YO: “La raíz del problema”.

SOY: Aham…

YO: Cuando tenemos un conflicto, un problema, un trauma, en las terapias, tanto en la psicología como en lo holístico, se suele decir que hay que ir a la raíz del problema. ¿Por qué?

SOY: Cuando tomas a un árbol como un conjunto vivo, entiendes a las raíces como parte del ser, sin embargo, los seres que viven en la superficie, pueden contemplar desde la base del tronco hacia la copa del árbol, donde se encuentran las ramas, flores, hojas y frutos que normalmente son útiles para los humanos en este caso. De esta forma, encuentras que las raíces están ocultas a los ojos de una persona, siendo así la parte desconocida. Si tomas en cuenta que todo lo que está en la parte superior es lo que ves y buscas en la vida, cuando tienes problemas con los frutos, o las ramas se secan, en una planta sueles tener que ver de dónde viene este conflicto, y normalmente proviene de las raíces. 

YO: Porque los nutrientes vienen de allí…

SOY: Así es. La raíz es lo primero que toda planta genera cuando germina de una semilla. La raíz es el primer órgano de una planta que se extiende buscando cumplir dos funciones principales: anclaje en el suelo, que funciona como eje para la planta y sustento para sostenerle firme en el terreno, y por otro lado para la absorción de nutrientes del suelo, minerales, sales y agua, necesarios para realizar la fotosíntesis. En el primer caso, la raíz eje comienza a buscar la mayor profundidad posible para contrarrestar el peso de la planta o árbol creciendo hacia arriba, y a partir de la misma, comienzan a salir ramas secundarias que se dirigen hacia los lados como las ramas, y de las mismas emergen las raíces adventicias, que se aferran a cada roca, abrazando el terreno. De esta forma es imposible mover la planta, que permanece firme en su lugar. En el segundo caso, cada raíz, sobre todo las adventicias, poseen pelos absorbentes que sirven de esponja, consumiendo el agua del terreno, arrastrando en ella las sales y minerales del suelo, como hierro, nitrógeno, zinc, potasio, entre otros. Estos elementos inorgánicos son arrastrados hacia arriba por medio de la savia bruta, que los distribuye por las ramas hacia las hojas, donde mediante la fotosíntesis podrán convertirse en elementos orgánicos que servirán de alimento y energía para la planta. Las raíces suelen extenderse hacia lo más profundo con el objetivo de encontrar reservas constantes de agua, como napas, lagunas internas, ríos subterráneos, y así, a pesar de los periodos de sequía, poder seguir viviendo. 

YO: Y creo haber oído que beben mucha agua…

SOY: Un árbol de tamaño promedio a grande, puede llegar a consumir alrededor de 350 litros al día, lo cual se reduce según su tamaño. En tanto más agua, más grande el árbol.

YO: Pero, si beben tanta agua, ¿por qué están secos por dentro y no son como un cactus?

SOY: Porque todo lo que absorben lo liberan a la atmósfera en forma de vapor. Los árboles transpiran, generando litros y litros de vapor de agua al día, que son liberados a la atmósfera, que al condensarse en el aire frío, comienzan a convertirse en nubes, y éstos en lluvia. 

YO: ¿Cómo? O sea que… ¿Hay nubes y lluvia debido a los árboles?

SOY: Una gran cantidad de lluvias y tormentas son generadas por la evaporación de los océanos y lagos, sin embargo, otra enorme cantidad es producida por los árboles. Por ello en las selvas y zonas boscosas suele llover más y estar más húmedo. 

YO: Oh…

SOY: Cuantos más árboles se planten, más fresco será el clima. 

YO: Por ello la tala es tan negativa… Por ello al talar árboles se incrementa el calentamiento global. 

SOY: Básicamente porque el enfriamiento y la humidificación del planeta se regula por las plantas. Por los grandes árboles que absorben toneladas de agua en un año y la liberan al ambiente. A su vez, esto ayuda con las inundaciones, pues la cantidad de agua que muchos árboles juntos absorben al día, impiden que haya grandes inundaciones que no pueden ser filtradas por un terreno duro y seco. Las raíces cavan agujeros profundos que permiten al agua ir hacia las cavernas internas de la tierra, en tanto las mismas absorben litros y litros. Pero, más allá de estas cualidades, las raíces tienen a su vez otra función. 

YO: ¿Cuál?

