YO: Miedo, Vergüenza, Culpa, Rencor, Rabia, Frustración, Deseo, Preconcepto, Creencia, Confusión, Mentira, Dependencia, Condición, Perdición, Arrogancia, Egoísmo, Victimismo, Incoherencia, Traición, Depresión, Nostalgia…

SOY: ¿Haces la lista de la compra?

YO: Jeje… No. Trato de recordar todo aquello que he sentido dentro de mí y que no me gusta tener dentro… 

SOY: …Negación, Escape, Ilusión, Dependencia, Apego, Masoquismo, Banalidad… y la lista sigue…

YO: ¿Cómo catalogar todo esto?

SOY: Como la fuerza que te impulsa. 

YO: ¿Eh?

SOY: Cada una de estas palabras, no son aspectos que debes eliminar, son sencillamente el título de una historia. Y tú eres el libro donde todas esas historias están escritas. Cada palabra, es el título de un capítulo. ¿Qué sería de la historia sin nudos, sin conflictos ni problemas que resolver? 

YO: Una narración aburrida, tediosa y descriptiva casi científicamente. 

SOY: Dejaría de ser un cuento con moraleja, una historia inspiradora, para ser una tesis doctoral. Son los nudos los que crean las grandes historias, y son los nodos de la red los que al crear tensión dan sentido a la unidad. Sin todos esos títulos, no tendrías motivación en la vida. 

YO: Motivación… En lo oculto y denso…

SOY: La única razón que promueve la evolución es el conflicto en un contexto específico. Lo único que te impulsa adelante es querer dejar algo atrás. Sin el conflicto no comprendes dónde está el error, sin error no hay solución, sin solución no hay crecimiento, no hay desarrollo, no hay evolución. Cuando mencionáis estas palabras, soléis considerarlas malezas que hay que erradicar del terreno, sin embargo, son justamente las malezas que te impulsan a crecer más alto, a encontrar la luz y descubrir el potencial que tenías para expandirte. En la palabra Miedo, se esconde una historia de temor a algo que sucedió, inesperado, que puso a mi ser en altera máxima, que me otorgó una experiencia. El rencor es el título de una relación frustrada que guarda en sí misma muchas experiencias de amor y desamor. La confusión es la historia de una búsqueda en la que se descubren varias opciones. Si vas una por una, dichas emociones no se producen de la nada y por que sí, sino que son el resultado de una historia que ha construido lo que eres y te ha traído hasta donde te encuentras. Al igual que cuando lees una historia, página tras página vas viendo el problema incrementarse hasta que se genera el conflicto, y cuando lo ves llegar, hay una fuerza en ti que te impulsa a seguir leyendo. 

YO: …Porque uno quiere saber cómo se resuelve… 

SOY: Es difícil dejar historias abiertas en una mente humana, por ello el cerebro trata de buscar una y otra vez situaciones semejantes para recordar que dicho conflicto no se resolvió, y utiliza el título del capítulo no terminado como la emoción que moviliza a seguir leyendo las páginas siguientes. 

YO: Oh… Ahora lo entiendo bien… Pasa que, por lo general solemos querer deshacernos de estas emociones que nos dañan…

SOY: Por ello las escondes en el Inconsciente, no quieres saber nada con ello, prefieres guardarlo. Es lógico, tener miedo a lo que pueda pasar, como quien ama a los personajes de una historia, y ante la narración conflictiva empieza a oler que se acerca la muerte de dicho personaje, y se niega a leer cómo culmina el capítulo. Así cierra el libro, dejando una historia abierta, sin terminar. Si haces eso con cada libro de la biblioteca de tu subconsciente, quedarán muchas historias inconclusas en tu inconsciente. 

YO: Y por ello las repetimos una y otra vez… ¿Cómo?

SOY: El cerebro fue diseñado para responder con reacciones ante los estímulos del entorno. Cuando se produce un estímulo de placer, responde con gozo, cuando se produce un estímulo de dolor, responde con sufrimiento. Durante millones de años, el sistema nervioso se dedicó a realizar un complejo registro de reacciones para cada circunstancia posible. Algunas se naturalizaron a tal punto que se convirtieron en parte de sistema autónomo, en que no se requiere pensamiento ni orden consciente, como el latido del corazón, la respiración, el funcionamiento de riñones e intestinos, así como cada órgano de tu cuerpo. Cada parte de tu cuerpo fue forjándose en función a estas reacciones conflictivas del entorno, que registraron en su memoria celular las respuestas posibles. Así, las hormonas se desarrollaron como mecanismos de activación de la respuesta, como una comunicación entre los órganos y el sistema nervioso central. Estas respuestas por impulso hormonal es lo que llamas Emoción.   

