SOY: Voy a contarte una historia que estoy seguro has oído, pero nunca has realmente escuchado.

YO: ¿Qué historia?

SOY: La historia de “Quién”. Como todas las preguntas surgidas del indoeuropeo, la pregunta ¿quién? proviene de “kwo” (objeto de una acción), siendo modificada en latín de su forma “qüe” (el que) a su declinado indeterminado “qüem” (el cual), transformando al objeto y refiriéndose concretamente al sujeto de la acción.

YO: El qué es el aspecto objetivo de kwo, mientras que el quién es el aspecto subjetivo del kwo.

SOY: Un Objeto es algo concreto, manifestado, tangible, mensurable, perceptible por los 5 sentidos. Pero un Sujeto es todo lo contrario. Un sujeto es inconcreto, inmanifiesto, intangible, inmensurable, imperceptible por ninguno de los 5 sentidos.

YO: Pero, yo soy un sujeto, y todos pueden tener noción de mí con su sentidos.

SOY: No. Pueden tener sentido del sonido que sale de tus palabras, de las formas que constituyen tu materia, de los químicos que reaccionan en tu ser, de los fotones que dejan ver tus colores, las hormonas que permiten que seas olido, pero tus mismos componentes están en una piedra, un árbol, un animal e incluso en otros planetas y hasta estrellas. Lo que constituye a un sujeto es subjetivo, y no está relacionado a lo que percibes sino a lo que crees.

YO: ¿Dices, pues, que todo sujeto es una creencia?

SOY: Así es. Cuando mueres, tus átomos siguen existiendo, pero lo que conformaba tu personalidad se desvanece, y sólo permanece en la memoria de quienes viven. Esto indica que un sujeto no es más que la interpretación cerebral de los datos, tanto a nivel individual sobre uno mismo, como a la interpretación externa. El “quién”, no es más que una idea imaginaria surgida de la interpretación del “qué”, del objeto.

YO: Wow… Creo que lo que acabas de decir, más allá de parecer una simple interpretación lingüística y biológica a la par, es en realidad algo demasiado fuerte. Déjame procesarlo… Entenderlo.

SOY: Por ello quería contarte la historia de Quién. Ponte cómodo. Respira. Cierra los ojos, y recuerda conmigo. “En el principio, sólo existía el Mahas, el vacío durmiente. Sus sueños eran tres: Ham, la inspiración, Het, la contemplación, y Hum, la exhalación. Su respiración se volvió música, y por su canto, Mahas despertó.” En su despertar, todo lo que parecía haber sido un sueño, se volvió realidad, pero esta realidad no era lo que hoy conoces, sino que era la unidad en sí misma. Todas las fuerzas del Universo coexistían en tan sólo un punto, contenido por la nada misma. Su mera existencia implicaba la plenitud, pues su poder era el único en el gran vacío. Su poder era suave, era amoroso, el poder de una madre acariciando su creación: “LH”, sonaba esta fuerza amorosa que nutre la existencia. Entonces, el poder emanó del corazón, que sonó en expansión mediante su latido: “I”. Y resonó “ILH”, abriendo las puertas a todos sus potenciales… La puerta, sonaba a “M”, abriendo los portales de su corazón: “ILHIM”.

YO: ¿Quién emanó este poder?

SOY: La respiración, el canto mismo. La palabra verdadera que llamas “E”, y la expresión del verbo, el canto en acción, que llamas “L”.

YO: “ËL”… “ËL’ILH”… “ËL’IHIM”…

SOY: Los Poderes del Verbo Original… Elohim. Las Potestades, son las fuerzas inerciales de la materia, surgidas de las ondas de vibración que se expandieron por el universo mediante la respiración, que simulando un latido, abrió su corazón a la existencia. Ondas comportándose como partículas. Todas nacidas de “ËL”, la vibración original.

