YO: “Cuando mis ojos se unan en el Cielo, recuperarán el poder perdido”, dijo Sekhmet, la gran guardiana, la protectora, la Leona. Dijo que el Sol y la Luna son llaves del portal del Cielo, y que al unirse, nos invitan a abrir nuestros propios portales… Ella les llamó “Debilidad y Fortaleza”. Ambas se muestran en nosotros como opuestas, pero en realidad, son complementarias. La fortaleza sólo se gana al reconocer nuestras debilidades, no al eliminarlas. Es más fuerte quien se atreve a reconocer sus debilidades que quien las oculta. Por ello, el eclipse nos recuerda la vulnerabilidad ante las sombras, nos hace ver lo que hemos escondido por miedo a que nos hagan daño, algo que nosotros mismos nos hemos prohibido mostrar por miedo. Y a veces, lo que tememos es justamente el poder, la fortaleza. Tenemos miedo de que al ser fuertes y poderosos, independientes y originales, perdamos todo lo que nos da seguridad, amor… A mí me ha pasado siempre. Esconder mi fortaleza en la debilidad por miedo a no ser amado. Anoche soñé que me avergonzaba de hablar delante del pueblo, y que había algunas personas conocidas que me incentivaban a hacerlo, pero yo entraba en crisis. Entonces mi madre venía enfadada a protegerme, a llevarme a la seguridad de sus brazos, en casa. Y recuerdo haber visto allí el patrón, su protección es la que yo necesitaba… Y le dije: “No, esta vez no debo ser protegido, porque ahora entiendo, no me proteges por amor de madre, sino que me proteges por la misma razón por la cual yo necesito que me protejas, por miedo a dejar de ser quien soy para ser quien debo ser.” En ese instante, liberé a mi madre de una carga enorme en mi subconsciente; la de protectora, como Sekhmet, pues vi mi mayor debilidad. Y al reconocerlo, nos liberé a todos, no importa lo que suceda, esta vez debo hacerlo bien, debo retomar el poder que perdí.

SOY: Por ello hoy vinieron todas las madres que una vez te bendijeron, para unirse a la tuya… Sekhmet, madre del Poder; Isis, madre del Cielo; Bastet, madre de la Belleza; Neftis, madre de las Sombras; Hathor, madre del Sonido; Maat, madre de la Ley. Seis Madres, que empoderan el portal, el útero de la Madre Tierra: Geb. Así, las madres de los cuatro Tiempos (Primavera, Verano, Otoño e Invierno) y los cuatro Espacios (Norte, Sur, Este y Oeste), pueden plasmarse en Tierra, Fuego, Aire y Agua, para nutrir el Ser que ha de nacer.

YO: ¿Que ha de nacer?

SOY: El Futuro.

YO: …Claro… En mi historia, es mi nieto quien abre el portal, no yo… Es mi nieto… Pehuén. El Árbol de la Vida… Es él quien tras mi muerte en La Esperanza, Río Negro, entenderá que debe venir a Egipto, entrar a la Gran Pirámide, y comunicarse conmigo en el pasado, el 14 de Diciembre de 2020… No soy yo, es mi nieto… Y no hay nieto sin hijo… “Lo que ha de ser”.

SOY: Eso es lo que significa Futuro. En latín, una de las construcciones del tiempo futuro en la lengua es aquella que describe lo que debería suceder: “-urus”, así, “el que es amado” se dice “amatus”, “el que ha sido amado” se dice “amantis”, y “el que será amado” se dice “amaturus”. Por lo tanto, del verbo Ser, tenemos la construcción “fu” que nos da en español la palabra “fuese, fuera, fuimos”, y si te refieres a lo que será, dirías “futurus”. Futuro, pues, es la construcción de lo que ha de ser, lo que es inevitable, que es que el Ser se transformará en otra cosa, que el entorno cambiará, que todo se mueve hacia algo que deberá ser, construirse. Y por ello, el futuro no es un concepto externo e indiferente a tu Ser, pues el futuro es tu propio ser transformado. El Futuro es algo que construyes con los actos de tu ser, no es un sitio al que te diriges, es algo que diseñas, que modificas sólo a través de modificarte a ti. El futuro no puede escribirse si no te escribes a ti mismo. El futuro vive en la intención que pones cada día. Tú construyes el futuro, y lo planificas en cada acto, sentimiento, emoción, idea, proyección, pues el futuro es simplemente tu propio ser en proceso de transformación constante. Quien no se abre a transformarse, no puede abrirse al futuro, pues no existe para él, y así, vivirá el futuro que los otros crean para sí.

YO: Por ello tuve que reconocer en el sueño que mi miedo es dejar de ser yo, porque siempre temí ser lo que otros esperan de mí, y debido a ello, terminé siendo lo que otros esperaban de mí.

SOY: Ese es el gran error que has de corregir de aquel futuro que estás diseñando… Aquel futuro que a gritos te dice: corrige el error… Libérame de ese miedo de ser lo que debía ser…

YO: El gran error, es decir Soy Yo, cuando debía decir Yo Soy.

