YO: Otro día más sin dormir…

SOY: Conectando al Inconsciente… Dormir despierto.

YO: Me tiene tonto durante el día, como un zombi.

SOY: Es lo que te permite tener mejor comunicación con tus partes ocultas… El sueño despierta lo dormido.

YO: Tiene sentido… Pero necesito dormir…

SOY: “Necesito dormir”… uhum.

YO: ¿Qué?

SOY: Nada…

YO: Dime!

SOY: Comer, Dormir, Producir, y sentirse seguro en esas necesidades básicas. Uno come alimentos porque nutren al cuerpo, consume materia para poder generar materia, llenar el estómago es símbolo de riqueza y prosperidad. Uno duerme para equilibrar el metabolismo, para permitir a las células realizar procesos de regeneración, y a las neuronas ordenar la información, así como fortalecer las glándulas. Uno produce porque así plasma lo que lleva en su interior y deja huella, trascendiendo su genética en sus actos o al reproducirse, lo cual le da la sensación de ser eterno. Uno busca la seguridad porque la muerte es el fin de la integridad de un ser, y el mismo fue diseñado para permanecer íntegro.

YO: Aha…

SOY: Esto en un plano biológico, físico. Pero cuando pasamos al Emocional, uno come sensaciones, se alimenta de relaciones, de diferentes tipos de sentimientos producidos por la interacción con los demás, lo cual le nutre. Uno duerme en lo emocional porque necesita soñar, porque así puede expandir su imaginación, provocar el diseño de realidades posibles. Uno produce mediante los lazos, los vínculos, en el abrazo, en el transmitir, en el dejar un legado mediante la memoria, el recuerdo de las experiencias provocadas por las actitudes. Uno se siente seguro cuando mantiene esos vínculos, cuando se siente parte de algo mayor que le contiene, o un simple abrazo.

YO: Aha…

SOY: En el plano Mental, comer es consumir ideas, información, datos, con el fin de llenarse de ellos y sentir que cumple con las expectativas del aprendizaje y el conocimiento. Uno busca dormir con la mente para poder pensar, encontrar la lógica en la ilógica, abrir la mente, permitirse soñar despierto para encontrar soluciones a los problemas. Producimos desde la mente en el momento en que generamos un proyecto y nos disponemos a coordinar su realización. La Seguridad se obtiene en la creencia, en el afirmarse en una filosofía, ciencia o religión que nos den fundamentos y valores a lo que pensamos.

YO: Aha…

SOY: Entonces, la frase “necesito dormir”, me pregunto, ¿desde dónde la dices realmente?

YO: …Bueno… Estos días han sido muy difíciles para mí. Desde que comenzó Cáncer, muchas cosas se me dieron vuelta en mi interior, vi muchas cosas que no me gustan de mí y de las personas que me rodean, y toqué fondo en muchos temas que tenía sueltos, pero vi que los mismos siempre estarán allí. Desde el primer día de este mes, me llevaste en un proceso psicoanalítico sin descanso, en el que empecé a somatizar todo lo que estamos hablando, y a sentirme vulnerable en todos los sentidos. Lloré más veces de lo que acostumbro, reviví mis grandes crisis existenciales y emocionales de los últimos años… Y en cada una de nuestras conversaciones fui viendo más aspectos de mí que me duele reconocer, que duele atravesar…

SOY: Y sólo quieres dormir…

YO: Mi cuerpo está cansado, pero es verdad que en realidad, sólo lo está debido a que mi emoción y mi mente están agotadas. Hace un año que día a día me haces estudiar, aprender cosas nuevas, observarme a mí mismo, sin respiro de ni un solo día. Cada día pensando, aprendiendo, procesando y luego explicando en dos idiomas a la vez conceptos filosóficos, incluso en áreas que desconozco, como biología, física y química, todo ello mientras proceso mi propio crecimiento personal. Es agobiante. Mi cuerpo mental se encuentra saturado, y mi cuerpo emocional colapsado. Por ello tengo sueño…

SOY: Todos duermen o necesitan dormir. Pero sólo porque buscan escaparse del inconsciente. Dormir es la forma de relegar a los sueños la tarea que detestamos enfrentar de manera consciente. El sueño nos rompe, nos debilita, nos hace perder la firmeza. Hace que te doblegues y te arrodilles, rendido ante la vida, y tu cerebro comienza a ordenar la información mientras estás en vigilia. Eso crea imágenes, alucinaciones… El inconsciente sale a la luz, y es como mirarse al espejo y ver la realidad que negábamos ver de nosotros mismos. Dormir es útil, pero lo conviertes en una necesidad cuando buscas escaparte de ti mismo. De tu responsabilidad.

YO: Vaya pues…

SOY: Así que, te pregunto “¿Por qué eliges seguir dormido?