SOY: La comunicación. Las mismas se expanden por el territorio tocándose con las raíces de otros árboles, sobre todo de la misma especie. De esta manera, intercambian minerales, como tomándose de las manos, además de sostenerse los unos a los otros. De esta forma, pueden emitir pulsos que permitan a cada árbol saber si algo está mal. Si uno de los árboles o plantas se enferma, o es atacada, esta información es emitida a todas las demás, que comienzan a generar reservas en caso de que les pase lo mismo. 

YO: Las plantas hablan… 

SOY: Y en su mayor parte lo hacen por las raíces. Un bosque es como una enorme red neuronal en que cada árbol interconecta con los demás, siendo como un gran cerebro pensante que se regula a sí mismo. 

YO: Wow… Me recuerda a la película Avatar, en que el planeta habla mediante los árboles. 

SOY: Así funciona este mundo, sólo que parece mucho más maravilloso cómo lo muestran en una pantalla, resaltando ciertas cualidades de este planeta para que sea más cinematográfico. 

YO: Claro… Evidentemente… Aún así, una clave de las raíces es la comunicación… 

SOY: Mantiene comunicado a cada árbol, y al cielo con la tierra. 

YO: Entonces, si tantas buenas cosas hace… ¿Por qué el problema siempre está en la raíz?

SOY: Pues, como decía, sólo veis la parte superficial de un árbol, pero todos los elementos que necesita para realizar sus productos provienen de lo que las raíces absorben y envían hacia las hojas. El agua, las sales, los minerales, los nutrientes fundamentales provienen de las raíces, y lo que las mismas tomen del suelo, será la materia prima de las flores y frutos. Desde esta visión, en un árbol genealógico las raíces son los primeros individuos que darán sustento a todos los demás, los primeros seres en tomar una dirección, en realizar una acción que determinará la estabilidad o desequilibrio de todo un árbol. Cuando los frutos no son buenos, cuando algunas ramas y hojas se enferman, suele ser que algo no está llegando bien desde las raíces, generando un efecto en cadena, o tal vez, las aguas están contaminadas con algún metal pesado. 

YO: Y si las raíces lo absorben, entonces enfermará a todo el árbol… 

SOY: A veces puede darse que es un problema de las propias raíces, de no haber sabido aferrarse bien o identificar bien, pero en la mayoría de los casos, está relacionado al entorno, al ambiente del cual reciben dicha información. 

YO: ¿Por ejemplo?

SOY: Si en tu vida sueles buscar acumular cosas, riquezas, o comida, por miedo a perderlo, puede venir de las raíces de tu árbol de alguna generación que no tuvo para comer y se vio forzada a acumular comida para no morir de hambre, pero esto proviene de un contexto de guerra que traumó a dicho individuo, donde la escasez condicionó su vida. 

YO: O sea que muchos de los traumas que poseemos, o conflictos, los heredamos de las raíces, a través del Inconsciente, que nos indica qué hacer por temor a que vuelva a pasar el mismo contexto. 

SOY: Exactamente. Todas las actitudes sin sentido de nuestra vida, las decisiones que solemos tomar sin pensar, las rutinas sin control, las necesidades ilógicas, las costumbres incomprensibles, los hábitos dañinos, o incluso aquellas cosas inofensivas pero que no logramos trascender en nuestras vidas, son reacciones inconscientes de actitudes impulsadas por las raíces generacionales que impulsan a que realicemos dichas acciones por un mecanismo natural que es la “respuesta”. Recuerda que nuestro cerebro está diseñado para almacenar datos que nos indiquen aquello que sucede fuera para crear ideas que sean útiles a la hora de actuar en dicho ambiente. La respuesta del sistema nervioso es algo natural para poder adaptarse al medio, y las mismas, de obtener un resultado, quedarán registradas en las células como posibles soluciones ante ciertas circunstancias. Por ello mismo, muchas actitudes que poseemos en la vida, no son más que mecanismos de respuestas que han servido en otros momentos, y que ahora volvemos a resaltar porque un entorno se semeja. Por ejemplo, comer mucho ante un conflicto con alguien. Igual que en una guerra, un contexto bélico entre dos partes puede llevarnos a morir de hambre, eso hace que busquemos acumular comida: “comer lo que puedas hoy porque no sabes si podrás comer mañana”. Así, en el inconsciente, ante cada conflicto, ya sea una pelea familiar, amorosa, suele activarse la necesidad de comer para llenar el estómago, o el vacío estomacal en que no puede comer, porque el cuerpo reacciona al hambre como imposibilidad. 