YO: ¿Qué es emoción?

SOY: Proviene del latín “ex-motio” (desde el movimiento), haciendo alusión a que es algo que surge a partir de una respuesta que nos moviliza. Por ejemplo: un día estabas triste de niño, y tu madre, para que estés contento, te dio chocolate. Los azúcares llenaron tu sangre, encendiendo el motor del páncreas segregando insulina, que buscó los azúcares para convertirlos en energía que consumió la célula. Esto elevó la energía del cuerpo, produciendo una inmediata reacción de actividad, es decir, se dilatan las venas y arterias, impulsando que el corazón se acelere. Para contrarrestar un posible infarto, el hipotálamo y la hipófisis en el cerebro segregan serotonina y endorfina, que calman el ritmo cardíaco dando una sensación de relajación y placer. La sensación se equipara, pues, a un calor relajante a la vez que activo, mezcla hormonal que genera el perfecto cóctel para sentir la emoción del amor. Durante los años de tu vida, identificarás, pues, al chocolate con el amor, a lo dulce con el placer, pero a su vez, le recordarás como respuesta inmediata a la tristeza. Tu cerebro, se encarga de administrar estos datos en un sitio donde no necesites pensar esto cada vez que veas el chocolate, sólo bastará con sentirlo, y todo el sistema se activará solo: primero el páncreas, pidiendo comerlo, y luego el hipotálamo diciéndote que eso nos hará sentir bien. Ese “sitio” donde los datos son resguardados en tu interior se llama “Inconsciente”. 

YO: Entiendo…

SOY: Ese ejemplo se replica para millones de cosas en cada célula y extremo del cuerpo, al cual por cada pulso hay un impulso, a cada conflicto hay una respuesta, por cada acción hay una reacción. Durante millones de años, y cada día, el cerebro registra posibles respuestas relacionándolas a las anteriores preconcebidas, con el objetivo de ahorrarse el tiempo y no tener que pensar en caso de que algo semejante suceda. Acudiendo a la emoción, el cuerpo ya sabrá cómo responder, sin que lo pienses ni un instante. Esta es la base que genera todo aquello que llamas “Psicosomático”. 

YO: O sea, sentir en el cuerpo todo lo que se piensa en el cerebro. 

SOY: Psikhé (alma, mente) y Soma (cuerpo), son las palabras griegas que definen en medicina y psicología la capacidad que tiene la mente de manifestarse en la materia. 

YO: Por ello recurrimos a la Biodescodificación para entender cuando nos pasa algo en el cuerpo… 

SOY: Todo conflicto externo o interno que se grafique en el cuerpo, ya sea un accidente o una enfermedad, son mecanismos de respuesta psicológica, que se interpretan como reacciones cerebrales que indican que hay algo interno que se está movilizando, es decir, que está habiendo una emoción de la que no soy consciente, y por lo tanto, soy inconsciente. Por lo general, las personas no logran comprender la relación estrecha entre la mente y el cuerpo, y las tratan como si fueran cosas separadas, como si la enfermedad no tuviera nada que ver a lo que uno piensa. ¿Cómo puedes creer que un organismo perfecto que funciona en excelente homeostasis, durante millones de años se olvidó de tener en cuenta la relación entre lo que las neuronas piensan con lo que las células de los órganos sienten?

YO: Sí, la verdad es que es absurdo pensarlo por separado. 

SOY: Pero así fue durante siglos. Hasta el día de hoy, en la medicina se toma a la Psicología y Psiquiatría casi como pseudociencias, como si entender al individuo mediante su pensamiento, no pudiera definir o ayudar a entender sus reacciones celulares. La verdad, es que el mayor porcentaje, un 80% de lo que somos, de lo que hacemos, accionamos, se guarda en el Inconsciente. 