YO: A veces me agota saber… Me agota el camino de la consciencia. Una vez, un amigo de clase en Molins de Rei, Cataluña, me preguntó de manera retórica: “¿Quién es más feliz, el sabio o el ignorante?”. Su frase vino a colación de algo que había pasado en clase este día, en que unos reían de una tontería que había pasado, mientras nosotros éramos castigados a pesar de que la culpa la habían tenido los que cometieron la tontería. Y volviendo su mirada al frente, replicó sobre sí mismo respondiéndose: “El sabio nunca puede ser feliz, porque no busca el placer a corto plazo en las cosas, mientras que el ignorante considera la felicidad como un objetivo fácil de encontrarse en dichos placeres”.

SOY: Tenía razón.

YO: Sí. Me dejó pensando esto… Porque, cuando preguntas a todo humano, incluso a mí mismo, sobre qué espera de la vida, solemos responder: “ser feliz”.

SOY: O sea, ser ignorante.

YO: Exacto.

SOY: Ser Sabio, Consciente, exige mucha responsabilidad, porque comprendes que el bienestar sólo depende de ti y de la forma en que vives la vida, lo cual lleva al ser consciente a tratar de conocer todos los conflictos para buscar las mil maneras de resolverlos, algo que no da descanso, sino que le ocupa la vida entera. El ignorante o Inconsciente buscará la felicidad saciando las necesidades básicas que le hagan sentir las hermosas sensaciones que producen la endorfina y la serotonina en el organismo. Así, el ignorante reacciona por estímulos, impulsos generados por mecanismos de placer o dolor. Así, el ignorante crea una falsa felicidad, y una búsqueda de la misma basada en elementos e intenciones superficiales. El sabio reconoce que la felicidad no es un objetivo, y que su búsqueda es una pérdida de energía, con lo cual, ésta sólo se puede sentir en la realización de uno mismo. Esto nos lleva al autoconocimiento.

YO: Queremos ser ignorantes, pues…

SOY: Seguir dormidos… Cómodos en el lecho de la inconsciencia.

YO: ¿Es posible ser feliz siendo consciente?

SOY: Oh claro que sí, de hecho es la única forma real de felicidad, la otra es sólo una mera reacción química glandular, como el perro que saliva cuando ve la comida. Un ser consciente es feliz cuando no tiene nada que ocultar, y es quien realmente es, sin deber nada a nadie, viviendo su vida acorde a su propio ser, entregando su vida al ser mayor al que pertenece: el universo.

YO: ¿Cómo logro esto?

SOY: Fácil… Si al escape le llamas Dormir, a la responsabilidad le llamas Despertar.

YO: El famoso “Despertar de la Consciencia”.

SOY: El Florecimiento del Ser. Cuando las personas hablan del despertar de la consciencia, incorporan muchos puntos de vista de lo que ésta representa. Podría decirse que para algunos, ese despertar les es algo ajeno, casi como el clima.

YO: Si llueve me mojo… Si el planeta despierta, yo despierto.

SOY: Pero no es exactamente así. Es difícil mojarse cuando tienes tantas capas de abrigos impermeables puestas encima. Para realmente mojarte debes desnudarte ante la vida, quitarte todas las capas que cubren tu verdadero ser, protegiéndote del mundo. Exige una cierta responsabilidad de despojarse de cada una de las capas que nos hemos puesto, de las vestimentas que nos cubren, para que el agua de la lluvia llegue a nuestra piel. Y la verdad es que, hacerlo exige perder la seguridad, y exponerse a ser vulnerable ante el mundo.

YO: Como una flor.

SOY: …Como una flor… Exacto. ¿Qué es una flor?

YO: Es el órgano sexual de una planta.

SOY: Así es. Como una vez lo hemos dicho, muchos creen que las flores son la corona, el espíritu del reino vegetal, pero en realidad eso sirve para una visión espiritual y sutil, cuando en la realidad, son los genitales. El genital, para una planta, es su iluminación, y por ello, los chakras corona y sexual se unen aquí. Cuando una planta ha realizado el proceso de nutrición pertinente, y activa su potencial de trascendencia, de los extremos de sus ramas extiende un receptáculo que contiene un capullo. El mismo se abre por la parte del sépalo, como hojas diminutas que abrazan al capullo, el cual se compone de pétalos que envuelven con suavidad al pistilo, ovario, donde se encuentran las semillas. El conducto llamado “estilo” es como la vagina de una flor, acabada en el “estigma”, que es la vulva, rodeada de los estambres, que contienen en sus antenas el polen, esperma de la planta. Lo más llamativo de una flor son sus pétalos, pues los mismos se ordenan en una bella proporción matemática que le permite reflejar y recibir la luz del sol, así como atraer a los insectos para que polinicen su pistilo y diseminen su polen por otras plantas a larga distancia. Los pétalos se llenan de pigmentos y aromas que atraen a diversas criaturas hacia los genitales de la planta. Los árboles, todos los vegetales, exponen, en sus estaciones correspondientes, sus genitales al mundo, dejando a simple vista sus partes más sensibles, y son las mismas las que llaman nuestra atención sobre todas las cosas. Es una flor la que obnubila por igual a insectos como a humanos, que despierta tanto hambre en unas criaturas, y amor en otras. Su fragilidad es sensual y poderosa, y nos muestra la fortaleza de una especie que al mostrar su debilidad se expande más allá de los límites de su territorio.

