YO: Ayer me dijiste que era importante recordar la forma en que habíamos nacido, pues identifica el pulso con el que vivimos nuestra vida. Pero no todos los que nacemos de un mismo modo tenemos la misma impronta ante la vida. Yo, por ejemplo, nací por cesárea y muchos otros también, y aún así no vivimos de igual manera nuestra vida. ¿Por qué?

SOY: De la misma forma que nadie verá igual un mismo escenario, circunstancia, color, situación, idea; los hechos que vivimos dependen de cómo los percibimos. Como cuando ves una película, las escenas son las mismas y todos pueden verlas. Sin embargo, cada espectador verá algo diferente, se focalizará en un momento concreto, se reflejará en un personaje específico. Le gustarán más unas escenas que otras. Hay quien mirará el sentido estético y fotografía, otros pensarán en la dirección, otros en la actuación, otros sólo en la historia o algún vínculo entre los personajes que le recuerde a su propia vida, y hay quien tomará a la película casi como una historia real. Por ello, lo mismo que tú vives es percibido de distintas formas por los demás. No puedes decirle al otro lo que vivió, pues sólo el otro sabe lo que siente. Para ti, esa vivencia te provocó esa consciencia de no esfuerzo, de que las cosas te sean servidas en bandeja siempre, porque a su vez, tu estado de vibración y percepción era amplio. Pero también habrá quienes, al no haber hecho la fuerza inicial en la vida, debido a la cesárea, tengan grandes dificultades para enfrentarse a conflictos en la vida pues no han despertado la fortaleza inicial y se ven más susceptibles al entorno.

YO: Entonces, dependiendo de la emoción, el pulso, la frecuencia en que esté vibrando, asimilaré lo que he vivido, haciéndome único en una experiencia semejante.

SOY: Todos los detalles hacen a la singularidad, toda percepción moldea el Yo. La percepción del mundo externo en el momento de nacer es lo que da sentido al pulso inicial. El ciclo de la vida, pues, dependerá del primer empujón hacia ella. Si el nacimiento es el primer gran cambio en el proceso de tu vida, todos los demás cambios que vivas en ella tendrán la misma sensación. Identificarlo ayuda a prever la forma en que viviré los siguientes cambios, y así podré prepararme con antelación.

YO: ¿Qué pasa con quienes no recuerdan cómo nacieron?

SOY: Fácil, hay que aprender a preguntar. Recordar es unir las partes perdidas y separadas de ti, por lo tanto hay que preguntar: al padre, a la madre, a los familiares o a quien pueda recordar lo mínimo de aquel momento de tu nacer. No importan las fechas, importa lo que tu cuerpo vivió, lo que tus padres vivieron, lo que tú viviste. Pregunta, indaga. Es muy simple.

YO: ¿Y los que ya no tienen a quién preguntar?

SOY: Todos tenemos al menos una leve noción de nuestro nacimiento. Quien no la tiene, debe trabajar el por qué no la tiene, por qué nunca lo habló, por qué lo desconoce. Allí está la forma en que está viviendo su vida. Desconocer el nacimiento es no conocer las raíces del árbol que eres. El concepto de desconocer es parte del análisis que se debe hacer, reconocer el por qué no lo sé puede mostrar cómo vemos el mundo hoy debido a ello.

YO: Claro, todo cuenta. Lo importante es que nos hagamos las preguntas sobre nuestros primeros recuerdos, o sobre lo que otros pueden contarnos de ello.

SOY: Conocer tu nacimiento o lo poco o nada que sepas de él, te ayuda a entender desde donde te has plantado en la vida para avanzar, crecer, vivir, experimentar. Así entenderás más de quién eres.

YO: Y ¿qué tiene que ver esto con la astrología?

SOY: La astrología moldea tu alma, tu energía, pero es un tema que deberá ser discutido en otro momento. Ahora concéntrate en tu cuerpo, en tus células, en tus sentidos.

YO: Ok. Entonces… Si lo que debo tener en cuenta es que el primer pulso está condicionado por los sentidos y por lo tanto la percepción que tengo de las cosas, uno de los factores que ha determinado lo que soy, más que la forma del parto, es el Contexto en que se dio, ¿verdad?

SOY: Allí está nuestra segunda parada, el tema de nuestro segundo día. Contexto es otra de esas palabras que provienen del latín. Contexto viene de las palabras “Cum” y “Texitus”. La primera significa “acompañar”, y la segunda significa “tejido”. El tejido es aquella red de diferentes elementos que se entrelazan creando un entramado de materiales que interconectados manifiestan una estructura. Por lo tanto, el Contexto es un conjunto de tejidos de diferente origen e índole que se combinan para crear uno nuevo. Hoy soléis decir que el Contexto de algo significa aquello que rodea, una situación o circunstancia en que los sujetos se encuentran o donde pasan las cosas. Sin embargo, en esta visión, se separa el sujeto en cuestión del contexto como si fuesen cosas totalmente diferentes. La verdad es que ambos son inseparables el uno del otro. Todo contexto moldea lo que somos, porque son esas redes que condicionan nuestra formación. Podrías entender el contexto como un río que envuelve, rodea, a una península en un cañón. Puedes pensar que el contexto de la formación rocosa es un cañón y un río, refiriéndote a dónde se encuentra y lo que pasa a su alrededor. Sin embargo, no habría península o formación rocosa sin la erosión del flujo del río. Es decir que es el contexto el que te moldea y te hace ser quien eres. Al menos, lo que aparentas ser. Pues la formación rocosa no es más que el conjunto de millones de microorganismos fosilizados, millones de años de acumulación de materia orgánica convertida en mineral, y capas de materiales inorgánicos acumuladas por los ríos, mares y el viento, que formaron el terreno. Así, la historia profunda e interna del ser, sólo puede ser descubierta por alguien que mire mucho más allá de tus formas, o tú mismo, buscando la verdad en tu interior. Pero en tanto vivas en la inconsciencia, te definirá más tu contexto que tu verdad. Esta red te hará saber quién eres en el mundo que te rodea.