YO: Así podemos entender que si nos golpeamos un dedo, tiene un significado, si nos resfriamos tiene otro significado… Todo está catalogado en emociones, en historias dentro del cuerpo… 

SOY: Un conflicto o enfermedad físico, no es más que el título de una historia, de un capítulo de tu vida. El cuerpo es la portada que muestra la idea del contenido que se esconde en el libro, y los títulos con las emociones que esconden las historias que han dado sentido a la narración. De esta manera, puedes comprender que el cerebro, resguardando todos estos datos, al enfrentarse a una circunstancia semejante a una de esas historias, lanzará una reacción de memoria que realza el título de un capítulo, como diciendo: “ey, siente esto, así recordarás cuál es la historia que no acabaste de leer”. 

YO: Oh, wow… O sea que cada vez que sentimos una emoción en una circunstancia concreta, es simplemente el cerebro enviando una señal para recordarnos mediante esa emoción que esto ya nos pasó, y que en dicho capítulo que hemos negado se encuentra la narración de cómo sigue la historia… Por ello hay que ir a ver el origen de las emociones, la primera vez que lo sentimos… 

SOY: Y al hacerlo, no significa que desaparecerán de tu vida. Es normal pensar que al resolver el tema del miedo y conocer su origen, sería ridículo volver a sentir miedo, y sin embargo, volvemos a tenerlo. 

YO: Sí! Eso me frustra mucho, porque después de tanto trabajo interior, vuelvo a sentir lo mismo… ¿Por qué?

SOY: Porque cuando has terminado de leer un libro, no lo quemas. Lo guardas en la estantería que corresponde. Antes el libro estaba abierto y sin terminar, acumulando polvo en el suelo o una mesa del subconsciente bajo muchos otros libros apilados y desordenados. Cuando te dignas a ver el libro y terminar de leer la historia de dicha emoción, reconociéndola, no arrancarás las páginas, sino que buscarás en qué estantería va, lo limpiarás, y lo pondrás en su sitio correspondiente para no perderlo y recurrir a él como experiencia. Así, una vez que hayas identificado la historia, cuando vuelvas a sentir la emoción, ya sabrás dónde encontrarla y como resolverlo con consciencia. La emoción no desaparecerá, pero será utilizada correctamente, sin entrar en la crisis de no encontrar el libro… 

YO: Wow, lo veo muy claro ahora… Entiendo… Sí. 

SOY: Por ello, los conflictos que no te gusta tener dentro, es necesario que permanezcan allí, pues te han hecho lo que eres. El problema no está en tenerlos, sino en no saber que los tienes. Cuando dejas, pues, que ellos dominen tu vida sin lógica alguna. Lo que un ser espiritual suele buscar, es liberarse de estas emociones, y por ello continúa perdido en luchas morales y duales en su camino divino, porque se ha vaciado de libros en su biblioteca, perdiendo el contenido y la noción de quien es. Tú no eres solo luz, eres todo lo que te compone. Subconsciente e Inconsciente, forman la mayor parte de ti. Un ser humano no puede nunca ser plenamente consciente, pues el cuerpo físico no está programado para tolerar semejante capacidad. Pero el Consciente sí puede beneficiarse del Inconsciente. 

YO: ¿Cómo sería eso?

SOY: Volviendo al simple ejemplo humano de un viaje. El Consciente es el conductor, el coche es el Inconsciente, y el paisaje por el que se mueve es el Subconsciente. El subconsciente no cambiará, siempre será así y su modificación llevará años o millones de milenios; y el inconsciente tendrá sus limitaciones, tal vez no pueda volar, necesite un combustible específico, tal vez no pueda ir por ciertos terrenos… Pero el consciente puede decidir detenerse, ir más rápido, más lento, elegir distintos caminos, llevar más o menos equipaje, así como hacer arreglos al coche… 

YO: Claro… Entonces el Inconsciente es como una herramienta para avanzar. 

SOY: Así es. 

YO: Solemos decir que un Ser Inconsciente es alguien negativo, que hace cosas malas. 