YO: Oh, entiendo… O sea que, en cierta forma, casi toda actitud que realizamos sin plena consciencia de por qué hemos decidido hacerlo, es una reacción del inconsciente…

SOY: Así es. Por ello, si quieres resolver el conflicto, debes ir a la raíz. Y con raíz, significa: “¿dónde se ha originado?”. Mediante esta pregunta, podemos ir indagando en el pasado, en lo que yace en las sombras, bajo la presión de minerales en el suelo, que nos lleva a lo más hondo e invisible, a sitios que ni siquiera sabíamos que podíamos alcanzar. Allí, tal vez, encontremos un entorno con minerales corrosivos, o azufre, alguna fuente negativa para todo el árbol, algún contexto histórico de dolor, angustia, opresión, sombras, que nos ayuden a comprender nuestras actitudes. Ir a las raíces puede ayudarnos en varios aspectos. 

YO: ¿Como cuáles?

SOY: En primer lugar, comunicarnos mejor con nuestra historia, con lo que somos, con la idea de que somos mucho más que un individuo, mejorando el autoconocimiento y la comunicación con la información del pasado, que construye futuro, como las raíces impulsan a los frutos. Por otro lado, conocer la historia, las raíces de la familia, de dónde vienen, por qué migraron, sus lenguas, sus contextos, los hechos históricos que han vivenciado, nos puede dar una comprensión mucho más completa de lo que somos, otorgándonos estabilidad, firmeza, pues un árbol que desconoce su historia, no tiene dónde asentarse, como si sostuvieras todo tu peso en tan solo una o dos raíces. Cuanto más expandes el conocimiento de tus raíces y los sitios por los que se han expandido, tendrás más fuerza para crecer alto y enorme, pues sabrás el sustento que te apoya. Y, desde luego, al mirar dichas raíces, puedes saber de qué te nutren, al ver las historias de tus ancestros, comprendes lo que alimenta tu energía por dentro. Y al identificarlo, puedes saber cómo manejar esta información para que te sea útil, hacer de la bruta savia una limpia sabia. 

YO: Pero, ¿cómo hago para saber estas historias? Porque, a veces no podemos llegar tan lejos en la historia… Podemos tal vez saber lo que le pasó hasta nuestros tatarabuelos, pero, más atrás… Imposible si no hay registros…    

SOY: Hoy en día puedes utilizar muchas formas de saber esto, pues la información yace en tus células. Puedes investigar la historia de la familia. Puedes realizar pruebas de ADN para saber el recorrido genético y las etnias de las que has formado parte. También puedes investigar de qué países vienes, y estudiar su historia, conocer las realidades vividas a nivel general en dicho territorio, lo que puede darte un contexto en el que tu familia puede haber vivido. Más allá de eso, puedes investigar la historia general de la humanidad, sabiendo que, en algún punto, todos hemos estado conectados, pues la población humana hace unos 80,000 años no superaba 100,000 individuos, que salieron de África, de los cuales no sobrevivieron más de 5,000 tras las gran erupción volcánica que hace 70,000 años cambió la historia.   

YO: Todos tenemos ancestros en común…

SOY: Así es… Y de alguna u otra forma todos vivimos la misma historia original, la misma raíz, en África y Medio Oriente, hasta que los grupos se separaron camino a Australia, Asia y Europa, y aún así, muchos siguieron conectando estos territorios.

YO: Como los pueblos del mar Caspio, los Indoeuropeos de los que tanto hablamos. 

SOY: Y, además de la historia, podemos hoy recurrir a la hipnosis, a las regresiones, a las terapias de constelación familiar, a la ayahuasca, y a tantas otras herramientas. Miles de conflictos han asolado a la humanidad desde su inicio, y todos ello están en las células humanas, escondidas en el inconsciente que te impulsa a actuar como lo haces hoy. El cerebro lo interpreta como un mecanismo de supervivencia, algo útil que ha funcionado a los anteriores, pero tal vez, en una nueva consciencia, dejan de ser útiles y se convierten en impedimentos, por ello tratas de eliminarlos. Pero si eliminas o niegas las raíces, todo el árbol, contigo dentro, morirá. Por ello, no puedes eliminar las raíces, pero sí puedes nutrirlas con abono, nuevos minerales, sales, regándolas con agua limpia. Enriquecer el suelo. ¿De qué manera? Con nuevas experiencias, con cumplir los sueños truncados de los ancestros mediante el placer de vivir tu vida plenamente. 

