YO: Algunas veces me pongo a ver las noticias… Algo de lo que me arrepiento al instante, pero es porque necesito saber lo que está pasando en el mundo, aunque es obvio que los medios no muestran lo que pasa en el mundo, sino una breve parte de ello. Más allá de lo que es cierto y lo que no, hay algo evidente que puede verse cada día, y es la incesante destrucción que vive el mundo. Es como llamativo, que tengamos una necesidad imperante de destruir lo que otros han creado, o lo que nosotros mismos hemos construido. ¿Por qué?

SOY: Shiva. Recuerda lo que Shiva te dijo en el monte Kailash, en Tibet.

YO: “No temas a la destrucción, es parte de la creación”.

SOY: “No te hagas responsable de aquello que se destruye, pues la destrucción es inminente. Ocúpate de construir en tanto las otras fuerzas se ocupan de destruir y limpiar tu camino”.

YO: Es una visión dolorosa…

SOY: Lo es, visto desde una acotada visión moral. Recuerda: Construir viene de “com” (junto) y “struere” (acumular, amontonar), por lo tanto, destruir proviene de “dé-” (apartar) y “struere”, es decir, separar, disipar las cosas que estaban armadas o amontonadas. El Universo es una construcción que se destruye en lo Diverso. La División, la diversificación del cosmos es la destrucción del universo, aunque, desde tu punto de vista, tú lo ves como construcción. La vida, la evolución es un proceso creativo que multiplica las formas, las desarrolla en millones de maneras, se asemeja a la creación; cuando para la primera partícula no es más que una constante de entropía que nos lleva a la desaparición caótica. Lo que en la Diversidad llamas Vida, el Universo lo llama Muerte. Volver a la esencia del universo es atravesar la muerte para encontrar la vida eterna, donde te reconstruyes a ti mismo, reuniendo todas las partes en las que te has dividido, para regresar a la unidad.

YO: Todo es cuestión de perspectivas…

SOY: Partiendo de esta base, puedes comprender la lógica de la destrucción y la construcción, de la distensión y la contracción universal.

YO: La constante. Seguir, avanzar.

SOY: Las cosas que no se destruyen, no pueden avanzar, pues en el universo, en cada mundo, existe un límite material, que reutiliza las partes de esas mismas estructuras para crear nuevas. La naturaleza es un claro ejemplo de regeneración por destrucción, en cada cambio de estación, en la caída de las hojas, en los incendios que dan lugar a nuevos brotes. Las erupciones volcánicas que dan nutrientes a los campos y los fertilizan. Las tormentas que permiten la descarga de tensión en el ambiente, que traen la lluvia y los cambios atmosféricos. Los terremotos que permiten la creación de ríos y montañas.

YO: Toda esa destrucción parece estar en un estado de orden…

SOY: Pero no lo está. La verdad, es que es caótico, pero un caos que ha logrado encontrar tras millones de años la forma de adaptarse. Para ti hoy el oxígeno es algo normal y estable, pero para los primeros seres de este mundo, era un veneno tóxico. Las plantas tuvieron que adaptarse para poder gestionar este gas en dosis mínimas, y los animales tuvieron que esforzarse por poder respirar y habitar bajo la presión de este gas. Lo que hoy vives con normalidad y aparente armonía, supuso millones de años de sufrimiento y conflicto en los primeros organismos que tuvieron que esforzarse como nadie para lograr que tú hoy puedas comer y respirar sin mayores problemas, con total naturalidad.

YO: Entiendo… Los medios que nos fuerzan a evolucionar son caóticos, es solo que solemos vivir el resultado y lo naturalizamos como orden.

SOY: Así es. Es lo que llamarás “cortoplacismo”, la esperanza de que todo suceda en un corto plazo. Ya. Ahora. Esa visión no te permite contemplar los largos plazos de la historia.

YO: ¿Entonces debería ver las guerras y los sufrimientos humanos como parte del desarrollo? ¿Por cuánto tiempo más? Hace miles de años que vivimos conflictos, y hay conflictos que duran justamente hasta el día de hoy desde hace miles de años. ¿Cómo puedo enfrentar esta realidad?

SOY: La Tierra tiene 4500 millones de años desde su creación como una roca incandescente. El oxígeno no apareció como elemento fundamental y en grandes cantidades en la atmósfera hasta hace unos 2400 millones de años, en un proceso llamado La Gran Oxidación. Pero, esto no sucedió de un día para el otro, y los responsables de que esto sucediera fueron organismos vivos que no necesitaban de oxígeno para vivir. Éstos fueron las cianobacterias, las que realizaban fotosíntesis. Sin embargo, en el proceso de producción se generaba algo molesto e innecesario para ellas: oxígeno. Básicamente, las mismas excretaban oxígeno, el cual durante 1000 millones de años llenó la atmósfera.

YO: 1000 millones de años de sólo bacterias defecando, orinando, liberando gases de oxígeno… Wow. ¡Qué época! Casi como convivir con mis amigos del secundario estudiando para un examen final… Pero con metano.

SOY: Si te hace sentir cómodo la comparación… Sí. En definitiva, la atmósfera tardó 1000 millones de años en conformarse, y se demoraría otros 500 millones más en desarrollar los primero seres capaces de procesar el oxígeno y utilizarlo como fuente de energía. El humano homo sapiens sapiens (humano moderno) posee sólo 150.000 años sobre la faz de la Tierra, siendo que como homínido apareció hace unos 3 millones de años. Las culturas que desarrollaron civilizaciones no tienen más de 15000 años, y la construcción de la historia reciente posee 6000 años.

