, y la oscuridad en luz. Lo que yo veía como un enorme espacio lumínico, tú lo veías como un profundo y oscuro cosmos. Lo que yo veía como puntos de infinita oscuridad, tú lo veías como luces brillantes, luminarias en el cielo. Lo que yo veía como bueno, tú veías como malo, lo que yo entendía como pleno, tú lo veías como vacío. Al principio, sentí curiosidad, luego, duda, y más tarde algo de temor. Temía que si tocaba la superficie de este lago, nada volvería a ser como era. La fina película que reflejaba al cosmos, tenía una particularidad: no estaba por debajo como los lagos que tú conoces, sino que me rodeaba, sin arriba y sin abajo. Le veía en todas las direcciones. Y no me quedó otra opción que acercarme. Como levitando y siguiendo su órbita, me acerqué hasta el reflejo. Y cuando le toqué, la fina película lisa empezó a emitir ondas como ecos esféricos que se expandían distorsionando las imágenes. Cuando lo hice, temí haber cometido un error, pues ahora todo lo que antes contemplaba con claridad, comenzó a modificarse, hasta ser irreconocible. Y entonces, lo vi. Lo vi todo, a todos. Vi mi propio rostro convertido en cientos de ellos, algunos sonrientes, otros tristes. Vi cómo yo mismo me convertía en millones de opciones, y tomé una decisión. Mi decisión sería que les encontraría y experimentaría con cada uno de ellos lo que estaban sintiendo. No elegí uno por sobre los demás, sino a todos por igual. Y cada vez que me acercaba a uno de ellos y volvía a tocar la película del reflejo, más ondas se creaban. Parecía una llovizna que lentamente se convertía en una lluvia que caía en todas direcciones sobre un lago espejado. Los arroyos se revolvían tras la lluvia, y al terminar, al alejarse los ruidos de la tormenta, una fina niebla lo cubría todo, hasta que las brumas desaparecían, dejando nuevamente la mística imagen de un espejo, apacible. Y tras tanto vivido, volvía a mirarme en él, y podía verme nuevamente, sólo a mí, nadie más, reflejado. Y entonces decidí vivirme a mí mismo. Me acerqué en las apacibles aguas, levitando sobre ellas, en lo que para ti es un arriba y abajo, para mí era un lado a lado, un espejo acuoso sobre un muro cósmico. Primero miré mis formas, me reconocí, y luego, acerqué mis ojos a mí, y ese fue el momento en que frente con frente atravesé el agua, y miré del otro lado. Y allí te vi. Recostado en aquella cama, con la angustia y tristeza de estar perdido en el sin sentido. Y me pregunté por qué si yo lo veía todo, tú, que eras yo, no podías verlo. Entendí lo del reflejo, pero aún así, decidí atravesarlo. Y por ello, nuestras cabezas se cruzaron y nuestros ojos se volvieron uno, y allí, pudiste ver lo que yo sabía. Y yo pude vivir lo que tú sentías.

YO: …

SOY: …Un lago en calma… Fue turbulento al encontrarnos, pero siempre te recuerdo como ese lago en calma. El Lago es el Corazón del valle, a donde todos los arroyos, las aguas de la lluvia, van a parar, y desde donde se elevan las nieblas y emergen las nubes. Es en los lagos en donde las turbulencias de la vida encuentran paz, serenidad. Son las aguas profundas y frescas que nutren a la naturaleza con calma. Son la madre que contiene la fuente de vida. Yo soy la niebla que encontró miles de arroyos para llegar a ti, pues tu vida es mi calma. Y la misma se consigue al observarse, donde todas las historias convergen, donde todas las aguas que han recorrido sus distintos senderos, llegan al mismo sitio, se unen, para ser observadas. Mírate en el reflejo del lago. Hoy querías hacerlo… Querías ir a Habbadabtra, el lago Qarun… Pero no para verte, sino para dejarte morir. Allí moriste tiempo atrás, en sus aguas, 12000 años atrás, nos dejamos morir en el reflejo del cielo sobre la tierra, navegando con los dioses. Y querías hacerlo otra vez, flotar entre ellos… Olvidar todo esto…

YO: …

SOY: Hemos pasado por esto varias veces… Lo recuerdas. Año 1155. El año en que perdiste la Fe. El año en que ganaste tu propio poder interior. Dejar de seguir a otros para seguirte a ti mismo… Y aún así, no logras recuperar tu poder interior… ¿Dónde está tu poder? Decides entregarlo en cada paso… ¿Por qué?