YO: O sea que, hablando del momento del nacimiento, el contexto, que sería el hospital, o la casa, o el sitio que sea, los que estaban alrededor, y los ausentes; todo ello ha moldeado lo que ahora soy.

SOY: Y no sólo eso, sino tus primeros recuerdos. Vuelve a preguntar cómo fue el contexto de tu nacimiento, qué estaba pasando allí, cómo fue todo. Pero sobre todo, intenta recordar cuáles son tus primeras memorias de la infancia, las más viejas que puedas recordar, ya sea que hayas tenido 7 años, 5, o 2, o días de nacido. Intenta recordar el contexto, o pregunta sobre cuál era. Pero siempre antes de los 7 años. Haz el esfuerzo, y pregúntate cuál es el primer contexto que recuerdas. El tejido físico a tu alrededor formó lo que eres hoy, y el tejido energético de la astrología formó lo que sientes y cómo actúas hoy. Pero ello hoy es más fácil de identificar y llegaremos a ello. Por esto, la pregunta que te hago hoy es: “¿Cuál era tu contexto?”.

YO: Te refieres a las personas que había, y lo que hacían a mi alrededor, los sitios donde estábamos… Todo lo que pasaba y lo primero que identificamos con nuestra propia memoria, de lo cual nos hicimos conscientes, ¿no?

SOY: Exacto. Las personas que recuerdas, las emociones que tienes en relación a cada una de ellas. Abuelos, tíos, padres, o incluso los adoptivos, o un orfanato. Toma la noción del primer contexto que viviste en tu vida.

YO: ¿Y esto para qué me servirá?

SOY: Te servirá para saber los contextos que buscas y creas en tu vida. Si son espacios sanos, si son trampas, si son de dependencia, de dolor, de alegría. Te ayudarán a saber cómo tu subconsciente construye tu realidad, teje tu mundo. Estás trabajando para la Red Planetaria, en el tejido de un planeta, conectándote a diario con los tejidos de miles de personas, con la voluntad de transformar el contexto planetario actual para uno trascendental: ¿no te parece lógico que quienes constituyen la voluntad y amor por esta Red en formación, deban cuestionarse desde dónde están buscando construir esta red?

YO: Creo que entiendo que te refieres a que muchas veces proyectamos la visión del mundo que queremos a través de la Red, no desde la neutralidad al servicio de la Tierra sino desde la necesidad de crear un contexto donde nuestro propio organismo físico se sienta seguro o haya identificado el contexto perfecto e idílico.

SOY: Nuevamente la famosa proyección a partir de la percepción. Lo que ves con tus ojos es lo que tu cerebro ha podido interpretar según su formación experiencial. La gente que sigue identificando el color negro con lo negativo y lo blanco con lo positivo, por ejemplo, sigue en una mente colectiva de dualidad. Aquellos que se ven a sí mismos como guerreros de la luz contra la oscuridad, ¿podrían pues considerarse racistas? El cerebro constituye patrones que interpretan el mundo, y esto nace del contexto que nos ha forjado. Identificar el contexto, lo que nos ha tejido aquí y ahora, es lo que nos liberará de la proyección en la red de aquello que nosotros individualmente hemos contemplado erróneamente desde la emocionalidad. Identifica tus primeros recuerdos del entorno de tu vida, y podrás descubrir en su análisis lo que esperas proyectar de ti en los Tejidos de las Redes del Mundo.

YO: Somos las arañas tejedoras de la Red, así que una de las tareas que tenemos es reconocer si lo que hacemos y tejemos es para atrapar insectos en nuestras redes o tejer una casa, o conectar caminos entre las ramas. La intención marcará la diferencia, entiendo.

SOY: Anota pues, “¿Cuáles fueron los primeros contextos que recuerdo en mi vida?”.

YO: …Y luego?

SOY: No hay un luego este mes, no adelantes los pasos. Analizar es suficiente por hoy. El camino sigue, un paso a la vez. Preguntarte a dónde vas a veces te ayuda a tomar el impulso para llegar al destino. Sin embargo, te quita de lo importante que es descubrir los detalles en el camino. Deja de pensar el para qué ahora, ve a la causa, y verás que hay mucho allí por descubrir antes de saber a dónde irás con esto. Sólo te diré, que si buscas tejer una red para un mundo en equilibrio y armonía, debes entender desde dónde la tejes reconociendo tus primeros tejidos, tu primer contexto.

YO: Yo Soy producto de mi contexto.

SOY: Yo Soy Tejido y Tejedor.