SOY: Un ser inconsciente es quien actúa sólo por reacción, como un animal, se basa en fundamentos muy sencillos, como el hambre, el sueño, el deseo… Y sus emociones son muy específicas: miedo, frustración, rencor, odio, amor… Todas sus respuestas se dan por impulso y no por acción consciente, sino por reacción. Desconoce de dónde viene lo que siente, y considera sus actos como lógicos a su sentir. El ser inconsciente utiliza toda la fuerza de su mundo oculto interno para sacarlo a la luz, pero jamás lleva luz a su mundo interno. 

YO: Oh… Ya veo…

SOY: El ser consciente, antes de reaccionar, busca llevar luz a su mundo interno, para comprender la fuente del combustible que utilizará para reaccionar. El Inconsciente guarda el mismo material que puede mover al mundo, o hacerle explotar. La humanidad, vista como un único organismo, siempre tendrá al menos un 80% que vivirá desde la Inconsciencia. Y un 20% que vivirá desde la Consciencia. Eso no es un problema, es la naturaleza. El 80% genera la energía manifestadora que el consciente no es capaz de obtener, pero el consciente sí es capaz de planificar y guiar dicha materia prima. Ahora bien, el gran problema es cuando la gran masa de energía Inconsciente es guiada por la fuerza de voluntad de otro inconsciente. 

YO: Como pasa hoy con los líderes, políticos, ídolos…

SOY: Así es. En la mayoría de los casos, son inconscientes con impulsos que guían a inconscientes con gran carga emocional caótica. 

YO: ¿Y cómo se hace para que no sea así, sino que sea un consciente el que guíe esa fuerza?

SOY: El Consciente, justamente, no puede impulsar al otro a hacer su voluntad, sino que el consciente sólo buscará la forma de hacer que el inconsciente sea libre para manifestar su propia fuerza interior, y no la voluntad del ajeno. Por ello un Consciente debe conocer en plenitud lo que se esconde en su inconsciente, y saber utilizar estas herramientas en su vida individual, reconociendo todas sus falencias para convertirlas en poder interior. Sólo así, desde la libertad de su propia inconsciencia, es que puede expandir la libertad de la masa inconsciente. No pierdas tiempo en querer que la humanidad se vuelva Consciente, pero pon toda tu voluntad en liberarles de quienes utilizan su fuerza en pro de otra voluntad Inconsciente. 

YO: Comprendo… La Tiranía de la Inconsciencia que rige a cada uno de nosotros, puede llegar a dominar a sociedades Inconscientes. 

SOY: Así es. Por ello, necesitas autogobernar tu propio inconsciente, ser capaz de enfrentarte a esta gran biblioteca y sus capítulos nodales, para llevar claridad a cada extremo de tu ser. 

YO: A todo el Árbol. 

SOY: Sus ramas, sus hojas, sus anillos, sus raíces, son la gráfica imagen del Inconsciente que une a todas las partes de un ser a través del tiempo y del espacio. El laberinto del mundo Interior. 

YO: Que vibrará en mí eternamente… 

SOY: Y por ello, sólo honrándole serás libre de él. El laberinto de tu mundo interno, es la riqueza que otorga de experiencias a tu vida, al camino de tu existencia en este universo. Planta un árbol y obtendrás alimento. Planta un árbol y tendrás oxígeno. Planta un árbol y tendrás sombra. Planta un árbol y refrescarás al mundo. Planta un árbol y mantendrás el calor durante la noche. Planta un árbol y cosecharás medicina. Planta un árbol y obtendrás leña para calentar tus noches frías así como darte luz para que veas en las sombras. Planta un árbol y darás hogar a los animales. Planta un árbol y obtendrás madera para construir tu hogar. Planta un árbol y podrás obtener de él el papel para escribir tus historias. Planta un árbol y podrás reconocer en él toda la historia que se guarda en tu subconsciente, y cuando la luz del sol queme tu corona, reconocerás que recorrer el laberinto ha valido la pena cuando se sientes a descansar en la sombra apoyado sobre su tronco. 

YO: La sombra de mi inconsciente, es como la sombra del árbol de la historia que me cobija… 

SOY: Que te entrega todo lo que necesitas para vivir, por ello, el Árbol de la Vida vive en ti. 

YO: Yo Soy el Árbol de la Vida. 

SOY: Planta miles de árboles, y obtendrás el Bosque de la Consciencia. 

YO: Y así, todos unidos, podremos escribir nuestra historia.