YO: Es… Hermoso.

SOY: Por ello expones tu fragilidad. Pues es la debilidad y delicadeza de tu sensibilidad la que expande y poliniza el mundo mediante nuestras palabras.

YO: Entiendo…

SOY: Tu estado de debilidad, es el estado de poder, tu estado de depresión es el realismo mágico que despierta la belleza del alma. Y esto es un mensaje para cada uno de los que se encuentra en el proceso de Despertar: “El verdadero poder de trascendencia se encuentra en la sensibilidad de un alma frágil”. De nada sirve cubrirse de armaduras, de cortezas, de troncos, de nada sirve taparse de musgos, cubrirse de disfraces que nos oculten y protejan del mundo, si nuestro objetivo es expandirnos, nunca lo haremos defendiéndonos y tapándonos de capas que cubran nuestro verdadero ser. Hay que llegar a la piel, a los pétalos de esta frágil y suave alma.

YO: Esperaba que me expliques sobre la flor de la vida, pero entendí por dónde iba nuestra conversación… Lo puedo sentir en el alma esto que dices. Me siento frágil… Y mi piel reacciona a esa debilidad… Creo que, me expuse demasiado.

SOY: Exponerse duele, te ha dejado desnudo frente al mundo, pero es lo que está polinizando realmente lo construido este año, hacia fuera, pero también hacia dentro. Desnúdate. Dime cuáles son tus vergüenzas.

YO: …Me da vergüenza mi cuerpo, siempre me dio vergüenza. Me daban asco mis genitales, porque me recordaba siendo mujer. No fue hasta mis 18 años que me acepté como hombre en esta vida, y me negaba a tocarme. Siempre supe que era homosexual, desde los 6 años, recuerdo que me gustaba un compañero del jardín y de la primaria. Me negaba a pensar sexualmente en mujeres, porque lo consideraba un pecado, por más raro que suene, ya que me sonaba que toda mujer podía ser mi madre, mi abuela, mi tía. Me crié entre mujeres, y veía a toda mujer como una extensión de las mujeres de mi clan. Incluso me daba un terror incestuoso. Los hombres, en cambio, estaban ausentes en mi vida, y no me costaba pensar en ellos sexualmente, no había referencia alguna para mí. A pesar de que mi mamá fue siempre abierta a hablar de sus relaciones y las mías, yo siempre tuve vergüenza de hablar de sexo, de mostrar partes de mi cuerpo que consideraba incluso sexuales, como los muslos, o la panza y el pecho. Me da mucha vergüenza ver a una persona a los ojos directamente… También me aterra que puedan pensar que tengo una vida sexual activa.

SOY: ¿Por qué crees que te da vergüenza la sexualidad?

YO: Tal vez, porque en la escuela y en el barrio, mi sexualidad era un tabú, algo que estaba mal, de lo que no se debía hablar… Y entonces, necesitaba ocultarlo. Más allá de que he tenido relaciones y parejas desde los 21 años, no me he abierto realmente a vivir libremente mi sexualidad hasta hace pocos años, más concretamente desde 2017 o 2018. Viví una adolescencia tardía, que llegó a mis 27 años, y comencé a hacer las cosas que normalmente se hacen de inconsciente a los 19, pero a los 29.

SOY: Dilo…

YO: En un momento creí que podía llegar a volverme adicto al sexo… Sentía una gran dependencia de ello, pero me di cuenta que era una gran falta de amor a mí mismo que buscaba en los otros… Que aún busco en los demás, mejor dicho.

SOY: Un ancla a la realidad para un ser que vive con su mente en otros planos, requerido para ciertos momentos, aunque un peligro para otros momentos. El decir esto hoy, el mostrar tu flor, te libera de un secreto. Hoy, día del laríngeo, puedes reconocer que los secretos yacen ocultos en las sombras del inconsciente mediante los tabúes. Y que a pesar de hablar de sexualidad en otros momentos, son cosas que te cuesta decir, como a todos. Por cultura, la mayoría de los secretos parecen hacernos firmes y fuertes ante el mundo, cuando en realidad no son más que quistes de debilidad, que al ser liberados al mundo, florecen trayendo liviandad, libertad.

