SOY: ¿Cuál es tu Plan? ¿Existe realmente un Plan Divino? ¿Qué harías si supieras que no existe un plan en tu vida? ¿Tener uno te da seguridad o libertad?

YO: El Plan… Es algo que ha rondado mi mente desde pequeño… Todo lo que hago es por “el Plan”.

SOY: Cuéntame sobre “El Plan”.

YO: Cuando a mis 12 años me recordé a mí como Shiw junto a Sobek frente a la Esfinge, a quien llamábamos “Tul-Bassík” (Gran Guardián), sentí unas palabras en mi voz que resonaron profundamente entre el diálogo que teníamos… “Dhu Ater Tumti, kei dhu urnus Aterti” (Traer el Cielo a la Tierra, y llevar su luz al Cielo). Lo llamábamos “El Plan”. Los Sacerdotes Atlantes contaban que todo lo que existe forma parte de un Plan, un plan divino que hace que todo tenga sentido, lógica, pero es tan grande que no podemos entenderlo. Comparado con el Universo, los humanos somos como hormigas tratando de entender a toda la Tierra. Pero decían que si observas bien las cosas, entenderás que hay patrones que se repiten, y si comprendes esos patrones, puedes entender el plan. Los atlantes lograron reducir toda la existencia a simples planificaciones. Así, los Arquitectos se volvieron nuestros líderes. Ellos entendían los códigos de la creación, y se volvieron matemáticos, filósofos, médicos, músicos, artistas y constructores. El plan divino fue llamado en honor a ellos: los Sikhir (diseñadores del entramado), y de allí, El Plan: Sikhot. Ellos nos explicaron que todo había surgido del uno, y la forma de compararlo era con el tejido de una telaraña. En la mitología khemul, del Nilo Atlante, llamábamos al Gran Arquitecto como Manik, la Araña tejedora del Universo. Sus 8 patas representaban las 8 direcciones del Espacio y el Tiempo, el Cubo de la Densidad. Sus 8 ojos representaban el Cubo de lo Sutil, con sus direcciones a lo Interno y lo Externo. Con su cabeza y torso forman la Consciencia que brilla en los astros, y con su cola conecta la red del subconsciente y el sueño cósmico. Desde el centro de su unidad, teje una red perfecta, con patrones diseñados según la necesidad del entorno. Desde el centro lo siente todo, todo está unido a ella, y su tejido es invisible y sutil. Pero si el rocío baña su telar, en cada intersección podrás ver una gota brillando. Para nosotros, eso eran las estrellas. Por delante, Tut, el Escarabajo, movía el Sol de este a oeste. Y la Nuth, la Polilla, volaba empujando a la Luna. Cada 28 días, la polilla era atrapada por la araña desapareciendo en su telar, siendo devorada por las estrellas. Pero una nueva resurgía en los cielos, una y otra vez, en un nuevo y diferente sector del telar. Esto nos mostró los ciclos, la estructura del tiempo en el espacio. Así pudimos comprender los códigos de la existencia. Manik era el Primer Tejedor del Plan.

SOY: “Primordial”, que en griego dices “Arkhós”, y “Tejedor”, que llamas “Tekton”, Arkhitekton, el Gran Arquitecto. Arquitecto es aquel que realiza el primer tejido, el que diseña lo que los otros habrán de construir…