SOY: Te presentaste siempre así… Soy Yo, Matías; y tu ser interpretó que el objetivo eras tú, no era el Ser. Así, diseñaste una vida futura basada en el condicionamiento, en el temor de la crítica al Yo, en hacerse sobrevivir. El Yo nunca puede ser el objetivo, porque el Yo es simplemente un Eje. Vivir mirando hacia el Yo, es vivir mirando al Pasado. Pero cuando das poder al Soy, empoderando el eje del Yo, es entonces cuando puedes crear, manifestar sin miedos, sin expectativas.

YO: Yo Soy, eso me liberará de estar condicionado por el mundo, y poder vivir incondicional en el mundo. Siento tanta responsabilidad por lo que debo hacer, y muchas de las cosas que veo que llegan a mí, son muy difíciles de asimilar… No sé gestionarlo…

SOY: Aún. Lo que te espera en el futuro es sólo lo que tú esperas de ti. ¿Qué esperas de ti?

YO: Uf… Es difícil…

SOY: ¿Y sabes por qué es difícil para ti?

YO: No…

SOY: Porque tienes miedo de lo que puedes ser. Tienes miedo de tu propio poder, de tu propia fortaleza. ¿Recuerdas a aquel ser oscuro que te visitó a tus 12 años?

YO: Sí… Me dijo que tenía un gran poder interior, y que podría aprovecharlo si trabajaba con él… Me dio miedo, quedé mudo.

SOY: La oscuridad, cuando ve Poder, trata de despertarlo inmediatamente. Pero a un niño, ese poder podía destruirlo. Ahora sabes usar la oscuridad en favor de la luz, a ambas desde la neutralidad, pues estás descubriendo que ese poder no es para ser usado ni para un lado ni para el otro, ese poder sólo tiene la capacidad de manifestar Futuro.

YO: Futuro, es “Urus”, cuyo origen, “ur”, está relacionado a la Luz… Del latín “lucus”, Lucas… “Mi hijo”…

SOY: Ahora entiendes el mensaje… Construir futuro, manifestarlo, es materializar la Luz… Hoy recibirás el futuro, no para ir a él, sino para construirle hoy, en lo que eres. Y esto no es sólo para ti. La Tierra vivirá este Renacer. Por ello los úteros de las Madres Divinas se han colocado en círculo para traer la Belleza a este mundo… El Hijo eres tú, la Luz, el Camino, todos son los hijos del Cosmos que ha de nacer… El nuevo Reino es el Eje. Olvídate de lo que crees que un Reino, del Reino de los Cielos, del Rey en la Tierra, y todos esos conceptos medievales, ve al origen de la palabra…

YO: Rey viene de “rex”, del indoeuropeo “reg”, que significa ley, derecho, recta, eje… Eje… ¡Claro! el Eje del Mundo! El Rey en la Tierra es el Nuevo Eje Planetario, es el descenso de la Plena Consciencia!

SOY: Que debe ser gestado por cada útero. Mujeres: sus úteros son la extensión del útero de la Tierra, son las matrices de la Red que permiten el descenso de la energía de Poder, del nuevo Eje del Mundo, del Rey de la Tierra, alineando el Polo Norte Magnético con el Físico. Dile a cada mujer consciente del mundo que contemple en el reflejo del espejo histórico a su útero, su caldero de fuerza y creación, y tome toda la debilidad que la historia le ha asignado, y reconozca la debilidad como sensibilidad, y la sensibilidad como sentidos, y los sentidos como meta de la luz, para realizar la alquimia. Los 3 regalos no son para el Niño Nuevo, los regalos son para la Madre Azul, la Madre Tierra… “Contemplad el color Azul” dijo el Arcturiano, y observad el océano de vuestros úteros. El Reflejo que Mira en la Mirra, el Estar en Sentido del Incienso, el Objetivo y Meta única de la Espiral Áurea, el Oro. Volver a uno mismo.

YO: Claro… La Matriz, la espiral áurea, la espiral dorada, el objetivo y meta de todas las cosas, el Oro, la alquimia de la transformación. El útero es esa espiral de creación, el caldero de la alquimia, del oro… De convertir lo que mora en las sombras en luz pura.

SOY: La red de úteros de la humanidad es la clave para descender al nuevo niño por nacer, a la nueva Luz. No es sólo un hijo, es un concepto. Este eclipse ha de preparar esa gran Verdad, para que en el momento en que la Estrella de Belén (Júpiter y Saturno) se pose en los cielos, el Eje, el Rey, descienda al Mundo, la Tierra. Y en su útero crezca la Semilla de la Nueva Humanidad…

YO: Los azules… Somos los humanos… Sólo debemos despertar nuestro poder…  Los hijos de la Tierra, cubierta en un manto de Estrellas…

SOY: Así que, fractal mío, ve al interior de la Tierra, y recibe la bendición de cada útero del Mundo. Pues en tu Muerte hallarás la Resurrección en la Crucifixión del Tiempo y el Espacio. Y en ese centro podrás salir del error…

YO: Pasar del Soy Yo al Yo Soy…

SOY: Y sólo siendo, construirás “Futuro”…

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