YO: Sí… Es verdad… Lo extraño era que ni a mi mamá ni a mi abuela les costaba hablar de sexo, y a mí sí. Mi abuela mantuvo relaciones sexuales con amantes incluso haciendo sesiones avanzadas de quimioterapia, cuando ya estaba débil. Y la única razón por la cual no nos lo contaba no era por vergüenza, sino para que no nos apeguemos emocionalmente a uno de ellos y luego ella lo dejara.

SOY: jejeje

YO: Sí… Terriblemente liberal. Con mi madre y mi abuela podía hablar todo esto… Pero a la vez, me daba vergüenza.

SOY: Vergüenza viene de “vereri” que significa “leve temor”, o “miedo respetuoso”. ¿A qué le tienes miedo?

YO: …Al juicio… A que me juzguen.

SOY: Por las risas en la escuela, el bullying…

YO: Fui víctima de bullying durante toda mi escolarización, y mi sexualidad era la clave de dichas burlas, por lo que relacioné sexo con burla, con crítica, juicio, malo, con las risas dañinas de los demás.

SOY: La sensibilidad dañada.

YO: “El hombre debe ser fuerte”, ser un hombre sensible es ser un “maricón”, sentir era un acto prohibido.

SOY: Por ello a los humanos les duele tanto transitar el atributo del YO SIENTO, porque se les ha prohibido sentir, y por ello los sentimientos se volvieron secretos callados en la sombra del inconsciente. ¿Cuántos secretos quisieras revelar?

YO: No muchos, porque, tal vez, este era el último de mis secretos, enquistados en mi garganta emocional, reconocer una adicción que me mantiene atado a las vergüenzas de lo prohibido, por el trauma de las risas ante lo que siento, soy y hago con mis genitales.

SOY: Y…

YO: Y entiendo por qué me duele tanto lo que me sucedió con este amor frustrado. Por más que ambos somos mayores de edad, su madre le hizo creer que yo le había contagiado una enfermedad que no tengo. Y como él es hipocondríaco, le hizo creer a su propio hijo que estaba enfermo, y lo puso en mi contra, y me amenazó a mí y a la fundación con decirle al mundo lo que yo le había hecho a su hijo. Se rió de mí, nos juzgó por amarnos, y mintió para separarnos. Sentí que todo el juicio de mis profesores de escuela, de mis compañeros, de la sociedad, cayó de parte de dos personas a quienes quería mucho y que llegué a amar en poco tiempo.

SOY: Todas las vergüenzas, y el temor a ser expuesto ante el mundo por un tema genital y sexual.

YO: Sí… Yo le respondí que no me importaba lo que dijera al mundo, pues yo no tenía problema en decirle al mundo que amo a su hijo, y que no estaba enfermo de nada. Por ello nunca más respondió. Sabía que mentía… Pero yo nunca pude hablar con él, pues le hizo cortar toda comunicación conmigo amenazándolo. Una historia trágica, que quedó registrada en mí como la imposibilidad de hablar, el dolor de ser juzgado por lo que siento, por mis genitales, mi sexualidad.

SOY: Cada uno tiene sus traumas y secretos relacionados a diferentes vergüenzas y circunstancias, reconocerlas nos hace libres en el entendimiento, y al compartirlo, mostramos la belleza frágil de nuestras almas, pues nuestro dolor se convierte en poesía que ilumina las verdades ocultas de otros. Al compartir nuestras debilidades, dolores, angustias, al ofrecer nuestras lágrimas y secretos, nuestra sensibilidad con el mundo, es que comenzamos realmente a despertar de este sueño en el cual buscamos escapar. El Despertar de la Consciencia no se da en el conocer sobre el universo y recordar extraterrestres o planetas y dimensiones, ni canalizar espíritus o iluminarnos, el Despertar se produce cuando florecemos, cuando soltamos el control sobre el potencial interior dejando al desnudo nuestra debilidad y sensibilidad. Y es verdad que en momentos como estos, atraemos insectos y alimañas que pueden alimentarse de nosotros, parásitos atraídos por nuestros sensibles aromas, pero por ello un árbol no posee una flor, sino cientos de ellas, con cientos de pétalos, pues a mayor expansión y liberación, el número de flores afectadas en mí será imperceptible. Ningún insecto puede consumir todas las flores de un árbol. Por ello es necesario florecer en todas direcciones. Abrirse al universo. Permítete llorar, compartir, soltarlo. Quien enjuicia tu libertad, es un ser preso en la cárcel de sus creencias, cubierto de sus cadenas, oprimido por el peso de su incoherencia.

YO: Me permito florecer…

SOY: Permítete sentir. Al principio será doloroso, pero luego podrás ver tus pétalos irradiar colores fantásticos, iluminando como estrellas en el mundo, perfumando el aire de exquisitos aromas. Duerme el tiempo que necesites, pero tras todo sueño, siempre llega el Despertar.

YO: Yo Soy una Flor en el Jardín del Despertar de la Consciencia.