YO: Por esto los arquitectos miraron el Cielo, y dijeron: para hacer que lo Divino se manifieste aquí, debemos construir el Plano del Gran Arquitecto en la Tierra. Así surgió la idea: traer el Cielo a la Tierra. Diseñar las estrellas en forma de templos, que brillaran, descargando la información de la Red Cósmica. En las historias que nos contaban de niños, dividían el plan en varias partes, pero sobre todo en 3: Plan Universal, Plan Galáctico y Plan Terrestre. El mismo debía ir densificándose hacia nosotros, para poder tocarlo y vivirlo, sabiendo que si lo hacíamos en la materia, uniendo el Plan del Cuerpo, el Plan del Alma y el Plan del Espíritu en nosotros, incorporaríamos el tejido cósmico, volviéndonos tejedores, creadores, alquimistas del ser. Los arquitectos descubrieron que todo se dividía en 12 sectores más uno en el centro, y encontraron las formas de manifestar estos conceptos en la materia de una forma sencilla, sin preconceptos religiosos ni filosóficos mentales, sino tangibles y objetivos. Les llamaron “Yku”, “Phyru”, “Tumu”, “Wassu” y “Hïru”: Semilla, Fuego, Tierra, Agua y Aire, que esquematizaron en Octaedro, Tetraedro, Hexaedro, Dodecaedro e Icosaedro respectivamente. Y así, diseñaron los templos estelares: las Pirámides. Todas, alrededor del mundo, pretendían manifestar en nuestra realidad el tejido de Manik. La Araña se convirtió en un símbolo clave para los sacerdotes arquitectos, y empezaron a ser conocidos como Hombres y Mujeres Hormiga, Hombres y Mujeres Araña, Hombres y Mujeres Polilla, Hombres y Mujeres Abeja, todos relacionados a insectos. Se debía a que los insectos tenían el plano en sus mentes, en sus corazones, y sin cultura ni razón alguna, mostraban la lógica del plan, los entramados, los patrones, estructuras. Los sacerdotes, pues, pasaban horas observando los insectos para aprender el plan universal. Decían que inevitablemente debía existir una planificación divina, pues todos en la naturaleza seguían los mismos códigos: minerales, plantas, insectos, animales, humanos, los astros… Todos seguían un patrón, y ese patrón era tan grande que no podíamos verlo…

SOY: O tan pequeño, que parecía invisible…

YO: Exacto. El Plan del Ater Tumti marcó nuestras culturas. Tomó al Nilo como la Via Láctea, y los templos y pirámides fueron construidas a sus lados para representar las constelaciones. Los humanos, pues, debían pasar a través del entramado, por el Nilo, conectando el brillo de cada estrella hasta brillar en el interior. Los Sikhir se volvían médicos cuando se trataba de conectar las redes invisibles de nuestros órganos. Se volvían músicos cuando debían calibrar la energía y vibración de nuestras almas. Se volvían matemáticos y filósofos cuando debían calibrar la lógica del espíritu. Y al unir todos los aspectos; cuerpo, alma y espíritu, te convertías en una araña, en un hombre araña o mujer araña, en un arquitecto de la realidad. El mismo camino del Nilo se trazó en muchas regiones del mundo, todas con el eje de Orión. Y todos estos caminos juntos formaban uno más grande a lo largo de los trópicos. Por ello las civilizaciones nacidas de Atlántida seguían las zonas tropicales, siguiendo el flujo de las estrellas. Fue así como construyeron la Red Planetaria, la que nos hizo a todos parte de la Red, pero esta misma red se volvió nuestra prisión…

SOY: Se volvieron moscas…

YO: Sí. Esa fue la conversación con Sobek aquella vez. Estábamos perdiendo la conexión de la Red, y temía olvidarme de él. Sentía la enorme responsabilidad de un pueblo al que guiar por las sombras, y aún así no podría hacer nada para sacarlos de allí. “Son los ciclos naturales”, decían, aunque me parecía injusto… “Sigue el Plan”, me dijeron. Y así lo hice… Sigo el Plan. Sigo las estrellas, los eclipses, sigo la red de Manik, buscando los datos dispersos en una biblioteca desorganizada. El mundo hoy se parece a los restos de la Biblioteca de Alejandría tomada por los insurrectos cristianos. Caos. El Plan exige reconectar la Red.

SOY: ¿Por qué?

YO: Porque somos las hormigas de la consciencia. Somos las arañas de la mente cósmica… ¿Acaso se pregunta una hormiga el por qué? ¿Acaso se pregunta una araña para qué? Creo que está en nuestra naturaleza.

SOY: Aún así, sigues siendo una mosca cuando dices que no tienes opción.

YO: ¿La hay?

SOY: No en el qué, sí en el cómo. ¿Qué es un plan?

YO: El otro día lo explicaste. Plan viene de “plat” que significa extender, y a su vez proviene de “lat” que significa “llanura” o “pelët” (llano). La palabra habla de todo aquello que se expande, que se mueve, que se extiende y ramifica. Planta, Planeta, Plano, Planificar, Plasma, Piano, Planisferio, Paladar, Palma.