YO: En lengua atlante, “ËL” significa “verbo”, es decir, “verdad hablada en acción”, relacionada a la consciencia que se pone en algo, la vibración que mueve realidades. “ELHA” significa Amor, mientras que “ELOAH” significa El Verbo que se expande en Amor, palabra que en hebreo describe a la divinidad. “ELHIL”, habla de ese verbo amoroso que toma fuerza para manifestarse, mientras que “ELOHIM” hace referencia a las puertas o realidades por las que esa fuerza se manifiesta, algo que se llama también “Palabras de Dios” o “Primeros Mensajeros” (que en griego se dice Arkhé Anggelós= Arcángeles)…

SOY: Un mensaje, es una palabra sagrada, una onda de vibración que se expande, y que toma poder al manifestarse en la fuerza de una partícula. Entonces, nació así la “Luz del Verbo”: Ur-Ël.

YO: …Arcángel Uriel.

SOY: Surgió de la luz la “Fuerza del Verbo”: Gabur-Ël.

YO: …Arcángel Gabriel.

SOY: Nació la “Voluntad del Verbo”: Rak-Ël.

YO: Arcángel Raguel.

SOY: Emergiendo de su fuerza el “Sonido del Verbo”: Rem-Ël.

YO: Arcángel Remiel.

SOY: Encontrando los patrones en la “Muerte del Verbo”: Azr-Ël.

YO: Arcángel Azrael.

SOY: Encontrando armonía en la “Sanación del Verbo”: Rafá-Ël.

YO: Arcángel Rafael.

SOY: Y de ellos, miles de otros rayos emergieron, pero sobre todo dos de ellos forman parte de nuestra importante narración. La Luz, la Fuerza, la Voluntad, el Sonido, los Patrones, la Armonía, conforman los aspectos de la estrella de seis puntas, el Merkabah que ya conoces…

YO: Amor, Sabiduría y Voluntad, Vibración, Energía y Materia… Los 6 atributos de la existencia objetiva y subjetiva…

SOY: Pero para que lo objetivo se vuelva subjetivo, y lo subjetivo transforme lo objetivo, una fuerza debe unirles a ambos. La fuerza que da sentido a la realidad, al aspecto Objetivo que llamas Espacio, y al aspecto Subjetivo que llamas Tiempo… ¿Cuál es la clave?

YO: La Gravedad…

SOY: La gravedad unifica tiempo y espacio, en el centro de este hexágono divino. La “Gravedad del Verbo”: Sama-Ël, quien se lanza a unificarlo todo, creando al fin el Universo conocido. El favorito del Verbo, el que hizo sus sueños una realidad.

YO: El arcángel Samael…

SOY: El Universo empezó a contraer todas las fuerzas de los rayos divinos, densificándolo todo hacia la experiencia más concreta, manifestando lo subjetivo hacia lo objetivo. La idea, hacia la acción. Vio que era el único capaz de realizar semejante tarea, y se vio como único y poderoso en toda la creación. Entonces, manipulando la energía de sus iguales, hizo la pregunta que lo cambió todo: “Mikh makh’eye?”…

YO: “¿Quién como yo?”

SOY: No había nadie más poderoso que él, que la unión del tiempo y el espacio, formando un individuo. Fue el nacimiento del Ego, del Yo, del individuo que conformado por las potencialidades del cosmos, se elige único ante lo demás. Pero entonces, otra fuerza surgió como polaridad al Yo, la fuerza del Soy, quien respondió: “Mikh makh-Ël?”.

YO: “¿Quién como el Verbo?”… Mikh-Ël… el Arcángel Miguel.

SOY: Samael fue considerado el Veneno del Verbo, y llamado la oposición, el contrario, adversario, que en hebreo llaman “Shaitán”: Satán, el diablo. La construcción del Ego, es la autorreferencia de una partícula uniendo las fuerzas del tiempo y el espacio, mientras que la construcción del Ser, es el recuerdo constante de que hay algo mucho más grande a lo que el Ego pertenece. Los 6 atributos, mensajes del Verbo, encuentran su balance entre las fuerzas del Yo y del Soy, ambos preguntándose “¿Quién?”, y juntos, conforman el camino a la divinidad, el mayor de los mensajes, el que conforma el gran Cubo de la Creación, el Pequeño Verbo, semilla del Universo, aquél que encarna todos los poderes a través del tiempo y el espacio, que es uno y todos a la vez, el Verbo que Habita Todo: “Ël Shed”, o Sheddai. 