YO: Pero, ¿eso no sería vivir para los demás? ¿Cómo puedo vivir mi vida sin que la misma sea para los demás?.

SOY: Tu vida es la de los demás. Recuerda, tú eres parte del árbol, no estás separado de él. Y lo que hagas por ti, lo haces por ellos. Cumplir los sueños del pasado es lograr vivir en plenitud en el presente, demostrar que todos siguen vivos en ti, y que son libres en la libertad de tus decisiones. Utilizando el pasado como experiencia, consejos de los antiguos, pero no como determinantes. 

YO: Ir a la raíz del problema, entonces, no es “cortar de raíz”.

SOY: Cuando se utiliza esta frase, se aplica en relación a las malezas. Hay plantas que ahogan a otras plantas, hay historias que dañan al bosque. Los árboles no pueden crecer libres si no “cortas de raíz” a dichas malezas. Si el problema se encuentra en tu propio árbol, nunca podrás cortar el problema de raíz, pues tú también sufrirías las consecuencias. Pero si es una maleza… Entonces sí. 

YO: Y ¿cómo identifico qué es una maleza de lo que es mi raíz?

SOY: Cuando son historias paralelas de las que puedes alejarte. Por ejemplo, de una pareja, o de un país o cultura que te daña. Cortar de raíz es simplemente dejar de alimentar esa fuerza. Recuerda que si largas tu mierda contra una maleza, lo único que haces es abonarla, ponerle ricos nutrientes de abono para que crezca con más fuerza. Lo mejor para erradicar una maleza es no darle amor, que es agua, no darle atención, que son las sales, no darle respuesta que son los minerales. Es cambiar el foco de atención, fortalecer el vínculo con otros, con uno mismo, y forzar a la maleza a desaparecer. 

YO: Estaba viendo un documental sobre cómo Hitler llegó a convertirse en un tirano, y, al ver esa historia, uno se da cuenta de que muchas veces las malezas crecen porque no les damos la importancia que requiere en el momento inicial. 

SOY: Aquí es importante matizar esto. Una cosa es la indiferencia y otra el no alimentarlo. Imagina que tienes un jardín, y hay bellas plantas, pero nunca cortas el pasto, nunca mantienes los surcos. El mismo pasto que antes hacía de colchón, crece endureciéndose y tragándose a las plantas. Ante tu indiferencia, de repente, el pasto habrá crecido tan alto que cubre todo, ahogando y matando a las demás vegetaciones. Esto es la indiferencia. Pero, no alimentarlo, es muy diferente, porque la lógica está aquí en fortalecer a las plantas, en nutrirlas sólo a ellas, regarlas cada día, y limpiar los surcos. No será necesario arrancar el pasto de raíz, pero le habrás debilitado al fortalecer a los demás, y le habrás dejado en su lugar. 

YO: Hoy en día el fascismo crece nuevamente en el mundo, hay nuevas olas en varios países. 

SOY: Por ello es fundamental conocer las raíces, pues cuantas más personas sepan sus orígenes, menos malezas habrá, ya que los fascismos provienen de la ignorancia y el desconocimiento. 

YO: El odio entre etnias, naciones, y familias…

SOY: Todo es lo mismo, al fin y al cabo. Falta de oxigenación, falta de atención al pasado, falta de nutrientes de amor y reconocimiento. Ir a las raíces nos hace más fuertes. Habéis sido guiados a ver el futuro como la escapatoria a las crisis del mundo, pero los árboles sólo crecen altos gracias a la fuerza y profundidad de sus raíces. 

YO: Busco, las conozco, y honro a mis raíces pues…

SOY: Así tu pasado construirá tu futuro. Y al conocer el camino que has transitado, descubrirás las actitudes que acarrea tu inconsciente, y desde su conocimiento, podrás comprender su lógica, y así transformarlas en nuevas acciones conscientes que nutran a tu tu árbol, y a toda la humanidad. Y crear una nueva historia. 

YO: Yo Soy Vibración de Creación.

SOY: Eres la raíz de un nuevo Árbol.