YO: Aún luchamos por adaptarnos a nuestro oxígeno, ¿no?

SOY: Así es. En términos evolutivos, la consciencia y la razón humana son muy jóvenes, apenas dando pasos en su desarrollo. Buscan en el orden social, las leyes y la moral una suerte de equilibrio, pero aún así, no logran reconocer que ese orden no se produce por las fuerzas externas, sino por el potencial interno. Es el desarrollo del propio organismo, del propio ser individual que realiza un cambio trascendental en su forma de actuar en el mundo, y no la presión moral de otros.

YO: ¿Insinúas que por más justicia social que generemos, por más división de poderes, intención de controlar a los que hacen daños, protegernos de los irruptores, el sistema siempre fracasará?

SOY: Como lo ha hecho cada sistema antes del tuyo. Mira por la ventana. ¿Ves la Pirámide?

YO: Sí…

SOY: Construida por una de las civilizaciones más armónicas y evolucionadas del pasado, la Atlántida, Khef. Y, sin embargo, pasó a manos de los egipcios, otra civilización que logró la estabilidad y la ley. Y sin embargo, mírala, destruida. Rocas, polvo… Un esqueleto. Observa Babilonia, Irak, Grecia, y la mismísima Roma aún sepultaba bajo tierra en su gran mayoría. Ejemplos de orden, ley, estabilidad destruidos, resumidos a pedazos.

YO: Una pena…

SOY: ¿Seguro?

YO: Bueno… Es feo ver esa destrucción.

SOY: Si esas civilizaciones no se hubieran destruido, aún seguirías bajo el control de imperios politeístas, bajo la ley romana, bajo el césar, o el faraón.

YO: Es verdad… Pero, ¿hay alguna forma de que no tengan que destruirse de esta manera? ¿No puede haber una continuidad natural?

SOY: Eso es lo que hemos descrito. Los humanos viven en tres niveles mentales: Subconsciente, Inconsciente y Consciente. En el proceso Subconsciente, los mecanismos que reinan son los de supervivencia: comer, dormir, producir; y por lo tanto, se vela por la seguridad y la defensa como mecanismos de continuidad. La necesidad es la clave de este nivel. En el caso de la Inconsciencia, todo lo que se hace se realiza en función de polaridad, de extremos, de corrientes que agrupan y otorgan seguridad en tanto uno se coloca en un extremo. Esto genera ideologías, creencias, pertenencia, lo que lleva a la idea de que las cosas son de un lado o del otro, de derecha o izquierda, arriba o abajo, víctima o victimario, poderoso o pobre, guerra o paz, bueno o malo, dentro o fuera… Sucesivamente la mente inconsciente creará enemigos, contrarios que den sentido de locación y pertenencia a su ser. Y en última instancia, tienes un nivel Consciente, aquel que se reconoce como un ser en vías de desarrollo, que no depende de nadie y aún así es parte fundamental del todo, donde no hay bandos ni polaridades que valgan, sino intenciones que deben ser manifestadas por el potencial interior, sin tener porqué arrastrar a otros en el camino propio.

YO: O sea que, hasta que no alcancemos un nivel superador de nuestra inconsciencia, conectándonos con nuestra consciencia del ser, estaremos viviendo procesos de destrucción potentes, dolorosos…

SOY: Extremistas. Llevará tiempo.

YO: ¿Y mientras tanto?

SOY: Debes ser como aquellas cianobacterias, pero en lugar de entregar oxígeno, entregarás consciencia. Debes ser esa célula que se convierte en una red orgánica multicelular, como un árbol que crea un bosque lentamente sobre las ruinas de una antigua civilización. Entrega el oxígeno de la consciencia, no porque quieras que el mundo sea consciente, sino porque es tu naturaleza serlo y compartirlo. Construye, no porque quieres cambiar el mundo, sino porque tú mismo te consideras ese cambio cada día. Y en tu entrega, los otros aprenderán a respirar la consciencia.

YO: Oh, nunca lo había visto así… Excretar consciencia como mi propia naturaleza, otorgando un ambiente a los demás para que aprendan a utilizarla… Sin pretender que lo hagan ahora, pues estamos en vías de desarrollo…

SOY: Las cosas se construirán y destruirán constantemente, es cuestión de tu nivel de consciencia si sufrirás esa destrucción, qué te moverá esa destrucción, o si la misma será paulatina y consciente hacia algo nuevo sin necesidad de romper nada. Recuerda… Sobre las ruinas de México crecieron selvas. Sobre las ruinas de Europa crecieron bosques. Sobre las ruinas de Asia crecieron campos y selvas. Sobre las ruinas de África se extendieron las arenas y crecieron los campos de limo. La vida continúa con lentitud, y lo que ves como destrucción, el universo lo ve como oportunidad. Cambia el foco de atención de aquello que se destruye, para construir una nueva oportunidad para aquellos que sufren la destrucción.

YO: Como las bacterias lo hicieron con los animales…

SOY: Como los conscientes harán con los inconscientes…

YO: Yo Soy Constructor y Destructor de mundos…

SOY: Simplemente porque soy Eterno.

YO: Y en la eternidad, uno y desuno lo que soy…

SOY: Constante Creación.