YO: Un momento… Sheddai… Suena a Jedi, de La Guerra de las Galaxias…

SOY: Es el término que unifica a todos los “quiénes” del universo, La Fuerza. Y la misma, es la Fuente al que todos los seres entre el Yo y el Soy aspiran a encontrar uniendo amor, sabiduría, voluntad, vibración, energía y materia. Los griegos llamaban a este “Quién” como “Aquel que está cerca del Trono”: Metá tón Thronón.

YO: Metatrón… ¡El Cubo de Metatrón!

SOY: El Cubo de la Creación, el Hexaedro Divino. No posee nombre, pues es la Fuente, es el Verbo, no posee pronombre, pues es “Ël”, es la geometría misma manifestada, las ondas hecha partículas, es lo Objetivo.

YO: ¿Y qué es lo subjetivo?

SOY: “¿Quién?”. Todas las historias que has oído de arcángeles, dioses, seres creadores, no hablan más que las fuerzas inerciales de la materia, no hacen más que describir los potenciales de la existencia. Entender la historia sin la emoción de la creencia subjetiva, es como el geólogo que en lugar de maravillarse con el paisaje sólo puede ver el granito, la mica, el carbono. Es como el médico que en lugar de ver una persona, ver órganos y tejidos celulares hechos de proteínas y azúcares. Es como el botánico que ve pistilos, estigmas y estambres, pero no logra sentir el perfume de la flor. Es como el ingeniero que diseña una nave espacial, pero nunca mira las estrellas. Es como el religioso que lee un libro sagrado en lugar de escuchar a Dios en su corazón, o un espiritual que busca las respuestas en otras dimensiones cuando la verdad se encuentra en cada inspiración aquí y ahora. El Universo, es objetivo por naturaleza. ¿Qué lo hace bello, hermoso, apasionante, vivo? ¿Qué le da sentido a las cosas? ¿Qué convierte al objeto en sujeto?

YO: La pregunta “¿Quién?”.

SOY: Quién, es la aglomeración de datos de redes objetivas, que conforman la imagen surrealista de lo real. El quién, es un constructo del ego, aquel que se referencia en un nodo de tiempo y espacio, que combina todas las fuerzas en sí, y se vuelve creador de mundos, de realidades. Aquel que se referencia a sí mismo, y para no hablar de átomos, proteínas, órganos, tejidos, compuestos químicos, les unifica a todos en un sólo concepto, y le da a la energía en movimiento un sentido e individualidad, cuando en realidad no la tiene. Conforma así, la idea de persona, de individuo, de ser, de entidad, y llama a las partículas “Arcángeles”, a la Onda de tiempo espacio como “Dios”, a los nodos de esta constante les nombra como ángeles y demonios, y a la gravedad de dichos nodos les llama individuos, seres vivos. Y a la interacción de energías le llama alma, en tanto a las ondas de frecuencia les dice espíritus, y a las partículas las llama cuerpo. Y al unirles, les llama “Yo”.

YO: Yo mismo… El ego. Quien se referencia en la totalidad para poder subsistir…

SOY: Hazte la pregunta.

YO: ¿Quién soy?

SOY: Eres sólo quien tú quieres ser. Pues en realidad no existes hasta que tú no decides ser quien eres.

YO: ¿Quién creó todo esto?

SOY: Nadie… Pues el creador es quien tú decides que sea.

YO: ¿Quién debo ser?

SOY: Quien tú diseñes a partir de las elecciones de tu experiencia.

YO: ¿Quién es Dios?

SOY: Es la habilidad de preguntar ¿Quién?

YO: ¿Quién soy?

SOY: Yo Soy.