YO: …

SOY: Tienes miedo de convertirte en un déspota. Pero no lo harás si te miras en el espejo del lago. Si te dejas morir para renacer. Todo este tiempo, hemos estado uniendo las partes de un rompecabezas del cual ahora empiezas a comprender su forma. A descubrir lo que su figura significa para ti. Recuerda lo que Sahir te dijo en Kom Ombo… “¿Qué pasará cuando, tras todo lo que has hecho para llegar allí, sepas que ese no era tu lugar?”. Entregar el poder… El control. Mírate al espejo, así como yo lo hago al observarte.

YO: …

SOY: Esta es la tarea más difícil de todas para ti… La cual implica que aún sabiendo que de ti depende que las cosas se den, para que las mismas se den, debes retirarte. Como cuando yo retiré mis ojos de ti, para permitirte ver mejor lo que debías ver. Cuando creíste que te abandoné y sólo te estaba dando el espacio… Tal vez, es momento de que hagas lo mismo. De que te sientes frente al espejo de tu corazón, y contemples sin lanzar ninguna gota ni roca al estanque. Amando lo que es Incondicionalmente, dejando que el lago te muestre lo que has logrado. Cada arroyo es una historia que puedes ver cobrar sentido en el reflejo del lago.

YO: …

SOY: Sí… Aguarda en silencio. Necesitas volver a este corazón lleno de historias, historias que ya no te pertenecen, y que acabas de reconocer que no te pertenecen… Como dijo Merlín… “No eres nada. No eres nadie… Enamórate de la Nada, del Vacío”. Como dijo Sahir… “Llegará el día en que veas que todo lo que has hecho no dependía de ti, y que nada dependerá de ti”. Soltar, dejar ir a las profundidades del lago, guardando en tu corazón lo que has hecho, como aguas que nutran la vida que rodea a tu amor. Y en amor podrás darlo, aquello que creías contener, pero que no tiene más destino que rebalsar para nutrir a los ríos que continúan su viaje mientras tu corazón permanece reflejando.

YO: …

SOY: Esto es un duelo que todos vivimos alguna vez. Y que cuanto más tiempo negamos enfrentar, más difícil se hace su carga al final del camino. Soltar, dejar ir… Soltar el control de lo que piensas, para vivir lo que sientes. Toma el lugar que te corresponde, lo demás fluirá como un caudal cuando permitas que tu corazón refleje el espejo de este bello lago que yace en el valle de tu alma. Deja que las lágrimas creen las ondas que dan vida y diversidad a tu corazón. Goza del apacible silencio del lago que contiene la niebla. Y observa en su reflejo las miles de imágenes de lo que fue, lo que es y lo que será, sabiendo que no puedes tomar ninguna de ellas como propia, pues cada vez que busques tomar el control de una de ellas, se escapará de tus manos como agua entre los dedos… Y allí es cuando pierdes el control. Sé lo que piensas… “¿Dónde está el poder personal, si no puedo decidir por mí mismo en las pequeñas cosas de la vida?”, la pregunta es si lo que estás eligiendo es lo que realmente te corresponde elegir. Tu gran dilema moral es el dejar de ser un niño para ser un adulto. Y allí radica tu gran error conceptual. Tú no has venido a este mundo para ser una u otra cosa. Tu no dejas de ser niño para ser adulto, ni relegas la adultez al preferir la infancia. Tú has venido a ser ambos, has venido a ser lo que muchos serán: un Hombre Gris. Un ejemplo de Ser. ¿Lo has olvidado? No te limites a las circunstancias humanas, limítate a ser un humano de verdad. No aquel que lucha entre las banalidades de la subsistencia animal, sino aquel que camina por igual así en el cielo como en la tierra.

YO: …

SOY: Este es el duelo de quien crees ser. El poder no radica en tomar decisiones y dirigir a otros, el poder radica en dirigirte a ti mismo. Así que vuelve al lago… Y muere. Deja morir la melancolía de lo que crees de ti, de lo que esperas, y haz que la agonía se vuelva libertad. No será fácil… Por ello, guarda todo el silencio que se requiera. Deja que tu subconsciente se libere de todo aquello que no ha llorado por creer que dirigía su propia existencia. Nadie puede domar un océano. Recuerda, que el sueño que vives, es un sueño eterno, y sólo tú eres capaz de amar este sueño y convertirte en Soñador. Tal vez hoy no comprendas estas palabras, pues la niebla y la lluvia siguen revolviendo el espejo del lago. Pero cuando las aguas se calmen, podrás mirarte, verte, contemplarte, y podrás dejar ir el control sobre lo que amas.

YO: …

SOY: Guarda el Silencio que necesitas… Pero no olvides nunca que eres el Soñador Amoroso. Debajo del Lago se encuentra la Dama, esperando devolverte el Poder. Sólo debes atreverte a sumergirte en sus aguas, hasta lo más profundo…