SOY: El Universo es un único ser que se expande, que se mueve, que vibra, que se ramifica…

YO: …El Plan Universal…

SOY: Las Galaxias son cúmulos de compuestos y elementos químicos que se expanden y mueven por la gravedad…

YO: …El Plan Galáctico…

SOY: La Tierra, como otros mundos, giran sobre sí, se mueven por el espacio erráticamente tambaleándose alrededor de un sol, una estrella, extendiendo, ramificando la vida en evolución constante…

YO: …El Plan Terrestre…

SOY: Y un humano, con su mente inteligente, encontró los códigos de expansión, vio cómo se mueven las cosas e interactúan entre sí con una lógica fractal. Entonces, entendió cómo manejar el tiempo, y planificó las etapas cíclicas temporales.

YO: …Calendario…

SOY: Medir los ciclos del tiempo es el primer paso de la Planificación, tener la noción de etapas o estaciones. La palabra Calendario es romana y significa “El Grito”, proveniente de “calare”, que a su vez surge del indoeuropeo “kel” (clamar, clamor, reclamar), y hace referencia al grito con que los cobradores de impuestos llamaban a la puerta de los ciudadanos cada Luna Nueva, momento que se llamaba “calendas”.

YO: O sea que nuestra forma de llamar a la planificación del tiempo hoy nace de la imposición de las tasas romanas…

SOY: Sí. Por otro lado, Almanaque, del árabe “al-Manakh”, se refiere a las estaciones de la Luna frente a las mansiones o casas de cada constelación (significando: “donde el camello se arrodilla”, se detiene). Así, el humano comenzó a dominar el tiempo, llevando lo que llamas “agenda” (participio del verbo “agere”, agendum: lo que se debe mover adelante). Pero luego, logró dominar el espacio a través de poner todas las cosas que estaban separadas, juntas en un sólo lugar de manera ordenada, es decir una Estructura, del latín “Struere” (juntar, amontonar) y “-ura” (resultado). Al ver los patrones geométricos de la naturaleza, empezaron a extender las bases en una mesa, en una superficie llana y extendida donde trabajar, uniendo los códigos geométricos, patrones numéricos, matrices naturales, y reorganizándolas en un nuevo diseño que llamaron “plano”. Así, mediante “la planificación”, lograron dominar el espacio. ¿Y sabes qué pensaron?

YO: ¿Qué?

SOY: Que si ellos podían planificar, entonces toda la existencia también estaba planificada. Lo que veían les parecía tan perfecto, que crearon la idea de una mente capaz de planificar algo infinito, y le llamaron “El Primer Tejedor”.

YO: El Gran Arquitecto… Como le llamaron desde los Atlantes hasta los Masones de Europa.

SOY: Y desde hace miles de años, el humano, en su capacidad de planificar, proyectó al cosmos la idea de que hay una mente que planifica, que diseña, que “tiene un plan para todos”, y nosotros somos sus obreros, albañiles…

YO: ¿Al decir “proyectó”, me estás queriendo decir que, no existe un plan ni un planificador?

SOY: Sé que habéis confiado vuestra existencia a un Plan Divino, que por no comprender, adjudicáis a una Mente superior. Sé que habláis de Plan de Vida, el Plan del Alma, el Plan del Espíritu. “Dios tiene un Plan”, soléis decir. “El Universo tiene un Plan”, se hacen eco aquellos que no les gusta decir Dios, por más que hablen de lo mismo. Relegáis nuestras vidas a la idea de que lo malo o lo bueno que os pasa se debe a la estructura de una mente planificadora que vive en el cosmos… Pero no.

YO: Pero no…

SOY: Los humanos, los tejedores, los arquitectos diseñaron este concepto filosófico desde su percepción…

YO: Pero, hemos dicho que el Universo es Mente, o sea que hay una mente que lo crea todo. Una Mente que en cierta forma se busca a sí misma y planifica una red para hacerlo…

SOY: Es una Mente que se expande… Mente significa Pensar en indoeuropeo (mens), que a su ver proviene del concepto “spen”, que significa “estirar, hilar”. El concepto de pensamiento es la capacidad de hilvanar cosas, de estirarlas, extenderlas, lo cual llamas “plan”. Mente significa justamente “aquella red que se expande”. Y la razón, la inteligencia, es parte de esa red, inherente a ella, no externa. Cuando el humano describe la planificación de algo lo hace desde los conceptos de separación en que ve a una persona, individuo, agente, que usa su mente para manifestar algo en el mundo externo. Esta forma de ver el mundo, proyectó hacia afuera la misma idea en el cosmos, la de tener una mente externa en un ser inteligente que planifica, diseña algo en lo externo, separado de sí. Ahora bien, las hormigas, las plantas, los átomos, los animales, las arañas, ¿utilizan la inteligencia para moldear el mundo exterior?

YO: No… No hay un plan, no hay una mente planificando…

SOY: ¿Y te has preguntado por qué?

YO: …No…

SOY: Porque ellas son la inteligencia encarnada. Son el plan en sí mismas. El humano desarrolló la inteligencia porque es el plan en sí mismo. El único Plan existente en el Universo es la Expansión de uno mismo en la interconexión de todo lo expandido.

YO: Somos la mente expandida, somos la red hilvanada… El Plan no es un mandato, es la naturaleza de la expansión.

SOY: Dios no tiene un Plan… Dios es el Plan. Tu Alma no tiene un plan, ni tu espíritu, ni tu vida… Tú eres el Plan. ¿Y sabes cómo le harás posible?

YO: Si me expando…

SOY: Si te expandes… Exactamente. Lo único que hace posible y coherente un plan es cuando te permites expandirte a la existencia, pues si buscas cumplir un plan te estarás aferrando a las estructuras que has creado, si esperas que el plan resulte, nunca te expandirás y morirás a la espera. Si no te expandes, las constelaciones, el mundo, harán de ti su plan, manipulando tu historia, condicionándote a través del grito del calendario sumido en los patrones del espacio. Pero si te expandes, trascenderás los límites, serás libre del grito del tiempo, y podrás crear el tuyo propio…

YO: Guiarse por las constelaciones, es entonces vivir en una prisión…

SOY: Lo es si les consideras como tal desde la inconsciencia, desde creer que no tienes escapatoria de un ciclo eterno de 12 mansiones. Sin embargo, la verdad es que las constelaciones están en tu mente, sólo tú las ves. En el espacio, no existe tal cosa, pues las estrellas que para ti están juntas, no lo están, algunas pertenecen a galaxias lejanas, otras están muy cerca, y sin embargo sólo toman lógica desde tu punto de vista. Pero el cielo se mueve, el cielo se expande… Eres libre, el cielo no es una prisión de 12 celdas, es un jardín que se expande en un bosque, una selva, y tú, caminando en círculos en un claro de 12 árboles a tu alrededor, te sientes atrapado en un plan de tiempo y espacio.

YO: Estás destruyendo todo lo que he considerado como mi plan de vida… El Plan de mi existencia, el por qué estoy aquí…

SOY: Oh, no, amigo mío. No estoy destruyendo los árboles que te rodean, estoy mostrándote el bosque en que vives. Tu visión del Plan, algo que crees tan magnánimo y maravilloso, en realidad es una visión acotada y limitada. No estoy destruyendo el plan que te mueve, estoy recordándote que tú eres el Plan. Tú no eres alguien externo que debe cumplir algo proyectado, tú eres la mente que se hilvana a sí misma expandiéndose. Esa es la única verdad. ¿Sabes cuál?

YO: …Dime…

SOY: Que el Universo nunca tuvo un Plan para ti, el Universo se expandió en ti para que crees un Plan.

YO: …Libertad… De repente, vuelvo a sentir libertad… Mis hombros no sienten el peso…

SOY: Nunca fuiste esclavo de ningún plan divino ni ancestral. El Plan que explicas, eres tú mismo llegando de los Cielos a la Tierra…

YO: …Y volviendo de la Tierra a los Cielos… “Amma Ater Tumti”… Yo Soy el Cielo en la Tierra…

SOY: Ese es el único Plan. El que tú construyes mediante la coherencia de tu ser. Expándete, y estarás cumpliendo el único plan divino posible…

YO: …Yo Soy…